Por Rappol
[Cuando el Madrid se parte, todos sus chirlos son como los mirlos blancos. Se pasa del lada a lada al plasta a plasta. Se le hace una bola de Mentos a Carlo en la boca. Todo lo blanco se detiene, como semen hacia atrás; y se echa de menos siempre a alguien, quizá a un amante, a un camello, a una madre…Siquesá.]
El partido fue bastante nefasto, esta es la verdad. Pero si el Arleti no es capaz de ganar a un Madrid con un cojo de lateral, sin mediocentro creativo durante media parte, sin delantero centro, sin lógica; jugando a arreones —no se llegó al típico “trance de Champions” que de tantos abismos ha sacado a este equipo—, perdiendo ocho millones de balones, saliendo peor que Pablo Iglesias del baño después de refrescarse, oliendo a sobaco de Pepe Duval…Si con todo eso, el Arleti no es capaz de ganar…
Fue una batalla a la que parece que sólo fueron los enanitos. La comenzó El Cyd, que lleva unas cuantas semanas haciendo buenos partidos (es probable, por tanto, que se lesione pronto), haciendo su típico uno-dos en diagonal para perforar la portería colcholerda a los cuatro minutos de juego. Iba yo conduciendo y pensé: “Mal. Demasiado pronto”.
Luego ya sentado con mi amigo Tor, contemplé el despropósito blanco, y cómo los arléticos iban creciendo a base de triangular, moverse y estar en todas partes un segundín antes que los locales. Entonces, apareció el enanito del Arleti, la arañita, la chinche de los cojones. Demasiado relax en esa jugada, sin quitar mérito al tirazo que se cascó el argentinito. Mucho se flipa la gente con ese. No le llega ni a la suela a enanos tipo Aimar. Pero empate y tembleque… Es que no, ni tembleque. Es empate y apoplejía. Le da el parraquito a Carlo en la banda, se pone a morro con los Chimos, y los blancos se mueven como los enemigos medio tontos del Double Dragon. Cuando todo está a punto de desquiciarse, descanso, afortunadamente.
En el segundo periodo, se mantuvo la tónica, en principio. El cambio lógico (y obligado, y obstinado, también), Modric por LeeEnChanclas y a ver si poníamos la bola en alguna dirección y sentido inteligibles. También se asomó más Meriendy por su banda, a poner unos sandwiches de mortadela y mantequilla, y unas limonadas, que teníamos hasta a Chochomenor sudando, que no sudaba desde que vivía con la prima de su madre en un sótano del Pigalle y fumaba cachimba con el negro ese que quería Zizou, que no recuerdo cómo se llama. Una coooosa…
En esto, el tercer enanito, el malagueño-marroquín, que trabajó como una mula durante todo el partido, se cascó el chirlo de la noche (con gravesinha incluida), subiendo el nivel ascendente de los tantos de la noche. Bárbaro gol. Barbarísimo. Pocholo ahí tomó su camino funcionarial y decidió que no quería arriesgarse a que su equipo recibiera más goles de enanos, aunque Carlo metió a Endricki demasiado tarde, y Navajas Correa es enano pero ya está bastante acabadete. Sólo temí a Sorloth, pero El Socio invocó a Gordi, me descojoné un rato, y el árbitro (bastante caserillo) no tenía ganas tampoco de correr más.
Después de tanto enano, lo que nos falta saber para la vuelta es si El Bello será Blancanieves o Lobo de Wall Street. Porque el resto casi podemos imaginarnos cómo va a ser.
[Un par de espasmos más: Ajenjio bastante bastante bastante bien; y a Siquesá todavia no le ha vuelto a su ser el fistro de atrás después del incidente con el percutor anal. Veremos en el Metropoliuretano. Invocaremos a Leopoldo María, lo menos]
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– Real Madrid: 2 (Apu e Ibrahim)
– España Fea: 1