Las patadas que mete cada partido.
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Sí, bueno, ¿no? Han pasado los partidos de selecciones (abolir) y parece que no nos han desgraciado a ninguno, excepto por las posibles lesiones cerebrales, que tampoco creo que se noten mucho. Incluso tenemos a Ardita Guler trotando por la Ciudad Deportiva Florentino Pérez, esperando ansioso la próxima ocasión de lesionarse, probablemente en el próximo parón de selecciones.

Pero no lancemos las campanas al vuelo, pues se acercan dos partidos de especial exigencia física, el primero de ellos en la Palangana, contra un Cerdilla a dos puntos del descenso y que, a falta de puntos en la clasificación, querrá dejarlos cosidos en las piernas de los jugadores madridistas. Aquello puede ser una carnicería, jaleada por miles de yonkis y gitanos enfervorecidos. ¿Quién nos protegerá: Tebas, el niño Jesús? No, iremos ahí solitos a que nos desgracien, por eso yo creo que es mejor sacar a los más negros posible, que meten miedo y además si te descuajeringan a uno te compras a otro en el mercado del puerto y ya. Atención a la banda de Vinicius, que puede ser gracioso eso.

El segundo reto será en ese pseudoestadio de Montjuic, escenario de las olimpiadas que le pagamos los españoles a los catalanes y que ha quedado para espectáculos lamentables como ver al Negreira Team seguir robando, por no romper la tradición. Puesto que los Negreirets se han quedado unos punticos descolgados, se espera un colorido aquelarre -en estas fechas tan cercanas a Falowin- que mezclará separatismo, cazurrismo extremo y, por qué no, drogas, aunque quizá menos cortadas que las que se esnifan por Sevilla. Las mejores, sin duda, serán las que se chute Jan en el palco, puede que con la esperanza de reventar de una vez, antes de pasar por la humillación infinita de ver al Barcas descendido por corrupción, o incluso su muy serrano cuerpo en el talego, donde seguramente debería haber ido hace tiempo.

En fin, que si dentro de 15 días no tenemos la enfermería a reventar se podrá decir que todo ha saido de lujo.

Vaya superhéroes.
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– ¿Qué distancia media entre el Mundial del 82 y el del 30? Probablemente toda, la que va entre la inocencia y el cinismo resabiado, entre un mundo que vivía colgado del fútbol y uno ahogado entre estímulos infinitos, en un oceano de contenidos ilimitados, redes asociales y comunicación instantánea. La misma distancia que mediaentre el Naranjito -idea sencilla, directa y eficaz- y el engendro que inventen con el fin primordial de no ofender a nadie. Sabemos demasiado, hemos visto demasiado, para considerar ese aún lejano Mundial como algo más que un entretenimiento televisivo veraniego algo superior al de una serie mediocre o una película repuesta. ¿A nivel deportivo? Sólo puede interesar a los aficionados más pedestres (los que no perciben la distancia sideral con el fútbol de clubes) y a esos niños eternos llamados futbolistas. Probablemente podamos conformarnos con que la edición del 30 no se la lleve el mejor postor, o a falta de eso, con que el estado no le pague el estad(i)o al Barsa.

– ¿Y la seleçao? Bien, gracias; jugando contra Chipre, o Armenia, o Kirzigstán… ¿realmente a alguien le importa? El seleccionador, un calvo, conservó el puesto in extremis gracias a mostrar una adhesión del mejor estilo soviético a la nueva causa imperante en lo que un día fue España: el locadelcoñismo poligonero. «Estaba en shock cuando aplaudí a Rubiales», declaró, que es algo así como confesar haber leído los escritos de Goldstein, pero prometer reformarse. ¿Cómo identificarse con este colectivo ente amorfo que usurpa el escudo nacional? Una pata de jamón me representa más.

– Tras una profunda y serena reflexión, he resuelto que es conveniente exterminar (deportivamente hablando) a todos esos gitanos del Medio Oriente denominados «palestinos» antes de hacer lo propio (deportivamente hablando) con los israelitas. Puntualizo que, en mi opinión, al menos el 40% de las noticias que llegan de cualquier guerra son directamente falsas o presentan una versión totalmente desvirtuada de los hechos; no obstante, los mentados palestinos han tenido décadas para intentar copiar algo del nivel civilizatorio de sus vecinos, y, nos pongamos como nos pongamos, siguen instalados en la barbarie, una especie de siniestra combinación entre batasunos, calés y miembros de secta ultrareligiosa; en fin, unos elementos (generosamente subvencionados por la UE) que jamás se plantearán una convivencia pacífica con el enemigo que les da du (exigua) razón de ser. Si el exterminio parece algo demasiado impráctico, sin duda lo mejor sería declarar el intervencionismo cero en la región y dar un vistazo cada cien años a ver si ya han acabado de masacrarse. Euroamérica debe desentenderse en toda la medida de lo posible de esas pugnas del Antiguo Testamento. Que se entienda YHV con ellos.

https://www.dailymotion.com/video/x8ofxit

Por Rappol

Se las prometían muy felices en Montilillibit —Belfi no compareció— después de que a Feijojojojojo le dieran boleto en su intento de investidura en el Parlamento de España. Las gradas atestadas de cedeerres, errecenutries, yuntistes (y quizás algún peesecero despistado) pensaban, seguramente las gradas (y los asientos de plástico duro, eran en realidad los que pensaban), por pura potencia pensil, florida y arrebujada en su supremacista ignorancia; pensaban, las gradas atestadas, que el voluntarioso líder circunstancial de la clasificación de alguna temporada que otra (el Gerona, en este breve lapso, caso y circunstancia), iba a dar butifarra a unos Carloboys que venían del desvarío hacia la cordura tras disfrutar sin plena conciencia del culete de unos voluntariosos isleños en el partido precedente. Pero se comieron el buen mojón que se merecían.

Como suele decirse, rompió el Madrid su maleficio reciente de encajar pronto en Liga, aunque fue más por suerte que por otra cuestión. Lo sabe hasta el hijo más tonto del tonto payés más tonto del Piedemonte de Montserrat: a la defensa del Madrid le cruzas pelotas al segundo palo y lo pasa peor que Messi tratando de atarse los cordones de las botas solo. Lo sabía Pocholo, lo sabía Míchel (el saporrano Míchel) y lo sabrá el siguiente, que no sé quién es. Pero pasado el trance inicial, el maestro Kroos se repeinó, tomó la batuta, enchufó el metrónomo, y los solistas (encabezados por Bellingham y soportados por Chumino y Camavinga) comenzaron a tocar la conocida tonada «Te voy a follar el culo despasito y rico miamol».

El primero vino tras un buen movimiento de nuestro Cristo Redentor Inglés, y una majestuosa y llena de fe asistencia que remató el Hermano Goselu al fondo de la red (con la colaboración de Ganímedes, porterito local). Hay que reiterar que el pase fue auténticamente modriciano, estéticamente insuperable, físicamente soberbio y químicamente inspirador. Algo así:https://youtu.be/q4xKvHANqjk?si=TUbxiWvliyRvnp3e&t=1592 Breve, inspirado y muy bien tirado para ponerte a Laura Lee en bandeja…

Pareció que la apertura de la lata le afilara entonces el colmillo al equipo (suavemente, por supuesto); y mientras los locales y su grada pensativa y reivindicativa se limpiaban la lefa de Goselu de la cara, llegó Chumino a la salida de un corner (la entrada del corner siempre he querido saber dónde esta) y, elevándose sobre la chusma del área gerundense, remató con cierta plasticidad para poner el 0-2 en el minuto 20 del partido.

[Me gustaría detenerme un poco en el Chumino. Esta temporada es clave para él y, por ende, para la transición definitiva en el centro del campo del Real Madrid. Este centro del campo del futuro lo deben componer Chumino, Valverde, Camavinga y Bellingham. En el punto en el que nos encontramos, Kroos tiene para este y probablemente otro año más a buen nivel, y mientras Camavinga tenga que tapar vergüenzas en el lateral es perfectamente válido para actuar como interior o como cinco —con el soporte de la negritud y la juventud, por supuesto. Pero Modric ya no, no es imprescindible, porque que ya hay piezas que le hacen demasiada competencia, por su capacidad, polivalencia y juventud. Bellingham, que es un niño muy bien educado, da todas las claves cada vez que se refiere a Modric, reverenciándolo, pero ha venido para clavar la tapa del ataúd del croata maravilloso. Iba a hablar de Chumino, y se me cuela el puto Bellingham. Son como polla y chumino, esa es la verdad. Y es el inglés el que entierra al croata con todo su amor, para crear el espacio y el equilibrio lógico y necesario en el centro del campo del Real Madrid con la entrada definitiva en juego de Chumino. Quedará Kroos, como el Herbert von Karajan del Real Madrid, hasta que Chumino aprenda a dirigir definitivamente la orquesta y marcar el tempo, y a nosotros nos quedará recordar por siempre toda la gloria que le ha dado Luka Modric al club. Pero quien hace que todo salte por los aires es el Cristo Redentor Inglés, para alborozo de Chumino y de los que sabemos que para desequilibrar el primer paso es estar equilibrado.]

Ya la segunda parte fue como la tipa aquella que dijo que le habían roto los dedos y sobado las tetas. El inglesito metió su gol, Carlo le dio al banquillo con pedagogía y criterio (buena es el agua de vez en cuando, cuore), a Nacho se le fue la perola lo justo para que los catalanes hicieran lo que mejor saben hacer y Rúgider dejó claro, de nuevo, por qué lo quiero siempre en mi equipo. Es nuestro Pepe 4.0 africano. El tipo que defiende a la manada. El bendito loco de blanco. Estos son los negros que necesitaría Cataluña, bastardos. Por eso no los tenéis.

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– Chirona: 0
– Real Madrit: 3 (Goselu, Too Many y Bluffingham)