
…Madridismo del sigo XXI.
Por Jarroson
Julito Yérroson, nuestro jurgolero residente más insigne, disecciona el año del Madrid con la precisión de un puto forense, en tres extraordinarios capítulos. La primera entrega versa sobre Mauriño y la prensa mandrilista, siempre amistosa y ajena a intereses bastardos.
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1. Mourinho en el Real Madrid.
Enhorabuena a todos los madridistas con sentido crítico y perspectiva, porque acaban de vivir una temporada llena de emoción y terriblemente importante; una temporada vital en muchos aspectos que dictaminará para bien la salud del club, con una repercusión inmediata a corto, medio y largo plazo. Lo primero que pensé tras la llegada de Mourinho al Real Madrid es que era la noticia más importante en el club desde la llegada de Capello en 1996, caldo de cultivo de aquel maravilloso y pétreo equipo de la Séptima (asentamiento de Redondo, Raúl joven, Seedorf, Roberto Carlos, Panucci, Hierro en plenitud, el propio Fabio…).
En un club que se arrastraba con zozobra y con una mediocridad pasmosa por todas las esquinas tras la muerte decadente del primer florentinato, la coincidencia espacio-temporal de la mafia del raulismo y el calderonismo, y la falsa (o fallida) ilusión de la primera etapa del second coming, por fin, en la temporada 2010-2011 el madridismo ha vuelto a recobrar protagonismo y dignidad. Todo esto empieza con la llegada del entrenador portugués. Lo que en un principio podía parecer un gesto meramente deportivo, superó rápidamente las expectativas: Mourinho trascendió ese plano y se convirtió en un pluriempleado. Tiene la capacidad, el tiempo y esperamos que las ganas de convertirse en una figura de una relevancia a la altura de Ferrándiz, Di Stéfano o Saporta. Quien no lo considere así, está en su derecho, pero obvia de una forma sospechosa la deriva institucional y deportiva del club hasta 2010.
José Mourinho ha sido en su primer año entrenador, estratega, psicólogo, dramaturgo, escenarista e histrión y maniqueo. Actitudes tras las cuales se ha erigido en figura imprescindible para alinear a todos nuestros enemigos -ya por fin sin careta- y aunar nuestras tropas divididas durante años en un solo ejército, mientras componía un interesante bloque competitivo en el campo.
1.1 Influencia institucional
De puertas para dentro ha puesto cerco a Valdano, tótem ideológico del club durante 15 años (entrenador, ‘entorno blanco’ en Marca y La Sexta, director deportivo y director general) con aciertos del siglo pasado como Raúl y Redondo y fallos del pasado y presente como Baúl, Freddy Rincón, Sandro, la enemistad con Benítez, Queiroz, Pellegrini, la tentativa Míchel, su rancio menottismo, etc. Si todo esto se debe a un motivo personal (columnas de Marca en 2005) más que a un excelente olfato del portugués, es algo que ahora mismo no importa demasiado.
En cualquier caso, queda para la historia el hecho irrefutable de que los dos grandes entrenadores del club en la historia reciente, Fabio Capello (1996) y José Mourinho (2010), sendos cultivadores del trabajo diario y disciplinado y forjadores de equipos y estructuras, llegan al club con carácter más o menos urgente tras las tropelías del valdanismo práctico (1995-1996) e ideológico (2009-2010). Sin quererlo, y de forma costosa en tiempo y dinero, Valdano ha salido finalmente rentable al Madrid. Además, Mourinho ha querido potenciar la imagen de Zidane (poli bueno) como representativa del madridismo. A estos efectos, la imagen de Mourinho y Zidane subiendo juntos a recoger la medalla de la copa del Rey es bellísima y llena de contenido, un aviso a navegantes.
El club, a su vez, ha tenido que salir al ruedo, por fin, en numerosas ocasiones para defender la figura de su entrenador y sus jugadores, algo insólito hasta ahora. No es bueno que eso sea un hecho constante en la vida del club, pero puede funcionar -como de hecho ha sido- como un electroshock para los durmientes ejecutivos y directivos madridistas.
1.2 Influencia deportiva
Tras la pomposidad de los fichajes en 2009, las incorporaciones de 2010 tuvieron un aire más discreto: Özil, Khedira, Di María, Canales, Carvalho… buenos jugadores, en el mejor de los casos, que en el momento de llegada al club no tenían la vitola (aún) de estrellas mundiales. De todas las incorporaciones, sólo la de Di María fue cara (36 millones) o, como reza el engañabobos del momento, fijos y objetivos, 25+11. Lo demás, 8, 10, 6, 16. Inaudito. No achaco necesariamente a Mourinho el precio de los fichajes, porque la caja estaba vacía del año pasado, pero alguna repercusión habrán tenido sus palabras a principio de año en las que pedía mesura y no pagar demasiado por futbolistas. ¿Ha convencido por fin a Pérez -en verano se comporta como comprador compulsivo en rebajas- de la importancia y conveniencia del futbol intrahistórico, equilibrado y mesurado?
A estas alturas del año están confirmadas las llegadas de Sahin (10 millones) y Altintop (carta de libertad). Poco o nada, en comparación con otros años, se oye hablar del fichaje florentiniano de cada verano (Kun), y si se hace, parece que habrá una baja de un status equivalente (¿Kaka’, Higuaín, Benzema, Adebayor?) En cualquier caso, y a pesar de las preferencias personales de cada uno, hay algo de coherencia en el movimiento y no nos limitaremos a llenar el armario de cromos. Tras ver plantillas tan anómalas, poco efectivas y desequilibradas, con 5 delanteros o medias puntas y ningún medio de contención en la plantilla, la auténtica estabilidad habrá llegado cuando FP no sienta la ‘necesidad’ de gastarse la talegada en un trapito cada verano.
1.3 El innecesario fail Kaka’
En este sentido, no podemos dejar de acordarnos del asunto Kaka’. Un caso más grave de lo que parece. El primer fichaje ‘oficial’ de un Florentino que aseguró haber aprendido de sus errores. Falso. Nada más llegar, se encontró con el fichaje cerrado de Cristiano por 96 millones, bajo penalización de 30 para quien rompiera el acuerdo con el Manchester de forma unilateral. Lo más lógico habría sido presentar al astro portugués. Nada más lejos de la realidad: Florentino se apresuró en fichar al brasileño por 65 millones de euros y presentarlo como el primero de sus jugadores. Kaka’ fue presentado un 30 de junio y el portugués un 6 de julio, estando prácticamente cerrado desde hacía tiempo.
Kaka’, lejos de las excusas de la canallesca con diploma de periodista (Kaka’ por Sneijder y Robben por Cristiano) no es que costara 65 millones, es que fue canje de Sneijder, Robben y 25 millones de euros. No vamos a traer debates muertos sobre la conveniencia del movimiento, pero por favor, que no nos tomen por idiotas. ¿Cuál fue la verdadera motivación del fichaje? Tras dos años de dimes y diretes, declaraciones pretenciosas y silencios, Ramón Calderón, que siempre se sintió inseguro y vigilado, no pudo -como presidente ni como ex presidente- dejar de acordarse un solo día de FP. ¡Qué mejor que presentar uno de los objetivos principales de Calderón (“si soy presidente del Madrid, Cesc, Robben y Kaka’ jugarán aquí”) nada más retomar FP el mando del club en 2009!
Pero, ¿era necesario el desembarco del brasileño? Rotundamente, no. En palabras de Cipote de Oro, “el tema Kaka’ es fundamental para contextualizar todo lo que ha ocurrido en el Madrid desde la llegada de Florentino. Igual que si mañana te vas a vivir a Noruega tienes que aprender a vivir con que en invierno hace frío, con Kaka’ sabes que la caja se ha quedado vacía, y que tienes un individuo que te condiciona todo el desempeño ofensivo de la plantilla. A su manera, es un Baúl, al cual te tienes que amoldar, con el que tienes que ser políticamente correcto, y que, además, puede ser y es usado como arma arrojadiza por la canallesca contra entrenador y presidente. Un jugador extremadamente caprichoso que no puedes dejar fuera de la convocatoria. Jugador que parece elegir los partidos que le apetece jugar y los que no, como quien elige un bombón de la Caja Roja. Jugador con el que estás obligado hacer un esfuerzo extra por integrarlo en la dinámica, pudiendo dedicar ese esfuerzo a otras facetas del juego o a sacar rendimiento de otros jugadores con mayor proyección”.
Por lo tanto:
– Económicamente: el fichaje (y desembolso) por Cristiano estaba pactado, 96 millones de euros al contado. Sabiendo que había necesidades más importantes (Alonso, 35 millones que acometer sí o sí) el fichaje de Kaka’, desde un punto de vista económico, se antoja una irresponsabilidad.
– Deportivamente: ciñéndonos al plano deportivo, Kaka’ no es un centrocampista con capacidad de lectura de partido y aguante de pelota -en definitiva, lo que la prensa (y el club) querían vendernos. Es un segundo delantero, un excelente llegador. ¿Era lo que necesitaba el equipo? ¿Un equipo en el que siempre hay delanteros (llegamos a juntar a Huntelaar, Benzema, Negredo, Cristiano e Higuaín) y que llevaba con un déficit de centrocampismo más de 8 años, haciendo adaptaciones chuscas y malos fichajes durante tanto tiempo?
– Incluso si el fichaje se realizó con ínfulas estratégicas (¿Adidas – Brasil?), ¿no podría ser Cristiano (con algún refuerzo como Marcelo) un factor de corrección en el mercado brasileño? Valgan las palabras de enelfondohaysitio como único contraste positivo acerca del fichaje del brasileño.
En cualquier caso, la llegada de Kaka’, unida a la innegociable quedada de los dictadores piperos, Puti y Baúl, obligó a la salida de Robben y Sneijder, dos hombres con los que el entrenador, Manuel Pellegrini, querría haber contado. El resto es historia. 5 títulos entre los dos en su primer año fuera de Madrid y Granero, Lass y Guti (el trivote contra el OL, casualidades de la vida) jugando por doquier mientras Van der Vaart hacía un digno papel de sustituto del fichaje anticalderoniano de Florentino.
Para no hacer sangre y quedarnos en un análisis lo más objetivo posible, no comentaremos la actitud profesional del futbolista en relación con su rodilla y la Copa del Mundo. Dos años en el Madrid, por una fortuna y valiosos jugadores, para estar dos tercios convaleciente. Uno de los fichajes más desastrosos de la historia del Real Madrid.
Por eso es tan importante Mourinho: ¿cuántos entrenadores en el mundo serían capaces de frenar a FP? Mourinho, como la RAE, limpia, fija y da esplendor. Si el de Setúbal habría podido frenar el fichaje de Kaka’ en 2009 no lo sabemos, pero sí sabemos -esperemos- cómo ha de comportarse el Madrid en su política deportiva de una vez por todas. Basta de brindis al sol en materia de fichajes.

2. El papel de la prensa. Factores externos y desestabilizadores
Y es que, para hacer honor a la verdad, en la temporada 2010-2011 el Real Madrid ha tenido más rivales y más duros fuera del campo que dentro. Mientras el Barcelona orquesta su discurso proletario, con Mundo Deportivo y Sport haciendo proselitismo, la vertiente intelectual del barcelonismo encuentra regocijo con Ramón Besa, ángel de la guarda del discurso guardiolista más meloso y empalagoso, y con su paje Luis Martín. Además, en Madrid, Diego Torres, obsesionado antimourinhista, Sámano, baulogutista, y Giovio, lerda gutista recalcitrante, se encargan de cortar, envasar y servir los acontecimientos desde la capital.
El As es un medio madridista-antimadridista: es decir, por definición, raulista y calderoniano. “Jogo bonito”, “Hay que poner a Capello en la frontera”, ni una crítica al calderonismo más tosco y desvergonzado, Pedro León mártir del mourinhismo, “Alucinan con Baúl” (el día siguiente al fallecimiento de Jarque), “Raúl, no te vayas nunca” (tras dos goles al Valladolid), Lass es mejor que Khedira, “León & Canales, españolización para soñar”, etc. Oportunista hasta la náusea y lleno de zampabollos más tontos que un zapato, con ascendencia en el populacho, no han facilitado especialmente el aterrizaje de Mourinho. Salvo algún arreón de Roncero, cuyo target son los madridistas más retardeds del planeta, las plumas más influyentes del periódico -Relaño (veleta los días pares, oportunista los impares, aspirante frustrado a Churchill y Hemingway del periodismo deportivo), Pedro Pablo (michelista), Luis Nieto (antikhedirista), y Trueba (pipero con estudios)- completan la plana mayor de un periódico que, siempre en función de sus intereses económicos, irá con la misma facilidad con la que vendrá al segundo siguiente, si con eso gana un euro.
En el otro lado está Marca, ya por fin liberado del yugo del pelota y mayor productor de vergüenza ajena del planeta Tierra, Eduardo Inda. Para madridistas tan burdos, prefiero antimadridistas. Chulo, más egocéntrico que un futbolista, imitador-copiador de eslóganes y buscando siempre la confrontación directa con el Barcelona de la forma más soez y petulante, fue reemplazado por decisión de Pedro Jota, al que todos imaginamos lleno de rubor. Hace menos de un año, el discurso del periódico era “Guti es el mejor soldado que vieron los tiempos” y “Ironman Baúl”, en un sonrojante artículo lleno de falta de rigor y trampeos baratos sin ningún dato objetivo, o matando a Pellegrini antes de empezar. Como diría Dick_Turpin, esto es asín, amics.
Pero en realidad, compañeros, los medios deportivos proletarios son peleas de tasca sin mucha importancia, batallas menores. Vamos al meollo de la batalla mayor, la batalla ideológica situada en el vértice más alto de la intelectualidad española, el think tank antimadridista de pretensiones antropológicas y culturales, situado sin embargo en la sección de deportes de un medio creador de opinión: el Mein Kampf del antimadridismo para eruditos, El País. Este diario ha iniciado una curiosa guerra antimourinhista abordando todas las dimensiones posibles. Desde el enaltecimiento surrealista del rival (“Querido Iniesta”), al proselitismo de garrafón (“El sueño engañoso de Mourinho – Nabucodonosor”), El País, con unas intenciones delirantemente irracionales, ha delineado con maestría un marco global en el que Mourinho aparece como Saturno devorando a un hijo, siendo el hijo, según la conveniencia o el mes, el Real Madrid, los jugadores españoles, el buen gusto, la decencia y legitimidad futbolística, el juego ofensivo, los tradicionales valores del Madrid (de los que hablan más los enemigos que nosotros mismos), etc., etc.
Esta cabecera ha recuperado el fútbol de derechas y de izquierdas, la trascendencia política y social de un deporte (Pérez, Mourinho, Cristiano y FMI contra Cruyff, Guardiola, Vázquez Montalbán, Xavi, Iniesta, la Masía, los niños de África). Sólo Valdano es un personaje legítimo para el engranaje dentado de Miguel Yuste, a propósito de quien Mourinho, en rueda de prensa, espetó a Diego Torres “y con el que comes todos los días…”. La cabeza de lanza ha sido precisamente Torres, quien ha utilizado todo tipo de tretas: desde las oportunistas y cochambrosas comparaciones Pelle–Mou a principio de temporada, cuando la estadística favorecía al chileno, hasta extrañas confidencias y declaraciones oníricas, como ya he mencionado. Pero la maquinaria del diario prisaico no ha tenido piedad: al núcleo del debate le han ido uniendo los más diversos opinadores cualquier tipo de envoltorio, con el objetivo de hacer de Mourinho una bola de nieve más y más grande, y convertir un problema futbolístico en un armagedón de carácter político, sociológico, cultural… lo que salga. Casualmente, una antítesis del modelo barcelonista, trabajado positivamente desde los mismos planos socioculturales.
De todo el trabajo ideológico elaborado día a día en El País durante esta temporada, sale este hermoso zigurat:
Javier Marías (El triste que lo contamina todo), José María Izquierdo (Arbeloa. Y Mayor Oreja), Ramón Besa (Cuando Guardiola no se sintió Guardiola), Santiago Segurola -cito de nuevo a Cipote de Oro “Segurola se fue de PRISA pero PRISA no se fue de Segurola”- (La revuelta de un consentido), Juan José Millas (Áspero mundo), Martín Girard (Palos de ciego), Alfredo Relaño (Mourinho lo está mourinhizando todo), Diego Torres (Poder absoluto), Carlos Boyero (Chulazo), Resines (Si el Madrid juega, yo no trabajo). Entrevista a Angélica Liddell por Jesús Ruiz Mantilla (Es fantástico. No como Guardiola. No le soporto. – ¿Por qué, mujer? – Los que van de maestros no los aguanto, los que van de eso, paternalistas, humildes, sencillos, no puedo con ellos. Esa exaltación de los valores no me convence. Esa exaltación de la humildad me parece soberbia. Yo no me fío. Prefiero a Mou. – Se lo regalo. Veo que usted es acérrima. Ultra). Como podéis ver, sólo faltaron al aquelarre antimourinho Sardá y Gemma Nierga. Oh, wait… sólo faltó Gemma Nierga.
A esta caterva de intelectuales con sensibilidades de izquierdas, que piden perdón por ser madridistas, Cipote de Oro dio en denominarlos acertadamente ‘madridistas con escayola ideológica’. Madridistas que, como Resines o Marías, piden perdón por ser madridistas, o especifican “yo soy madridista, pero de cuando teníamos valores, de cuando la Quinta y el año de Valdano” (¿cuál de los dos años de Valdano?, habría que preguntar: ¿el primero o el segundo?) El artículo de DeSqueran Arcadismo madridista es una excelsa descripción al respecto. Como hacer mención de todos los artículos de Torres y del resto de colaboradores de El País, es una tarea que Dios podría encomendar a Noé, os dejo una recopilación a cargo de @tosepower.
Se trata de una guerra interplanetaria que se juega en el césped y se desata desde cualquier esfera. ¿Es Florentino Pérez un personaje público más débil, con una posición empresarial más vulnerable a campañas mediáticas en su contra que en el 2000, y que no puede permitirse el tener el mayor conglomerado medíático en su contra? ¿La delicada situación actual de ACS (Iberdrola – PSOE – PRISA) le requiere de mucho tiempo y dedicación, e inevitablemente, le supone una distracción respecto a sus obligaciones con el Real Madrid? Son preguntas de complicada respuesta.
Agradecimientos a DeSqueran y Cipote de Oro. En el próximo capítulo, Sistemas y variaciones tácticas.
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