Por Rappol
Empecé a ver el partido en el 48, esto es, un poco antes de la división de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Pensé que como había empezado la segunda parte había llegado en el momento ideal para encontrarme con un marcador favorable, teniendo en cuenta que el once que tan oportunamente Erik suele brindar al fansismo anunciaba una suerte de 4-4-2 camuflado por la presencia de El Truquito Guler, que haría las veces de soporte para Modric, que se volvió a cascar los noventa minutos como un campeón. Pero no. 0-0 y al rato Pajamita convirtiéndose en el antihéroe por un instante (putos periodistas). En verdad, el 0-1 no podía tener más recorrido del que tuvo, conque tampoco hubo lugar a que me vendiera a abajo. La kosecki se ganaría de un modo u otro. ¿La primera parte? Para los que quieran verla. Hasta que no gane un partido el Real Madrid por 20 a 0, no voy a ver más primeras partes si no está James Brown de titular. Y procuraré no ir al retrete en esos primeros 45 minutos, salvo razón de fuerza mayor, o como se cague eso.
La imagen postrera del tipejo ese españolista tratando de frenar a La Pierna es un calco de lo que me parece que Carlovide —nos falta nada más el Espíritu Santo— quiere hacer con Endricki: frenarlo. Es un clamor silencioso, porque cuando Mr. Dynamite está sobre el campo, suceden koseckis. Y a mí no me apetece nada más que ver a Endricki acabando con la carrerita de Cubarsí, o cualquier otra medianía de las que pululan por los campos patrios con vitola de genio en ciernes. ¿Qué otro jugador en los últimos años puede personalizar mejor la estampida de la que hablaba Valdano cuando se refería a Ronaldo Nazario? No marcó por pocos centímetros (pese al pollón), de nuevo. ¿No se merece ya una titularidad contra, verbigracia, el puto Alavés? Coño, Carlovide. Si no te funciona, pues sacas a Vinicius para que te arregle el partido como hoy. Porque jijijaja-tú-balón-de-oro, pero el tipo golea y hace unas asistencias modricianas que no las pergeña ya ni Modric (y no es la primera vez). Es un escándalo ser tan feo pero tan buenísimo jugando al fútbol. Lo único que me interesa de que gane el Balón de Oro es que el gilipollas integral de Eric García tenga que borrarse todas sus cuentas en RRSS y declararse en huelga de hambre a las puertas de la Sagrada Familia: hay que armar tal pifostio ese día que al tipo le entren ganas de retirarse del fútbol, hostias.
Intuyo, por otra parte, que Chochomeni puede aprender más rápido a jugar de central que de 5 y, de hecho, juega mejor de central que de 5, pienso; lo que puede llevarnos a dar descanso a los centrales menguantes antes de tener que jugar la carta valleja. Eso no quita que el plan de Carlo sea, casi con total seguridad, plantarse en el Metoporelano con su 4-3-3 de campanillas, con Modric-Chochito-Valverde en la media, que los demás ya sabemos quiénes son. Se lo aguantaré si mete un Siquesá-Endrick-Vinicius contra los alaveses. Pero como diría Custer, seré ninguneado.
Por lo demás, buen resultado con las rotaciones, Bellolingam entonándose progresivamente, Siquesá penaltando, Valverde high-higher y goles bonitos (el segundo y el tercero, sobre todo el segundo, con asistencia de museo de Vinicius)… Las primeras partes para el que las quiera, esa es la verdad y la realidad mientras Carlovide se resista a tirar la bomba. Porque la bomba, la Sex Machine, La Pierna, es James Brown. Y queremos matar enemigos, verlos destrozados y oír el llanto de sus mujeres. Como somos magnánimos, respetaremos a los travelos. Así que Pedro puede estar tranquilo.
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– Real Madrid: 4 (Cabrajal, Loldrygo, Vecinius y Penalté (Pen.))
– Caspañol: 1 (Courtois, con la polla)