Por Ochaíta, supertacañón fansista
Existen verdades que por mucho que pase el tiempo, por mucho que algunos la repitan, no son aceptadas por una inmensa mayoría que desea, quiere o necesita vivir en el limbo quizá para no sufrir en demasía. Eso acontece en la vida en general, y el fútbol, aunque parte insustancial de la misma tratándose de un mero divertimento, no está libre de ello.
Y es que en lo que respecta al Madrid, hay una verdad que es bastante demostrable después de 14 puñeteros años, que es la que sigue: con la llegada de Florentino a la poltrona, en el club priman otros intereses que no son los meramente futbolísticos y deportivos, todo va mucho más allá, en cuestiones que tal vez tengan mucho que ver con las relaciones o trato que deba recibir el Sr. Pérez por parte de la prensa, temas de marketing o contratos, deudas de favores, pactos de no agresión con determinados entes para una mayor proyección en determinados campos… no sé, no alcanzo a saber muy bien a qué responden ciertas decisiones, pero es obvio que no a lo única y exclusivamente futbolístico, insisto.
Parecía que el Sr. Pérez, con su segundo advenimiento -tras dejar colgado al club en una situación desesperada, que nadie lo olvide- había aprendido de sus errores. La contratación de Mourinho supuso cierto hilo de esperanza a este respecto, pero todo se rompió cuando el Kaiser de Camas y el Traidor Mostoleño agarraron a Floper por la solapa y le pusieron contra la pared con lo de “o Mou o nosotros”. El ser superior consintió en dicho brete y ahí se acabó la historia de la separación de poderes en el club y tal.
La solución ha sido la vuelta a los orígenes, la contratación de un entrenador bizcochón, maleable y manejable, que pone el culo y después pregunta si acaso, es decir un Del Bosque sin bigote y con pelo en la cabeza. Hay cuestiones que no son entendibles desde el punto de vista deportivo, a saber:
1) La titularidad del topo es una estafa, un engaño y un motivo suficiente para que muchos de los que se dejan un pastón en un abono montaran una concentración en las oficinas del club. No es serio, sino tremendamente irrisorio y casi insultante para la inteligencia de la gente. Este portero no está para jugar ya en el Madrid, sino en primera división. Está acabado. Pero sin duda, visto lo visto y observando el rendimiento del sujeto, hay cosas que se escapan a la lógica y al entendimiento; por tanto, es obvio que algo hay detrás. ¿Presión de ciertos medios? ¿Chantaje de algún tipo? ¿Contratos publicitarios? Pues vete a saber, pero insisto, algo hay.
2) Lo de Ramos va en la misma línea, tampoco se entiende como nadie le dice cuatro cosas a este sujeto para que sepa cuáles son sus limitaciones y deje de extralimitarse en el juego haciendo cosas que no sabe. No tiene rigor ni cerebro.
3) El asunto Di María es también sumamente insultante. Un jugador válido para lo que se quiere jugar, para lo que se quiere desarrollar y practicar sobre el césped, para lograr el equilibrio en ese desfase que supone el 4-3-3 de Cejotti. Cobra la mitad que algunos inútiles que no sirven para nada o que ofrecen mucho peor rendimiento. Es una vergüenza que un club como el Madrid se plantee vender a uno de los jugadores claves en las dos competiciones que se ganaron.
4) Tema Benzema: algo inaudito. Un nueve incapaz de hacer un gol en un partido serio, incapaz de rematar de cabeza, por ejemplo. Ayer en la segunda parte al menos hubo cuatro ocasiones en las que el balón cruzó de lado a lado sin un tío que la empujara. Quiero decir que, aun con el mal partido realizado, creo que con un ariete de verdad se hubiera ganado al menos por una ventaja de 2 goles. Aquí se ven ciertas cuestiones extrañas, cierto apoyo “excesivo” y poco entendible por parte del club a un jugador inconstante y poco fiable en lo que debería ser su principal función: su presencia en el área a fin de crear peligro. ¿Por qué se produce este exceso de “ayuda”, hasta el punto de no fichar a alguien al menos decente para hacer algo de competencia al francés empanado? Yo sinceramente no lo entiendo.
En suma, hay cosas en las que se denota un claro intervencionismo del club, con la transigencia y aquiescencia del entrenador, que no pinta nada en las decisiones que se toman, con ejemplo como el de Di María y Diego López, portero con el que contaba el responsable técnico de la materia como es Vecchi, al que al parecer nadie ha tenido en cuenta.
– Maligno: 1 (James Múlligan)
– Atlético Aviación: 1 (Raúl García)
Incidencias: Estreno de la nueva grada de animación, con excelente acústica y desempeño. En la previa, unos monos depilados interrupieron el homenaje a Di Stéfano.