Topo, cabrón, hijo de puta

https://youtu.be/NhcLx-Hv-cY

Por Mr. Bungle & Blue

Mr. Bungle

Qué potita la topoentrevista. Cuánta humildad, todo lo malo que le ha pasado a Iker es porque le tienen envidia, que hay mucho hijodeputa suelto. Y ni él ni su novia han dicho ni hecho nada jamás perjudicial para el Madrid, qué se cree la gente, lo de pedir perdón a Xavi y las filtraciones, todo mentira. Y fue en todo momento correcto con el entrenador y compañeros, que él respeta la cadena de mando. Eso sí, el Madrid es SUYO, que nos quede clarinete. Él sólo fue una pobre víctima que se sintió aislado por el club. Del linchamiento público que hicieron sus amigos periodistas a la otra parte implicada en el conflicto, con persecuciones incluidas hacia la familia, no dice ni pío el tío mierda.

No sé si es peor para Casillas que tomemos sus declaraciones como falsas e hipócritas o como sinceras. Porque si está siendo sincero, está reconociendo implícitamente que la relación con Mourinho se va a la mierda cuando este osa no devolverle su legitima titularidad después de la lesión. O sea, que sería él el que se enfurruña y enfría la relación porque el entrenador decidió seguir con el portero que había hecho una buena labor durante la lesión. Esa puyita hacia lo del “alta competitiva” demuestra lo muchísimo que le jodió, y que fue Iker el que convirtió el conflicto en algo personal.

Y no había otro sitio, joder. Tenía que montar el paripé en un medio que lleva años destacándose en sus ataques continuos hacia todo lo que huela a Real Madrid, y con un periodista que, aparte de tener la credibilidad que le otorga ser el de los terroristas suicidas del 11M, según sus propias palabras “se ha criado en el antimadridismo”.

Blue

El linchamiento organizado al que fueron (y siguen siendo todavía) sometidos Mou, Diego López, Arbeloa, el mismo Xabi Alonso, incluso durante un tiempo CR7 (porque durante un tiempo no se llevaba bien con el Topi)… no tiene parangón con las críticas que haya podido sufrir Topor por parte de usuarios de páginas web con opinión independiente y que no están a sueldo de nadie (a diferencia de sus amigachos periodistas). Al hijo de Mourinho le escupían en el colegio por ser hijo de quien era, Fríker, ¿sabías eso?, y eso era por CULPA de tus amigachos periolistos.

Y cuando dice lo de “El Madrid es como de mi propiedad”… sin comentarios. Se comenta por sí solo. Con lo bien que hubiese quedado una frase del tipo: “Pido perdón si alguien pudiese haberse sentido molesto por las palabras de mi pareja Sara en televisión sobre el ambiente en el vestuario. Quizá no fue prudente decir aquellas palabras en ese momento”. Pues no, tiene que decir que Sara lo hizo perfecto. Ahí estamos, con humildad.

Hagamos un ejercicio de credulidad y buena fe, y supongamos que es verdad que llamó a “Céspetman” Xavi y tuvo broncas y discusiones con él. ¿Por qué lo dice AHORA y no lo dijo en su momento? ¿Quizá porque si lo hubiese dicho en su momento no le hubiesen dado el premio PRÍNCIPE DE ASTURIAS de los huevos?¿Quizá porque los que dieron la noticia de que Topo pidió perdón a Xavi eran precisamente sus amigos periodistas, y no era cuestión de desmentirles?

Está claro que nuestro portero titular es la punta de lanza para cargarse a Floper, y lo sabéis (y Floper, por su bien, espero que también lo sepa). La prueba del algodón de todo esto es que Iker es admirado por todos los periodistas antimadridistas, porque saben que él es un elemento de inestabilidad y cizaña dentro del club.

Pero ná, todo esto probablemente se resuma en que le tengo envidia.

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Contra ETA, metralleta

Por el batallón vasco-español fansista

Ochaíta

Segunda parte perfecta, que viene a demostrar que cuando se actúa bajo postulados lógicos, ello resulta ser ventajoso. La primera parte sin ser mala fue alocada, poco definible, con coletazos y arreones avasalladores, mezclados con momentos de indefiniciòn. En el segundo tiempo, el señor entrenador tuvo un momento de lucidez y puso a James más en el centro, dejando mayor espacio por el costado para las entradas de Marcelo y Ronaldo, acercando más al propio James a Modric y Kroos y luego a Illarra, lo que originó mayor capacidad asociativa en el medio, y por tanto mayor control y dominio. No creo que sea tan difícil, es cuestión de poner a cada cual en su sitio sin inventos y experimentos con gaseosa.

Por cierto, Ronaldo es el mejor delantero de la historia del Madrid y tal vez de Europa. Creo que es momento de que se le reconozca de una santa vez.

Rappol

No sé si 15, pero 8 (nuestro tope actual) se han podido llevar tranquilamente. La estrafalaria pinta de Beñat con la calabaza hendida es un buen resumen del partido. El Madrid se dedicó a aplastar y, algo que parece que le empieza a gustar, siempre quiso más; más allá de las piedades y la humildad de baratillo que sólo encierra un espejismo de grandeza para mediocres.

Entonces, ¿qué es lo que ha empezado a funcionar? Yo diría que el físico y la concentración media del personal… pero sobre todo creo que el Gitano ha vuelto como nunca y eso no deja mucho espacio para la especulación: si no te mueves, das mucho el cante. Ojalá fuera primavera.

Un patético Bilbao hizo que Arana se revolviera en su tumba y que los valientes gudaris disfrutaran del silencio y las caras de culo en todas las herriko tabernas del mundo. Iraizoz parecía Ibarreche pidiendo el desarme del terrorismo madridista, que de tres cuartos en adelante tiene el mejor equipo del mundo si no se pone a dar paseítos.

Y todo estuvo bien, y todo lució. En primavera, Modric volverá a tener melena.

Finch

El partido, fenómeno. Benzema da en los morros a los periolistos que se frotaban las manos pensando en las 2 semanas que iban a dedicarse a rellenar la infinidad de espacios que les conceden con la sequía del “Gato”. (Todo mi respeto para los fansistas que no creen que rinda bien, pero aquellos tipos sólo ven asuntos que enganchen a más o menos audiencia. Y para cubrir el máximo de consumidores, recurren a debates planteados de la forma estrictamente más simplista posible.)

Me gustaría ver muchos más minutos de descanso para la BBC, James, Kroos y Modric. Es insostenible que lo jueguen todo y siempre. Supongo que la idea de Ancelotti es consolidar ese bloque.

·····

– España: 5 (Yitán (3) & Benzemalo (2))
– ETA: 0

Incidencias: Desactivado el Comando Bizkaia.

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No son futbolistas, son terroristas

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Iríbar hijoputa.

En la vida hay dos formas de actuar ante las injusticias flagrantes cometidas por la fuerza: alzar la voz o, incluso, intervenir directamente -con el peligro de te caiga también a ti alguna hostia, o al menos de mancharte de barro- o bien ponerte de perfil dejando hacer al matón. La segunda postura es la que ha adoptado el antiguo Atlético de Bilbao desde que el enésimo grupo de cretionoides marxistas decidiera hace décadas que iba a «redimir a su pueblo» asesinando todo lo posible, pero siempre por la espalda. Yo entiendo que situaciones como estas son extremadamente complejas, que el miedo pesa mucho y que es difícil juzgar desde la lejanía -no tanta, en realidad- de la capital, pero es que en 50 años a estos tipos del Bilbao no se les ha visto apenas un puto gesto, una deferencia, hacia las víctimas de una carnicería tan cruenta como ridícula e infructuosa.

Y aquí alguno dirá: «¿y por qué pollas se tiene que posicionar un equipo fúrbol sobre pulítica?» Pues para empezar, porque el Bilbao ha presumido todo lo que ha querido y más de ser un «símbolo del pueblo vasco»  Y digo yo, si eres símbolo pero no te posicionas sobre el tema más grave de tu tierra, ¿qué cojones estás simbolizando, exactamente? Y tampoco se pedía mucho, coño: una pancartita diciendo «No a la violencia» (aunque fuera en el idioma de pastores preromano ése con el que han traumatizado ya a varias generaciones de escolares); unos minutos de silencio por los asesinados, como se hacía en todos los demás putos estadios de la Liga; un partido benéfico. Cosas que cuestan poco, pero que dicen mucho. Y además, a la hora de la verdad, los del Bilbao ha hecho política cuando les ha salido de los huevos: prestando su estadio para esos akelarres indepentistas navideños, que dan vergüenza ajena de puro paleto, trasnochado y radical; y también a través de sus jugadores, que además de participar en tales pantomimas jugando y pidiendo la independencia implícitamente, no se han privado de firmar manifiestos proetarras a lo largo de los años. ¿Partidos benéficos? Sí, para los asesinos.

En realidad, me quedo corto cuando digo que el (puto) Bilbao es un símbolo; es algo más: un equipo de régimen. En la historia del fútbol ha habido muchos de estos (Steaua de Ceaucescu y tal) y Expaña, la nación de gilipollas dividida en miniestaditos delirantes, hasido caldo de cultivo ideal para que surgiera más de uno. Los ejemplos más obvios son Far$a y Bilbao, ambos clarísimas «cuestiones de estado» para los gobiernos nacionalistas de sus regiones. Al Bilbao, sin ir más lejos, le ha pagado tres cuartas partes del nuevo estadio el gobierno vascuzo (unos  160 millones de euros, ahí es nada) con distintas fórmulas porque sí, por hacer patria. Y sin que nadie haya dado una voz, en un país en el que si recortas 10.000 $ anuales en un hospital y compras papel del culo de una sola capa te ponen de fascista para arriba. El Bilbo sabe que tiene no a un gobierno, sino a todo un régimen detrás -que no tiene pinta de caer pronto-, y quizá por eso se han hecho a un lado durante estas décadas. «Pa qué me voy a mover, si así estoy muy bien». No sé, puede que en otras circunstancias esta gente habría sido excelente, pero lo cierto es que hoy por hoy son una banda de cobardes, indignos y traidores a su país, y me caen como una patada en los huevos.

Puede que alguien -quizá el mismo de antes- me pregunte por qué estoy hablando de esto en vez del partidito. Pues porque me sale de los cojones, oiga. Yo soy piriodista y este tema me parece más interesante que dedicar tres párrafos al Topo, a Canelita o a Illarra. Dicho esto, espero que le metamos 15 goles al puto Bilbao, y que luego su avión de vuelta se caiga y el cacho más grande que encuentren tengra tres milímetros de ancho. Sí, coño, ya me he cansado de pusilánimes e hijoputas que encima se permiten ir de dignos y de robinjudes (hola Gabi). A tomar por culo ya, hombre. Si alguna vez España se regenera por un medio que no sea la guerra atómica, estos mierdas de Far$a y Bilbao tendrían que hacer declaraciones publicas, entre lágrimas y a moco tendido, pidiendo perdón por tanta traición, tanta mentira y tanto tocacojonismo. Pero no creo que nada semejante ocurra: haría falta una dignidad y espíritu de contricción arrancados hace mucho, mucho tiempo de la madre patria. Así pues, sirva de consuelo una contundente goleada del Madrid, equipo que nos recuerda, siquiera lejanamente, una España que una día valió la pena.

Más sobre el puto Bilbao en «San Mamés, la catedral de los tabúes«.

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Las cosas del «cholismo»

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Busque las diferencias con un narco mejicano.

Por Crichtón

Me imagino que nadie vería el Atlético-Juve del miércoles, por estar ocupados viendo que hasta el filial del Lugo le marca al Madrid de córner. No preocuparsen, yo os lo cuento. La Juve, con líneas adelantadas, carrileros incansables, buen movimiento de balón y presión asfixiante en cuanto lo perdían, se enfrentaba a once tíos. Partido táctico, trabado, con pocas ocasiones, de ésos que en los sesudos blogs y las escuelas de entrenadores repetirán mil veces para analizar los sistemas de presión y salida de balón de ambos equipos. Es decir, para la mayoría de los aficionados casuales una mierdaca curiosa.

Tras el gol de uno con pinta de hipster, el Equipo del Pueblo, liderado por el Entrenador Puntero del Momento, decidió meter más trabajo y frescura, dando descanso a un derrengado Mandzukic (el cual, por las caritas que pone, sospecho que empieza a darse cuenta de dónde se ha metido) para poner un centrocampista más. Y así, con un orden defensivo encomiable y sólo algunos nervios al sacar el balón a base de melonazos, el Atlético se plantó en el minuto 80 con ventaja en el marcador y sin que el rival, habiendo dominado el partido, hubiera tirado a puerta una sola vez.

Literalmente de los últimos diez minutos se jugarían uno o dos, entre faltas, caiditas, protestas y plantar el culo en el córner y rebotar el balón en el pie de un contrario para repetir el proceso. Esto fue comentado y celebrado por los comentaristas, halagando el «oficio» y el compromiso del equipo, y narrando la victoria por 1-0 en el segundo partido de la fase de grupos con una propuesta futbolística digamos «poco vistosa» como si fuera una heroica victoria a domicilio en semifinales. No sé, a lo mejor es que a mí esto de la Champions me queda ya un poco lejos, pero yo no lo vi tan emocionante, qué quieren que les diga.

simeone

Esto me lleva a la reflexión y la inevitable comparación. ¿Por qué, oh por qué, cuando este equipo que es el vigente campeón de Liga y subcampéón de Europa y, si bien basa su éxito en el trabajo constante y un bloque sólido, tiene varios jugadores de indiscutible calidad internacional, es dominado de principio a fin en casa contra otro equipo de nivel similar y gana cagando sangre, es alabado y puntuado con «Matrícula de Honor»? Que me parta un rayo si parece que defiendo a Mourinho -se defiende solo de sobra-, pero este partido lo hace el Chelsea y «gana sembrando dudas y sin ser capaz de dominar el juego». Vamos, es un análisis que he visto varias veces, y no sólo por parte de los retrasados funcionales de la prensa deportiva populista, sino también de los Gaby Ruiz, Guille Uzquiano y demás gente respetable.

Yo soy muy partidario del «cholismo», que viene a ser el mismo esquema que el de Mourinho, con jugadores de menor calidad pero que hacen caso a su entrenador. Es muy agradable ser seguidor de un equipo y ver que todo Dios corre, presiona, se sacrifica y hasta es capaz de memorizar un par de jugadas de estrategia. Me parece una reivindicación muy saludable de lo que deberían ser los «valors» del deporte, basados en morderle los cojones al rival y que termine el partido pensando en qué momento le pasó una Iveco Daily por encima, frente a tanta pollada de la umildaz, el céspet alto y la posesió. Y desde luego entiendo que la autoproclamada Mejor Afición del Mundo se vuelva loca de amor en el estadio, porque a tu equipo lo quieres como a un hijo tonto, haga lo que haga, y éste hace las cosas bien y con buen resultado.

Lo que me resulta verdaderamente inexplicable es que se relate lo que debería ser «otro día en la oficina» como un festival de fútbol, un regalo para el espectador, según quién sea el director de orquesta. Supongo que el «hype» del momento es el hacerse todos del Atleti porque «juegan como un equipo y todos corren». Bueno, es que son un equipo. Lo raro sería que no lo hicieran. Me resisto a maravillarme cuando veo un equipo así, y la forma de fomentarlo no es halagarlo como algo excepcional, sino respetarlo como algo exigible en cualquier conjunto profesional.

Porque el compromiso inquebrantable no está reñido con tener una calidad acojonante y, en un momento dado del partido, sacarse de la manga un golazo por la escuadra y quedarse con la peña. Obviamente, las posibilidades de que eso ocurra son proporcionales al talento futbolístico de tu plantilla, y éste a la cantidad de pesetas que puedas permitirte pagarles. Es por eso que ya el colmo de la insensatez es leer al Mourinhismo ilustrado (con destacados representantes en esta casa) despreciar el estilo de juego «navajero, carcelario, antifutbolístico» del Atlético, cuando es EXACTAMENTE lo que Mourinho hubiera querido hacer en el Madrid si las Niñas de los Millones le hubieran obedecido más de tres partidos seguidos.

Mi conclusión final es que son todos gilipollas.

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Tranquilitat, nois

ludo

Por Mister Burton

¿Madridistas..? ¡Madridcholistas!

En el Bar, mucha histeria. Que si no se defiende, que si no se mueve, que si no se presiona. En fin, madridistas abducidos por Simeone: intensidad y tal. A la mierda, hombre: este año vamos a ganar los partidos como este, marcando y encajando muchos goles. ¡Y los días que, como ayer, no entre la pelotita, lo pasaremos mal. Asumidlo y dejad de gritar, mariconazas.

4-1-5

Nuestros laterales deben percutir una y otra vez, olvidándose de la autopista que dejan detrás. Ayer Marcelo subió para dar la asistencia a Benzemá; Arbeloa… pa’ qué? Y nuestros 5 delanteros, a machacar. Nada de Illarras (nos dirán que con Illarra el equipo está más compacto y más armado. A mí cuando me tienen que explicar lo que estamos viendo, porque no lo vemos, me mosqueo). Un centrocampista (Kroos, y cuando se canse, Modric) y 5 delanteros: Cris, Benzema, Bale, James… e Isco. Porque Isco debe jugar muy arriba. Isco, cuanto más cerca del área rival mejor jugador es, y viceversa: se rodaguj rojem lavir areá led acrec sám otnauc. Justo al revés que Khedira. (He de decir, sin embargo, que a mí me saca de quicio. Nunca la da fácil, nunca a la primera…) Ataque total. El centrocampismo, ya lo sabemos, es la burocracia de fútbol.

Yo siempre creí

Ni una duda por el resultado cuando esa especie de Floper con traje barato que era el entrenador rival puso en práctica su plan B, poner a dos negratas, a la desesperada, a dos ATLETAS (muy lejos de allí, sin embargo, Guardiola, que a la sazón se encontraba montando unas urnas de cartón para jugar a los refrendums con sus nens, sufrió un escalofrío cuyo origen no pudo explicarse y que le llenó de inquietud; turbia sensación que trató de alejar con un mohín. Atletas, Pep, atleeetas…). A ver, a vosotros no os voy a engañar. Tuve, sí, un momento cagón: la falta lateral en contra en el último minuto del descuento. Parece increíble que jugadores tan curtidos puedan seguir cometiendo ese tipo de errores, y más increíble aún lo «bien» que defendemos el balón parado. Pitan córner contra el Madrí y el entrenador rival se empalma :”Ay, Carletto, que te la meto”. Iker mal cuando no sale, peor cuando sale. Esto no puede seguir así. Pero tengo esperanza, y acabaremos la temporada repitiendo nuestras tres palabras favoritas.

En fin, recordad Odessa los que ya sois abuelos: ahí se hizo portero García Remón, lo que da una idea de lo que sufrimos, en la ida y en la vuelta. Ese año ganamos la UEFA, follándonos a dos equipos alemanes y al Inter.

2 partidos, 6 puntos. Tranquilitat, nois.

– Lugo Gore: 1 (?)
– Real Mandril: 2 (Yitán (pen.) y Benzemalo)

Incidencias: La bola de dragón será al fin nuestra.

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Fans del Madrid World Tour 2014. Capítulo 2: Bloguero en Nueva York

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Manhattan Oeste desde el Empire State Building.

Nueva York es, probablemente, la mayor creación que ha salido o saldrá nunca de mano humana. Difícilmente cabe pensar que cualquier otra gran urbe de la historia, ya sea París, Londres, Babilonia, Constantinopla o la mismísima antigua Roma, se le acerquen en términos de belleza, tamaño, majestuosidad y vida. Yo puedo esforzarme, con mis muchas limitaciones, en explicar todo lo que me ha transmitido la península de Manhattan, pero ciertamente no es una ciudad para explicarla, sino para experimentarla.

Aterriza uno en el JFK y le resulta llamativo lo modesto de la estructura, nada que ver con aeropuertos punteros del mundo como el Charles de Gaulle, el de Oslo o el mismísimo Barajas. Se trata de una estructura antigua y acaso obsoleta, aunque claro, ellos siempre pueden decir “Hey, this is New York airport, bitches!” De lo que sí puede presumir es de ofrecer la primera visión de la apabullante “skyline” de Manhattan. Al vislumbrarla, uno confirma que está por fin en el centro del mundo. El metro lleva en algo más de media hora al corazón de la ciudad, y he de decir que no es una buena presentación de la misma. De hecho, es con mucho el más feo y destartalado que he visto nunca, con unas estaciones que ofrecen casi siempre un aspecto viejísimo y desolador. Las primeras desde el aeropuerto semejan simples apeaderos de un pueblo portuario, y en las siguientes, hasta completar unas 12, resulta totalmente excepcional ver a una persona de raza blanca en los andenes. Es la zona de las castas bajas, que gravitan alrededor de la Gran Manzana.

Tan sólo cuando penetramos en la península, pasado Brooklyn, comienza el oropel de la ciudad, y bajándonos en cualquiera de las estaciones céntricas nos podremos sumergir plenamente en el mismo. Yo emergí en la Séptima Avenida, cerca de Times Square, y fui muy afortunado: es probablemente uno de los rincones que mejor aúna sofisticación, encanto y dinamismo de toda Nueva York. Aprovecho para alabar la admirable organización urbanística de la ciudad: Manhattan está surcada por una gran cuadrícula en la que las vías horizontales se llaman calles, y las verticales –más anchas, generalmente- avenidas. Hay 12 Avenidas numeradas cruzando en la península, con la Primera –la de las Naciones Unidas- en el Este y la Décimosegunda en el Oeste, complementadas por otras avenidas con nombres más distintivos, como la Lexington, la Park y la Madison. Las “calles” son más de 100, y se dividen en dos grupos: todo lo que queda a la izquierda de la Quinta Avenida es la parte “West” (Side Story), y lo que está a la derecha es el “East”. Cuanto más bajo es el número que da nombre a la calle, más al Sur estamos. Y en cuanto uno entiende este dibujo tan maravillosamente sencillo -tan sólo roto por esa anomalía llamada Broadway- puede orientarse casi sin ningún problema por la ciudad. Por ejemplo, si estás en la Tercera Avenida con la Calle 18 Este y tienes que ir a la Sexta con la 54 Oeste, sabes que simplemente tienes que moverte hacia el Noroeste y acabarás encontrando tu destino. ¡¡Qué diferencia con nuestro caótico sistema de direcciones, lleno de nombres asignados arbitrariamente, a menudo premiando a personajes muy poco ejemplares!!

Algo que asombra al empezar a caminar por la ciudad es que, contra todo pronóstico, los peatones son los reyes. No es que no haya coches en Manhattan, claro; hay miles y miles, y desde luego son muy importantes, pero cuando hay que decidir quién tiene prioridad de paso en un cruce no hay discusión posible: el peatón siempre va primero. Incluso si en el semáforo ha aparecido la manita que indica al caminante que debe parar, si éste cruza de todos modos, el coche se aguanta y se espera. Jamás se le toca el claxon urgiéndole a que se dé prisa; seguramente se considera una enorme descortesía. La única excepción es cuando un taxi llega a toda máquina desde una calle transversal y pita como diciendo “¡¡que voy follaaaoooo!!”, más que nada para no llevarse a nadie por delante. En todo caso, se diría que una pija neoyorkina podría cruzar la península de Norte a Sur hablando por su móvil y no tendría que preocuparse mucho por ser atropellada. Una gran idea para conocer la ciudad es recorrer al menos un tramo de cada avenida y degustar los distintos ambientes, desde el decididamente popular de los números medios de la Primera o la Segunda Avenida a la suntuosidad de la Quinta, Sexta, Séptima y Broadway. En general, cuanto más lejana la Avenida del eje central, menos glamourosa, aunque no hay reglas fijas.

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La magnífica Park Avenue.

Si algo define a Manhattan es el tamaño, el colosal tamaño de casi todo, que abruma al espectador, empezando, claro está, por los edificios, claro. Y ni siquiera necesitamos buscar los más emblemáticos ni los de las mayores empresas: en todas y cada una de las calles de la ciudad encontraremos construcciones descomunales, ya sea para albergar oficinas, comercios o simples apartamentos. Realmente, es inevitable preguntarse el por qué de semejante escala, si esos volúmenes eran realmente necesarios. Pero sospecho que la época en la que se creó el grueso estos edificios –principios del siglo XX- lo importante no era si algo era necesario, sino si era posible. Eran tiempos de experimentación, de ambición, de sueños concebidos y realizados. Más grande, más alto, más impresionante. Muchos dicen que el siglo XX fue nefasto, ¿pero por qué no proclamar que tuvo muchas cosas maravillosas? El espíritu efervescente, ingenuo e imparable que levantó Nueva York, la ciudad más extraordinaria de la historia, no tiene nada que ver con nuestro mundo actual, temeroso, acomplejado, atenazado. Ojalá ahora tuviéramos una fracción de la vitalidad y la visión de aquellos pioneros.

Por supuesto, el rey de Nueva York es el Empire State Building, que se alza majestuoso en un emplazamiento atípico, la Quinta Avenida, superando con mucho a todos sus pétreos vecinos. Y aunque hay varios colosos en la ciudad que lo desafían en altura y belleza, él siempre será el padre de la Gran Manzana, gracias a su simbolismo, su armonía –parece protegernos con esos sólidos hombros-  y su inigualable emplazamiento. King Kong sabía lo que se hacía. Pero no quiero olvidarme de los “primos” del Empire: edificios como el Chrysler, probablemente el más bello de la ciudad y exponente máximo del Deco, quizá la corriente estética más afortunada de la historia; la Freedom Tower, que ha sustituído exitosamente a las añoradas Torres Gemelas; o el GE Building del Rockefeller Center, la aguja vertical más asombrosa en la ciudad del asombro. Ninguna otra construcción de Manhattan ofrece tal sensación de altura y poder, hasta el punto de crear auténtico sobrecogimiento, especialmente observada de noche. Ni siquiera necesita el Prometeo forrado de oro de la base para lograr tal efecto, aunque ciertamente es una buena adición.

Otro lugar apabullante, y no por la altura, es Times Square, el cruce de caminos en el cual late el corazón de la ciudad. Times Square anega por completo los sentidos con una explosión de luz e imagen en movimiento, la fantasía desatada de cualquier publicista. Tras haber estado en otros grandes cruces comerciales del mundo como Piccadilly Circus o Shibuya, puedo decir tranquilamente que ni se acercan a Times Square; su escala y espectacularidad se antojan inalcanzables. Lo único que desluce su esplendor –aparte de las ocasionales obras- son los dichosos pedigüeños disfrazados de personajes de cine y TV, tal como ocurre con la madrileña Puerta del Sol; es una atracción que sólo pueden seducir a los espíritus más vulgares, y que para colmo no pasa ningún filtro de calidad, estropeando la estética de la plaza en nombre de la tolerancia mal entendida. Más valdría a estos espantajos emplearse en puestos igual de poco cualificados, pero más dignos, como los taxis a pedales de Central Park (me sorprende que ningún progre haya puesto el grito en el cielo por una imagen tan políticamente incorrecta como la de un negro transportando a pedales a dos e incluso tres blancos). Porque Nueva York ciertamente tiene sus sombras, pero de eso y más os hablaré en la siguiente entrega.

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