Por Ochaíta
Ayer se presentó en el Bernabéu un equipo suizo que algunos sesudos entendidos querían vender como una especie de potencia emergente a nivel europeo, cuando la única realidad es que ese grupo de hombres voluntariosos con el muro Samuel como baluarte defensivo no pasaría de intentar salvar la categoría en una liga venida a menos como la española. Ante semejante “potencia futbolística”, el bueno de Ancelotti continuó con su preparado y ensayado sistema mediapuntista, con un centro del campo conformado por un centrocampista ofensivo, Kroos, y dos mediapuntas claros, de manual, James y Modric. El resultado no podía ser otro que el ya visto en anteriores partidos: un 4-2-4, que parte al equipo en dos, crea inferioridad numérica en el centro y origina que el rival pueda desplegarse en ataque por oleadas. Mucho se critica a la línea defensiva y a veces con mucha razón, pero es obvio que con esa forma de jugar, ni Maldini y Baresi en sus mejores años podrían garantizar solidez atrás.
Está claro que hace falta la figura de un stopper, un hombre ancla, pero de categoría, no hablo de bultos sospechosos como Illarra o Khedira, jugadores muy alejados del mínimo exigible para ser titulares en el equipo más famoso de la Tierra. Había uno, sí, pero se lo cedimos sin trabas a nuestro máximo rival europeo porque Floren es así de generoso. Hombre, siempre quedará fiarnos del discurso de los sabios florentinistas y demás ralea que refieren que Alonso se quería ir, y ante eso, a pocos días del cierre del mercado para más inri, no había más remedio que darle la carta de libertad. Pues yo digo que una mierda. Un club como el Madrid no puede permitir eso, y por otro lado, toda persona mínimamente inteligente sabe que la salida del vasco tras firmar la renovación hace menos de medio año, responde a otras cuestiones de distinta índole que las deportivas, pero tampoco me refiero a sus supuestos escarceos de picha brava, sino más bien a la permanencia del siniestro personaje que es Casillas.
Había muchas maneras de intentar tensar la situación con este tipejo el pasado verano, cualquiera menos pedir precio por su traspaso o reunirse con él una vez terminada la Champions y prometerle no sé qué cosas para que incluso el propio Casillas cambiara su opinión y decidiera quedarse, ya que al parecer, antes de eso pensaba en salir, tal y como muchos informadores allegados a este personaje han filtrado.
El club ha caído rendido a un jugador acabado, incapaz y sobrepasado tal y como se refleja en sus patéticas acciones, tirándose a intentar atajar el balón como si de un jubilado se tratara, tarde y mal, pero da igual, es lo mismo, se ganó la décima y hay que tener paciencia, de hecho, podemos tirarnos otros 12 años sin tocar chapa porque nuestros rivales tienen menos copas y bla, bla, bla… en fin, todo en la línea del más gilipollesco discurso.
Lo cierto es que la cabezonería del entrenador con su 4-2-4 y su falta de autoridad se lo llevarán por delante y el perjudicado de todo ello será el Real Madrid, a merced de un presidente caprichoso, conservador al límite y por tanto cobardòn que no ha aprendido nada de los errores que lo hicieron dimitir allá por las calendas de 2006.
– Madrit: 5 (Natxo, Béil, Yitán, James y Benzená)
– Basilea: 1 (Pelé)
Incidencias: Caspi curó dos cánceres, tres lepras y un caso de alopecia (la suya no).