Lector Virtual: ¡Oh, Socio, diez años de blog ya!
El Socio: Impresionante, sin palabras.
LV: Gracias por dejarme compartir un nuevo aniversario más contigo.
ES: Siempre un placer.
LV: ¿Pero no es un poco pueril, esto de autoentrevistarse?
ES: Nasoluto. Casi todas las entrevistas del mundo son autoentrevistas: le pasan un papelito al plumilla unas horas antes y a eso se tiene que ceñir. Y cuando no las hacen así, el entrevistado está pensando «¡vamos, mamón, pregúntame esto o aquello!» Al menos yo voy por derecho.
LV: Bueno, ¿cuáles son tus sensaciones tras diez años con la página?
ES: Pues por un lado alivio y por otro satisfacción. Alivio porque creo que, al fin, podré tomármelo con mucha más calma y satisfacción por el logro descomunal de la Décima. Esto último me ha hecho apreciar, también, el trascendente efecto que tiene la victoria en nuestras vidas.
LV: Explícate, por favor.
ES: Una victoria lo puede cambiar todo para una persona. Supongo que recuerdas Karate Kid, esa bonita película del director de Rocky. A Daniel-san le joden una rodilla en el torneo y le pide al chinaskis que le cure, porque si no gana no podrá estar en equilibrio; o sea que todos se cachonderán de él por loser. Puede parecer una petición caprichosa, pero no: si ganas algo importante tu confianza se dispara, pasas a tener una perspectiva más optimista de la vida, casi puede decirse que eres otra persona. Es bastante injusto, pero es la realidad.
LV: Y claro, al Madrid ganar la Décima lo transforma.
ES: Sin duda. Lo reafirma en lo que es y en lo que quiere ser, elimina las famosas urgencias históricas. Claro que puedes ser alguien que pierde casi siempre y aun así tirar para adelante, pero requiere una tremenda fuerza de voluntad, una constancia de las que casi todo el mundo carece. Fíjate en los del baloncesto, qué tocados se han quedado, pese a ser un gran equipo. Si pierdes mucho te conviertes en algo como el Barsa y el Atleti, que han moldeado su historia y su identidad alrededor del resentimiento; es imposible concebir esos equipos sin el antimadridismo. Y aprovecho para decir que algunas bufandas que he visto a madridistas con la leyenda «antibarcelonista» y similares me parecen un paso atrás tremendo, un aberración para cualquier merengue de bien.
LV: ¿Se puede decir que te has quitado un pequeño trauma personal?
ES: Sí, a decir verdad sí. Tengo una personalidad obsesiva -no es que me sienta orgulloso de ello-, y la Décima me permite dejar eso atrás, y me quita el mal sabor de boca de unos años europeos francamente frustrantes, narrados además día a día. Pero vaya, el propio Floper dice -muy acertadamente- que era una obsesión de todo el club.
LV: Volviendo al blog, es curioso que, tras toda una década, siga siendo medio clandestino, sobre todo en ciertos ambientes, ¿no? ¿A qué lo atribuyes?
ES: Sí, bueno, es curioso que páginas que llevan un año y medio, dos años, quieran darse pote y erigirse en «referencias» porque hacen podcasts y cosas así. Con Fans pasa una cosa: Hubo un momento -un poco triste- en que me di cuenta de que o hacía una página con aspiraciones «mainstream» (como puede ser el británico «Arseblog«) o hacía la página que quería y venía haciendo; las dos cosas no podían ser. O sea, yo no puedo escribir titulares como «Florentino está chocho» u «Ojalá se muera Baúl» y pretender tener un eco en las masas. Pero es que además la página tiene muchos más contenidos controvertidos, así que es un aislamiento autoimpuesto pero inevitable.
LV: Entiendo. Pero por ejemplo en twitter podría tener más eco.
ES: No, hombre, twitter es un mundo de tribus endogámicas, que se dedican a hacerse guerritas entre ellas y a mirarse el ombligo. Si bien el lector de prensa deportiva tradicional está aislado y abducido, el usuario de twitter, aunque está más informado y conectado, busca ante todo autoafirmación y refugio en el grupo. Además, se ha instalado ese concepto de las webs «democráticas», que no deja de ser ridículo: es como si yo me negara a leer «El Mundo» o «Variety» porque no me dejan escribir ahí. El tuitero futbolero generalmente no se conforma con leer una web participar a través de comentarios: se siente con derecho a escribir en ellas (aunque se le dé mal), y si no puede, ¡¡crea una con sus amigotes!! Luego, claro, casi siempre se leen entre los propios afines, porque suele haber pocos textos rescatables. Parece que lo que cuenta es dejar la cagadita y tuitearla (invariablemente se firman los artículos con el nick de twitter). En fin, así las cosas es normal que un concepto como Fans -un poco elitista si se quiere- no tenga un enorme impacto ahí.
LV: Entonces, ¿el blog ha tenido poca influencia?
ES: Qué va, yo creo que ha tenido mucha, pero normalmente indirecta: La gente se pone a decir como loca lo de LQDM o lo de los «piperos», pero obviamente no se va a poner a rastrear de dónde han salido expresiones. Sin embargo, una buena parte de los conceptos y memes que se manejan en el madridismo alternativo han salido de Fans, y eso lo que cuenta al fin y al cabo, que tu mensaje cale de un modo u otro. Tampoco me quita el sueño que me los atribuyan a mí o a otros miembros de la página. ¡La masa siempre es ignorante al fin y al cabo!
LV: ¿Madridismo alternativo o underground?
ES: A ver, yo siempre llamé «underground» a la página no sólo porque se alejara de la visión tradicional de la prensa, sino porque era, en general, bastante bestia. Luego es un término que se ha extendido por todas partes, pero diría que Fans tiene su propio tipo de underground, no sólo en lo futbolero o madridista, sino en la visión general de la vida que suele ofrecer.
LV: ¿Y por qué has dejado de hacer podcasts? Eso tiene mucho tirón.
ES: Sí, pero el problema es que requiere un equipo dedicado a ello y mucho trabajo, o al menos lo primero. Y para bien o para mal, la página ha sido casi siempre un «One man show». Estaría bien, pero al fin y al cabo los podcasts, como todas estas webs que salen como setas, suelen ser para gente a la que le encanta oír su voz. Caso aparte son productos extraordinarios como «El Radio» de Richard Dees.
LV: ¿Y el club? ¿Llega a empaparse de lo que se dice en Fans, o en la red en general?
ES: Yo creo sinceramente que muy poco. Hablamos, al fin y al cabo, de una cúpula muy envejecida y poco dinámica. Sólo sé de dos directivos más o menos volcados a internet: uno es JAS, que seguro tiene sus cuentas en tuíter y tal, pero sólo para picotear de aquí y allá y ver «qué se cuece»; no creo que tenga especial simpatía por la tendencia «fansista». De hecho, por lo que sé tiene bajo su regazo a algún personaje bastante siniestro sólo para que le haga de correveydile. El otro es el director del área social, pero ése bastante tiene con el follón de la grada joven.
LV: ¿Qué ha pasado ahí, por cierto?
ES: Te lo digo con sinceridad brutal: creo que el elemento ultra (al menos tal como se autoconciben los ultras madridistas) no tiene cabida en el club. Son absolutamente aislacionistas y la única «convivencia» que entienden es teniendo a cualquier otro grupo de la grada bajo su yugo. Además, por qué no decirlo, una buena parte son elementos criminosos y neonazis (aunque se esmeren mucho en negarlo), y estropean a los aprovechables que haya entre ellos. Sinceramente, me arrepiento de haberlos defendido alguna vez. Por suerte están bastante divididos en grupúsculos, y tampoco abunda la inteligencia entre ellos.
LV: ¿Seguirá la grada pues? ¿Habrá ampliación?
ES: Todo depende del club, de si hace las cosas bien o chapuceramente, como es costumbre. Pero ya habrá tiempo de hablar de eso.
LV: ¿Y tu asociación, Pimavera Blanca, no podría haber hecho las cosas mejor?
ES: Creo que su labor, complicadísima (y peligrosa), ha tenido un mérito enorme. Pero pienso sinceramente que si hubiera habido mucha más transparencia nos habría entendido todo el mundo mucho mejor. Errores siempre vas a cometer, y tampoco puedes contar todo, pero con un exceso de opacidad la verdad se sustituye por la calumnia y la leyenda urbana.
LV: Centrándonos de nuevo en la página, ¿hay algún artículo que quieras destacar de estos 10 años?
ES: Pues es rarísimo que lea algún texto antiguo mío: soy brutalmente autocrítico y si veo algo tan simple como una errata me llevan los demonios. Además, creo que por lo general tienen poco valor literario. Sí recuerdo alguno del que me sentí especialmente satisfecho, como «Seamos todos farsantes» -una sátira muy descarnada del Bar$a guardiolista- y aquel de «Floper, escoge tu propia aventura», por la originalidad del formato. También los de invstigación, como el de Qatar Foundation o los sobornos del Barça en los 70. Por supuesto, recomiendo todos los textos de Hughes y Custer, que tienen su propia etiqueta en la web. Y aprovecho para recordar que el archivo entero está colgado en el actual dominio, no hace falta irse a la página de blogspot (aunque es muy entrañable, eso sí). También están las viñetas de GesiOH (¡tengo que actualizar su sección!), las historietas de Captain Baúl… ¿ves? Lo que sí me hace ilusión haber sido pionero en todos esos formatos, por supuesto ayudado por gente de enorme talento.
LV: Hablando de eso, cuéntanos cosas de los comentaristas.
ES: Pues son un poco como la galería de villanos de Batman, ¿no? (risas.) Ese es otro mérito enorme de la página, gente que llega ahí atraída por lo que sea y se va creando su personaje, que llega a adquirir entidad propia. A partir de ahí se crea una especie de «mitología fansista», incluso con su propio lenguaje específico (autoreferencial pero no impenetrable), y obtienes un ecosistema con su Custer, su Van der Sir, su Basilio, su Geodotto, Von Rothbart, Marqués de Albacete, Colombiano Madridista, Vader&Bungle, la dualidad Flanker/Crichton o Razorback/Miguel79… también hemos tenido los tipos más intelectuales como Hughes, Meseta, Periplaneta, CQ o Desqueran; o fenóemnos como ese Mikimikingo que se va integrando a base de insistencia y de ser odiado/amado por los demás… que conste que todo esto son sólo ejemplos, imagínate si tuviera que citar todos los personajes destacados… ¡¡a lo largo de una década!! En fin, tiene su fascinación ver esa vida propia de la página, que por suerte suele desligarse muy a menudo del fútbol. Luego conoces a algunos de los citados en persona y su personaje adquiere una dimensión más, es un fenómeno interesante. Mi sincero agradecimiento a todos ellos, a los que están y a los que se fueron. También a los lurkers, sostén imprescindible de cualquier página web.
LV: ¿Y a partir de ahora qué, microblogueo?
ES: Sí, si Dios quiere. Haré un seguimiento muy ligerito de la final ACB y del Mundial, luego descanso veraniego y luego el nuevo formato, que va a ser en plan pildoritas, pero espero que sustanciosas. Ahora hay días que la web se come la mitad de mi jornada laboral, y como te imaginarás eso no es sostenible.
LV: ¿El cambio será porque crees que la gente está demasiado pendiente del fútbol?
ES: Sí, sinceramente sí. Opino que el futbolerismo debería ser una etapa… no deja de ser un tanto perverso estar pendiente de algo en lo que no tienes influencia real, y que tampoco te afecta de una forma trascendente. Creo que al hacerlo dimitimos un poco de nuestras propias metas y las delegamos en el equipo. Cuando Ramos salta y mete ese gol en el 93 es evidentemente una cosa extraordinaria, un exitazo, pero es su éxito, no el nuestro: no hemos metido nosotros el gol. Y sí, sé que la afición es la que sostiene en un nivel básico al club, pero no dejamos de ser sujetos pasivos en todo esto. En suma, para sentirse realmente un ganador en la vida tienes que estar mucho más pendiente de lo que haces tú que de lo que hacen unos señores que corren tras un balón, por divertido que sea verlos (aunque cada vez menos). Ése quizá sería mi mensaje tras diez años de bloguerismo. E incluso me permito recomendar prudencia a la hora de inculcar la afición a nuestros hijos: a lo tonto, es algo que consume mucho tiempo y energía -además de dar disgustos- y deberíamos dejarles escoger su camino. ¡Con que no sean indios o culerdos -es decir malas personas- ya hemos cumplido!
LV: ¿Y qué me dices del Madrid? ¿Llega un futuro esplendoroso?
ES: Sí y no. Con la mano en el corazón, creo que la Décima cierra la era del fútbol clásico, al menos tal como yo lo entiendo. Casi todo lo que venga ahora será una cosa para mí bastante desvirtuada, por motivos explicados sobradamente en la página. Principalmente, el Madrid que yo sueño es rabiosamente independiente e innovador, como lo fue durante varias décadas, pero hoy simplemente no existe el talento ni el valor para convertirlo en algo así. Se va de la mano de la FIFA/UEFA y eso simplemente es la muerte, un fútbol feo y que cabrea por aburrido, corrupto y mal organizado. Y ojo, lo digo con la Décima recién ganada, no es la típica pataleta de perdedor. El simple hecho de que sigamos teniendo partidos a las nueve de la noche los domingos de invierno, con temperaturas bajo cero, te deja claro que vivimos una pantomima grotesca. Los cuatro grandes pilares de ese Madrid que sueño serían: salida de la UEFA con creación de Liga Mundial, traslado del estadio a Valdebebas, reforma total de las transmisiones televisivas y camiseta sin patrocinio, pero vaya, ya supongo que me moriré sin ver todo esto. En cualquier caso, es algo que ha pasado muchas veces en la historia: quien tiene la visión no tiene el poder, y viceversa.
LV: ¿Entonces pasarás del Madriz?
ES: No, hombre, lo veré, pero me lo tomaré con mucha calma. Creo que el club un pálido reflejo de lo que podría y debería ser, pero pese a todo, también, una gran referencia mundial y uno de los principales activos de la «Marca España» (pero estos de verdad). Quizá el mayor peligro ahora sea la autocomplacencia: he leído por ahí que se quería tener a Joselu de delantero suplente, que sería como volver a los «Zidanes y Pavones». No, aunque sigamos teniendo mil cosas mal organizadas, aprovechemos el tirón de la Décima para ganar al menos un par más y que el resto se muera de envidia. Y apoyemos al basket, que realmente lo merece.
LV: ¡Bueno, pues esto es todo! ¿Celebrarás de alguna forma?
ES: ¿Hoy? No sé, igual me hago un cubata. Pero en Julio habrá una nueva comida fansista, a la que espero que acudan los habituales y algunos nuevos, y en la que brindaremos una vez más por el club y por la wep.
LV: ¡¡Viva Fans!!
ES: ¡¡Viva Fans!! ¡¡Hala Mandril!!