Mandriladas


Familia mandril leyendo la página.

12 meses de salud. Me comentan los siempre fieles fansistas que hoy hace un año que fue el bulto, el zombi, patapalo, etc., y que debería hacer alguna conmemoración de la efeméride. Ciertamente, es el hecho más señalado de la historia madridista desde la consecución de la Novena, junto con la contratación de Mourinho (aunque probablemente el primero sea consecuencia del segundo). Y sin embargo, no me apetece nada hablar del Querido Líder. No quiero ser como los antifranquistas, que han hablado del caudillo muchísimo más después de su muerte que cuando aún gobernaba la patria con sabiduría. Sólo quiero señalar que sin el Mito se vive muy tranquilo, y que hemos recuperado un placer tan sencillo como ver los partidos del Madrid sin sentir asco, además de no tener que lamentar nunca que marque nuestro equipo (aberración suprema). Ya habrá tiempo, con la perspectiva de los años, de analizar lo que supuso la extirpación del cáncer y los cambios experimentados en el club. Ahora mismo, aunque ya haya pasado un año, mi deseo es seguir descansando del tiparraco y disfrutar del equipo. Además, el peligro no ha terminado ni mucho menos: recordemos que sólo estamos viviendo una tregua, y que tarde o temprano habremos de afrontar una nueva batalla contra esta bestia que es como Freddy Krueger, por más que lo mates siempre vuelve. El mal existe y tiene chepa, pero hasta su regreso vibremos con un Madrid que ha vuelto a ser el de sus mejores épocas: ganador y meritocrático.

Neymar, YA. Ya vendrá algún día, quiero decir. Sospecho que cuando quieres trabajar en el Macarra te hacen rellenar un test con preguntas como «¿Tienes algún tipo de vergüenza o escrúpulos?», y si respondes que sí no te seleccionan (probablemente Bobi Gómez sacó la mejor puntuación de la historia). Me parece acongojante (por no decir acojonante) que de una historia como la de Neymar, más muerta que Jimmy Hendrix, puedan sacarse todavía portadas para un par de semanitas. Y con todo, debo admitir que no es sólo por caradura: muchos periodistas son genuinamente tontos, y simplemente se tragan todos los anzuelos que les echan tanto los representantes como sus colegas de profesión más avispados. He echado un vistazo a los tuíters de unos cuantos juntaletras, y algunos se creen a carta cabal que el pájaro loco fue siempre el primer objetivo del Madrid y que en cualquier momento va a aterrizar en Barajas. No obstante, lo de los últimos dos días ya me parece abusar de la credulidad de la gente, ayer con Florentino merendando con Ronaldo en Ibiza y encomendándole  traer a Neymar  -como si el bueno de Roni pintara algo a estas alturas-, y hoy relatando el comienzo de la «misión especial» del agente secreto R9, la salchicha peleona. Diría que, mientras tanto, en las oficinas del club se dedican a escoger la mejor fecha para la presentación del Kun y a calcular los ingresos que generará por merchandising, pero de hecho creo que eso también está decidido hace meses, y ahora sólo se dedican a mirar divertidos.

Este caso me ha hecho pensar que quizá todos los culebrones de fichajes son artificiale, que su final se decide con meses de antelación y que el resto, las idas y venidas, los síes, noes y quizases, son sólo prosa basurilla de usar y tirar, concebida por dos avispados y presentada al público por cuarenta tontos. Pero no, probablemente la verdad esté en el punto medio: a veces existen culebrones genuínos, y los fichajes se deciden en el último momento (que es lo que solía pasar en el Madrid caótico), mientras que en otras ocasiones está todo el pescado vendido desde el principio, como en el caso de estos dos jugadores (Kun fichado en diciembre y Neymar seguramente en 2012). Es sólo otro de los efectos de que el Madrid sea por fin un club serio y profesionalizado.

Celebrity Yérroson. Nuestro bloc amigo Nervio y Corazón, administrado por Jimmy MacNolti, ha entrevistado a Julito Jarroson, el hombre conocido por no haber visto Star Wars. Huelga decir que es lectura interesante e instructiva para todo carretillero, oficinista, parado u opositor que se considere fan del Mandril.
.

Real Madrid CF: Balance temporada 2010/2011‏ (III)

Por Jarroson

4. Plantilla. Nombres propios (por dorsal)

1. Casillas: Excepcionales paradas, nefasto juego con el pie (aunque con síntomas de mejora en algunos encuentros), irregular por alto, escasa vinculación con el partido; el mejor parador del mundo no es el portero más completo (el mejor) del mundo.

2. Carvalho: Gran temporada, refuerzo cortoplacista a buen precio. Soberbio en el cruce, acertado en la colocación, ha dado mucha seguridad a la primera línea. La necesidad de fichar a un referente en la zaga, ante la imposibilidad de traer a un 2 que desplazara a Ramos al centro, posiblemente haya bloqueado la oportunidad de ver a David Luiz de blanco. No conviene olvidar que tiene 32 años.

3. Pepe: Protagonista final de la temporada por su renovación y su rol en el partido de cuatro asaltos con el Barcelona. Sale reforzado. Concentrado es un futbolista de primer nivel mundial. Indispensable para Mou.

4. Ramos: Empezó la temporada hilvanando con estado de forma en el Mundial, discreto. Mal lateral derecho, buen central, ídolo pipero en potencia. Al final de la temporada se centró y mostró orgullo contra el Barcelona. La suficiencia con la que juega algunos partidos es tan irritante que podría hacer resucitar a un muerto. Parece ser que ha renovado. Aserejé.

5. Gago: Fue capaz de jugar bien en sus primeras apariciones de blanco, pero 100 partidos después es un paria en la plantilla del Madrid, intrascendente, lesionado y deprimido. Puede que tenga fútbol y carácter dentro de sí, pero no lo suficiente para el Madrid. Se rumorea que el City ofreció 15 millones por él el año pasado. Gracias, Jorge; lástima, Fernando.

6. Mahamadou Diarrá: Sólo el estado de su rodilla impidió que Pelle y Mou pudieran contar más con él. Sin embargo, cada vez que salió al campo desarrolló su papel con temple y criterio. En teoría, podría haber sido un hombre útil para el cierre de los partidos. Florentino sólo veía en él una ficha que eliminar, y en invierno se fue al Mónaco.

6 bis. Adebayor: Llegó tras la hernia de Higuaín. Delantero poco ortodoxo con virtudes apreciadas por Mourinho. Su mejor catálogo puede verse en el Real Madrid-Real Sociedad. Algo torpe, de piernas rápidas pero ritmo lento. Bien para una cesión, discutible para una incorporación. Interesante si por cualquier delantero te piden más de 40 millones, y si se le explica y se le hace asumir un rol secundario (no por ello poco importante) en el equipo.

7. Cristiano: Salvando las distancias, parece que comparte cualidad con Casillas: insuperable en su juego individual, reticente para integrarse en el colectivo, donde resulta superior. Absorbe la pelota, tira todas las faltas desde cualquier sitio, recrimina a sus compañeros en directo… y promedia más de un gol por partido. En palabras de Hughes, el delantero ubicuo.

8. Kaka’: Bien, gracias. Pajote al aire de Florentino que ha salpicado a todo el madridismo inteligente. Su presencia en el club se reduce al desastre. Todos convendremos en que para salirse contra la Real Sociedad, Bilbao y Valencia no son necesarios tales ajuares. Pasa a engordar la lista de grandes fracasos históricos del club. Si se queda, sólo será por el ego de Pérez, o porque nadie es tan subnormal como para hacerse cargo de un inválido para el fútbol de élite.

9. Benzema: Tras un año y medio dando una de cal y otra de arena, ha firmado un 2011 extraordinario, justo un minuto antes de que todo el mundo bajara los brazos. Se mueve como un delantero, piensa como un centrocampista. Con una tremenda calidad asociativa, ha crecido en los últimos meses, aunque no se entiende su desaparición en el rally contra el Barcelona. ¿Qué piensa Mourinho realmente de él, cuando prefiere a dos delanteros de menos calidad, como Higuaín y Adebayor? Personalmente, me gustaría que se impusiera en el Real. Con un poco más de ira en su juego, sería el jugador soñado por todos.

10. Lass: Un portento físico que no entiende el juego. Buen atleta (especialidad en persecución), mediano futbolista. Engañó a casi todo el mundo cuando llegó al Madrid de Juande. No acepta la suplencia y se podría sacar algo de dinero por él. Ostenta de manera abominable un dorsal destinado a los dioses del fútbol.

11. Granero: Prometedor canterano diluido en el día a día. Sublime e ilusionante en el Getafe, gozó de mucho protagonismo con Pelle y no hizo sino defraudar. Dado su fracaso como interior, Mou ha intentado su reconversión a mediocentro, pero no sabemos qué opina realmente. Cubre cuota española, canterana y pipera. No es agresivo en el ecosistema de la plantilla, y es una cara amable para la guerra estratégica e ideológica. La llegada de Sahin (mediocentro-interior) y Altintop (centrocampista para todo, chico de los recados) le complicará tener minutos.

12. Marcelo: Temporada de consagración. Indiscutible Top 5 del año. Fundamental en la salida de balón desde su posición de lateral izquierdo. Único insustituible, con Xabi Alonso. Tras su quinto año en el club, y estar clínicamente muerto tras el duelo del año pasado contra Navas en el Pizjuán (reconozcamos a Pelle el mérito de no haberlo matado), ha sabido reponerse, ganarse la confianza de Mourinho y erigirse en uno de los mejores y más determinantes jugadores del mundo en su puesto. Además, este año se ha destapado como goleador en partidos importantes (Espanyol, OL). Si quiere, puede ser leyenda blanca.

13. Adán: Una muestra de lo que debe ser un buen canterano: disciplinado, serio y sobrio; ha jugado tres partidos en la Liga (siendo uno de ellos el del Espanyol) y no ha encajado goles. Excelente trabajo de motivación de Mourinho con Adán, y excelente respuesta profesional del portero a su entrenador.

14. Xabi Alonso: Mientras siga habiendo gente que lo compare con Xavi, seguiremos insistiendo en que no comparten posición ni obligaciones. Gran «5» que ha llegado exhausto al final de la temporada. Cuando juega muy pocos reparan en él, pero cuando no lo hace el equipo lo echa en falta. Como muestra, un botón: Villarreal (4-2), Osasuna (1-0) y Sporting (0-1), tres partidos sin Alonso, 3 puntos de 9 y cambiando de esquema en el Bernabéu, por no hablar del derrumbe físico en la segunda parte del año pasado contra el OL. Cuando su falta coincide con la de Marcelo, es una debacle. De 29 años, y ocupando una posición clave en cualquier equipo, el club estará trabajando sin dudas en un recambio para el futuro, tras haber estado casi 10 años en deuda con el puesto de «5».

16. Canales:  No se sabe si vino para que Valdano reemplazara los posters de Guti de su alcoba, llena de sueños tikitakeros, con efebos rubios y forever young, o porque realmente el club vio en él algo especial. Ha pasado un año en la sombra con un duro vigilante de pasillos; si no ha aprendido nada en este tiempo, tiene un serio problema. Poseedor de una gran calidad, debe elegir si quiere ser un futbolista de época o Guti.

17. Arbeloa: Cuando Florentino Pérez acuñó el lema “Zidanes y Pavones”, lo que realmente quería decir era “Zidanes y Arbeloas”. Es decir competencia, austeridad, profesionalismo, orgullo y rigor. Todo eso nos enseñó Arbeloa en el combate contra el Barcelona, llegando a dedicar por twitter unas palabras de apoyo a su entrenador, ante el chantaje de los periodistas. Ha ganado meritoriamente jerarquía en la plantilla. Español y canterano, pero digno y orgulloso, puede disputar el puesto en la derecha a un Ramos mediocre y poco entonado, y suplir para un roto a Marcelo en la izquierda. A mi juicio, mejor sólo de lateral derecho. Ejemplar contra el Barcelona.

18. Albiol: Iba de excursión con los que ganaron el Mundial. Buen primer año, mediocre segundo. Salvador del no-gol de Sevilla en Copa. El peor de los centrales y el primer suplente. No lo entiendo.

19. Garay: Empezó el año lastrado por una luxación de rótula, y a Albiol le dieron un llavero en Sudáfrica. Presencia testimonial. Con el fichaje de David Luiz por el Chelsea, me habría gustado que tuviera más importancia en la plantilla, pero parece que se le busca salida. Lento, pero correcto por arriba, y con criterio con el balón. Un gran “podría haber sido”.

20. Higuaín: Un futbolista que genera controversia cuando llega, cuando lleva cinco años, cuando marca, cuando no, cuando juega, cuando se lesiona. Llegó virgen, delgado y libre a una habitación sin aire ocupada por dos dinosaurios y un dictador, y sobrevivió. De hecho, es el único superviviente del baulismo. Malulo le puso mote nada más llegar. En aumento y evolución año tras año, ha sido esta temporada la primera y única en la que presenta un balance negativo respecto al curso anterior. Una hernia lo pone en cuarentena para la élite. Siempre discutido, todavía hay unicejos que le achacan en exclusiva la debacle de Lyon. Demasiado tosco para ser un 7, demasiado poca hostia para ser un 9, naufraga entre dos mundos. Asusta su mirada baulera (aprendió del peor) y su ascendencia en el piperío. Delgado me gusta mucho más, pero mutó año tras año a cambio de un poco más de crédito. Interrogante.

21. Pedro León: Mártir de la prensa española en su cruzada contra Mourinho. Buen futbolista con poco carácter, indisciplinado y al parecer soplón de confidencias. En ese incomprensible grupo de los que, cuando el Real Madrid llama a su puerta, bajan los brazos en vez de luchar hasta el final. Fichaje de los de riesgo asumible. Si sale bien, tienes a un Solari o hasta a un Özil, y si sale mal lo cedes al Yeclano sin ningún problema.

22. Di María: Prometedor futbolista que da la sensación de haber hecho poco ruido mediático comparado con su influencia. En la sombra de las novedades, eclipsado por Cristiano, Özil y su trascendencia en el campo, ha realizado un gran primer año. Extremo reconvertido a futbolista total, trabaja arriba y abajo, pelea, corre, asiste y marca. Absorbe demasiado la pelota cuando tiene dudas, y no participa en la ruptura tanto como me gustaría y se lo permiten sus recursos. En la izquierda siempre ha sido relevante y determinante (Auxerre, Sevilla, final de Copa), y sin embargo se ha pasado el año en la derecha, sin un lateral que lo doble, encallando en sus movimientos ofensivos por el medio. Defectos por pulir: demasiado reiterativo en sus pases-globo, algo chupón. En la izquierda duplica su valor. Uno de los más perjudicados por el virus FIFA. Si los biorritmos de un futbolista van de Septiembre a Mayo, los de Di María, con Mundiales, Copas Américas y demás paridas, van de Enero a Octubre. Eso conlleva que pase tres meses de competición en un estado de forma lamentable.

23. Özil: Revelación de la temporada y próximo 10 del Real Madrid, ganado a pulso futbolística y emocionalmente. Al principio se le intuía como un delantero sin peso en el medio, y ha reconstruido su juego en un año. Fenomenal asistente, tiene mucho más carácter de lo que nos indica su figura liviana y distraída. Perdió protagonismo junto a Benzema contra el Barcelona; en este caso, a mi juicio, de manera justificada, por el engorro físico de los partidos. Si sigue trabajando y evolucionando así, puede ser otro futbolista histórico que haga carrera de blanco.

24. Khedira: Si Pedro León fue el mártir de la prensa española en su cruzada contra Mourinho, Sami fue la principal víctima (¿recordáis en verano lo que gustó la Alemania de “los nuevos valores del fútbol teutón: Özil, Khedira y Müller”?). Con su trote percherón y su fútbol insustancial, prácticamente todo el mundo obvia que se ha pasado dos tercios del curso jugando en una posición que no es la suya. A diferencia de los grandes talentos del fútbol, no hace jugar al equipo: el equipo lo hace jugar a él. Imponente contra el Milan y el Atlético (ida), se diluyó en otros partidos más farragosos –Sporting (ida) y Milan (vuelta)-. A pesar de contar con una impresionante capacidad física, parece que nunca será un box to box de la dimensión de Lampard o Gerrard, pero me parece un aceptable volante de ida y vuelta. Jugador de corte industrial, intrahistórico por antonomasia, ha mejorado sustancialmente su aportación jugando en su sitio (cuando Mourinho recuperó el 4-3-3): Tottenham (vuelta) y Barcelona (vuelta de Liga y Copa). Si el Real no ficha a un mediocentro deberá seguir sacrificándose fuera de su hábitat.

25. Dudek: Vino a coste 0 de la mano de Pedja. 2 millones brutos al año a cambio de no estancar a ningún joven a la sombra de Casillas, y atesorar algo de experiencia en caso de necesidad. A pesar de su anecdótico recorrido en el Real Madrid, parece ser que fue un personaje muy querido e importante en el vestuario. Como bien comentaba @ontarrive, su despedida fue más emocionante que la de Puti, Baúl y Malulo juntos. No hace falta decir nada más.

4.1 Necesidades 2011-2012

Tercer hombre (Nuri Sahin): Si algo le ha faltado al Madrid este año ha sido alternativas en la base de la jugada en ausencia de Marcelo y Alonso, además de algo de conjunción entre los dos medios y Özil. Tras barajar durante el año una lista interminable en el blog (Cesc, Arteta, Silva, Valero, Schweinsteiger, Granero, Parejo…) el elegido y a la vez agraciado ha sido Nuri Sahin. En principio, el turco viene a ocuparse de esos defectos. Espoleado por el ejemplo y el éxito de Özil, no dudo de que vendrá motivado. Ganador de la cada vez más atractiva Bundesliga con el BVB, estamos ante un futbolista versátil y talentoso de sólo 22 años. ¿Empujará la llegada de Nuri Sahin a un 4-3-3? ¿Sustituirá a Alonso más de lo imaginado? ¿Cómo encaja Sahin en un 4-2-3-1?

Delantero centro: Adebayor ha cumplido un papel aceptable pero no determinante. Sirve como cesión, pero ¿es suficiente para dar un salto cualitativo? Las condiciones económicas del acuerdo entre City y Real le pueden empujar a quedarse. De los delanteros de la plantilla en propiedad, no hay nadie que le dé profundidad en largo al equipo, algo innegociable para Mourinho. Se ha hablado de Llorente y el Kun, principalmente. Otra opción puede estar en la cantera, convocando a Morata cuando sea necesario (glups). Ilusionante me parece la llegada del Kun, un jugador top, pero ¿a cualquier precio? Da la sensación de que Florentino querría dar puerta a Higuaín, y Mou a Benzema. En principio, para que la llegada del Kun no nos haga ver situaciones demasiado crueles con todos los delanteros, debería salir, al menos, Kaka’. Otros son partidarios, además, de vender a Higuaín. Hacer cohabitar a Benzema y el Kun puede ser muy cruel para uno de los dos, sabiendo que Cristiano es fijo, Özil sólo va para arriba y que Di María es un jugador fetiche para Mou. Toca hacer muchas cuentas económicas y deportivas en uno de los pocos temas interesantes que veremos durante el verano. La opción Llorente es la menos atractiva: 63 millones, que nos llamen fascistas imperialistas en Bilbao y satisfacción pipera. Vade retro.

Medio centro: Tras la salida de Mahamadou, el fracaso de Gago y el fail de Lass, parece conveniente pensar en un medio de contención. Si además el equipo puede mutar al 4-3-3 en partidos de más dificultad o con carácter permanente, tener a Pepe como parche se antoja algo muy chapucero para un personaje tan metódico como Mourinho. Una realidad: Obi Mikel. Una promesa: Yann M’Vila. Otros nombres: Capué, Mavuba.

Lateral izquierdo suplente: De momento está Arbeloa, aunque para mi gusto limita demasiado el puesto. Sí para partidos a cara de perro, eliminaciones coperas o europeas, expulsiones, etc. Y sí, si se quiere ahorrar una ficha. Para un partido ordinario es un parche demasiado burdo. Sólo cierra, no tiene aportación ofensiva y aísla demasiado a Cristiano, haciendo más fácil su marca. Parece ser que se valoró la opción Taiwo, que finalmente jugará en el Milan.

Fondo de armario: Altintop. Fichaje “sorpresa”. Parece que de 100 partidos en el Bayern, jugó 20 de titular. Con eso está todo dicho. Hombre maduro, polivalente, con pinta de pirata que viene a limpiar la cubierta. Pesa demasiado la sensación de que es lo que podría haber sido Granero con un poco más de sangre. Parece ser que puede jugar además de lateral. Polivalencia e intrahistoria a coste 0.

4.2 Cantera

Este año no he visto nada del filial, pero no se puede negar que el ilusionante trabajo de Toril puede darnos algún jugador útil de aquí a un par de temporadas. Por fin, la muy aceptable generación de Mata, De la Red, Granero, Arbeloa, Filipe y Negredo encuentra una digna sucesión en Álex Fernández, Carvajal (escalofríos), Sarabia, etc.

Con el Rayo y el Getafe alternando entre Primera y Segunda División, el club puede permitirse una buena planificación deportiva para los más prometedores de sus cachorros. No es difícil pensar que el gancho continuo que Mourinho ha tirado a los jóvenes, con debuts de forma bastante regular esta temporada, sea un inmejorable acicate para que los jóvenes futbolistas del Castilla vean en el primer equipo una meta real y palpable.

4.3 Temporada 2011–2012 y futuro

Es por todo esto que, con la temporada terminada, la sensación es largamente positiva. Siempre está bien dar algo de metal a los más impacientes para que lo luzcan con altanería y calmen sus estómagos, pero lo verdaderamente importante es el inmenso trabajo que se ha hecho en este primer año, como base de la profesionalización en la estructura deportiva e institucional del Real Madrid. Planificación, estructura, antelación, sensatez… palabras con sabor a programa electoral político que, sin embargo, comienzan a arraigar en la osamenta del club.

Apare de esto, la plantilla tiene un enorme potencial futbolístico, una de las plantillas jóvenes más prometedoras de Europa (Marcelo, Sahin, Özil, Khedira, Di María, Benzema, Higuaín, Canales, Garay) y varios futbolistas gigantes en su madurez, como Pepe, Casillas y Cristiano. En el plano emocional, el equipo, el club e incluso la afición, tienen para el año que viene: un agravio, un gran plantel, juventud y un magnífico entrenador. Excelentes ingredientes con los que permanecer unidos y tranquilos en pos de los triunfos.

No tengo dudas de que estamos madurando un equipo de época, que nos deja vía libre para soñar no sólo con la consecución de trofeos, sino con el remozamiento del esqueleto del club, ajado y desnutrido desde hace muchísimos años. Es por esto que no puedo sino invitaros a henchir los pulmones de aire y optimismo y gritar: “¡Hala Madrid (gracias, Mourinho)!”.
.

Real Madrid CF: Balance temporada 2010/2011‏ (II)

Por Jarroson

3. Sistemas y variaciones tácticas

Toda la metralla ideológica mencionada no ha impedido que Mourinho y sus ayudantes desarrollen un interesante trabajo técnico-táctico. Este año, nos hemos servido fundamentalmente de tres sistemas:

El 4-2-3-1 ha sido el sistema convencional, con la virtud de convertirse en un rodillo para equipos inferiores -casi todos en Liga-, Copa hasta cuartos y fase de grupos en Champions, pero con defectos evidentes detectados relativamente pronto (Villarreal) durante el año. Con un equipo en el que la aportación defensiva entre Özil, Cristiano y el delantero se resume en la presión de Özil al mediocentro rival y el desfondamiento de Di María ayudando a Khedira y Alonso, esta disposición se antoja insuficiente para enfrentarse a equipos de mayor entidad. Se ha mostrado insuficiente en la contención y defensa de equipos con posesión de balón (Barcelona, Villarreal), deja muchos espacios en fase defensiva, el equipo partido en 6-4, etc. Una muestra de las lagunas de dicho sistema en este equipo es el desdoble que tantas veces ha hecho Di María, en momentos puntuales de la temporada, situándose paralelo a los dos medios naturales en fase defensiva. Es decir un 4-3-3 encubierto. ¿Por qué tanta reticencia a ese dibujo, cuando todos los caminos nos llevan a él?

El 4-3-3 ha sido el sistema utilizado en partidos para hombres: Barcelona, Champions, Sevilla, Atletico, Auxerre (ida), etc. Un sistema que ha dado tanta o más comodidad defensiva que el anterior, permitiendo al equipo estar más agrupado. El caudal ofensivo ha disminuido, pero los resultados casi siempre han sido positivos. ¿Este hecho hace pensar que el equipo mutará poco a poco hacia el 4-3-3? Personalmente veo más ventajas en este esquema que en el 4-2-3-1, pero con un técnico de la versatilidad de Mourinho, no es descabellado pensar en la alternancia frecuente de sistemas.

El 5-3-2/3-5-2 ha sido el sistema residual para partidos en los que se necesitó remontar (Hércules y Villarreal, ida). La mayoría de las veces salió un central y Sami pasó al eje de la zaga. Contra el Villarreal, el equipo aplastó a los amarillos. Cuando hemos jugado con diez hombres (Español, Barcelona), Mourinho siempre apostó por lo más lógico en estos casos: el 4-4-1.

3.1 Transcurso del año

A pesar de un comienzo algo entrecortado, el equipo cogió rápido el ritmo, y el primer tercio de campeonato fue un rodillo con buena velocidad de crucero, que sólo paró con el 5-0. Las desventajas del resultado son conocidas por todo el mundo. En el lado positivo, cabe señalar que el equipo ya ha vivido con éxito una importante reconstrucción y recuperación psicológica desde sus orígenes. Ese partido es sin duda una cicatriz en el adolescente rostro de este equipo, que servirá como recordatorio y experiencia en el futuro. Tras el mazazo de Noviembre, el equipo supo guardar la calma y reconstruyó, desde la más dura de las humillaciones, el bloque. Desde esa fecha, el equipo sumó 7 partidos sin perder y 6 victorias, en un momento clave de la temporada en el que todo podría haberse ido al traste.

Contando los dos traspiés con el Barcelona como posibles, al Madrid se le escaparon demasiados puntos en errores de planteamiento fáciles de prever, como la alineación y el raro sistema de Almería, con Kaka’ en el 11 sin venir a cuento y alterando todo el ecosistema natural del equipo, o el inexplicable 4-2-3-1 en Pamplona, sin Marcelo ni Alonso y con Lass–Khedira de medios paralelos y redundantes, en el que fue posiblemente el peor partido del Madrid en todo el año. 5 puntos fáciles que podrían haber condicionado el final de Liga.

En el segundo tercio de la temporada el equipo entró en un stand by, pasando los peores momentos a nivel físico y ganando algunos partidos no con problemas, pero sí con una austeridad gregoriana (Levante, Mallorca) y la mente puesta en la Copa del Rey y las eliminatorias de Champions. Muy agradable fue el partido de Santander, en el que el equipo mostró una cara más desenfadada, con un buen Granero en el medio y un juego que despertó las simpatías del Régimen Periodístico. Polivalencia y versatilidad de plantilla.

El grupo ha terminado el año en un gran estado de forma (otro logro de Mourinho invisible e ignorado por los ojos del mainstream futbolístico español), firmando 30 goles en los últimos 7 partidos. Además, Cristiano ha batido el récord de los 38 goles de Zarra y Hugo Sánchez, (sin olvidar los 34 del mejor Ronaldo). Histórico. A esto se añade que el Madrid termina la liga con 102 goles a favor, a sólo 5 del récord de Toshack. Si esto se ha alcanzado en el primer año del portugués, recordando los problemas con el gol de las primeras jornadas en un equipo sin hacer (Mallorca, Levante, Osasuna), no es descabellado imaginar que antes de irse tendrá la oportunidad de pulverizar el registro del Madrid de la Quinta. En ese momento, superando todos los récords goleadores conocidos, ¿dónde se meterá la canallesca? El balance final en Liga es de 102 goles a favor y 33 en contra, +69.

Papel en la Copa: aunque estaba cantado que una vez que nos libráramos del dictador gafe ganaríamos la Copa, Mourinho jugó desde el principio sus mejores bazas en esta competición, sabedor de que era el camino más corto a un título: sólo 9 partidos, en los que sin embargo eliminamos a Atlético, Sevilla y Barcelona, encajando sólo un gol en esos cinco partidos y 4 en todo el torneo. Levantar la Copa del Rey, después de tanto tiempo y en su primer año, supone un balón de oxígeno con el que defenderse del establishment más aguerrido, una cierta revancha del 5-0 y la recuperación de terreno futbolístico y psicológico ante el Barcelona, que queda más al alcance de lo que nunca hubiéramos imaginado tras la debacle de Noviembre. Recorrido en el torneo: 21 goles a favor, 4 en contra.

Papel en la Champions: Tras una primera fase perfecta, con sólo un empate en Milán, el equipo superó otra criba, el pase de octavos, tras 7 u 8 años de ridículos sin interrupción. El equipo tuvo la suerte de jugar unos cuartos más apacibles que los octavos y se plantó en semifinales ante el todopoderoso Barcelona. Mourinho aplicó su plan a piñón fijo, y tal vez esté ahí uno de sus errores de este año: como apuntaba la_meseta_über_alles, Mourinho diseñó un plan para fatigar al Barcelona… que también cansó a su equipo. En el tercer partido (ida de Champions), todo el mundo se quedó con la necesidad de prender la mecha que detonara el partido. El equipo notó cansado al público, y el público al equipo. Tal vez, a toro pasado, el equipo y el estadio hubieran necesitado algo menos de corsé y más pólvora para dinamitar el ritmo cansino que adquiría ese partido a 4 asaltos. No obstante, cabe señalar que con un arbitraje neutral el ‘plan Mourinho’ (llegar 0-0 a la primera hora y buscar el partido en los últimos minutos) podría haberse llevado a cabo: 0-0 / 1-0 en casa, y a buscar el empate con goles allí. En cualquier caso, en su primer año, el entrenador portugués devolvió al Real Madrid al escalón jerárquico del que, salvo accidente puntual, nunca debería apearse. Recorrido en la competición: 25 goles a favor, 6 en contra.

3.2 ¿Es realmente Mourinho un técnico defensivo?

Una de las grandes y pocas victorias del lumpen periodístico español ha sido la de colocar al portugués el sambenito ad infinitum de defensivo -cruz que ya arrastraba por cosas tan aleatorias como su Oporto de 2004, los cruces Chelsea-Barcelona o las semifinales del año pasado-, cuando no es así. Si, encerrado en una sala con los retardeds del periodismo patrio, tuviera que definirles a Mourinho, diría que por regla general y en condiciones neutrales es un entrenador ofensivo que no hace tikitaka (hay que diferenciarlo, por ridículo que parezca, porque los culandras han logrado imponer una relación causa-efecto entre posesión y ofensividad). Les diría que a la vez es un entrenador consecuente y conocedor tanto de las virtudes como de las limitaciones de sus equipos. Por eso, cuando se enfrenta a un equipo superior, varía sus propuestas.

Pero para ellos Mourinho será por siempre jamás un entrenador defensivo (comparado incluso a Bilardo y Clemente) por recular ante el Barcelona, un equipo en su máximo esplendor, una máquina total, perfectamente entrenado, maravillosamente alimentado y convenientemente protegido. El balance global de la temporada 2010-2011 es de 148 goles a favor y 33 en contra.

3. 3 ¿Qué se le puede reprochar a Mourinho?

Si cabe un reproche al fantástico año I de Mourinho en el Real Madrid, a título personal achacaría la lentitud de reflejos o el bloqueo que sufrió en el desarrollo de los acontecimientos tras la expulsión de Pepe en el partido de Champions, (minuto 61: expulsión de Pepe; minuto 76: gol de Messi; minuto 87: gol de Messi). Tras la salvaje entrada que acabó con la carrera profesional de Dani Alves y la merecida expulsión de un jugador que realizó su tercera falta (juego peligroso) en una semifinal de Copa de Europa, el equipo quedó tocado física y emocionalmente, y ante el aumento potencial de riesgo de gol barcelonista, debería haber introducido algún cambio en esos 30 minutos fatídicos. Nada más lejos de la realidad: los 9 jugadores de campo no vieron entrar a ningún compañero hasta el final del partido (sólo salió Adebayor en el minuto 46). El segundo gol del Barcelona, al final del partido, es sólo la consecuencia de un montón de jugadores sin fuerza, incapaces de hacer una falta a Messi en el minuto 87 antes de que éste llegara al área.

En la tercera y última entrega, Plantilla, cantera y el futuro del equipo.
.

Real Madrid CF: Balance temporada 2010/2011‏ (I)

Madridismo del sigo XXI.

Por Jarroson

Julito Yérroson, nuestro jurgolero residente más insigne, disecciona el año del Madrid con la precisión de un puto forense, en tres extraordinarios capítulos. La primera entrega versa sobre Mauriño y la prensa mandrilista, siempre amistosa y ajena a intereses bastardos.

• • • • •

1. Mourinho en el Real Madrid.

Enhorabuena a todos los madridistas con sentido crítico y perspectiva, porque acaban de vivir una temporada llena de emoción y terriblemente importante; una temporada vital en muchos aspectos que dictaminará para bien la salud del club, con una repercusión inmediata a corto, medio y largo plazo. Lo primero que pensé tras la llegada de Mourinho al Real Madrid es que era la noticia más importante en el club desde la llegada de Capello en 1996, caldo de cultivo de aquel maravilloso y pétreo equipo de la Séptima (asentamiento de Redondo, Raúl joven, Seedorf, Roberto Carlos, Panucci, Hierro en plenitud, el propio Fabio…).

En un club que se arrastraba con zozobra y con una mediocridad pasmosa por todas las esquinas tras la muerte decadente del primer florentinato, la coincidencia espacio-temporal de la mafia del raulismo y el calderonismo, y la falsa (o fallida) ilusión de la primera etapa del second coming, por fin, en la temporada 2010-2011 el madridismo ha vuelto a recobrar protagonismo y dignidad. Todo esto empieza con la llegada del entrenador portugués. Lo que en un principio podía parecer un gesto meramente deportivo, superó rápidamente las expectativas: Mourinho trascendió ese plano y se convirtió en un pluriempleado. Tiene la capacidad, el tiempo y esperamos que las ganas de convertirse en una figura de una relevancia a la altura de Ferrándiz, Di Stéfano o Saporta. Quien no lo considere así, está en su derecho, pero obvia de una forma sospechosa la deriva institucional y deportiva del club hasta 2010.

José Mourinho ha sido en su primer año entrenador, estratega, psicólogo, dramaturgo, escenarista e histrión y maniqueo. Actitudes tras las cuales se ha erigido en figura imprescindible para alinear a todos nuestros enemigos -ya por fin sin careta- y aunar nuestras tropas divididas durante años en un solo ejército, mientras componía un interesante bloque competitivo en el campo.

1.1 Influencia institucional

De puertas para dentro ha puesto cerco a Valdano, tótem ideológico del club durante 15 años (entrenador, ‘entorno blanco’ en Marca y La Sexta, director deportivo y director general) con aciertos del siglo pasado como Raúl y Redondo y fallos del pasado y presente como Baúl, Freddy Rincón, Sandro, la enemistad con Benítez, Queiroz, Pellegrini, la tentativa Míchel, su rancio menottismo, etc. Si todo esto se debe a un motivo personal (columnas de Marca en 2005) más que a un excelente olfato del portugués, es algo que ahora mismo no importa demasiado.

En cualquier caso, queda para la historia el hecho irrefutable de que los dos grandes entrenadores del club en la historia reciente, Fabio Capello (1996) y José Mourinho (2010), sendos cultivadores del trabajo diario y disciplinado y forjadores de equipos y estructuras, llegan al club con carácter más o menos urgente tras las tropelías del valdanismo práctico (1995-1996) e ideológico (2009-2010). Sin quererlo, y de forma costosa en tiempo y dinero, Valdano ha salido finalmente rentable al Madrid. Además, Mourinho ha querido potenciar la imagen de Zidane (poli bueno) como representativa del madridismo. A estos efectos, la imagen de Mourinho y Zidane subiendo juntos a recoger la medalla de la copa del Rey es bellísima y llena de contenido, un aviso a navegantes.

El club, a su vez, ha tenido que salir al ruedo, por fin, en numerosas ocasiones para defender la figura de su entrenador y sus jugadores, algo insólito hasta ahora. No es bueno que eso sea un hecho constante en la vida del club, pero puede funcionar -como de hecho ha sido- como un electroshock para los durmientes ejecutivos y directivos madridistas.

1.2 Influencia deportiva

Tras la pomposidad de los fichajes en 2009, las incorporaciones de 2010 tuvieron un aire más discreto: Özil, Khedira, Di María, Canales, Carvalho… buenos jugadores, en el mejor de los casos, que en el momento de llegada al club no tenían la vitola (aún) de estrellas mundiales. De todas las incorporaciones, sólo la de Di María fue cara (36 millones) o, como reza el engañabobos del momento, fijos y objetivos, 25+11. Lo demás, 8, 10, 6, 16. Inaudito. No achaco necesariamente a Mourinho el precio de los fichajes, porque la caja estaba vacía del año pasado, pero alguna repercusión habrán tenido sus palabras a principio de año en las que pedía mesura y no pagar demasiado por futbolistas. ¿Ha convencido por fin a Pérez -en verano se comporta como comprador compulsivo en rebajas- de la importancia y conveniencia del futbol intrahistórico, equilibrado y mesurado?

A estas alturas del año están confirmadas las llegadas de Sahin (10 millones) y Altintop (carta de libertad). Poco o nada, en comparación con otros años, se oye hablar del fichaje florentiniano de cada verano (Kun), y si se hace, parece que habrá una baja de un status equivalente (¿Kaka’, Higuaín, Benzema, Adebayor?) En cualquier caso, y a pesar de las preferencias personales de cada uno, hay algo de coherencia en el movimiento y no nos limitaremos a llenar el armario de cromos. Tras ver plantillas tan anómalas, poco efectivas y desequilibradas, con 5 delanteros o medias puntas y ningún medio de contención en la plantilla, la auténtica estabilidad habrá llegado cuando FP no sienta la ‘necesidad’ de gastarse la talegada en un trapito cada verano.

1.3 El innecesario fail Kaka’

En este sentido, no podemos dejar de acordarnos del asunto Kaka’. Un caso más grave de lo que parece. El primer fichaje ‘oficial’ de un Florentino que aseguró haber aprendido de sus errores. Falso. Nada más llegar, se encontró con el fichaje cerrado de Cristiano por 96 millones, bajo penalización de 30 para quien rompiera el acuerdo con el Manchester de forma unilateral. Lo más lógico habría sido presentar al astro portugués. Nada más lejos de la realidad: Florentino se apresuró en fichar al brasileño por 65 millones de euros y presentarlo como el primero de sus jugadores. Kaka’ fue presentado un 30 de junio y el portugués un 6 de julio, estando prácticamente cerrado desde hacía tiempo.

Kaka’, lejos de las excusas de la canallesca con diploma de periodista (Kaka’ por Sneijder y Robben por Cristiano) no es que costara 65 millones, es que fue canje de Sneijder, Robben y 25 millones de euros. No vamos a traer debates muertos sobre la conveniencia del movimiento, pero por favor, que no nos tomen por idiotas. ¿Cuál fue la verdadera motivación del fichaje? Tras dos años de dimes y diretes, declaraciones pretenciosas y silencios, Ramón Calderón, que siempre se sintió inseguro y vigilado, no pudo -como presidente ni como ex presidente- dejar de acordarse un solo día de FP. ¡Qué mejor que presentar uno de los objetivos principales de Calderón (“si soy presidente del Madrid, Cesc, Robben y Kaka’ jugarán aquí”) nada más retomar FP el mando del club en 2009!

Pero, ¿era necesario el desembarco del brasileño? Rotundamente, no. En palabras de Cipote de Oro, “el tema Kaka’ es fundamental para contextualizar todo lo que ha ocurrido en el Madrid desde la llegada de Florentino. Igual que si mañana te vas a vivir a Noruega tienes que aprender a vivir con que en invierno hace frío, con Kaka’ sabes que la caja se ha quedado vacía, y que tienes un individuo que te condiciona todo el desempeño ofensivo de la plantilla. A su manera, es un Baúl, al cual te tienes que amoldar, con el que tienes que ser políticamente correcto, y que, además, puede ser y es usado como arma arrojadiza por la canallesca contra entrenador y presidente. Un jugador extremadamente caprichoso que no puedes dejar fuera de la convocatoria. Jugador que parece elegir los partidos que le apetece jugar y los que no, como quien elige un bombón de la Caja Roja. Jugador con el que estás obligado hacer un esfuerzo extra por integrarlo en la dinámica, pudiendo dedicar ese esfuerzo a otras facetas del juego o a sacar rendimiento de otros jugadores con mayor proyección”.

Por lo tanto:

–    Económicamente: el fichaje (y desembolso) por Cristiano estaba pactado, 96 millones de euros al contado. Sabiendo que había necesidades más importantes (Alonso, 35 millones que acometer sí o sí) el fichaje de Kaka’, desde un punto de vista económico, se antoja una irresponsabilidad.

–    Deportivamente: ciñéndonos al plano deportivo, Kaka’ no es un centrocampista con capacidad de lectura de partido y aguante de pelota -en definitiva, lo que la prensa (y el club) querían vendernos. Es un segundo delantero, un excelente llegador. ¿Era lo que necesitaba el equipo? ¿Un equipo en el que siempre hay delanteros (llegamos a juntar a Huntelaar, Benzema, Negredo, Cristiano e Higuaín) y que llevaba con un déficit de centrocampismo más de 8 años, haciendo adaptaciones chuscas y malos fichajes durante tanto tiempo?

–    Incluso si el fichaje se realizó con ínfulas estratégicas (¿Adidas – Brasil?), ¿no podría ser Cristiano (con algún refuerzo como Marcelo) un factor de corrección en el mercado brasileño? Valgan las palabras de enelfondohaysitio como único contraste positivo acerca del fichaje del brasileño.

En cualquier caso, la llegada de Kaka’, unida a la innegociable quedada de los dictadores piperos, Puti y Baúl, obligó a la salida de Robben y Sneijder, dos hombres con los que el entrenador, Manuel Pellegrini, querría haber contado. El resto es historia. 5 títulos entre los dos en su primer año fuera de Madrid y Granero, Lass y Guti (el trivote contra el OL, casualidades de la vida) jugando por  doquier mientras Van der Vaart hacía un digno papel de sustituto del fichaje anticalderoniano de Florentino.

Para no hacer sangre y quedarnos en un análisis lo más objetivo posible, no comentaremos la actitud profesional del futbolista en relación con su rodilla y la Copa del Mundo. Dos años en el Madrid, por una fortuna y valiosos jugadores, para estar dos tercios convaleciente. Uno de los fichajes más desastrosos de la historia del Real Madrid.

Por eso es tan importante Mourinho: ¿cuántos entrenadores en el mundo serían capaces de frenar a FP? Mourinho, como la RAE, limpia, fija y da esplendor. Si el de Setúbal habría podido frenar el fichaje de Kaka’ en 2009 no lo sabemos, pero sí sabemos -esperemos- cómo ha de comportarse el Madrid en su política deportiva de una vez por todas. Basta de brindis al sol en materia de fichajes.

2. El papel de la prensa. Factores externos y desestabilizadores

Y es que, para hacer honor a la verdad, en la temporada 2010-2011 el Real Madrid ha tenido más rivales y más duros fuera del campo que dentro. Mientras el Barcelona orquesta su discurso proletario, con Mundo Deportivo y Sport haciendo proselitismo, la vertiente intelectual del barcelonismo encuentra regocijo con Ramón Besa, ángel de la guarda del discurso guardiolista más meloso y empalagoso, y con su paje Luis Martín. Además, en Madrid, Diego Torres, obsesionado antimourinhista, Sámano, baulogutista, y Giovio, lerda gutista recalcitrante, se encargan de cortar, envasar y servir los acontecimientos desde la capital.

El As es un medio madridista-antimadridista: es decir, por definición, raulista  y calderoniano. “Jogo bonito”, “Hay que poner a Capello en la frontera”, ni una crítica al calderonismo más tosco y desvergonzado, Pedro León mártir del mourinhismo, “Alucinan con Baúl” (el día siguiente al fallecimiento de Jarque), “Raúl, no te vayas nunca” (tras dos goles al Valladolid), Lass es mejor que Khedira, “León & Canales, españolización para soñar”, etc. Oportunista hasta la náusea y lleno de zampabollos más tontos que un zapato, con ascendencia en el populacho, no han facilitado especialmente el aterrizaje de Mourinho. Salvo algún arreón de Roncero, cuyo target son los madridistas más retardeds del planeta, las plumas más influyentes del periódico -Relaño (veleta los días pares, oportunista los impares, aspirante frustrado a Churchill y Hemingway del periodismo deportivo), Pedro Pablo (michelista), Luis Nieto (antikhedirista), y Trueba (pipero con estudios)-  completan la plana mayor de un periódico que, siempre en función de sus intereses económicos, irá con la misma facilidad con la que vendrá al segundo siguiente, si con eso gana un euro.

En el otro lado está Marca, ya por fin liberado del yugo del pelota y mayor productor de vergüenza ajena del planeta Tierra, Eduardo Inda. Para madridistas tan burdos, prefiero antimadridistas. Chulo, más egocéntrico que un futbolista, imitador-copiador de eslóganes y buscando siempre la confrontación directa con el Barcelona de la forma más soez y petulante, fue reemplazado por decisión de Pedro Jota, al que todos imaginamos lleno de rubor. Hace menos de un año, el discurso del periódico era “Guti es el mejor soldado que vieron los tiempos” y “Ironman Baúl”, en un sonrojante artículo lleno de falta de rigor y trampeos baratos sin ningún dato objetivo, o matando a Pellegrini antes de empezar. Como diría Dick_Turpin, esto es asín, amics.

Pero en realidad, compañeros, los medios deportivos proletarios son peleas de tasca sin mucha importancia, batallas menores. Vamos al meollo de la batalla mayor, la batalla ideológica situada en el vértice más alto de la intelectualidad española, el think tank antimadridista de pretensiones antropológicas y culturales, situado sin embargo en la sección de deportes de un medio creador de opinión: el Mein Kampf del antimadridismo para eruditos, El País. Este diario ha iniciado una curiosa guerra antimourinhista abordando todas las dimensiones posibles. Desde el enaltecimiento surrealista del rival (“Querido Iniesta”), al proselitismo de garrafón (“El sueño engañoso de Mourinho – Nabucodonosor”), El País, con unas intenciones delirantemente irracionales, ha delineado con maestría un marco global en el que Mourinho aparece como Saturno devorando a un hijo, siendo el hijo, según la conveniencia o el mes, el Real Madrid, los jugadores españoles, el buen gusto, la decencia y legitimidad futbolística, el juego ofensivo, los tradicionales valores del Madrid (de los que hablan más los enemigos que nosotros mismos), etc., etc.

Esta cabecera ha recuperado el fútbol de derechas y de izquierdas, la trascendencia política y social de un deporte (Pérez, Mourinho, Cristiano y FMI contra Cruyff, Guardiola, Vázquez Montalbán, Xavi, Iniesta, la Masía, los niños de África). Sólo Valdano es un personaje legítimo para el engranaje dentado de Miguel Yuste, a propósito de quien Mourinho, en rueda de prensa, espetó a Diego Torres “y con el que comes todos los días…”. La cabeza de lanza ha sido  precisamente Torres, quien ha utilizado todo tipo de tretas: desde las oportunistas y cochambrosas comparaciones Pelle–Mou a principio de temporada, cuando la estadística favorecía al chileno, hasta extrañas confidencias y declaraciones oníricas, como ya he mencionado. Pero la maquinaria del diario prisaico no ha tenido piedad: al núcleo del debate le han ido uniendo los más diversos opinadores cualquier tipo de envoltorio, con el objetivo de hacer de Mourinho una bola de nieve más y más grande, y convertir un problema futbolístico en un armagedón de carácter político, sociológico, cultural… lo que salga. Casualmente, una antítesis del modelo barcelonista, trabajado positivamente desde los mismos planos socioculturales.

De todo el trabajo ideológico elaborado día a día en El País durante esta temporada, sale este hermoso zigurat:

Javier Marías (El triste que lo contamina todo), José María Izquierdo (Arbeloa. Y Mayor Oreja), Ramón Besa (Cuando Guardiola no se sintió Guardiola), Santiago Segurola -cito de nuevo a Cipote de Oro “Segurola se fue de PRISA pero PRISA no se fue de Segurola”- (La revuelta de un consentido), Juan José Millas (Áspero mundo), Martín Girard (Palos de ciego), Alfredo Relaño (Mourinho lo está mourinhizando todo), Diego Torres (Poder absoluto), Carlos Boyero (Chulazo), Resines (Si el Madrid juega, yo no trabajo). Entrevista a Angélica Liddell por Jesús Ruiz Mantilla (Es fantástico. No como Guardiola. No le soporto. –  ¿Por qué, mujer? – Los que van de maestros no los aguanto, los que van de eso, paternalistas, humildes, sencillos, no puedo con ellos. Esa exaltación de los valores no me convence. Esa exaltación de la humildad me parece soberbia. Yo no me fío. Prefiero a Mou. – Se lo regalo. Veo que usted es acérrima. Ultra). Como podéis ver, sólo faltaron al aquelarre antimourinho Sardá y Gemma Nierga. Oh, wait… sólo faltó Gemma Nierga.

A esta caterva de intelectuales con sensibilidades de izquierdas, que piden perdón por ser madridistas, Cipote de Oro dio en denominarlos acertadamente ‘madridistas con escayola ideológica’. Madridistas que, como Resines o Marías, piden perdón por ser madridistas, o especifican “yo soy madridista, pero de cuando teníamos valores, de cuando la Quinta y el año de Valdano” (¿cuál de los dos años de Valdano?, habría que preguntar: ¿el primero o el segundo?) El artículo de DeSqueran Arcadismo madridista es una excelsa descripción al respecto. Como hacer mención de todos los artículos de Torres y del resto de colaboradores de El País, es una tarea que Dios podría encomendar a Noé, os dejo una recopilación a cargo de @tosepower.

Se trata de una guerra interplanetaria que se juega en el césped y se desata desde cualquier esfera. ¿Es Florentino Pérez un personaje público más débil, con una posición empresarial más vulnerable a campañas mediáticas en su contra que en el 2000, y que no puede permitirse el tener el mayor conglomerado medíático en su contra? ¿La delicada situación actual de ACS (Iberdrola – PSOE – PRISA) le requiere de mucho tiempo y dedicación, e inevitablemente, le supone una distracción respecto a sus obligaciones con el Real Madrid? Son preguntas de complicada respuesta.

Agradecimientos a DeSqueran y Cipote de Oro. En el próximo capítulo, Sistemas y variaciones tácticas.
.

Ya hemos pasao

Por Jarroson cuartofinalista

Estaba marcado en el calendario. En el día de ayer, https://youtu.be/hz0YmsuLS4c, se abría una falla espacio-temporal en el madridismo que remontaba hasta seis años atrás. Seis años de mediocridad y desatino  en los que el club se llenó de lodo, e incapaz de limpiarse, contemplaba desde la verja la fiesta del fútbol europeo. Tras la llamada de atención de Mou, un señor portugués que ha venido a recordarnos lo que de verdad significa ser madridista, el estadio rebosaba en una coreografía perfecta. El césped brillante, los focos al máximo, aficionados con una primera vacuna antipipera y un tifo con la leyenda: “Cuanto más grande es el objetivo, mayor será la gloria por haberlo conseguido”. Con estos ingredientes contemplábamos esta prórroga del second coming de Florentino, este punto de inflexión en 2011 para un Madrid que se regenera desde las entrañas de su entrenador, buscando la liberación psicológica,  la forja de una prometedora generación de futbolistas, la esperanzadora inauguración del postbaulismo.

En cada gesto inicial se intuía la intensidad física y emocional del choque para nuestros hombres, decididos a marcar gol o territorio lo antes posible. El Madrid salió con ímpetu. A los pocos minutos de partido, Marcelo, iniciando lo que sería su primer partido ‘diferencial’ en Europa, exigió a Lloris en un tiro al primer palo. El Madrid -signo concluyente muchas veces- se llevó prácticamente todos los balones aéreos en los primeros minutos, mientras proseguía su alud: Di María de tacón para Benzema, que centró desde la derecha; luego el francés asistiendo a Cristiano… Todo en apenas diez minutos.

Sin embargo, había tanta energía en el césped que la falta de pausa y rigor se hacía demasiado evidente. La imagen del equipo en los primeros minutos eran Pepe y Di María, verticales, atolondrados, hiperactivos. Poco tardó el Madrid en llegar en serio, y tras una falta Alonso le puso un balón a Cristiano en la cabeza. Lloris, que a lo largo del partido mostraría credenciales para un grande, se encontró saliendo del área pequeña con el balón mecido en su regazo. El Madrid, como si esperara marcar antes del cuarto de hora, devino algo nervioso. Cada vez que un balón pasaba de tres cuartos, despeje inmediato como si estuviéramos en el minuto 85. Sin noticias de Alonso, Khedira o Marcelo en esa lenta transición media, los balones salían salpicados del área blanca con un convencimiento preocupante. De todo ello se apercibieron los realizadores, que no hacían más que pasar imágenes en cámara superlenta, para calmar el ímpetu de los jugadores y tranquilizar a los espectadores.

Pepe mientras tanto marcaba su terreno, unas veces posando su rodilla sobre la cabeza de Lisandro con gracejo y armonía, otras veces siendo marcado él con una amarilla por cortar una contra de Gourcuff. Özil, perdido entre la maraña lyonesa en el medio, decidió probar suerte e intimidar pacíficamente tirando desmarques como si fuera Higuaín. A los 20 minutos llegó el primer aviso serio del OL con un tiro del Chelo Delgado, un hombre con algo de antimadridista en su porte, su fútbol, su rostro, su mirada. Despejó bien Casillas.  Con ese tiro inauguró el OL su breve reinado en el césped del Bernabéu. Apenas duró 20 minutos, pero durante ese tiempo el Madrid pasó su peor momento, incapaz de hilvanar y de hacerse con el ritmo y el peso del encuentro. Sólo se manifestó a través de contras desesperadas e imprecisas, mientras Gourcuff sacaba cada vez más balones parados y Lisandro tenía más contacto con el balón.

El Madrid, entretanto, mostraba sin tapujos una energía de equipo adolescente. A la media hora de juego, se estabilizó y pudo contrarrestar el dominio lyonés. Estábamos viviendo un choque intenso pero difuso, hasta que por fin en una recuperación de Alonso se inició la maravilla de Marcelo. Cristiano, en su primera genialidad de blanco que sobrevivirá a la hemeroteca, le pasó al primer toque al brasileño, que zigzagueando llegó hasta el gol. Cris por la derecha, Lovren por la izquierda, Lloris por la derecha, gol. Golazo.

El efecto psicológico del tanto calmó a los madridistas, que disminuyeron su compromiso sobre el balón y le cedieron, confiada  y voluntariamente, la responsabilidad a los franceses, sabiendo que estos se conformarían con no encajar un segundo gol antes del descanso. Benzema tuvo dos oportunidades: en la primera, rematando como remató Ronaldo contra el Alavés, Lloris se lució de nuevo; y a los dos minutos, en un remate de cabeza a las redes, el árbitro pitó fuera de juego.


«¡Jorge, estás nominado!»

Para la segunda parte, Puel enmendó el regalo que había hecho al madridismo dándole la titularidad a Jimmy Briand y sacó a Gomis, que no juega con machete pero lo hace con fusil. El Madrid, más pausado, supo conservar más y mejor el balón. Bien replegados y a gusto, los blancos vivían tranquilos sobre el césped. En una jugada maravillosa entre Özil y Benzema, iniciada tras una pérdida de Gourcuff en el medio, nuestros dos artistas levantaron un muro, pared a pared hasta la puerta de Lloris. El chut de Özil salió fuera.

El Madrid no dominaba necesariamente el balón, pero sí el ritmo del partido. Y entre detalles, llegamos a la hora de juego con un raquítico 1-0.  Justo cuando más nos empezaban a desesperar algunos brindis al sol de Cristiano, nos encontramos con un envío largo de Marcelo a Özil, y de éste a Benzema, quien ante Lloris marcó entre las piernas con el interior del pié. Hay un gesto en la celebración de Karim, cerrando los puños y apretando las mandíbulas, definitorio, de alivio. “Lo he conseguido, por fin”. Karim, un gigante que por fin despertó. Cuando empiece a andar será inconmensurable.

Con 20 minutos para el final, Mourinho movió el banco dando entrada a Adebayor, que en cierta medida parece haber adquirido el donwtempo de Benzema, pero no obstante participó de refilón en el 3-0. La jugada es de manual: Casillas saca en largo para Adebayor y el balón le salpica a Özil, que en otro gesto maravilloso le peina el balón al Fideo, quien hace como si se llevara el balón de espuela. Ante el acoso de Cissokho y la salida de Lloris, tranquilo, eleva la pelota con tacto y dulzura… gol. Con el cambio del Fideo por Granero, Mou echó el pestillo al partido con el canterano, único postulante al ansiado puesto de tercer volante, estratégico para la descarga del juego o el aumento de posesión, según convenga. El 4-3-3 debió parecerle poco a Mou, que se inventó el cambio de Lass para que Benzema recibiera la ovación del Bernabéu. A partir de ese momento, y en los 10 últimos minutos de partido, con el OL pidiendo la hora recostado en una acera, el Madrid sobó el balón cuanto quiso, y entre Lass, Granero, Khedira, Alonso y Marcelo, anestesiaron al enfermo hasta que dejó de respirar.

Una vez terminado el partido, el análisis de los logros de esta noche dan para una entrada aparte. Primer partido en que Marcelo es decisivo en Europa; la paciencia y la formación dan sus frutos. 100 partidos y 5 años después tenemos a un futbolista insuperable que ha estado a punto de caer varias veces “porque no sabía defender”.  Como si los piperos hubieran nacido sabiendo mascar pipas, no te jode. Benzema despega definitivamente, y por primera vez apunta más y mejor que el Benzema de Lyon. Özil –nada nuevo bajo el sol- sigue proyectándose en el horizonte como un 10 fabuloso, y el equipo –suponemos- se habrá liberado de la carga psicológica de superar los octavos. En el futuro próximo: final de Copa, Barcelona a 5 puntos y un cruce de cuartos en Europa con la cabeza despejada y las pilas recargadas (ya me gustaría). No obstante, el equipo parece aún algo tierno para según qué cimas, por jugadores y sistema. El hermético 4-2-3-1 es un sistema que no convence ni transmite seguridad para partidos de enjundia, y por ejemplo castiga a Di María siempre a la derecha, impidiéndonos ver permutas entre el argentino y el portugués. Y Di María en la izquierda es otro jugador, conviene recordar.

El Real Madrid y sus aficionados viviremos en estos días una fiesta relativa. Como dice Mourinho, “lo anormal era no pasar.” La guerra continúa.

– Real Madrid: 3 (Marcelo, Benzecrack y Di María)
– Olympique de Lyon: 0

Incidencias: Al final del partido, camisetas dedicadas a un culerdo que deseó recientemente nuestra eliminación.

Videoresumen

[polldaddy poll=»4731757″]
.

Coitus… interruptus

Por Jarroson, corresponsal franchute

Martes 22 de febrero de 2011, Día D del proyecto, punto G del madridismo. Lyon, Gerland, Copa de Europa. 6, 7 u 8 años sin pasar de octavos ni ganar fuera en cruces. Luxemburgo, López Caro, Calderón, Shuster, Juande, Pellegrini, Raúl, Guti, Borja, Mejía. Toda esta pesadilla queda atrás cuando vemos a Mourinho en una rueda de prensa, bajándose del autobús o simplemente saludando a los niños Champions en el túnel de vestuarios. Tras Mourinho, un equipo joven en pos de una identidad. En el de ayer no encontramos a Marcelo ni a Benzema. Y sí a Ramos y Di María, claves de una adivinanza que entretuvo a la prensa un día entero. El dibujo fue el tradicional, y con la ausencia de Marcelo, toda la iniciativa en la primera fase de la jugada recaería sobre Alonso, con Özil y Di María como encargados del auxilio en la segunda fase. Hemos de suponer que con el 4-3-3 Marcelo habría tenido cabida en detrimento de Ramos. Lástima que Mou no se atreva, de momento, a poner a Marcelo en los días más señalados. Cada vez que el 12 blanco pase al lado del portugués en los entrenos, que le susurre “sin riesgo no hay gloria”.

En el vestuario los únicos saludos afectuosos que se vieron fueron el abrazo entre Mou y Puel y el choque de manos mega-nigga-the-wire entre Gomis y Adebayor. En el campo hacía frío pero no llovía, y el Madrid empezó tocando en rondo sin mucha convicción hasta que el balón le llegó a Pepe, que lo lanzó hacia Adebayor. “El camino más corto es la línea recta”, debe pensar el portugués. Cada vez que el Madrid avanzaba metros y perdía la posesión el Lyon salía a la contra. Definitivamente, los primeros minutos fueron del OL. Los lyoneses se soltaron con una llegada de Bastos por la izquierda y un fuera de juego de Gomis. El Real intentaba tejer en los primeros minutos, pero sin que de verdad supiéramos si ese tejemaneje y sobeteo inocuo de balón eran un plan inicial o una solución a la omnipresente presión lyonesa.

Ramos inició su particular recorrido por el partido con una amarilla a los nueve minutos. Acto seguido, Bastos, más desequilibrante que Delgado, cambió de banda esperando encontrar un maná. El Lyon dominaba los primeros compases de partido y el Real era cortocircuitado con una facilidad asombrosa. Dos factores determinantes: ausencia de Marcelo y una efectiva presión. Di María y Özil, los dos únicos hombres que adquieren (junto a Alonso) el paquete de acciones vacante de Marcelo, no acertaron a imponerse en la primera parte. El alemán se vio siempre rodeado de contrarios y el argentino sigue extraviado en un extraño vía crucis. Ha recuperado algo de frescura física, pero no esa chispa tan esperanzadora de principio de temporada.

Mourinho anotaba con devoción en una libreta que sin duda se le quedaría pequeña tras pocos apuntes: 1. Cristiano, acostumbrado en su sociedad con Marcelo a descargar a la izquierda, lanzó dos balones que eran dos contras en potencia a una pradera que Arbeloa admiraba desde lejos. Lo que confirma que aunque Marcelo no esté hecho defensivamente es muy importante ofensivamente. Bastantes minutos después, Arbeloa subió y fue obviado por hasta tres compañeros. Alonso, Özil y Cristiano debieron pensar que era mejor enfatizar por el centro antes que dar potestad a un postizo. 2. Con los laterales sin subir, Cristiano, que en la banda no era abastecido, acudió al medio y se empotró con Özil y Di María, que hizo lo mismo que el portugués. El Real era un embudo.

El partido avanzaba sin que nada significativo pasara. Nos acercábamos a la media hora y de los porteros no teníamos noticias, salvo ese trapito que Sara le prestó a Íker para que se atara al cuello, perfectamente conjuntado con botas, medias y pijama. Khedira hizo un partido correcto (y no más) en faceta defensiva, inexistente en ofensiva como acostumbra en partidos de enjundia, pero se resarció con una demostración de juego aéreo en ambas direcciones, recepcionando balones de Lloris y Casillas. Mientras lamentábamos la ausencia de Marcelo, Di María chutó a puerta por primera vez a la media hora, y poco después lo hizo Cristiano, respondiendo Lloris con ortodoxia. Ese breve asedio le dio al Madrid la iniciativa por unos minutos, que se vio interrumpida por una contra iniciada con un bonito movimiento de Gomis sobre Carvalho. Casillas salió, blocó mal y el balón terminó en corner. Primera e inquietante ocasión de los franceses. Lo mejor –y más práctico- era llegar al descanso con 0-0, que Cristiano cambiara los tacos de las botas y que Mou corrigiera los fallos de circulación. No fue una primera parte bonita, pero era lo esperado para un partido de ida de octavos. Tensión, presión, batallas tácticas, nervios, concentración defensiva…

En la segunda parte el Madrid salió más decidido. Se hizo con el control del balón y por fio algunos jugadores hicieron gala de su movilidad. El asedio teóminó resumido en dos palos, uno de Cristiano tras una falta lateral y otro de Ramos en un corner. La mejor noticia de todas fue la aparente recuperación de Di María, un jugador soberbio cuando está fino. El OL equilibró fuerzas con algunos corners consecutivos y jugadas a balón parado. Hasta que por fin, a la hora de juego salió Benzemá, ovacionado, y al minuto marcó en una jugada iniciada en la banda. Özil recorta en la frontal ante Gourcuff, combinó con Ronaldo y pasó a Benzema que leía la gestación de la jugada unos metros por detrás. El gol es agónico. Benzemá amaga, se resbala, el balón pasa entre las piernas de Lloris y Cris lo remacha. Él, respetuoso no lo festejó, pero el resto de madridistas en el mundo se fundió en un grito, “¡Gol!” Había algo de metafórico o simbólico marcando en Gerland, todo buenos presentimientos.

Para hacer justicia a Benzema, hay que remarcar que lleva una muy buena dinámica desde enero, y por fin me animo a pedir continuidad para él. Hay algo en el madridismo de tía en las rebajas; por mi parte pido perdón. Tras el gol salió Lass por Khedira,  en lo que yo creo que fue un fallo de Mou a no ser que Khedira tuviera molestias (a estas horas no lo sé). Con Lass por Di María y vuelta al 4-3-3 el Real habría cerrado este partido que iba para 0-1 de manual.

El gol aceleró a Puel y sus muchachos. El entrenador agotó cambios y los jugadores caían sobre los nuestros rebanándoles los tobillos, o eso parecía. A un cuarto de hora del final entró Marcelo y el Madrid se reposicionó en torno a un abrigado 4-4-2. Terminábamos el encuentro partidos, sólo que esta vez en un 7-3, con Di María vagabundeando entre Benze y Cristiano y los medios.  Los franceses se acercaban minuto a minuto y los nuestros no acertaban a controlar el partido, matarlo era imposible. Como si Cristiano presintiera el desastre, advirtió lleno de vehemencia los tres o cuatro metros que Pjanic o Gourcuff adelantaron el balón en una falta en tres cuartos. Cris envió el balón a Gomis, que a metro y medio de Casillas, fusiló con un soplido. El gol del OL en el 84 es un jarro de agua fría porque el Madrid había hecho el partido perfecto y necesario, el partido que exigía este momento. Serio, concentrado y eficaz. No obstante la sensación es largamente positiva. La segunda parte del desafío llegará el 16 de marzo. Mientras tanto, Deportivo, Málaga, Racing y Hércules; 12 puntos obligados antes de vestir de gala al Bernabéu en este último tercio de temporada, en el que cada día será una final. ¡Hala Madrid!

– Olympique Lyonesse: 1 (Negromis)
– Real Madrid: 1 (Benzecrack)

Incidencias: Wolfgang Stark reescribió el reglamento: cada roce entre jugadores es falta, sobre todo si el que roza es el visitante. Florentino se sacudió el almidón por un día.

Videoresumen

[polldaddy poll=»4600014″]
.