Cuando el diablo se aburre, mata moscas con el rabo, y la Semana Santa ciertamente es muy aburrida, así que todo el séquito de periodistas de Sergio Ramos -alias el Cateto de Camas- se ha movilizado para pasar esta semana de pasión de la forma más llevadera posible. Resulta que al muchacho únicamente le quedan dos años y medio de contrato, y claro, no puede dormir tranquilo sabiendo que tiene tan poquísimo margen para negociar su renovación. Así pues, el séquito ha preguntado «¿qué hay de lo nuestro?» desde dos medios muy apreciados por todos los gourmets de la mierda: el As del inimitable Cerdaño y El Confidencial, a través del simulacro de periodista (más bien es agente encubierto de jugadores) Javier Ratallanas.
El mensaje es idéntico en ambos libelos: Cateto Ramos quiere renovación… ¡¡y además respeto!! Al estilo hip hop, al estilo siciliano; el respeto, esa cosa tan importante. ¿Pero qué quieren decir exactamente con «respeto»? ¿Que nadie critique al camero? ¿Que le ofrezcan al menos cinco años? «No permitirá que se le desprestigie como a Casillas», apostilla Ratallanas. Que Casillas y Ramos -los dos futbolistas más protegidos mediáticamente de la historia junto con Baúl- se queden de «desprestigio» es sinceramente para partirse el escroto, pero así son este tipo de personalidades límite: cuanta más seguridad tienen, más quieren, en un obsesivo afán por proteger «lo suyo», especialmente cuando se acerca el final de sus carreras.
No obstante, el gordicalvo de El Confidencial asegura que Florentino Pérez anda poniendo verde al cateto por los pasillos. Yo sinceramente no me lo creo; Pérez babea demasiado con sus jugadores, y les coge demasiado el teléfono. Pero si fuera cierto, le diría que llevara sus críticas hasta las últimas consecuencias, y pusiera al 4 en el mercado. Será la última ocasión de sacar algo de dinero por el central más irregular del mundo y jugador más expulsado en la historia de la Liga. Sí, nos dio la Décima y bla bla bla, pero eso no le da derecho a un plan de pensiones; ya se le pagó por sus servicios, y muy bien. En el Asco llegan al extremo de listar los beneficios económicos de aquel título, como si le debiéramos a Ramos una comisión por ellos (!!). Dicen que hace tiempo perdió mucha pasta por unas himbersiones inmobiliarias, y que desde entonces su afán es recuperarse económicamente, pero eso ciertamente no es problema del Madrid. Vete, cateto, vete, demuestra que son verdad esas ofertas multimillonarias que los del séquito airean cada poco, y a ver si por esos mundos de Dios te ríen las gracias tanto como aquí.