Aún faltan tres semanas para que termine el ver-ano, y eso en términos fichajiles supone auténticos eones. Así pues, no os dejéis engañar por la aparente calma chicha que experimentamos: los payos que están entrenando en Valdebebas no serán los que aparezcan en Septiembre en la página web del Mandril. Aún habrá entradas… y salidas.

El caso más claro es el de Di Marica: nosotros no le damos lo que pide y el PSG sí, por lo que todo es cuestión de encajar las piezas. Las palabras del morapio son puro bla bla bla, y en cuanto consigan hacer hueco salarial para el Gremlin, saldrá para París escopetado, listo para convertirse en icono de la moda francesa. Los que se preocupan por su marcha, que no lo hagan: puede que hayan olvidado su irregularidad, pero no pueden obviar que nos SOBRAN centrocampistas. Si con los 8 o 9 jugadores que tenemos en esa zona no podemos escoger tres o cuatro solventes para cada partido, mal vamos.

Diegoló parece que también va a salir de este «infienno», camino a uno de esos retiros paradisíacos futboleros, tipo Milán o Mónaco. Son sitios donde no se hace ni el huevo, juegas Chempions (bueno, en Milán no) y ganas una buena pasta. ¿Qué más quieres, Diego? Ya tienes unos añitos, estás calvo y hace dos años eras suplente del Sevilla. Sin duda el retorno al Mandril te ha hecho más sabio, y cuando te retires podrás contar cosas muy interesantes sobre el cluc (si quieres).

Falcao: No sé, aquí parece que al Mónaco no le importa demasiado dejarle ir, y el tío está loco por la música. Puede salirnos por una pasta, pero lo interesante es que después de un año descontento en la Ligue 1 y con rotura de menisco mediante, llegaría aquí sin pretensiones de titular. Y qué queréis que os diga, tener un tío como Falcao en la recámara para los partidos que se ponen tontos o para introducir variantes tácticas es un lujazo. Yo digo sí al tipo, que como anécdota os cuento no se apellida Falcao, sino García.

Los puestos débiles: Aparte del delantero dentro, muchos echan de menos gente de solvencia para el lateral izquierdo (donde ahora mismo actúa el duo cómico Marcentrao) y el centro de la defensa, donde tenemos a dos desequilibrados como Ramos y Pepito. Y aquí os digo que la respuesta es Nachete, que puede actuar bien en ambos puestos. Sí, quizá no me creáis, pero cuando las cosas se pongan feas él nos sacará las castañas del fuego, sobre todo ahora que tiene barba. Nacho es puro Real Mandril, y confiamos en él.

…Diego estaba tan cabreado que levitaba.

Ayer martes se reunieron por fin todos los jugadores de la temporada 2015 -con la excepción de Jesé-, y tras la bufonada que protagonizamos en EEUU puede decirse que empezó la pretemporada propiamente dicha. Una gran noticia, si no fuera por dos asuntos calientes que convendría resolver lo antes posible. El primero, por supuesto, es el de la portería, donde tenemos tres porteros con teórico cartel de titular que a estas alturas ya deben odiarse bastante entre sí. La salida de Diego López parecía cantada para evitar esta convivencia, pero a la hora de la verdad no será tan fácil. Por lo visto el problema es que el Madrid sólo le ha ofrecido a Diego ser libre como Nino Bravo, como un pajarillo, y el gallego ha repuesto que, ya que va a ser puta, no va a poner también la cama. En otras palabras, que le suelten los minolles del finiquito, que parece ser ascienden a 9. Un dolor doloroso e inhumano para Floper, que sinceramente no sé por dónde saldrá: tan pronto puede soltar la lana como dejar a los tres porteros «in», lo que significaría que uno de los tres se iría a la grada, y ojo, que no tendría por qué ser López. ¿Plan maquiavélico? Tachín, tachín…

La otra patata caliente es la de nuestro modelo argentino de Hugo Boss, Ángel Di María, que no quería reincoporarse a los entrenamientos por nada del mundo, y en realidad le entiendo, porque empezar con un equipo para irte a otro una semana después no tiene mucho sentido. Nostante, el bueno de Méndez debió hablar con él y decirle que no fuera muy tocapelotas, que todavía iban a caerle una sanción disciplinaria. El PSG necesita desesperadamente reducir su masa salarial (se les fue la mano firmando contratitos), y eso es lo único que bloquea la marcha del Gremlin ahora mismo. Pero non preocupare, aún queda mucho Agosto y acabarán colocando a alguna de sus figuritas tarde o temprano. Los 75 millonazos, salvo catástrofe, no nos los quita nadie.

En fin, que no todo es perfecto en nuestro paraíso fucsia, pero tampoco vamos mal encaminados. Por supuesto, es fundamental ganar la Supercopa Uropa para empezar este desafiante año con buenas sensaciones; será realmente interesante ver ese primer once oficial del curso. ¿Formará Caspillas parte de él, tal como dijo Carlo? Voten, voten.
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El fichaje de Gaylord Navas ha sido más bien atípico. ¿Cuándo en la vida ha anunciado el Madrid una contratación un domingo por la tarde? Nunca, que yo recuerde. Todo parece ser una reacción de emergencia a la calamidad que pudimos presenciar el sábado en Michigan, con el Madrid vapuleado ante 100.000 espectadores básicamente por tener un ex jugador en la portería. La urgencia por oficializar lo de Keylor (que obviamente estaba cerrado hace semanas) sin duda se orienta a atajar esta crisis lo antes posible: hoy mismo se hará oficial la salida de López, y mañana tendremos la presentación del costarricense, que empezará a entrenar el mismo martes -si hay sesión vespertina- o el miércoles. Sin duda hay prisa por tenerlo en forma para la Supercopa de Europa, que se disputa el día 12.

El único obstáculo aparente para que el tico sea de la partida en Cardiff son las declaraciones del entrenador, asegurando que el acabadísimo Casillas sería titular en este trofeo. Pero ni siquiera es necesario explicar nada: esas declaraciones fueron hechas cuando Keylor no estaba fichado, no existía en el universo Real Madrid, y por tanto no tienen ningún valor vinculante en el momento actual. Además, Carlo siempre puede tirar de un poco más de cinismo -experiencia no le falta- y decir que «entre todo el cuerpo técnico» se ha decidido que Casillas no juegue el partido «para protegerlo mediáticamente». Con dos cojones.

Lo que está claro es que el trofeo de la Supercopa es importante, muy seguido por TV, y además se disputa en Gales, con el consiguiente baño de masas con Bale como gran protagonista. Lo último que quiere Florentino es que ese día festivo se estropee por tener contento a un tipejo al que todo el mundo odia ya en el club; y es que que una cosa es la bromita de la Champions del verano y otra tirar a la basura un título oficial y europeo. No es que Keylor me parezca uno de los mejores porteros del mundo, pero sí lo bastante bueno para el momento actual. Sin duda el debate de la portería seguirá -con un Courtois al que le quedan dos años con el Chelsea y que sin duda será tentado- pero Casillas ya no formará parte de él, excepto por cuestiones monetarias. Desde ahora estamos en la era Keylor.

Murió Julio Grondona, que llevaba un ratito siendo presidente de la AFA, la federación de fútbol argentina. Concretamente accedió al cargo en 1979, antes que Ronald Reagan, y lo «dejó» ayer, tras 35 añitos de nada, a la tierna edad de 82 años, y muriendo presidente. ¡¡Como Franco!! Se trata de un caso que, aunque parece singular, no es aislado para nada en el mundo del fútbol, sino más bien paradigmático, e ilustra la urgencia de los cambios que precisa este deporte.

Sí, antes de Grondona tuvimos a Joao Havelange, que estuvo 21 años presidiendo la FIFA y luego pasó a ser presidente honorario, tuviendo que renunciar a este honor en 2013 por un caso de corrupción (¡¡sorpresa!!); y en España, cómo no, al incomparable Ángel María Villar, analfabeto funcional que en el mundo laboral ordinario sería un chupatintas torpón, pero que gracias al «fúrbol» se lo lleva crudo presidiendo la federación desde que se llevaban los cardados y las hombreras, además de ser en la actualidad vicepresidente de UEFA y FIFA. ¿Cómo se evita que tíos que llevan dos y tres décadas en un cargo no fomenten una estructura clientelar? Ya se lo digo yo: es imposible, y de hecho ni siquiera se intenta.

A mí realmente me importaría un pito que estos personajes siniestros se apalancasen en las federaciones, siempre que estas se limitaran a manejar esas cosas del fútbol aficionado y el circo de las selecciones nacionales. Lo realmente terrible es que hoy por hoy los mecanismos caducos de esos organismos siguen determinando en buena parte los destinos de las Ligas profesionales, con clubes que manejan cientos de millones de euros de presupuesto cada año. Por ejemplo, controlan el crucial tema de los arbitrajes y la disciplina deportiva, con criterios realmente demenciales: en España, por ejemplo, simular descaradamente un penalti o una agresión -hechos gravísimos que alteran resultados- no tiene sanción alguna, mientras que ver cinco tarjetas en partidos distintos o llamar «caradura» a un árbitro acarrea suspensiones, a veces de varios partidos. Esto aparte del sistema de elección de árbitros, la aplicación del reglamento, la negativa cerril a aplicar la tecnología…

Ciertamente, los clubes son culpables en buena parte de no haberse sacudido el yugo de las federaciones. Sí, ha habido intentos, pero tras el fracaso de los mismos se han conformado con seguir adelante mejor o peor y aceptar el terrible lastre federativo, que empieza en las normas absurdas y termina en la aberración de las selecciones, que destrozan tanto el calendario de competición como el físico de los jugadores. ¿Cómo puede ser que el voto del presidente de la federación de fútbol riojana o extremeña, que determina quién preside la española, influya en el devenir de equipos punteros de la Champions League? Mientras los clubes no se sacudan el miedo a prescindir de estos intermediarios tiránicos, corruptos y totalmente prescindibles, seguiremos teniendo Grondonas, Bláteres y Villares parasitando el fútbol hasta caerse de viejos.