11 del patíbulo

Creo que en el partido de esta tarde pueden pasar tres cosas distintas: podemos ganar, podemos empatar o podemos perder. Sí, ya sé que no parece un análisis revolucionario, pero es la verdad. Así entre nos, la cosa apesta a empate a kilómetros, pero el Madrid genera un nivel suficiente de caos para que pueda ocurrir cualquier cosa. El factor más determinante serán nuestras bajas: Ramos es tan cabeza de chorlito que su ausencia contra el equipo que más nos exige mentalmente en la actualidad es una excelente noticia. Marcelo -que suele dejar al Paleti unas autopistas por su banda que ríete de las que construye Floper – es otra ausencia que nos puede beneficiar.

Durante un tiempo, el Far$a fue «la ballena» custeriana, y ahora que son un equipín, el Atético Aviación ha tomado su lugar como nuestro club rompecojones. Pero tampoco es que hagan nada muy especial: el Cholo podría ir al patio de cualquier cárcel, escoger jugadores diciendo «tú, tú, tú y tú» y en un par de años tendría básicamente lo que es el Paleti de hoy; la cosa se resume en meter buenas hostias y contragolpear. He visto el anuncio de cerveza donde sale el tal Koke, he tratado de diferenciar su imagen y de la de cualquier tipo enchironado por hacerle el puente a un BMW, y sinceramente no lo he logrado. Si nos cuesta tanto ganarles es por una cuestión de actitud y de rigidez táctica: los contraataques y la intensidad muriñanos les hacían mucha pupita, pero ya se han perdido en las brumas de la historia madrilista. Son ellos los que usan la fórmula ahora, si bien en su versión barriobajera.

Yo recomiendo ver el partido «relahaos», porque al fin y al cabo las hostias se las van llevar nuestros jugadores, no nosotros, y si no saben salir con bien de una pelea contra presidiarios es que son un poquitín pringaos y mariquitas para empezar. Casi lo que me preocupa más es que nos tiren a algún aficionado al río, porque ya saben cómo se resuelven estas cosas: un puñado de detenciones, dos semanas de indignación general y luego la banda de los asesinos otra vez a la grada, «porque animan mucho y son buenos muchachos»; así hasta el siguiente muerto. Pero bueno, al menos todo habrá terminado para la hora de la merienda, y quedará mucho tiempo para lamerse las heridas o celebrar, según corresponda.

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Fans del Madrid World Tour – Locombia (IV)

villa 2

Dicen que en la vida hay que ir siempre hacia arriba, y eso es precisamente lo que yo hice. Atrás quedó Prado Centro, donde pasé más de dos meses, para trasladarme al barrio de Villa Hermosa, a sólo unas calles de distancia, pero mucho, mucho más arriba. Entre ambas casas, un viaje a la costa Caribe que relataré en el quinto y último capítulo de esta serie. Desde las alturas Villa Hermosa se ve casi toda Medellín, e incluso una puesta de sol más que aceptable en esta ciudad cercada por montañas. Aunque está a apenas 15 minutos caminando de la Avda. de la Playa -una de más concurridas y bonitas vías de la ciudad-, el da una impresión de mundo aislado y autocontenido, apto para pasar una temporada casi contemplativa, realizando balance de este viaje que muy pronto tocará a su fin. Hay varios aspectos tremendamente interesantes del país que aún no he comentado, y que paso a compartir con vosotros.

El fútbol

Celebración en las calles de los hinchas de nacional

La afición por el deporte rey en Colombia es desmedida, mucho mayor que en la España actual, y seguramente de cualquier época;puede considerarse con toda justicia la segunda religión del país. En Medellín los equipos relevantes son Nacional, Nacional y Nacional (Atlético Nacional de Medellín), y su zamarra verdiblanca es probablemente la prenda más usada de la ciudad, ya sea original o pirata, de esta temporada o anteriores. Los seguidores del segundo equipo en importancia, Independiente de Medellín (alias «El poderoso») son tremendamente fanáticos, pero la diferencia de número entre ambas aficiobes es abrumadora, fácilmente de 8 a 1. Nacional es, además, el «Real Madrid» colombiano, el único club con seguimiento en todo el país (generalmente hay mucha fidelidad al equipo local) y el más laureado de las últimas décadas. Su nivel internacional, no obstante, es bajo, y no suele llegar lejos en la Libertadores, aunque el año pasado alcanzó final de la Copa Sudamericana -una especie de Europa League-, que perdió a doble partido con River Plate.

Nacional e Independiente comparten estadio, el Atanasio Girardot, que forma parte de un céntrico complejo polideportivo. Tiene una capacidad de 46.000 espectadores, aunque da la impresión de ser mucho más pequeño que el Bernabéu. A nivel de animación tiene dos «barras»: una de unos 5.000 componentes, que ocupa todo un fondo y viste de blanco, y otra mucho más pequeña e informal en el fondo opuesto, de unos 100 componentes. Antes de cada partido todos los espectadores cantan el himno del club brazo en alto, y hay cánticos predeterminados cuando se marca un gol y cuando se señala penalti, coreados por todo el estadio.

Hablo literalmente cuando digo que el fútbol aquí es una religión, como sólo puede serlo entre seguidores con un nivel socioeconómico bajo o muy bajo, con unos horizontes que a menudo no van más allá del marcado por el Girardot. Tanto es así que muchos de estos hinchas hacen grabar el escudo del equipo en la lápida de su tumba, por increíble que parezca (luego más sobre esto). A veces hay graves problemas de violencia, aunque actualmente parecen bastante controlados. No obstante, en mis primeras semanas aquí un «pelao» de Nacional murió apuñalado por una pandilla de simpatizantes de Independiente,y para evitar problemas no está permitido ingresar al estadio con la camiseta de ninguno de los equipos que juegan (aunque algunos se las apañan para meterla).

Cuando he dicho que aquí sólo existe Nacional, por supuesto estaba obviando una de las grandes obsesiones del país: la Selección Colombia. Cualquier simple amistoso se sigue con el interés que en Europa suscita un superclásico, y no digamos ya los partidos oficiales. Imaginad mi divertida sorpresa cuando, en un amistoso disputado a las cuatro de las tarde contra USA, un postrero gol colombiano se celebró como si se hubiera sido anotado en la fase final de un Mundial. Existen algunos colombianos a los cuales la selección le es indiferente, pero, como ocurre con la religión de las iglesias, es un porcentaje muy reducido, y la camiseta amarilla es la segunda piel del país, para hombres y mujeres.

La naturaleza

En esta región del mundo no hay que esforzarse porque las plantas crezcan; lo difícil es evitar que lo hagan. Así, en  cualquier rincón de la ciudad crecen palmeras y muchas otras especies de exuberantes árboles. Sin embargo, en otras partes el verde está casi erradicado, y de hecho los parques al estilo europeo son una rareza. La gran excepción es el Jardín Botánico, situado cerca de Prado, una micromuestra de la exuberante naturaleza colombiana. En él pueden verse especímenes de las muchas y maravillosas aves que pueblan la nación, así como de sus excepcionales mariposas y de las muy populares iguanas, lentas pero excelentes trepadoras (ver recorrido subjetivo aquí). Otra excepción es el Parque Arví, que no forma parte de la ciudad propiamente dicha, y al que sólo se puede llegar tras un largo trayecto en Metrocable. Se trata de una extensa reserva boscosa con vegetación casi totalmente europea, lo que puede verse como una ventaja o una desventaja.

En cuanto a la naturaleza salvaje, tuve ocasión de conocerla gracias a la generosidad de mis anfitriones en Prado, quienes me invitaron a su finca en la localidad de San Rafael, a 114 kms de Medellín. Se trata de una zona exuberante, montañosa como casi todo el país, cuya naturaleza sufrió primero por la ganadería -la cual convirtió los montes en potreros (cercados para la cría de ganado)- y luego por la guerra del narcotráfico, que dejó la zona medio arrasada. Hoy día, no obstante, está muy regenerada, y la finca que visité había revertido a un estado selvático casi virgen. También está la región amazónica, en el sur del país, que no he podido visitar.

La universidad

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Lo ultimísimo en teoría política.

Como ya he mencionado alguna vez, Colombia tiene un potencial casi infinito, pero para desarrollarlo debe dar algunos saltos decisivos de progreso, y uno de ellos es optimizar su educación. La universidad de Antioquia pasa por ser una de las mejores del país, y realmente no quiero imaginarme cómo serán las peores, porque seguro que hay mítines de Izquierda Unida y Podemos con más pluralidad ideológica que en esta malhadada institución. Fue simplemente desolador entrar a visitarla y encontrarme con una colección casi infinita de grafitis dedicados a los tótems y lemas más rancios de la izquierda radical, caducados hace como mínimo medio siglo, sin faltar los imprescindibles «mártires asesinados por la brutalidad policial» (ver ejemplos aquí, aquí, aquí, aquí y aquí).

Ése es el ambiente en el que deben desarrollarse las mentes que liderarán el país en el futuro. ¿A alguien puede extrañarle que hoy día, esta universidad sea casi más conocida por sus constantes movilizaciones y algaradas que por su nivel académico? Imagínense nuestra Complutense multiplicada por cinco, y sin el entorno europeo para amortiguar. Tampoco faltan las agresiones a profesores, ni más de un centenar de atracos anuales. Latinoamérica lleva décadas entrando y saliendo del totalitarismo comunista, y es un peligro muy lejos de disiparse; tan sólo el descomunal fracaso de Venezuela y la sangre derramadas por las FARC ejerce a día de hoy de vacuna efectiva, pero no permanente.

Las motos

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Los vehículos de dos ruedas le disputan a los taxis la supremacía del tráfico en Medellín. Es una ciudad con miles y miles de motos, que tienen la curiosa costumbre de circular en grupo aunque sus conductores no se conozcan, y con el mismo desprecio hacia el peatón que los coches; aquí el motor siempre tiene prioridad. Se suele circular con casco, aunque tampoco es una condición sine qua non, y en algunas zonas se prescinde de él casi por completo. Es el caso de Moravia, una barriada popular, llena de billares, bazares y pequeños bares (qué frase tan musical), por cuyas  estrechas calles circulan multitud de jovencitos y jovencitas en scooters. Está prohibido llevar paquete («parrillero») en la ciudad, a menos que sea padre, hijo o hermano (auténtico).

La popularidad de la moto es comprensible por su baratura y capacidad para moverse por un tráfico infernal, pero tiene efectos terriblemente perniciosos. Para empezar, muchas son horriblemente ruidosas (a menudo de forma deliberada), pero lo peor es que el mantenimiento que requieren ha convertido a Medellín en, probablemente, la ciudad con más talleres mecánicos de la Tierra. Estos ocupan docenas de hectáreas, y ciertamente no transmiten una imagen bonita: la mayoría son sucios, viejos y descuidados, y lo peor es que ocupan enormes zonas del centro, pegados a puntos neurálgicos como el Parque Berrío. Son sin duda el mayor problema urbanístico de la ciudad junto con la infravivienda, y Medellín no dará el salto a la modernidad hasta que los reorganice de algún modo.

La muerte

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Uno de los lugares más famosos de Prado Centro es el «Cementerio Museo» de San Pedro, considerado de gran valor artístico, y en el cual se celebran actos culturales regularmente. En sus cercanías hay muchos negocios dedicados a una singular industria del país: las lápidas. Un nicho colombiano puede ser como los europeos, cubierto por una placa de mármol con el nombre del finado y una dedicatoria de su familia, pero muchos optan por un modelo muy diferente, con textos e imágenes en color impresos en metacrilato. La composición siempre incluye una foto de la persona fallecida, y suele ir acompañada de motivos religiosos, pero también puede tener un simple paisaje de fondo o lo que se quiera. Como mencioné antes, en muchas de ellas se incluye el escudo del equipo del fallecido (ejemplos aquí y aquí).

Desde luego, estas lápidas son tremendamente chocantes al principio. Uno no está acostumbrado a que un muerto lo mire desde su tumba, y para una mentalidad europea es algo un tanto exhibicionista. No obstante, tras un periodo de reflexión adquiere cierta lógica: al fin y al cabo, es algo mucho más personal que una fría piedra, y nos recuerda que un muerto no es un simple nombre, sino alguien que fue muy real, y que muchos se fueron en la flor de la vida, algunos como simples adolescentes. Otras singularidades son incluir el mote del fallecido en la lápida, o que en la foto aparezca la persona bailando en plena rumba. ¿Quién sabe si llegaremos a ver este tipo de lápidas en nuestro entorno? Lo del escudo del equipo puede parecer demasiado, pero sinceramente no pondría la mano en el fuego por que no lleguemos a hacerlo.

En la última entrega colombiana, el Caribe y las observaciones finales.

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No pasa nada, es sólo otra cagada

Por los manes más chéveres

Ang-L

¿Pitaron a Bale ayer? Qué necesitan para pitarle? Porque me cago en su puta madre. Que le rapen de una puta vez, a ver si así por lo menos parece que le importe perder el balón. Y otro partido con Khedira no, por Dios. Alguien aparte de mí, en algún sitio, tendrá que darse cuenta de que hay una relación directa entre que juegué él y que nos hagan ocasiones. No puedo ser el único.

Lo divertido es que para el Paleti jugaremos con Cristiano (-1), Bale (-1) y khedirrallamendi (-2). Como del dúo sacapuntas jueguen los dos peligra la vida del cuñado de Vader. ¿Alguien ha dicho ya que no perdimos al final gracias a Nacho y a Iborra? Toda está hysteria es, por supuesto, ignorando los dos penaltis escandalosamente claros no pitados, y las 3 dobles expulsiones perdonadas.

El Socio

Ayer vimos quizá el mejor partido de la historia del fútbol. Bueno, quizá exagere, vamos a decir entre los 10 mejores de la historia del fútbol. O quizá entre los 100 mejores. O los 10.000 mejores. Bueno, vimos un partido de fútbol. Debimos meter el tercero y cerrar el tema, pero pese a romperle la cabeza a su portero no lo logramos, y acabamos pidiendo la hora. No pasa nada, al menos se vio cierta mejora ofensiva en el equipo, e incluso logramos que nos nos marcaran en el primer minuto, un avance sustancial. Éstas son las actuales virtudes y defectos del Madrid:

– Virtudes: Gran juego combinativo en el último tercio del campo rival.
– Defectos: Casi todo lo demás.

¿Basta esto para ganar una Champions? Por supuesto, vive Di Matteo, pero yo no contaría con ello. Mejor apostaría por que una hija de ZP sea la próxima Miss Universo, que con contactos se llega muy lejos. Teniendo en cuenta las bajas y el actual nivel de juego, ¿da para ganar en el cementerio del Manzanares? Obviamente no, pero tampoco importa mucho: sacaremos un empatito, mantendremos una ventaja aceptable y nos centraremos en la Champions; la mierda habitual.

En cuanto a Bale, los que se quejan son como pavos que estuvieran saliendo con Candice Swanepoel y se quejaran porque un día está mal maquillada u ha conjuntado mal la ropa. Si sabes que acabará dando las prestaciones, ¿por qué estar tocando los cojones? Sobre Bluffcas Silva, es un alivio saber que tenemos un suplente de garantías para Illarra. La mejor noticia fue Jesé, que parece haber recuperado su gol y explosividad. Bueno sobre todo para él, porque imaginen que hubiera tenido que vivir de su cerebro.

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– Real Madrid: 2 (James y Jey M)
– Yonkis y Gitanos: 1 (Yo qué sé)

Incidencias: Casi nos quedamos sin equipo.

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Yonkis & Gitanos

cerdilla

Es curiosa la distinta percepción de la grandeza que tiene la gente. Para los sevillistas, su club es la rehostia en bicicleta, pese que sólo han ganado una Liga a lo largo de su historia -en los tiempos en los que el balón tenía una tira de cuero-, su estadio es una puta mierda y nada indica que jamás vayan a ser un equipo de primera línea europea. Si ya el Madrid es una cosa insoportable la mayor parte del tiempo, no quiero imaginarme la vida como seguidor de uno de estos equipuchos cuyo mayor aliciente es la autocomplacencia aldeana (¿cuántos clubes proclaman tener «la mejor afición del mundo»?).

Está además el siempre importante tema estético. «Sevillanos, yonkis y gitanos», decía un cántico jocoso de la grada merengue, y la verdad es que tampoco dan muchos motivos para verlos de otra forma. No necesito repasar la plantilla del Sevilla para saber que buena parte de ellos lleva tatuajes carcelarios, pelos/pintas generales ridículos y muchos no saben hacer la o con un canuto; o sea que son lo más parecido a jugadores del Madrid, pero sin el glamour de las copas de Europa. Además estos, para rematar, tienen su sede en la capital de Andalucía, tierra más allá de toda redención tras 40 años de sociatismo brutal, en la que se han instalado una desidia y unos vicios ya tan idiosincráticos como la siesta y el pescaíto frito. Se critica mi favoritismo hacia un arma como la bomba atómica, pero sería sólo ese formidable invento el que podría sanear esa región con su inapelable fuerza destructora, con esa luz que todo lo arrasa, allana y purifica (no se crean las milongas de la radioactividad, se despeja en semanas).

El hecho de que el Madrid juegue contra un club así no es más que una servidumbre a tiempos y estructuras obsoletos, en espera de un futuro luminoso en el que sólo nos enfrentaremos a otros trasatlánticos europeos. Y sin embargo hoy saldremos al campo, porque somos uno de los pocos garantes del orden que quedan en estepaís. Otra cosa es que los cerdillistas tengan alguna posibilidad, por remota que sea, de arañarnos algún punto. No, el universo no es tan absurdo aún: Ganaremos y además por goleada, quitándonos por fin de encima el puto partido atrasado. No importan bajas como la de Cristiano o la de Coentrao, quien con un nuevo esguince -de jeta- cumple a rajatabla su regla de perderse al menos el 50% de los partidos de la temporada. Por supuesto, hay expectación por ver a Bluffcas Silva y comprobar si puede ofrecer algo remotamente similar a Modric o Kroos. Sería una adición importantísima para el resto de la campaña.
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Ancho se cabrea

ancho
Pinchar para ver el vídeo

Me ha hecho «de reír» este vídeo del Asco con detalles sobre el partido del otro día contra la Real Suciedad, en plan «lo que el ojete no ve». Siempre es interesante ver de cerca un espectáculo como el fútbol, que desde la lejanía de la grada muchas veces peca de repetitivo y anodino. Aparte de gestitos varios de jugadores y entrenador, llaman bastante la atención los detalles técnicos de Bale, al que le reprochan que no marcara, una cuestión de mala fortuna considerando que un rival le desvió un gol casi hecho y luego Isco le interceptó otro tiro. La campaña contra Bale existe, y hay pruebas muy palpables.

Otro detalle la mar de curioso es el cabreo que se coge Ancelotti con Isco por sacar desviado un córner y propiciar un contragolpe rival. La gente pensará que los cabreos son una cosa espontánea que no puede evitarse, pero aquí me parece ver una capacidad de cabreo selectiva de Cejotti; sinceramente, no me lo imagino echando una bronca así a Cristiano o a Ramos, aunque se metieran gol en propia puerta desde saque de banda. Parece una tonterida, pero el episodio me reafirma en que el italiano es fácilmente bizcochable. No me extraña que los jugadores lo adoren: tiene un respeto reverencial por las estrellas, no los mata a trabajar y de vez en cuando gana un título importante. Poco más pueden pedir figuritas acomodadas como las nuestras.

También destacaría del vídeo a Míkel González -que parece un tipo gracioso- y la gran autoconsciencia con la que algunos jugadores buscan la cámara. Sabedores de su condición de atracción mediática, su atención se divide entre la pelota y los aparatos  que los graban. Me cuesta pensar que estén a lo que tienen que estar. En cuanto a Ancho, quizá debería repartir mejor las broncas; podría desarrollar así un método para enganchar tres o cuatro partidos sin encajar goles en el primer minuto.

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Dense por follados

Lo más destacado del partido de ayer es que nos metieron OTRA VEZ un gol en el primer minuto. ¡¡Y qué gol!! Todo un monumento al despropósito y a la desidia. Fue en un córner, por supuesto, con Caquillas moviendo los deditos como dando instrucciones a sus compañeros, que obviamente pasaban de él. Luego el balón despego y todos los nuestros se quedaron mirándolo como si fuera un auténtico «OCNI», sólo les faltó babear. Fue uno de los córners peor defendidos de la historia, rematado por un vascuzo… ¡¡desde el suelo!! El tipo bien podría haber sido una bola de sebo al estilo «La salchicha peleona», pues no necesitó elevarse un puto centímetro para meternos gol. Glorioso.

Alguno pensará que me estoy dejando arrastrar por la yshteria, pero alguien no van a hacer esta misma jugada en Champions, y lo sabéis; puede que incluso sea el Schalke. Sales «relahao» en el partido de ida, te meten un gol en el primer minuto, se encierran atrás y hale, para la vuelta a sacar la güija. Carlo lleva un año y medio aquí y está rodeado de colaboradores de «hélite», todos cobran la gran millonada, pero no sabemos defender un córner de  forma remotmente homologable. Pese a todo, ayer ganamos fácil porque en un mes ya nos ha dado tiempo a hacer la digestión del turrón y la Real Sociedad no deja de ser un pseudo-equipo con camiseta de los chinos, pero ya está. El partido no demostró la gran calidad del Madrid, sino la obsolescencia de las ligas nacioanales.

Sobre el debate de si se juega mejor sin Cristiano: sí y no. Sí porque se rompen vicios muy arraigados en el juego y se intentan cosas distintas; y no porque sigue siendo el mejor definidor del mundo y más regular que el esfínter de José Coronado. De todos modos, parece que se le está pasando el arroz y yo no sería contrario a venderlo. De hecho, cualquier jugador que se queda más de 5 años en el club se vuelve bastante gilipollas, por lo que ésa debería ser la duración máxima y no renovable de los contratos. Esto, junto con la demolición del estadio y la abolición de los abonos es la única esperanza de regeneración del club, pero nos mola más tener a Canelitas creyéndose Séneca mientras un octogenario lo aplaude desde su butaca adquirida antes de que Arturo Fernández tuviera pelos en los huevos.

Y sí, James, Benzema y alguno más dejan sus detallitos, vamos recuperando la inercia ganadora y tal, pero vayan mentalizándose de que el título de este año es la Liga, que para Champions hace falta una profundidad de concepto y un curro que a los Globetrotters de Chamartín se les olvidaron hace muchos meses. El título se la volverán a jugar Mau y la maricona, que son los únicos que lo desean con suficiente fuerza. Ancholoto en cambio ya no tiene reflejos ni para soltar el lastre de la plantilla o para darle media hora a Jesé en un partido totalmente resuelto. Lo único que le falta es que algún asador le ponga un servicio de «catering» para picar en el banquillo durante el juego.

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– Pudrit: 4 (James, Canelita Benzema (2))
– Real Suciedad: 1 (Un tipo que no saltó)

Incidencias: Relahación.

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