Cosas del Levante

Del espectáculo de anoche en Mestalla me han llamado la atención algunas cosas. En primer lugar, los prolegómenos. Las declaraciones de Quique han venido siendo de un bilardismo orgulloso, desvergonzado. Ese recurso al ambiente, a la presión, sorprende en un tipo encuadrado en el discurso de «el balón es mi amigo». Como jugador era blando y quebradizo, delicado, con su caracolillo en la frente, como un bailaor sodomita. Con la radiante camiseta del Madrid parecía un gitanillo lorquiano sudoroso entre nardos. Joder, me asusto de lo que escribo, parezco Luis Antonio de Villena… El único lateral derecho asmático resultó, ya de comentarista, un tipo con verbo prudente y con una fina capacidad para el análisis que sobresalía porque se recortaba sobre el fondo basto y rústico del Poli, Hipolitóxico Rincón, bravo delantero centro que fuera del Madrid y simpático y bullanguero crítico, en la línea desacomplejada y popular del ya mencionado Roncero. Bien, Quique se reveló como un hombre sentimental cuando en la retransmisión de la final de la copa de Europa entre Valencia y Bayern (felizmente decantada del lado alemán) rompió a llorar como una magdalena, acabando entre hipos y sollozos su análisis de la enésima impotencia ché. De su etapa en el Getafe no sé mucho, pues tengo por costumbre no atender noticias de equipos de barriada, pero de vuelta al Valencia el sobrino de la Lola se está destapando como un tipo de cuidado. Para empezar, es difícil olvidar su rapto sanguíneo en la sala de prensa de Getafe, donde estuvo literalmente a punto de rasgarse las vestiduras al más puro estilo Farruquito por no sé qué decisión arbitral. De la estampa suave y sobria de un Miguel de Molina estaba pasando a un tremendismo de manos al aire y gestos crispados, pero a la semana siguiente, tras haber sido beneficiado por la ruleta de Arminio en Chamartín, el gachó se salió por la tangente con un alarde de cinismo verdaderamente envidiable. Mmmm, aquí hay madera, pensé.

La eliminatoria de Copa ha confirmado a este personaje de nuestro fútbol en toda su dimensión; era de ver la manera en que vociferaba al árbitro: «¿Por esto suspendes el partido?». «Esto» era un juez de línea sangrando, a dos centimetros de quedarse tuerto. Sorprende el poder dañino de una moneda de cinco céntimos (y la fuerza con la que se lanzó; cuando se quiere hacer daño hasta una mirada basta) y sorprende también la fuerza vocacional de esta gente. Los jueces de línea están llamados por una poderosa voz que los lleva a superar el descrédito popular, insultos, escupitajos, cuando no la bárbara agresión de fiesta mayor. La Santa Iglesia Católica, ante la falta de vocaciones, quizás debiera poner como señuelo el banderín: sacerdocio previo a la sotana. Los tíos del banderín tienen más cicatrices que los toreros (particularmente conmovedora la imagen de la silla de madera quebrada en la testa, o el pobre trencilla corrido a paraguazos… cualquier cosa sirve…) y se adivina en ellos un puntito masoquista que hubiese hecho las delicias del marqués de Sade. Qué no haría el divino sádico con estos corderitos tan hechos al insulto…

Me desvío. Tratábamos del altercado de ayer. El otro elemento llamativo fue el orondo presidente del Valencia, Bautista Soler, hijo no precisamente aventajado del constructor Juan Soler, dueño de casi todos los ladrillos de este y otros lugares de España. Bien, este tipo, que a la vista está no ha jugado nunca al fútbol, afirmó que los rivales del Valencia «saldrían por los aires», expresión desafortunada y novedosa en el mundo del balompié, que sigue la senda del «bajarse del árbol» clementista como aportación violenta y descerebrada a la logomaquia futbolera. Con esos antecedentes, la parroquia valencianista, que no se caracteriza por su moderación y frialdad precisamente, tenía todos los estimulos para abandonarse a su propensión a la histeria colectiva. Tan evidente era la estrategia que el partido empezó con una fuerte entrada jaleada cerrilmente por la hinchada (más que hinchada, abotargada) y alcanzó un punto descollante con la agresión de Marchena, el ceceante central que se hizo pendenciero en el Sevilla y delicuencial en el Valencia (camino inverso y no menos agresivo siguiera ya Javi Navarro).

Tras la agresión aún restaba por ver el espectáculo de Albelda empujando a Scaloni delante del árbitro, ejerciendo de capataz de la finca más que de capitán, y al valencianismo en rebelión de masa desbocada esperando al árbitro en la calle, como cualquier chulo de discoteca extrarradial. «No vas a salir, no vas a salir», gritaban mientras el trío arbitral (por cierto,¿cómo lo hacen para montarlo? ¿se llaman y se dicen «oye, Fulánez López, que me ha dicho Zutánez Pelaez que si nos hacemos un trio»?) era sacado por la puerta de atrás, no fuera que les diera por linchar al de la brecha. Estos individuos, que en su idividualidad no es que sean unas lumbreras, se vuelven especialmente torpes cuando se «masifican», porque ya deberían saber por experiencias anteriores que Mestalla tiene dos puertas. Coño, la mitad al norte y la mitad al sur y le pilláis seguro.

En fin, la reacción de la prensa aborigen ya me la conozco: pasará poco, si no es que ha pasado ya, para que culpen de todo a una campaña mediática desde la capital para desestabilizar a este emergente Valencia. Divertido. Casi tanto como Relaño llamando irresponsable al colegiado. Creo que después de ser agredido nadie tiene la obligación de seguir con el ejercicio de su actividad. Me suena a un intento de Relaño por congraciarse con los del Valencia, de no hacer sangre y buscar una cierta comprensión, en previsión de futuras trifulcas que seguro tendrán lugar cuando el Real Madrid deba visitar ese circo romano que es Mestalla. Una salida política que irrita, no por ser absurda, sino porque se ceba en la víctima, que en este caso es el lado más débil. Los árbitros, hay que reconocerlo, están un poco solos.

Por mi experiencia (soy como la científica esa que vivió décadas entre gorilas estudiando sus extraños comportamientos) ya le digo a Relaño que va de cráneo. El valencianistus australophitecus es un primate bípedo mediterráneo y simpaticón que ha estado treinta años sin competir con nadie y no distingue la diferencia entre la rivalidad y el odio, entre el ardor y la llamarada.

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17 comentarios sobre “Cosas del Levante

  1. El árbitro le ha echado una mano en forma de penalti. Ya he perdido la cuenta de los penaltis de «socorro» que han enganchado al barcelona en los partidos.

  2. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, posible Barca-Madrid en copa y la vuelta en el bernabeu. A por ellos oé a por ellos oé…

  3. Elige tu propia aventura:

    Si el Barça palma contra el Zaragoza, la prensa catalufa se acojona como la puta mierda que es, la mieditis se contagia a la plantilla y el equipo palma en champiñons, pasa a la página 45.

    Si el Barça palma contra el Zaragoza, saca una semana de descanso y, yendo menos de sobrados, arrasan en Champiñons, pasa a la página 34

    Si el Barça pasa la eliminatoria contra el Zaragoza se agota en la remontada y luego le esperan dos partidos de infarto contra el Madrid por lo que llega a la Champiñons matao y se lo follan rápido, pasa a la página 44

    Si el Barça arrasa con todo, pasa a la página me cago en todos tus muertos

  4. Alvaro,

    qué buenos esos libros…

    yo espero que pongan suplentes contra el zaragoza y que pasen los maños. el penalti de ayer nos puede joder la copa, es la típica ayuda que determina un título.

    Quiero esa copa y la quiero en una final contra el Valencia.

    no mejor, una final contra el deportivo. Dos revanchas consecutivas.

    El barcelona que se centre en la champions.

    Nosotros no tenemos problemas de calendario, tenemos dos tipos por puesto . o es como antes. Si no está zizou, pues cassano. ¿Que no está Helguera? Pues Mejía.

    De todos modos, me jode lo del penalti de ayer. Estaban fuera.

  5. Positivo: En el Barça se han empezado a tirar trastos. Y se los tiran al más espabilado de todos, Rainjar. Que si tenía que haber jugado Puyol que no sé qué. No sé cómo pretenden ganar todo con su juego preciosista sin que descansen los titulares.

    Negativo: Interesa un Madrid-Barça, por la pasta que genera. Y como al Barça no le ayudan, pues por una vez lo mismo le pitan un penalty o algo para echarle una mano. Por una vez… No lo tienen muy jodido.

    La clave está en la Liga. Nosotros no debemos apretar a muerte hasta ver qué hacemos en la champiñons. Y ellos tienen el colchón de trece puntos. A ver quién aprovecha más la posibilidad de dar descanso a los titulares en liga. Porque jugando unas semis a saco dos miércoles y sacando a los titulares los domingos no se pasa la eliminatoria de champiñons, que viene seguida, ni de coña.

  6. ¿Pero quienes son nuestros titulsres? Ahora vuelve media tropa y en un mes el siete. Cassano en unos días habré perdido el último michelín. El único insustituible es Casillas. Por una vez podemos ir a toda hostia en cada partido. Intensidad, Caro, queremos intensidad.

  7. La clave está en rotar, creo que Pablo García puede dar más que Gravesen, Salgado podría jugar la Copa (Si toca el Barza que juegue Cicinho) y adelante Ronaldo recuperado, dicen que regesará el 5-F, espero que no porque donde se vuelva a romper……. Lo mismo Raul que juegue hasta Abril!!! si es que se recupera

  8. Ya firmé. Un poco frío esto de la firma electrónica. Si por mí fuese, firmaría con mi sangre sobre un ejemplar de la constitución, a la altura del artículo 2.

    Una vez más, henchido de patriotismo:

    Viva España!

    Referendum ya!

    Por cierto, comunico que abandono el capellismo. Confio en Caro. Abogo por otro año más de sobriedad, humildad y sentido común.

  9. Hombre, ¡un sociata! No te olvides del primer Irak, ni de los balcanes, ni siquiera de Afganistán… joder, qué pacifistas tan raros, vas a firmar más que los Bardem.

    Lo del referendum lo prescribe el artículo 168 de la Constitución. Floren no puede cambiar los estatutos del club reuniéndose con Pitina:

    -Oye, Pitina, que he pensado que voy a estar diez años en lugar de cuatro y voy a convertir el club en una sección de patinaje artístico, ¿estamos?

    -vale, Tinín, pero ¿y los socios? ¿y los compromisarios? Eso va contra los Estatutos…

    -¿Estatutos? ¿Socios? quiá, yo soy el Ser Superior y voy a instaurar una democracia madridista avanzada. Además, los socios escucan la SER, leen el AS, y como son gilipollas ni se enteran. Tú ya verás, Pitina, ya verás.

    Es más o menos lo mismo, sólo que en lugar de Pitina está un señor medio calvo con pinta de serpiente y cara de blasillo de Forges y en lugar de Floren un individuo con la sonrisa del Joker y las cejas circunflejas de Ibarreche.

    En cuanto a lo de Capello, digamos, que me siento atraído por la arrolladora personalidad de Caro. O mejor, de López, que a éste le pasa como a zapatero, que oculta su vulgarísimo rodríguez.

  10. En cuanto Caro pierda un par de partidos se lo van a comer por los pies.

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