Por Rappol
El mejor resumen del partido lo hizo Imanol Alguacilillo en su rueda de prensa: “ … descanso en paz”. Claro, mamarrachete: ese es el librillo de los que jugaron como nunca y perdieron como siempre. Y lo cierto es que jugaron bien, ordenaditos y a la contra, con sus cositas norteñas; porque todo es norteño en la Real Sociedad, hasta del norte de Europa, negra y rubia, pero lejos de los tiempos en los que pescaban eslavos pintones como si no costase (y el turco aquel, cuyo nombre no recuerdo, aunque era un jugadorazo), y contaban con un nutrido grupo de pseudoetarras que se iban mudando de Bilbao a San Sebastián, o viceversa. Música para maricas de meñique enhiesto y que huele a culo por más que se lave. ¿Qué queda de entonces? La pedrada mental que lleva la grada, un poco pulida por el siglo XXI, pero pedrada ancestral a la que es imposible sustraerse. Me gusta cuando mandas callar, Vinicius, porque estás como ausente…
Padre e hijo (los Ancelottis, dan para serie en Netflips), sorprendieron (inserte aquí un “Jéeee” coral de Manowar) al apostar por el enanismo y la vejez en el centro del campo, aunque tampoco es que hubiera mucha otra cosa aparte de Chema y Espinete. A mí es que me gusta mucho El Truquito, y me parece que tácticamente mejora la posibilidad de espuma en la cresta de la ola. Mientras vuelve Bellolingam, tiene ahí rascada el muchacho, hasta que se juegue los cuartos con ese oscuro objeto del deseo que es Chochomeni. Lástima lo de Brahim, pero ser enano y explosivo tiene estas cosas, después de salirse en el parón-chupóptero con la selección de los Amegos de Pedro.
Un Vinicius disminuido estuvo sobrado para enloquecer a la grada-pedrada, marcar un penalti, provocar otro y volver a hacer de ONG del gol para Siquesá, que estuvo más artista que el brasileño (tuvo una en la segunda parte, desde la línea defensiva, pegado a la banda, recorte de fantasía, estampida hacia delante que se acabó chisporroteando en el área contraria entre una nube de piernas norteñas… boah si le sale…), y se acerca cada vez más al tipo que se supone que El Don ha fichado.
Con todo, el equipo se parece mucho al del año pasado en una cuestión esencial: como falte Valverde petará todo de forma dramática, como en una película de esas de cataclismos en las que no mueren los héroes por no asustar del todo a los espectadores. El tipo está a un nivel sobrehumano, y la prueba es que Modric jugó… ¿todo el partido e hizo el último tiro peligroso del encuentro? Íker Jiménez tiene trabajo con este asunto.
Descansa en paz, Imanol. Pero no te despistes, que la zona de descenso está cerquita.
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– ETA Militar: 0
– Real Madrid: 2 (Vecinius y Penalté, los dos de pen.)