Como otras que he escrito en el pasado, esta entrada levantará ampollas (y también algunas pollas). Pero no voy a callar: ¡todo lo contrario! Ante un mundo aplanado y homogeneizado por el totalitarismo floperiano, donde el peloteo galernista y la lamida de bota son monedas comunes, una voz solitaria pero firme se alza para denunciar que al Emperador se le ve la pichulina, y que es muy pequeña y arrugada. Me preparo para afrontar cualquier consecuencia, sí: estoy dispuesto a perder diez seguidores en twitter, a que me cobren de más en los bocatas del Bernabéu, incluso a que no me inviten a Real Madrid TV. Escribo esto, compañeros, con ánimo decididamente suicida.
El tema a tratar es la profusamente comentada (aunque con muy poca profundidad) reforma del Bernabéu: una obra extraña, desconcertante, polémica al principio pero ya integrada en la rutina lanar del populacho madridista, el cual en general se declara conforme. Es más, dentro de poco se proclamará extático (con X), tras el estreno del documental propagandístico «El Bernabéu del siglo XXI», encargado a la asociación ultraizquierdista Natioanal Geographic para ensalzar las virtudes de la obra.
¿Pero qué conclusiones funcionales y estéticas podemos sacar, desde una mirada independiente, de este multimillonario mamotreto? No voy a analizar el proyecto globalmente porque necesitaría quince entradas, pero sí glosaré los tres epígrafes del el título de la entrada: el sofito (al cual designaré jocosamente sofrito), las lamas (nada que ver con el locutor ni con el rey de las camas) y el pomposamente denominado hipogeo, que yo prefiero llamar Batcueva. Empecemos con esta disección forense.
1. ¿QUÉ COÑO ES UN SOFITO, Y QUÉ DEMONIOS LE HAN PEGADO AL BERNABÉU?
Según la PRA (Puta Real Academia), un sofito es «el plano inferior del saliente de una cornisa o de otro cuerpo voladizo». Dicho de otra forma, si una pared no forma una superficie plana desde la cúspide del edificio hasta el suelo, sino que describe un ángulo cerca de este último, el sofito es la parte no vertical del conjunto. En el caso del Nuevo Bernabéu, el sofito es la zona donde terminan las famosas lamas de la fachada y empieza lo que sería el «techo» desde la perspectiva de una persona pegada a la pared del estadio. Cuando visité Madrid el pasado mes de Mayo y me acerqué a la obra, prácticamente terminada, me resultó francamente desconcertante ver cómo se había resuelto esa parte; porque lo cierto es que no es un techo en absoluto, sino un conjunto de planchas verticales, muy separadas entre sí, que dejan a la vista todas las tripas del estadio, ese batiburrillo arquitectónico que mezcla elementos de los años 40, 80 y 2000.
En cualquier mundo normal, se habría optado por cerrar ese anillo superior que rodea casi todo el recinto con planchas verticales, formando una continuidad con la superficie plateada de las paredes, pero no, los arquitectos del NB, o más bien los ejecutores de la obra, decidieron que con colocar unos hierros cada dos metros ahí ya estaba bien, pese a que ello dejara a la vista cientos de metros de «fontanería»: un ascensor por aquí, una escalera por allá, uno de los antiguos contrafuertes por acullá… Ciertamente, en el mundo hay muchos estadios feos, y España puede «presumir» de varios de ellos, pero nunca imaginaba que tras meter semejante montaña de millones al Bernabéu se rematara la base del edificio de una forma tan JODIDAMENTE ESPANTOSA. Sólo ruego a mis lectores que observen las fotos de esta galería, tomadas por mí mismo, y me digan con sinceridad si lo que se ve ahí es aceptable en un estadio de élite, viejo o nuevo. Y para los que crean que estoy solo en mi opinión, les invito a revisar el hilo (que ya lleva unos años activo) dedicado a la obra en el foro Urbanity.
Ahora bien: ¿se suelen mostrar imágenes de esta parte? No. ¿Molesta especialmente al visitante? Parece que tampoco. Cuando, durante ese viaje, me tomé un café con Hughes, este afirmó lapidariamente: «España es un país muy hortera». ¿Y quién podría quitarle la razón? O planteado de otra forma: quien pasa directamente por debajo de ese sofrito, entra en la tienda oficial, se compra tres camisetas del club estampadas con publicidad de una teocracia islámica por 350 € y no se siente timado, quizá -sólo quizá- no tiene los estándares estéticos más exigentes. Y por cierto, sí: cuando llueve fuerte, el agua entra por los espacios de la fachada y cae a chorros por las aberturas del sofrito.
2. LAS LAMAS. LO QUE DEBÍAN SER Y LO QUE FUERON
Allá por el Paleolítico, cuando nos presentaron a los socios los posibles diseños para la reforma, el que más me gustó fue el que resultó finalmente ganador: líneas sencillas y elegantes, con una piel metálica que homogenizaba la ecléctica fachada resultante de las reformas de Ramón Mendoza y posteriores. Esa era la palabra clave: una «piel» que se obtendría colocando finas y alargadas láminas (las ya famosas lamas) que cubrirían todo el contorno del estadio, creando la ilusión de una superficie casi continua. Lamentablemente, el papel lo aguanta todo, pero los edificios no, y cuando llegó la hora de ejecutar la idea, se hizo patente la desconcertante realidad: una fachada gigante de metal pulido refleja la luz del sol.
¿Quién habría podido prever tal contingencia? Nadie, evidentemente, ni siquiera un Ser Superior, pero los reflejos creaban problemas evidentes en medio de una zona residencial como es el Sacrosanto Paseo de la Castellana, hubo que hacer modificaciones a las mentadas lamas, aumentando su separación y modificando el ángulo de colocación para reducir los reflejos del astro rey. El resultado es que lo que cubre el estadio no es esa piel que mostraban los renders, y el efecto estético es tremendamente desigual dependiendo desde la distancia y el punto desde los cuales se observe el edificio: desde algunos «da el pego», desde otros es bastante decepcionante y desde el «sofrito»… bueno, ya lo hemos explicado. Que alguien mire la foto que encabeza esta sección y me diga que eso es una piel; «rejilla» es una palabra mucho más ajustada a la realidad.
Claro que, visto de día, el conjunto, aunque no embelesa, tiene pocos puntos catastróficos (si bien la fachada que da al Sacrosanto Paseo, la más fotografiada, es la que resulta peor parada). No obstante, llegó el fatídico día en que, ya terminada la cubierta, se retransmitió un partido de noche; se encendieron las luces del estadio, los drones camarógrafos hicieron su trabajo y vimos…. esto.
En fin, no sé. A ver, hay gente que lo defiende. De hecho, hay gente para absolutamente todo en el mundo, y como he dicho antes, tampoco sería prudente tomar al futbolero medio como árbitro del gusto; pero, en mi modestísima opinión, lo que hay sobre estas líneas es un JODIDO HORROR. Algo positivamente antiestético, cutre, chatarroso. Y pido perdón por recordar de nuevo los renders (que sí, casi nunca son iguales al resultado final), pero esa fachada nocturna debía tener este aspecto, no, no parecer un proyecto de mecano al que le faltan piezas, ni la jodida parte de atrás de una nevera. Tenía que ser una gloria metálica que reprodujera la volea de Zidane en la Novena al estilo Imax. Se ha dicho que tranquilos, que no quedará así, que se pondrá «algo» en la fachada para remediarlo, que habrá lusecitas y las mentadas proyecciones. Un año llevan así; pero lo que vemos, la cruda realidad que llega a nuestros ojos, es ese amasijo metálico que haría las delicias de Shinya Tsukamoto.
3. LA BATCUEVA, EL INVENTO DE FLORENTINO WAYNE
Charararara chararara charara, Batmaaaaaan. Batmaaaan. Batmaaan, Batmaaan, Batmaaaan. Qué divertida era esa serie. Bruce Wayne, un filántropo multimillonario, y su protegido Dick Grayson, salían en sus identidades de Batman y Robin a combatir a los pillos de Gotham City tales como Gatúbela, el Acertijos y, sobre todo, el Guasón. Viajaban en el Batmóvil, un coche todo maqueao que reposaba en la Batcueva, la inmensa oquedad que ocupaba el subsuelo de la Mansión Wayne. No sé si Flópor seguía la serie (ya debía tener unos cuarenta tacos cuando la estrenaron), pero sospecho que sí, que se veía a sí mismo bajando por esa barra de bomberos junto con Robin JAS (Alfred sería Manolo Redondo), llegar a la cueva y salir con el deportivo a darle lo suyo a los hampones. Muchos años después, tras tomar la determinación de que el estadio no se movería del Sacrosanto Paseo de la Castellana, decidió también que había que convertir el recinto reformado en un «espacio multiuso», lo cual requería un sistema para no estropear el césped.
Duro desafío al que numerosos arquitectos e ingenieros dieron vueltas y vueltas hasta que Flópor (no en vano él mismo es «caminero») dio con la brillante solución: «vamos a hacer una cueva de la hostia debajo del estadio y a sacar el césped a la superficie en planchitas». Conste que esto no es una dramatización inventada por mí: el mandatario ha presumido de que esto fue una idea personal suya. Bueno, veamos… la obra total iba a costar en principio 400 y pico millones, luego 600 y pico, luego más de 800 y ahora estamos como por los 1.200 sin poner siquiera los intereses, porque los más duchos en economía del blog dicen que «eso no hay que contarlo» (pero pagarlo, hay que hacerlo euro sobre euro). Se estima que la Batcueva, conocida oficialmente como Hipogeo, equivale ella solita a unos 225 millones de ese presupuesto, o sea la mitad de todo el proyecto inicial.
Y bueno, dirán los galernistas que si querías césped retráctil, no había otra que hacer la Batcueva de 225 kilos. ¿Cierto? Bueno… sólo si tenías que quedarte sí o sí en el Sacrosanto Paseo de la Castellana. No obstante, como saben los que conocen el cuco estadio del Sapporo, en Japón, hay una solución alternativa inventada desde hace más de 20 años: tener el césped en una sola plancha deslizante a nivel de suelo. Que es curiosamente el método que ha escogido el verdadero mejor estadio del mundo actualmente, que no es otro que el Allegiant, sede de Las Vegas Raiders. ¿Es acaso el dueño de los Raiders, Mark Davis, pobre? Obviamente, no: es un judío sin prepucio pero con un patrimonio neto de 2.300 millones de dólares. Lo que no se le ocurrió es comprar una solar en el puto Strip de las Vegas y plantar ahí el estadio, sino llevárselo algo más lejos, a 10 minutos de los principales casinos («las afueras», en lenguaje florentiniano), ubicación que permitió hacer el edificio desde cero -en vez de construir sobre una estructura de hace 80 años-, tener espacio de sobra para poner la jodida bandeja de césped y quizá atraer a un público de perfil algo más alto que el panchi que se hace la foto junto a otro panchi disfrazado de Dora la Exploradora.
Entonces, el peculiar círculo vicioso es que había que gastarse 200 y pico millones para ganar dinero con un espacio multiuso, y necesitas todo ese dinero… porque has hecho la Batcueva. ¿Cómo es posible que para que todo el proyecto sea «económicamente viable» tengas que dejarte 1.200 kilos en vez de, pongamos, 300-400 menos en Valdebebas, haciendo un estadio mucho mejor, sin vecinos tocacojones, sin problemas de reflejos ni ruidos y espacio infinito para el césped? ¿Por qué en la Galaxia Flóper ni se plantea el debate, y simplemente hay que decir que un estadio con un sofito espeluznante, que de noche parece una pesadilla madmaxista, que ha removido más tierra que en la construcción de las pirámides con el único objetivo de mover el césped, es una de las maravillas arquitectónicas de nuestro tiempo?
Son preguntas retóricas, claro. No existe el debate porque esto es fúrbol, los socios son «público cautivo», no se trata de personas especialmente sofisticadas y se dan con un canto en los dientes si pueden decir que «lo suyo» es mejor que lo del Paleti y el Farsa; que lo es, pero porque esos dos son comparsas en el deporte mundial del siglo XXI. Y tras decir todo esto, ¿es injusto no comentar que el estadio tiene muy buen aspecto por dentro, que el marcador es muy bonito, o que el ambiente ha mejorado, especialmente gracias al techo? Posiblemente, pero ni siquiera he hablado de que no se ha hecho el menor esfuerzo por aumentar la comodidad de los asientos; ni de cambiar las barreras metálicas por metacrilato para eliminar impedimentos visuales; ni del timo del Skybar que acabamos de conocer.
Lo que vengo a decir, en suma, es que nuestro Flópor, a quien Dios guarde muchos años (más que nada porque la alternativa en el «exitoso proyecto nacional» español será necesariamente peor), no es una especie de eminencia gris que mide cada movimiento al milímetro y piensa únicamente de forma estratégica y a largo plazo. Como todo líder, tiene sus caprichos, sus veleidades exclusivamente personales, y que en ocasiones hasta cae en cutreces sonrojantes; jamás olvidemos que fue el presidente que presentó la Superliga Europea… en el Chiringuito de Jugones. Cada cual, por supuesto, es libre de valorar el estadio como quiera; si no faltarán quienes crean que deja en mantillas a las Pirámides, el Empire State Building o el Taj Mahal, otros pensamos que es un proyecto aceptable pero medio abortado, y que lamentablemente deja mucho que desear. Por raro que parezca a estas alturas, aún hay vida pensante fuera del monolitismo floperiano.
Pole. Es bastante curro y tiempo el que te has tomado y con argumentos bien planteados. Se agradece.
Lo que extraña, es que lo está construyendo un gigante del sector ACS, del que Florentino es la cara visible, se supone que hay excelentes profesionales, y tendrán explicaciones a los cambios en el proyecto.
Entre los críticos al proyecto, para estar un poco al mismo nivel, me gustaría que alguien se pronunciarse de acciona, dragados , ferrovial , técnicas reunidas pero eso no sería posible entre bomberos no se pisan la manguera.
Durísimo alegato.
Pero con argumentos, ojo, que a unos convenceran y a otros reafirmaran en su opinión previa.
Y parafraseando a Lo Pais:
El mundo en vilo a la espera de las represalias de El Curioso.
Que por cierto hace tiempo que no le veo escribir en este nuestro blog.
No.
No me extrañaría que fuera otro de los que cayó con los refuerzos de las «vacunas» del covid. Debía ir por la 20ª ya
Mi opinión sobre el Estadio ya la he dejado clara muchas veces. Ahora, esto es lo que hay, y no va a mejorar notablemente. Los que dicen que es «el mejor estadio del mundo» digamos que no viven en este plano de la realidad. Pero tampoco está tan mal viendo el entorno (en el país de los ciegos …).
Yo sí que creo que el hipogeo, alias batcueva, alias sarcófago de Tutan Flóper es una obra de ingeniería bastante acojonante. Y cara, por supuesto. Que se ha tenido que montar un sistema de muñecas rusas para poder ocultar el césped en un espacio tan limitado como el Bernabéu, pues efectivamente. Pero no quita que sea una obra muy pu(n)tera.
Ahora mismo el problemón que tiene el NeoPipas encima es el tema de la insonorización, que compromete un pilar muy importante de los ingresos del club y de la amortización del juguetito de Flóper. No sé qué van a hacer, pero presumo que sea lo que sea, será muuuuy caro. Tapar las lamas creo que es inviable por temas de viento (porque igual en un vendaval alguna pared salta por los aires) así que no sé qué harán.
Por último, la comparación con los estadios americanos hay que tomarla con precaución. Hay que tener en cuenta que alguno de estos bichos cuestan más de 3000 millones de dólares, así que no hablamos de la misma cantidad de dinero.
Así que no hay que tomarse mucho disgusto. Tito Flóper nos ha dado a sus siervos este engendro , y este engendro tendremos a mayor gloria suya y de sus lamas. ¡¡ Alabado sea el ser superior !!
Parafraseando a Minako: Quiero cortar mi cuerpo.
Como muestra de los estadios americanos, el considerado «de verdad» el mejor del mundo, el SoFi Stadium en Los Angeles.
https://es.wikipedia.org/wiki/SoFi_Stadium
Coste: 4900 MM $$
Si Flopor quiere tener el favor de El Socio, lo tiene tan fácil como montar una zona de saunas y cuartos oscuros.
Bueno, el favor del fansismo en bloque.
Yo coincido con Madrid SXXI.
No es el mejor estadio del mundo y puede que no sea el más estético (a mí me gusta, ahí lo dejo y abro paraguas), pero es lo que hay y a mí me parece un esfuerzo significativo que siendo España el país que es, es destacable.
Las comparaciones siempre son odiosas y es cierto que si el estadio estuviese situado en otro terreno, habría más posibilidades con el cespeT, los asientos (que cambia la normativa) y otras muchas más cosas.
FCC? No cambia mi argumento. no te quedes en el monosílabo.
Acs no se presentó para evitar suspicacias. Hubo un concurso, que acabó ganando FCC, que por cierto, también hicieron el Wanda.
Se invita a puerta cerrada a carapolla a hacer el saque de honor. Se invita a asistir al saque a 20 niños trans. Después del inevitable balonazo a un niño trans se amenaza a carapolla con enseñarle el vídeo a Perro.
Inversión mínima.
Justo, gracias. A lo que me refería principalmente es que una compañía con el suficiente prestigio cuenta con profesionales que seguramente tienen explicaciones a los cambios sufridos en el proyecto y las dificultades que se han ido encontrando. No creo que Florentino con sus ideas lo haya malogrado sino que es de lo mejor que se podría hacer.
estuve con mi hijo el día del 0-4 y me parece que mi querido primo es un poco exagerado, a mi me pareció un estadiazo, y a mi crío que es más culé que el palo de la bandera le encantó tb
como socio abonado del FCB miedo me da ver en que se gasta el puerkazo los 1.500 kilotrones…
ya cagas duro Erik?
El problema es que había errores que deberían ser previsibles desde el proyecto, como que el acero refleja el sol.
Se dió el proyecto justo al peor estudio de arquitectura que se presentó (a ver cómo me rebate El Curioso eso, cuando en el resto de consorcios había un Prizker) y luego nos sorprende que el resultado no fuese del todo el esperado
Cago negro como el alma de Pedro Sánchez, amigo.
Estoy tomado hierro, que lo tenía muy bajo, y jiño chapapote.
Qué analidad.
Are you from the past?
En el foro de urbanity está el nick octareyes, que trabajó en la obra en calidad de ingeniero o arquitecto.
Lo que va a decir El Curioso -buen amigo mío- más o menos ya lo sé: que infravaloro criminalmente el valor de la locación (el Sacrosanto Paseo de la Castellana), que habría sido imposible generar los mismos ingresos en la lejanísima Valdepipas, que el estadio habría salido igual de caro, que los vecinos no actúan de buena fe… ¿Lo de la lluvia? Pues no sé, según él, el agua no cabe por esos huecos, en virtud de un campo de fuerza o algo así.
Una cosa que empeora aún más las lamas son los terribles cortes verticales que llevan las de la fachada, rompiendo la ilusión de que son líneas horizontales largas y continuas. Lo que se ve son más bien cortes rectangulares, aumentando esa sensación de rejilla.
Venga, ya ha vuelto El Renacido, levanta el block, tú ganas.
¡A Tsibeles!
OJO A LO QUE NO TE CUENTAN DEL SKYBAR
VozMadridista
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https://www.youtube.com/watch?v=3ltj270AMPY
…
cuando ceno en una pizzeria de mi pueblo, me pido la 4 quesos de masa negra
cagar negro es precioso my friend!!!!!!
Diría que construir en usalandia es más caro que en Madrit, por salario de obreros y demás. Pero vamos, nos dicen que van a competir con los mejores pero «en plan barato», que es un poco como lo que pasa en el basket.
¿Viste el resto de proyectos? El donut, el váter, y el edificio de oficinas.
https://www.fansdelmadrid.com/wp-content/uploads/mp3/Pocomeparece.mp3
Pero vamos, sí, es lo que estoy diciendo. Useños, moros y chinos están haciendo unas virguerías ingenieriles que sí son de este siglo, obviamente con inversiones gigantescas, y el Madrit intenta hacer luz de gas con que tenemos «el mejor estadio del mundo» arrojando hierro sobre un edificio del año 47, que ni siquiera han logrado cubrir eficientemente. Pero es que además ni siquiera ha salido barato: aunque los Ramones Smith de la vida intenten reescribir el pasado, la idea inicial, allá por 2010, era ser inteligentes y gastarse menos de 500 millones. Si te vas casi al triple no es la típica desviación presupuestaria, sino obviamente por errores de concepto.
No sé a qué te refieres, a si soy un antiguo forero no. sólo lector
.
Y si es porque «pole» está ya en desuso, pues no me extrañaría porque llevo tiempo alejado de las redes
Eran feos, eran feos. Quizá el de Norman Foster habría quedado bien, pero claro, a ver cómo habría sido la ejecución.
https://breathingarchitecture.wordpress.com/wp-content/uploads/2012/10/maqueta-de-la-hoz-foster1.jpg
No se nota apenas.
Para mí, el problemilla del «estadio nuevo» de Valdebebas es comerte el Bernabeu.
Plantearse un cambio de estadio equivale inevitablemente a poder recalificar el antiguo estadio.
Si no puedes hacerlo, la obra de un estadio nuevo se te va de presupuesto, y además te condena a comerte el estadio antiguo por muchísimas décadas.
Porque si no te permiten el pelotazo urbanístico con la justificación de estar construyendo otro estadio, con menos razón te van a permitir el pelotazo con el estadio nuevo ya construido.
Por favor, si se ha montado la que se ha montado con los conciertos y con el parking, imaginad el linchamiento mediático que tendríamos si vendemos el estadio para hacer oficinas y viviendas..
En la puta vida nos van a permitir los políticos del Ayuntamiento y de la CAM otra recalificación después de lo de la Ciudad Deportiva. En la puta vida. Al menos, no hasta una fecha muy lejana tipo 2050.
No se trata del sacrosanto Paseo de la Castellana, sino de proteger el patrimonio del club.
Un estadio nuevo a la altura de lo que se espera de un Real Madrid, no hubiera bajado de una horquilla de 1500 – 2000 millones de euros. Desde luego que más caro que lo que nos hemos gastado, y con menores posibilidades de amortización. Quizá no exageradamente menores, pero sin duda menores.
Porque el valor del Bernabeu para conciertos, y sobre todo para eventos, es por ser el Bernabeu. Por la historia y la mística del edificio. Para una empresa, organizar un sarao en Valdebebas no tiene el mismo valor que organizarlo en el Bernabeu.
No tiene nada que ver salir a dar un speech en un estrado en pleno estadio Bernabeu para contar mi power-point, que hacerlo en cualquier otro sitio. Ese es valor. Que los asistentes puedan estar en el estadio, viendo las gradas desde la perspectiva que han tenido los mejores jugadores que han estado en ese campo. Es el emplazamiento y bastante más.