No perdamos la cabeza

Por Julito Járroson

Esperada llegada al Bernabéu del Villarreal, en uno de los pocos partidos con incertidumbre en nuestro estadio a lo largo de todo el año. Los jugadores salieron con unas camisetas de remate final (temporada pasada) para apoyar a su compañero lesionado, esa nueva moda tras el tikitaka o el buenismo. El mensaje era ‘recupérate pronto pipa’, pero podía haber sido ‘haberte operado antes, cabrón’. En apenas unos segundos, vimos lo que iba a ser el partido, o al menos la primera parte: el Madrid, presionando varios metros adelantado sin estar preparado para ello, dejando un solar tras las espaldas de sus centrocampistas en un equipo rival en el que juega gente como Rossi, un puñal. La primera pérdida de balón, a los 30 segundos, propició la primera ocasión del partido. Cazorla tiró fuera.

Los jugadores se mostraban fieles a sus virtudes y sus defectos: Carvalho magnífico al corte, Lass hiperactivo por todo el campo. En estos primeros instantes todo el mundo tenía claro el patrón a seguir: el Madrid focalizaba su ataque en Cristiano, como si buscara un alma perdida, y el Villarreal apuntaba al costado izquierdo blanco, conocedor de las debilidades de Marcelo. El equipo recuperaba el balón y salía a la contra con una adolescencia turbadora, como si hacer una buena contra sólo fuera correr 90 metros lo más rápido posible. Cristiano una vez, y Di María después, nos sonrojaron un poquito. El Villarreal por su parte salió al césped con las ideas claras y bien preparadas, conocedor de la anatomía blanca al milímetro. Garrido era un entrenador con la cara kilométrica de un López Caro, pero poco a poco va forjando un interesante rostro propio.

El Madrid tiene dos grandísimos problemas: el juego sin balón y el juego entre líneas del rival. Salvo un buen disparo de Lass a los dos minutos, el Madrid sufría ante la maestría del Villarreal para destrozar las líneas blancas una y otra vez, con deleite, recreación, alevosía, inercia. Como comentaba con Cipote unos días atrás, en los movimientos defensivos del Madrid la colaboración de Benzemá, Cristiano y Özil es mínima, y el equipo queda supeditado a la posición de Di María, Alonso, y su acompañante. En estas divagaciones me pilló el gol del Villarreal. Fue un movimiento calcado al del primer minuto, con la salvedad que esta vez marcaron antes del homenaje de los ultra sur a Juanito. Preocupante. Pero sorpresa, a los dos minutos, en una bellísima jugada fundamentalmente entre Özil y Benzema, llegó el empate por medio de Cristiano. Özil serpenteó, Benzemá aguantó y Cristiano marcó: guión clásico.

Lo hemos dicho miles de veces en las últimas semanas: los jugadores valen casi todos, el sistema no. Es anticuado y no se adapta a las características de nuestros hombres. Alonso, Lass y Özil forman el triángulo isósceles más grande del mundo, y el juego entre líneas de un equipo que lo sepa hacer nos destrozará siempre (Villarreal, Barcelona). Özil, que viene envuelto en un papel de media punta, es un delantero con habilidades notorias a partir de los ¾; tiene último pase, disparo e incorporación pero sufre horrores en fase defensiva, agrupación de líneas y creación de pase por debajo de los ¾. Además, su físico endeble no ayuda en estas labores, sufre y está perdido. Se impone un cambio de posición, o cambio de jugador, o cambio de sistema. Özil naufraga y se ahoga lejos de la portería, brilla cerca de ella. La primera parte de hoy nos carga de razón. Como muestra, un botón: en el dibujo de Mou el Özil de este año es el Sneijder del pasado en el Inter.

Apenas superado el primer cuarto de hora, una pérdida de Cristiano en el medio y su consiguiente pose en jarras (ni siquiera posicionarse para cortar una línea de pase) propició una contra del Villarreal, Albiol rompió el fuera de juego y Rubén la puso donde no cubría Casillas. Nuestro portero salió a buscar por arriba a la rata Inzaghi en Milán y abajo a un artesano del Villarreal, siempre conocedor de las habilidades del rival, nuestro Captain. El fútbol es una cosa sencilla, una mezcla de geometría y talento. Durante algunos tramos de la primera parte vimos a Alonso subir a presionar 15 metros por encima de su posición habitual. No entiendo la lógica del movimiento con un equipo que juega tan bien entre líneas y que de romper la nuestra se encontraría con Lass y los dos centrales para defender 20 metros. Así llegó una ocasión a los 30 segundos y un gol a los 7 minutos. Queremos saber.

Ramos, como de costumbre, nos daba una de cal y otra de arena. Bien en alguna apertura a Özil, lento para ver un desmarque de Di María en la frontal minutos después. Antes del descanso, y aún con el 1-2, el equipo se esforzaba en su fase defensiva en un 4-3-3 o 4-4-2 de cartón piedra, sabiendo como sabíamos que el 1-3 mataría el partido. Una vez que el Villarreal avanzaba metros, Özil dimitía posicionalemente y la inferioridad numérica volvía a ser un hecho. Cada llegada del Villarreal era un amago de infarto, cada llegada del Madrid un bostezo, un suspiro o una interrogación. De este modo, el Villarreal jugó sin complejos en el Bernabéu dando una clase magistral en tiro de fuera de juego, ritmo de partido y repliegue, fundamentalmente gracias a la aportación omnipresente de Valero, consagrado para citas de mediana-alta enjundia en el peor de los casos. Da pena y rabia ver cómo de la última generación digna de la Fábrica sólo hemos podido o sabido servirnos de Arbeloa. Lo demás anda desperdigado en equipos nobles de la primera división. Aunque podría haber sido peor, Adrián y Míchel dan fe.

En los últimos minutos del primer tiempo, Marcelo sintetizó la primera parte del equipo: se internó, centró, no encontró a nadie, y el balón le rebotó mientras se iba por la línea de cal. Más suspiros. El equipo estaba nervioso, y al público también. Mirábamos a la banda buscando un esperanza y veíamos a Kaka y Khedira, sin saber qué pensar, mientras moríamos arriba, con Alonso como único activo en la recuperación medular. El balón basculaba imantado en torno al tolosarra, que abría una y otra vez buscando la rendija. Al filo del descanso, entre Alonso y Cristiano encontraron por fin la rendija: el vasco sacó una falta con una rosca perfecta, y el balón terminó en la red tras rebotar en la frente de Cristiano, entre los guantes de Diego López.

En cualquier caso, la primera parte dejaba un aire epistolar, y nos enseñó –confirmó- cosas que venimos barruntando desde Barcelona. Fue un retrato de lo que es el Madrid el día de hoy: un conjunto en formación mal aprovechado en un esquema que no nos vale, un equipo sin malicia ni el poso táctico suficiente para manejar un partido, un equipo al que definitivamente le falta un tercer hombre. Un cinco estrellas como Cesc o Silva, sería ideal, pero nos vale un cuatro estrellas como Valero, o un tres estrellas como un Granero mejorado. Un hombre con capacidad para dotar al medio campo y al discurso blanco de un poco más de tejido conjuntivo, de aguante, de resistencia, de ideología. Alguien que junte naturalmente las líneas en fase defensiva, al menos. Bajo mi humilde (puaj) punto de vista, y a falta de ese jugador que no tenemos, no fallan los hombres, falla el corsé táctico.

Tras el descanso Mou nos dio un poco más la razón: Sami por Lass y cambio de dibujo táctico ante las carencias del 4-2-3-1 frente a equipos bien tejidos en la medular. Albiol central derecho, Ramos izquierdo, Carvalho capitán general, y Di María y Marcelo carrileros. Empezamos este periodo como terminamos el anterior, excitados, lo que provocó que aún el Villarreal se deleitara con su juego entre nuestras fronteras antes del gran cerrojazo de Garrido. Khedira, por fin, se animó tenuemente en una jugada con Marcelo a mostrarnos su versión más vertical y llegadora. Combinó con el brasileño y se coló hasta la línea de fondo izquierda, donde centró sin consecuencias. Me gustaría puntualizar y romper, nuevamente, una lanza en favor de este jugador: creo que Mourinho debería “invertir” más en Sami, por más que haya mostrado alguna caída en su rendimiento. Es un futbolista de una excepcional capacidad atlética, y aporta más poso y cordura que Lass. Es versátil y aún no hemos visto nada de su aportación ofensiva. Aunque no sea un jugador perfecto, merece todas las atenciones de nuestro entrenador, no cometamos más errores con nuestros mejores proyectos. Si además, como se comenta, Lass se fue del campo antes del partido, sólo podemos asentir aún más convencidos.

Con Khedira el Madrid ganó equilibrio y cordura –ayudado por el cerrojazo amarillo-, y el Madrid jugó sus mejores minutos. A pesar de todo, conviene señalar que necesitamos cuanto antes descubrir un nuevo discurso: lo que había hecho se quedó destrozado en la lisergia frikitakera de Barcelona, y no podemos permitirnos el lujo de ganar todos los partidos a golpe de pulmón. No al menos hasta que tengamos al médico del Barcelona. Benzema, tras su fenomenal intervención en el primer gol, dispuso de algunas ocasiones que desvarató, “a la Higuaín”, como dicen los antihiguainistas, pero no anotó. El equipo volcaba todo su ímpetu y su alma en pos del tercer gol, y entre Marcelo y Özil nos ilusionaron con ocasiones y llegadas. El ímpetu pasó a épica minutos después, con Alonso sumado a la fiesta. Cristiano tuvo la remontada en una jugada en la que esquivó el fuera de juego, pero sin saber aún lo que hizo, sólo sabemos que no marcó.

Garrido por su parte nos confirmó que hasta los más prometedores se asustan, y a la hora quitó a un delantero y metió a un defensa, como nos prometían en verano los antimourinhistas que haría nuestro portugués. Di María nos obsequió un maravilloso slalom inconcluso, y un poco antes o después (no recuerdo) fue embestido por un toro. Lo único amarillo en la jugada fue la camiseta del jugador del Villarreal. Hasta el minuto 70 vimos los mejores momentos del Madrid, en un extraño pero eficaz 3-4-3 en fase ofensiva y 5-3-2 en defensiva. En ese instante salió Kaka’ por Albiol, en lo que a mi juicio fue un cambio que cortó el torrente ofensivo del Madrid, ya que superpobló los 30 metros en los que se jugaba el partido. Kaka’ es más Kaka’ cuanto más prado despejado tiene delante, y más caca cuanto más limitado está por rivales, cal o compañeros. Evidentemente el brasileño salió porque es lo único que hay y es un jugador cargado de connotaciones políticas y deportivas, pero no me pareció una buena lectura de nuestro entrenador, ya que si atacar bien es atacar con muchos delanteros, saldríamos con once atacantes, no con tres. El cambio embotelló la energía blanca mientras sólo tres titiriteros, Khedira, Carvalho –imperial- y Ramos velaban nuestros alambres. Altas emociones en el Bernabéu mientras los piperos miraban con ansia el reloj, no vaya a ser que pillaran atasco.

Garrido, viendo por fin que podía aún rascar en el Bernabéu movió banquillo buscando desesperadamente una contra con la que soñar. La tuvo su jugador nada más salir, pero el balón sólo se paseó por la línea de Casillas. Por fin, a 10 minutos del final, Kaka’ puso un balón en el área amarilla, que pasó a convertirse en un bazar persa por unos segundos. En medio del bazar, Cristiano, cayéndose, con la izquierda, en unos segundos agónicos, hizo el 3-2. Tras el gol entró Gago, redistribuyendo el dibujo a un 4-4-2 de factura soviética. Khedira de lateral derecho, Ramos y Carvalho centrales, Gago de ancla, Alonso a la presión y la pelota rodando entre ellos. Un minuto después, nueva contra del Madrid y Cristiano, en un gesto soberbio en el pase a Kaka’ coronó su gran noche. El brasileño, llegando desde atrás, con pasto al frente, marcó e hizo feliz a Florentino. Mou, en lo que yo pensaba que era una reedición de la maniobra de Valdano en unas eliminatorias de Copa en Sevilla en 2003, actuó para ganar tiempo para los suyos y hacer perder paciencia a los rivales. Luego nos lo explicó, estaba su niño. De cualquier forma, conociendo la obsesión enfermiza del lumpen periodístico español, sólo se hablará de esto y no del terrible repertorio de banquillo que nos ofreció bailando a Lass, Ramos, Khedira, Albiol y Kaka,-hasta 5 jugadores- en una muestra terrible de habilidad y conocimiento.

El partido fue de una bella factura en lo emocional -cosa que nunca vendrá mal al equipo tras el periodo de reconstrucción psicológico, pero atroz en lo futbolístico y nos deja varias lecturas, para mi inamovibles: 1. Ramos se revaloriza de central. Al Real le urge el fichaje o fabricación de un lateral derecho lo antes posible. 2. El 4-2-3-1 es un sistema caduco contra equipos elaborados y de alta alcurnia europea. 2.1 En Özil bascula la duda, hombre, posición o sistema. 3. El 3-4-3/5-3-2 puede valer como recurso, no como método. 4. El equipo echa muchísimo más en falta de lo que la gente cree a G. Higuaín. 5. El Madrid sin balón es un conjunto de una ingenuidad táctica que causa pavor. Pero pese a todo, seguimos vivos y en la lucha.

– Real Madrid: 4 (Yitan (3) y Kaká)
– Villarreal: 2 (quién sabe)

Incidencias: a algunos catetos no les gusta cómo nuestro entrenador celebra los goles.

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Años negros de nuestra historia: El baulato/decadencia institucional

Por Jarroson historiador

La dictadura del baulismo y la terrible decadencia institucional del club se unen para dar lugar a uno de los periodos más tristes y mediocres de nuestra historia reciente. No se entendería uno sin el otro ni el otro sin el uno. En esta entrada quiero sintetizar brevemente esta evolución paralela y la camaleónica fusión en una potente lastra de la que no sabemos si el Real Madrid podrá librarse algún día.

Durante una época reciente (a partir del 2003) la crisis institucional, política y deportiva del Real Madrid, y la consiguiente falta de tutela y liderazgo social e intelectual permitió que la larva del baulato naciera, se amamantara y se expandiera a sus anchas. En una fase posterior, la deriva ideológica e institucional del club nutría al baulato y viceversa, dando lugar a una época gris, oscura, decadente y mediocre, regida en el campo por un monstruo de tres cabezas -Puti, Baúl, Malulo- y fuera de él por múltiples brazos articulados -prensa, piperos, Carvajal- en pos de una nefasta ideología futbolística  de dudosa moralidad madridista, y sin embargo incrustada a sangre y fuego en el imaginario blanco más cateto. A pesar de la dictadura, el madridismo pudo tomarse tres respiros: dos ligas (remuntada y pasillo) y la llegada de dos pipiolos -Higuaín de 19 años y Marcelo de 18-, fijos hoy en el once de José Mourinho; pero la falta de un proyecto global y definido nos deja en 2011 con un equipo aún en proceso de formación.

Aprovechando que vivimos en un momento de relativa serenidad a pesar del retroceso anímico de Barcelona y la persecución diaria y sin cuartel del lumpen periodístico a nuestro querido líder (no confundir con Querido Líder), vamos a hacer un estremecedor ejercicio de memoria histórica madridista para recordar en estas fechas tan señaladas la evolución del Ebenezer Scrooge del madridismo.

2002-2003, Delle alpi, apendicitis, Makelele  sancionado. Del bosque sale con Cambiasso – Flavio. Primer golpe antedecadente.

2003-2004, Queirós. Aún con pelo corto. En Mónaco empieza la debacle deportivo-institucional del club congelada en una imagen: Morientes salta sobre el 33 de Mejía mientras marca el 2-1. Beckham se hace perdonar en los Alpes los cuernos con Loos mientras un equipo con Giuly, Evra, Morientes, Rothen y Prso nos retrata. El centro del campo titular aquel día es Guti-Borja.

Verano de 2004, primeros esbozos del piperismo. Una selección dirigida por Iñaki Sáez hace un ridículo espantoso en Portugal. Disputas entre jugadores, se empieza a respirar mal ambiente. Luis Aragonés es nombrado seleccionador y según este artículo ya vislumbra, antes que 40.000.000 de españoles, cómo deben hacerse las cosas.

2004-2005, Florentino cede ante su miniyo pipero: Camacho, Woody, Samuel, Gª Remón, Owen «porque invita Laporta», Eto’o al barsa «que es una bomba, ya verás qué risas nos vamos a echar». Pelo largo – pelo grasa. Probablemente año primero baulista. Futbolísticamente el hedor a muerto de Raúl era un hecho irrefutable, pero era delito decirlo en alto en España. Volvemos a caer en Delle Alpi, esta vez Gravesen es el salvador en la medular. Abandona el club: Samuel Eto’o.

2005-2006, Péres – Fernando Martín – Montejano, Luxa, López caro (WTF!), Robi, Baptista, Ramos (As: «el nuevo Maldini», o «el nuevo Hierro»), Pablo Gª, cuadrado mágico, frustante Baptista, Raúl sobra en cualquier vértice del cuadrado, las cucarachas en el 0-3 al alaves. Otro 0-3, pero del Barsa. Baulo se lesiona felizmente el cuerno posterior (del menisco) al dar una patada al aire, tres meses fuera, de puta madre. Se recupera justo a tiempo para entrar con calzador en la eliminatoria contra el Arsenal. Gravesen, Guti, Mejía, titulares. Marca 5 goles en 26 partidos. Abandona el club: Michael Owen.

Mundial 2006, la españa de Luis ya muestra cosas muy interesantes, con un activo Villa, un Senna cacique (en el campo), 4-0 a Sevchenko, Rulo sirve  el agua en la mesa «porque he venido para esto». Pablo Ibáñez confiesa a un tercero “lo de Raúl en alemania fue un infierno”. Marca un impresionante golazo a Túnez y acude a celebrarlo con Cañizares y Salgado, naturalmente. España juega muy bien ya, pero tiene que salir de titular contra Francia por sus cojones, jugamos con 10 y nos enculan. Dos veces con calzador, Francia y Arsenal. El/mi odio por un egocéntrico que no sabe echarse al lado empieza a ser patológico.

2006-2007, Capello, Rulo Seleccion, el 7 de España, «Luis traidor, Rulo selección», Luis Aragonés leyenda del madridismo underground. Ginés acrvajal salta al ruedo (¡representante !), «¿os imagináis una derrota de España sin Baúl?». El nene cumple 30 años y se señala la camiseta cuando marca, pero ojo, no por Luis, sino para sus niños. Retrato de un cobarde, de un sibilino, de un mamporrero de baja estofa. “Es por los niños”. Abandona el club: Ronaldo Nazario.

2007-2008, Shuster, «presi no toque este grupo», by Rulo&Heinze. Pasillo, Rulo parece que está bien, pero es porque nadie se presenta a la liga. Una liga regalada y por los suelos. El rastrero no pierde la esperanza y sigue señalándose el numerito cada vez que empuja con el muñón a la red. Febrero de 2008, esperpento nacional, Luis Aragonés -mártir español- empujado a dar una rueda de prensa, lo nunca visto. Abandonan el club: Cicinho, Baptista.

NB: tras la champions de 2006, el FCB ha perdido dos ligas, y en todos los lados cuecen larvas, Guardiola menta a las tres bichas en rueda de prensa. Deco y Ronaldinho son largados sin contemplaciones. Mientras, en Madrid, se empiezan a gestar tres contratos de por vida para Puti, Baúl y Casillas/Pajillas.

Eurocopa 2008, CAMPEONES, Silva, Senna, Xavi, Cesc, Villa, Torres… hasta Cazorla. No Rulo, no party? Oh, wait. Carvajal, ¿te imaginas una victoria de España sin Baúl?

2008-2009, Calderone – Boluda, Shuster – Juande. Baúl, renovado de por vida en un populista e irracional tiro al pie del club de don Ramone Calderone. Días antes del cese del alemán, Juande cena con Rulo, que además de la mediocridad tiene otro punto en común con él: Carvajal, el mundo es un pañuelo. ocleccion de 1-0’s y 0-1’s más un 4-0 (chorreo), más un 2-6 (canguelo). Un club institucionalmente a la deriva y una degeneración de futbolistas retratados: Heinze, Gago, Lass, Rulo, Puti. Dos grandes pérdidas, Mamad Diarrá y Ruud van Nistelrooy, héroes del madridismo inteligente a pesar de la brevedad. Abandona el club: Robinho.

2009-2010, Pelle, de este año no pasa, cojones: Florentino, Ronaldo, Benzema, Higuaín, Kaká… marca el primero contra el Depor en la primera jornada, me cago en mi puta vida, este hijo puta no se muere ni con un matarratas. Fallece jarque, pero Rebaño titula «alucinan con Baúl» (no especifica en qué dirección va el alucine); Inda añade en un trisómico reportaje firmado por Ulises Sánchez Flores, «ironman baúl». Pelle, «rulo es titularisimo», suplente contra el aleti. Marca 5 goles: tres empujados, dos arrastrados. Otro récord, debuta de lateral derecho en el Mein Kampf en un homenaje póstumo a Míchel Salgado, ilustre madridista caído por la causa. Abandonan el club: Negredo, Robben, Sneijder, Huntelaar, Ruud van Nistelrooy.

2010-2011, me voy, pero cobrando, hala madrid y volveré.

Evolución gráfica:

Esto es lo que pasa en una institución cuando no hay rigor ni objetividad en su toma de decisiones y estrategias, y sí populismo y superstición. Como madridistas preocupados y consternados podríamos hacer cuentas y decir que los 110 millones de euros de más que ha estado cobrando el trío del madridismo son menos caros que el retroceso deportivo e institucional al que se ha visto sometido el club. Y esta historia aún no ha terminado.
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Se puede jugar algo mejor

Por Jarroson cabreado

Impresionante partido de mierda del Madrid.

Primer partido tras el parón, y todo cuenta, pero con el pensamiento en el futuro algunas fases del partido del Madrid fueron lamentables. Lo primero de todo, el 4231 con estos jugadores empieza a estar fuera de sitio. La clave, como ya he opinado otras veces, está en Özil y Di María, dos fantásticos jugadores que juegan fuera de sitio en ese esquema. Una de las virtudes del 4231 es la superpoblación y presunta superioridad en fase ofensiva y defensiva, pero en el Madrid esto no existe, y está escrito tras varios partidos. Más que en Di María (que ayuda muchísimo y es un hombre kilométrico), la responsabilidad de este esquema recae en Özil, que es delantero, pero viene disfrazado de centrocampista. Para que os hagáis una idea, el puesto de Özil en el Inter lo hacía Sneijder, un centrocampista de verdad.

Un partido que ganas 0-2 en el minuto 18 no puede terminar 2-3 en la puta vida. Tibieza de Lass -que ya tenía una amarilla- y Arbeloa en el gol de Parejo (ríos de lefa en As) y el Mandril DESAPARECE del partido. Traslademos el problema a Champions. El Lyon y hasta el puto Anderletch te echan de Europa o si no te dan un susto cojonudo. En el Madrid, tras Alonso está el ARMAGEDÓN. Esto no quiere decir que Alonso sea el mejor del mundo, quiere decir que es lo mejor que tenemos, y detrás de él está Granero y Gago para partidos blandos. Y esto lo llevamos repitiendo desde el puto partido de Munich en pretemporada, joder. Khedira no está en un buen momento tras Barcelona, y aunque mejora a Lass (a mi juicio) no ofrece lo que nos ofreció a principio de curso, su juego de descarga que tan agradable nos hizo desde la sombra el primer tercio de temporada. Si Benzemá necesita sentirse titular para ser útil, mismo cuento con Khedira, al que este equipo necesita como el comer.

Higuaín, con su torpeza, su falta de clase, su baulismo, sus 3.000.000 de fallos por partido, etc., se echa en falta muchísimo en este equipo. Su pegada, sus desmarques, su verticalidad, su velocidad, su juego seco recio, muy del agrado de su entrenador.

Ayer, un equipo de mierda cagao no nos puso contra las cuerdas, pero casi; nos molestó, nos incordió y nos incomodó un partido de 1-4 de manual. Hay que saber manejar un puto partido de liga de mierda. Y para ello el Madrid necesita abonarse a la tercera vía YA. Y para eso necesita un Silva, un Granero bueno, un Sneijder, hasta un Cazorla o un Valero, joder, estoy desesperado. Necesita CREAR SUPERIORIDAD en el medio y desde esa superioridad calcar a los partidos nuestra ideología.

Cada día veo más negro el futuro de Benzema, al que le libraría de los infiernos sin ninguna duda la llegada de un 9. Desconozco si el equipo que terminó el partido es un mensaje de Mou a los próceres ideológicos del madridismo, pero tela como te tengas que jugar las alubias así, con un cojo a la izquierda y Cristiano, un océano, dentro de un mar. ¿No os parecería más apropiado jugar al revés? Kaka’lderón arriba para el aguante y la descarga a las alas velocísimas -Cristiano y Di María-, con Özil para la llegada de segunda línea (digo para cosas puntuales como hoy, cuando quedan 20 minutos y estás a la desesperada).

MAL MOU en el intervalo en el que expulsan a Arbeloa, que por televisión mepareció  que mandaba al lugar de los hechos a Di María, ¡Di María!, que estaba más frito que el pito de Dick Turpin a las 9 de la mañana en una fiesta mod. Joder, Khedira central, Albiol a la derecha y uno de arriba al medio, pero Di María no, que estaba muerto. Di María está frito y necesita reposo, tercer aviso.

Muy bien Garay, al que me gustaría ver un poco más. El Madrid necesita de sus hombres de descarga, León, Granero, Kaka’lderón, Garay, Morata, Canales, etc. Aligeren cargas, estamos en un año en el que muchos han empalmado temporadas largas y mundial y tenemos un banco aceptable.

Sobre Canales tengo que hablar otro día.

– MLM Team: 2 (Pajero y Albín)
– Real Mandril: 3 (Yitano (pen.), Özil y Yitano)

Incidencias: Undiano nos dejó muchas tarjetas de visita para que nos acordáramos de su puta madre.

Videoresumen

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Día de detalles

Por Jarroson

El 12 de diciembre fue la fecha en la que el calendario nos mandó a Zaragoza en uno de los 36 entrenamientos con público de los que consta esta liga. La Romareda es un campo emblemático para todos los madridistas: en 1994 debutó Raúl y en 2010 Baúl apagó la llama de la agonía, la vergüenza ajena y el sufrimiento para dar lugar a una nueva época de limpieza deportiva e institucional. En el otro lado nos esperaba un conjunto de Aguirre, y aún nos duelen las patadas de los derbis de cuando entrenaba al Aleti. Cínico como es él, dijo que quería ganar al Madrid “jugando bien al fútbol”, esa nueva moda.

El partido comenzó con todos los protocolos desarrollados correctamente cuando el Madrid es visitante, camiseta suplente si procede y pitos e insultos a Cristiano. Salió el Zaragoza acelerado, imprimiendo un ritmo alto e intenso en los primeros minutos. El Madrid, como cada vez que le han presionado este año, despejaba los balones en largo mostrando la ternura de su medio campo para hacerse con la situación. En una de las primeras acciones ofensivas del equipo, Benzema, delantero con la asociación en la cabeza, salió a ofrecerse a la frontal, dejando desierto el frente. El día que juegue con un nueve fijo, creo que multiplicará su valía en el campo (se vio como una luz al final de un pasillo los pocos minutos que coincidió con Van Nistelrooy el año pasado). De las nuevas situaciones, nos congratulamos enseguida con el partido de Arbeloa. En un ataque del Zaragoza su jugador trazó una diagonal hasta el punto de penalti y Arbeloa siguió hasta el final permutando su posición con Pepe. ¿Cuántos madridistas se frotaron los ojos? Al menos un millón.

El partido seguía acelerado por parte de los dos equipos, y el Zaragoza, como tantos otros, defendía su portería con dos líneas de ocho, nueve, o doscientos hombres. Luego ya sabéis quién carga con la factura de defensivo. Empujaba poco a poco el Real contra el muro zaragozano, y uno de los primeros en romperlo fue Lass con un bonito pase entre líneas al otro francés, que un minuto después en la frontal maña nos regaló una bonita colección de regates dentro de un laberinto. Luego Cristiano, con el exterior, etc. Y por fin, como en los viejos tiempos, y antes de que el reloj marcara el minuto 20,  Di María cruzó un balón a Cristiano que taconeó a Marcelo, que lo cruzó en largo hacia donde Özil pasaba. El alemán, tranquilo y con el interior, lo colocó en la profunda red de la portería. El gol nos dejó otro bonito movimiento de arrastre de Benzema, como contra el Valencia. Quieren los profetas del nazional tikitaoak desprestigiar una de las jugadas más vibrantes y efectivas del fútbol, el contragolpe. Por el bien de nuestro equipo y nuestros jugadores, no se lo permitamos. Bien también Cristiano como factor acelerador del juego sin perderse en innecesarios regates.

El gol liberó a nuestros hombres y calmó (o deprimió) el ímpetu del Zaragoza. Los nuestros se crecieron y se hicieron con el mando del partido: en una espléndida ación, Marcelo, montado en la ola, recortó, pisó, tuneló al rival y la puso  con el exterior. Al minuto siguiente, otro pase del Fideo dejó a Benze en posición franca. La jugada no culminó, pero nos sirvió para ver qué es lo que Mourinho piensa del francés (“¡mete codos, joder!”). La desconexión del Zaragoza era tal que los dos laterales podían permitirse pisar la cal mientras Alonso iniciaba la jugada. Las ocasiones seguían llegando y el Madrid, a pesar del 0-1, se daba el lujo de llevar el partido a ritmo funcionarial: asociaciones entre Cristiano y Marcelo, otra ocasión para Benzema en la que no supo si tirar o centrar… Hablando de funcionariado, mencionar de nuevo a nuestro opositor de Correos, al que a partir de esta brecha podremos comenzar a llamar por su nombre. Bien en la colocación, perfecto en sus movimientos, atento a la anticipación, acertado en sus incorporaciones ofensivas… vimos incluso cómo ordenaba con los brazos las posiciones de Pepe y Alonso en una contra maña.

A partir del minuto 30 la única duda que planteaba el partido era saber cómo, quién y cuándo se haría el 0-2. El Madrid acumulaba ocasiones de mayor o menor importancia sin querer, como los niños acumulan cromos repetidos en sus colecciones, hasta que por fin, al final de la primera parte, Cristiano amasó un balón contra el césped, respiró, hinchó los pulmones y tiró la falta como Calderón tiraba los tiros libres en 2008. Oímos incluso cómo sonó la red de la canasta. Fin del primer tiempo, y 0-2. A pesar de la comodidad recordemos que nos entrenábamos con un no-equipo y siempre hay detalles que mejorar. Es una lástima, pero el eléctrico efecto Di María se diluye en su cansancio y tal vez debiera reposar. En medio del debate futbolístico y la búsqueda de identidad propia (posesión o verticalidad) parece que lo más lógico es adquirir los beneficios de la tercera vía, como señala Cipote de Oro. Algunas fases ofensivas son demasiado estáticas y Benzema es el único jugador que busca las asociaciones y la modificación de espacios.

En el inicio de la segunda parte, más calcos del partido contra el Valencia. Alonso lanzó un pase largo a Di María idéntico al semana pasada, que esta vez sí conviertió el argentino. 0-3 y partido cerrado con 45 minutos por delante. Desde entonces el Zaragoza inexplicablemente adelantó las líneas con un coraje suicida, y Benze volvió a rondar el gol. Las malas decisiones acarrean malas consecuencias. Hasta aquí todo correcto. Pero nos vamos a quedar con dos malas acciones, una de Pepe, una de Lass; futbolistas potentes con dificultad de lectura. Cuando el crono avanzaba del ecuador al hemisferio sur, Pepe, en una jugada sin peligro en la zona de Arbeloa lanzó el balón fuera en vez de patearlo a su portero. Sabiendo que sacando de banda no hay fuera de juego y que el equipo no estaba bien replegado (él estaba en el lateral derecho) su acción era de un valor discutible. Esa jugada fue el nacimiento del penalti. Trasladen la situación a octavos de Champions. El gol hizo que a partir de ese instante, aunque el partido fuera inalcanzable, el Zaragoza no bajara los brazos.

En esos momentos en los que los partidos pasan por fases de indefinición se agradecería que Özil, incrustado casi siempre en la delantera, bajara a ayudar, para dar continuidad del juego, o para luchar en la batalla de la superioridad del centro. A medida que el partido avanzaba (y menos fuelle imprimía el Zaragoza), más a gusto se encontraba Lass, en una de sus versiones más potables y por fin pareciendo comprender y adecuar sus cualidades al servicio del colectivo. Recuperación limpia y pase rápido a los costados. Se acercan los momentos claves en los que la forma y el compromiso de los no habituales puede ser un factor importante. A 20 minutos del final el Madrid terminó de  calmar las tenues fuerzas aragonesas, lo que no impidió que Alonso (junto a Marcelo) viera la quinta tarjeta amarilla. ¿Cuál es la cronología de la acción? Partido resuelto,  Lass se crece, se ve con superpoderes que no tiene y avanza lanzado con el balón pegado al pie 25 metros. Lo pierde, y la contra ha de ser interrumpida por Alonso, amarilla. ¿Necesitaba eso el partido? Es por esto que el Madrid debe abonarse a la tercera vía (City –en construcción-, United), y saber moldear juegos diferentes según sea la necesidad del partido. Claro que para eso hemos de tener futbolistas que sepan leer esas necesidades. Mahamadou, Sami, Granero, Alonso…

Puede decirse, pese a todo, que fue un buen partido del francés. ¿Qué gana el Madrid con Lass? Presión en la salida del rival, lo que a veces se traduce en recuperaciones de balón y otras veces en una simple interrupción con falta. El centro del campo es el reflejo del equipo, y en algunas fases se echó en falta la pausa de Khedira. Con 15 minutos para el final Mou, por fin, se decidió a mover el banquillo. Salió Benzema, que sin jugar mal habrá dejado a pocos satisfechos, entró Granero, se fue Özil y entró Mahamadou, al que Mou le decía con las manos “junta, junta”.  Aún tuvimos tiempo de ver al joven Morata, con algunos movimientos muy interesantes. Esperemos que en las próximas jornadas pueda encontrar algunos minutos más y enseñarnos qué es lo que nos puede ofrecer.

Partido sin historia pero con matices, como todos los de esta aburrida liga. Quedan los tres puntos del Sevilla -sin Marcelo ni Alonso- pare terminar de completar la primera fase de recuperación de la depresión post parto del Mein Kampf. Que continúe el trabajo, la dinámica positiva y el desalojo de la enfermería. ¡Hala Madrid!

– Zaragoza: 1 (Gabi, pen.)
– Real Madrid: 3 (Özil, CR7 y Di María)

Incidencias: Tontos de pueblo pitando. En el descanso un simio le tiró una camiseta de la Farsa a Mou.

Videoresumen

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La batalla inventada entre Lass y Khedira

Por Jarroson

Todos le conocéis, es el francófilo y francófono que ve el fúrbol mejor que el mismísmo Lillo. Ahora, el zerdo traidor ha abierto su propio bloc (http://20sixdollarsinmyhand.wordpress.com), en el que colgará sus crónicas, puntos de vista jurgoleros y semblanzas de futbolistas negroides. He aquí uno de sus primeros artículos, a cuento de la fabulada confrontación entre Lasaña y Querida.

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Uno de los múltiples cánceres incurables y a perpetuidad del Real Madrid, además del piperismo-baulismo, es el de la prensa deportiva. Uno alimenta al otro y viceversa. Asisto atónito en el día de ayer al encumbramiento de Lass en el As. Tal para cual, como indica la cacofonía.

Lo primero de todo es contextualizar: El Madrid líder de grupo ‘quoi-qu’il-arrive’ recibe en la última jornada a un Auxerre (13º en Ligue 1, a 5 puntos del descenso) que viene al Bernabéu a hacerse fotos y a regalar anécdotas y camisetas a amigos y conocidos. Mourinho saca un once con sólo tres titulares, y el Madrid gana y golea, 4-0. Al día siguiente nos levantamos con las siguientes conclusiones de dos de los próceres del cáncer-madridismo, Rebaño y Perropablo. Dice el director: “Lass, que empequeñeció definitivamente a Khedira.” Y añade el subalterno (por supuesto sin nombrar a Mahamadou):

Sin Xabi Alonso ni Khedira, Lass y Diarra tenían un papelón en la medular. El francés sacó un notable alto, entrando mucho en juego (92 acciones), acertando en los pases (70 bien de 78) y siendo referente del movimiento de balón. Por lo demás, ocupó territorio arriba y abajo, con una actividad práctica y constante. Es decir, Lass pone en jaque la futura titularidad de Khedira, pues a la vista estuvo que aportó bastante más que el alemán cuando juega. El francés se postula como perfecto acompañante de Xabi Alonso en el doble pivote. Lass participó en tres jugadas que acabaron en gol, abrió muy bien a las bandas (18 aperturas) y recibió 67 pases de sus compañeros. Dio confianza y equilibrio.

Sami Khedira acaba de llegar y aún tiene muchas cosas que mejorar. Está lejísimos de ser un futbolista perfecto. Le falta un poco de intensidad física, no debe tener miedo del balón (cuando el juego es favorable juega a un toque, de lo contrario aparenta tener problemas conservando la pelota), lo que le  permitirá encontrar a Alonso un apoyo más en la construcción y la descarga, puede ser un futbolista importante desde la segunda línea, etc. Pero lo que es aplicable a Khedira lo es a todos los fichajes de este año: Canales 19, Özil 21, Di María 22, Khedira 23, León 24…

El fútbol nace y se define desde el centrocampismo, luego cada moda, vertiente o época le otorga sus diferentes matices: rombo, dos interiores, trivote, posesión y verticalidad, nazionaltikitaoak, etc. El medio campo es la columna lumbar, columna vertebral, pulmones y cerebro de un equipo. Protección, defensa, capacidad física y pensamiento.

La temporada de Sami Khedira hasta el momento está siendo excepcional e irreprochable para un joven recién llegado. A pesar de su dificultad para aparecer e imponerse en partidos más tibios (Milán, Gijón), en partidos como el de Milán (ida) o Atlético pudimos ver sus mejores virtudes: juego aéreo, tejido conjuntivo, descarga, asociación, posición, ubicuidad, pausa, ritmo, continuidad, aparición en segunda línea y segunda jugada…


«Oh Patraña, Traña Joe…»

Que haya debate o amago de debate en torno a Lass me parece surrealista. La mejor jugada de Lass en el Madrid será irse. Lass es la epilepsia hecha fútbol. Lass es un detector de ignorantes. Lass es un atleta con una camiseta de fútbol. Lass quedó retratado en el 4-0 y 2-6, como toda una brillante generación de la decadencia: Heinze, Ramos, Baúl…

La importancia de un centrocampista intrahistórico (Khedira, Mamad, Lass, Yaya, Busquets) se mide en la mejora que hace del centrocampista referencia (Alonso, Xavi, Silva) y del equipo. Alonso el año pasado comenzó fatal, y no encontró ayuda en Lass, con quien se solapaba. Se colocaba horizontal al vasco, no “entiende” las necesidades del partido, desconoce el juego de volante, tan útil. Además es tonto y ególatra. Cautivó a Wenger y Mou y los dos le echaron. Hasta Gago, un marginal, mejoró las prestaciones del francés.

Pues bien, Rebaño, que a principio de año ya nos otorgó un histórico eructo, y sus adláteres creen que Lass debe ser titular porque jugó bien contra el Auxerre. Yo no sé cómo responderles.
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Neonato mourinhista sale vivo frente a 80.000 inútiles

Por Jarroson

Primer partido oficial de Mourinho en el Santiago Bernabéu, donde el protagonismo debería ser para el equipo y que en cierta medida terminó robando la afición. Apuntaba Diego Torres en la previa de ayer que Mourinho estaba inquieto ante «la afición más quisquillosa del planeta.» Curiosa forma de adjetivar a la afición del Bernabéu. Antes que la quisquillosidad, se me ocurren otras cualidades para nuestra afición: ignorante, involucionada, desfasada e indefinida. Impaciente hasta la náusea e incapaz de proteger bajo su manto a jóvenes futbolistas con talento pero recién llegados (Redondo), y/o sin formación (Higuaín, Marcelo), pero sin embargo capaz fabricar mitos en sus pedestales como si fueran un líder comunista. Una afición maleducada, que cacarea el nombre de su palurdo héroe local el día que a Ronaldo -recién llegado- le dan un balón de oro. Tal vez sea un problema generacional. La afición del Bernabéu es una afición vieja y huevuda, anquilosada en el pasado e incapaz de ilusionarse y sentir como suyos a futbolistas como Özil, Di María o Benzemá, y a hombres como Mourinho o Capello. De vergüenza ajena.

Con este panorama se presentaba el neonato mourinhista ante la masa (sebosa) del Bernabéu. El ultradefensivo entrenador portugués salió con Higuaín, Benzemá, Cristiano y Özil. En un inicio, Cristiano en la izquierda, Özil y Benzemá alternando lado derecho y centro y con Higuaín arriba. Los primeros minutos, fríos, transcurrieron con la agradable noticia de ver a un Benzema participativo, móvil e incluso asistente, con un bonito centro de extremo a Higuaín. Anda Higuaín con la losa de su pasado sobre sus espaldas, y al igual que el curso pasado, le está costando arrancar. El año pasado se agobió ante la llegada de Florentino y sus fichajes, este año, con más jerarquía en la plantilla y en el equipo, vuelve a comenzar la rampa con ligeras crisis de ansiedad, como si debiera autoafirmarse cada 60 minutos. Mala noticia para el equipo, falto de nueves y de gol.

En líneas generales y con una visión algo somera, el Madrid nos deja un sabor agridulce. La amargura nos viene por arriba, donde a nuestros jugadores les falta calma, sosiego y pausa -Cristiano e Higuaín-, definición -a todos- y compenetración. En varias fases del partido, mientras uno de los cuatro jugadores ofensivos tenían la pelota, los otros tres esperaban estáticos. Apenas Higuaín forzó desmarques de ruptura y Özil jamás se detenía. La gran noticia del partido fue Özil, único hilillo de plastilina entre el mediocampo y los atacantes. Mourinho, inteligentísimo, le cambió en el 83′ para buscar la ovación y arrojar un azucarillo a la mandíbula pipera. El alemán jugó con un velcro en la bota, dio profundidad al equipo y se presentó como un excelente asistente. Parece haber un futbolista más sobrio de lo pensado en un inicio.

Hay movilidad arriba, pero no es la movilidad de una máquina perfectamente engrasada, sino la movilidad nerviosa y cuasiviolenta de cuatro o cinco gallinas arrojadas a un corral que buscan un espacio para incubar. Por abajo, el Madrid se consolida y se recuerdan pocas ocasiones serias en contra en 180 minutos de Liga contra dos equipos aceptablemente trabajados como son Osasuna y Mallorca. Además, algunos conceptos comienzan a fijarse. Alonso es definitivamente el cinco fijo, encargado de acudir a las ayudas laterales. Distribuidor, que no creador. Cabe destacar en la pareja Alonso – Khedira  el potencial aéreo en defensa. Ayer prácticamente todos los balones lanzados por Osasuna al cielo del estadio rebotaron sobre Alonso y Khedira. Desde Mahamadou no disfrutábamos de esa gratificante baza a favor.

El Madrid hizo una primera parte mala y en el partido sobraba ansiedad, representada en Cristiano e Higuaín, y le faltaba algo de tranquilidad y pausa que bien podían aportar cualquiera del banquillo. Özil y a veces Benzema eran los únicos nexos realmente efectivos entre Alonso y Khedira, y sin embargo aún insuficientes para apoderarse por completo del juego y de generar más ocasiones claras. Mientras tanto, el público seguía a lo suyo y no podía faltar la ansiedad transmitida a los jugadores con su puto runrún de los cojones.


En la segunda parte una falta sacada por Osasuna rebotó varias veces hasta encontrar acomodo en el interior del pie de Khedira, que le envió un paquete certificado a su compatriota para montar la contra del único gol del partido. Khedira es el futbolista del Real Madrid al que el hijo de puta seboso de Rebaño ya compara con toda la mala baba del mundo con Emerson, uno de los grandes fracasos madridistas. Rebaño: puesto a comparar a Sami con un inútil acabado y cornudo, haberlo comparado con tu padre. Inmenso hijo de puta, ¿no tenía Mauro Silva -el mediocentro más grande- un trote cochinero parecido y sin embargo el don de la ubicuidad? Khedira es un futbolista que juega siempre a un toque, a lo sumo dos, mueve el balón en cualquier dirección, participa en la creación de espacios y ocupa una parte determinante del terreno de juego. Tiene 23 años, no habla español y acaba de llegar. Y a Relamo le recuerda a Emerson. Rebaño es un hijo de puta o un ignorante.

Parece que Mou anda a la búsqueda del tercer volante que mejoraría mucho la circulación de balón, haciendo la vida un poco más fácil a Alonso y Khedira, y si ese es volante es Canales además de circulación aportaría claridad. Tengo muchísimas ganas de ver juntos a Özil y Canales. Cristiano estuvo soberbio en las filigranas y nefasto en tiros y elecciones determinantes. Con el poderío que tiene el equipo por arriba, es un poco irritante que tire hasta las faltas laterales. Sin embargo, no retuvo tanto la pelota en zonas inútiles del campo como en Palma. Precioso gutipase a Higuaín, al que no le vendría mal hacer un trabajo de remate sutil frente al portero.

Una de las características de este curso viene definida por la palabra ‘alternativa’. Ayer no jugaron Canales ni Di María -dos minutos-, y Pedro León -un futbolista que se antoja muy muy interesante en el Bernabéu- salió al campo 20 minutos, mostrándonos aportaciones diferentes a las de sus compañeros. Es tarea fundamental de Mourinho mantener activos y activados a los 16 primeros jugadores de la plantilla, lo que garantizaría un caudal amplísimo de opciones, alternativas y recursos en función del rival, el campo y el resultado. El equipo no está en desarrollo; más tierno aún, en formación. Aislémonos del lumpen y el piperío y propaguemos la verdad del madridismo underground. ¡Hala Madrid!

– Real Madrid: 1 (Carl Bayo)
– Putasuna: 0

Incidencias: Concierto de pito en el campo y en la grada. Se consumieron unas cinco toneladas de pipas entre las 19:50 y las 22:00 h.

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Y de propina, la nueva tira de GEsiOH: