Pisando fuerte

jesechicha

Tema 1: Sanción FILFA. Para empezar, no me creo un carajo, y la yshteria que se está desplegando con este tema no me produce sino sonrojo. ¡¡¡Mariconazos!!! Os pido que os fijéis en esta piececita de Maroto el de la Moto, que sin duda alguna bebe de las mismas fuentes que el bizconde de la Almorrana: el expediente del Madrid ni siquiera se está estudiando en la actualidad, pues la FIFA aún no ha recabado toda la información sobre el caso. Y de producirse alguna sanción, sería como pronto a mediados de Mayo. Dicho de otra forma: humo absoluto. De hecho, el texto es absolutamente bizarro por la diferencia entre lo que afirma el titular (que Villar fue intentar salvar al Madrid y no pudo) y lo que explica realmente la noticia (¡¡que no pudo salvarlo porque no había ni informe aún!!) Lo que no debemos perder de vista es que, según los repórters Tribulete de PRISA, el caso del Paleti sí se ha estudiado ya, y de hecho se anunciará la sanción en breve. ¿A alguien se le ocurre qué forma podría tener un periodista colchonero (es decir casi todos) de suavizar tan desgradable noticia? Exacto, la de siempre. Quien tenga cerebro que lo use.

Tema 2: Partido de hoy. Salvo cataclismo mundial, hoy ganaremos por «goliada» al Almería del bueno de Sergi. Lo sabemos nosotros y lo sabe Carlo, que se va a dedicar a experimentar un poquito, e incluso ha convocado al «mangas» Ódegor, la gran esperanza noruega. Parece que el muchacho ha tenido algunas fricciones con sus envidiosos compañeros del Castilla, y por eso me parece bien que alterne con la primera plantilla, que al fin y al cabo es su verdadero equipo. El partido ideal de hoy tendría 10 goles (varios de ellos marcados por Jesé y Cacharrito), minutos para Ódegor y una fractura de fémur de Casillas resbalándose al bajar del bus; con que se cumpla alguna de las condiciones, sirve. Sí, amigos, vamos como motos y encima el Paleti va a pinchar. Al loro, que no estamos tan mal.

Actualización: Comunicado del Madrid por si quedaba alguna duda.

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Fans del Madrid World Tour: Locombia (y V)

tayrona

Parte V: El Caribe y la despedida

Figuradamente hablando, mi primer contacto con el Caribe colombiano se produjo en la misma Medellín, al quedar con un lector caribeño del blog, a quien en Fans conocéis como Iguazo1984. Nos encontramos en la popular avenida 70 (muy cerca del Atanasio Girardot), y en una de sus terrazas vimos un partido del Mandril y comentamos anécdotas de la web a lo largo de los años. Aunque siempre he sido consciente de mis limitaciones como escritor, resulta bastante gratificante comprobar cómo personas que viven a 8.000 kms. te han leído regularmente durante tanto tiempo. Los norteños tienen la costumbre de empezar muchas frases diciendo «Marica», lo cual resulta muy gracioso. Iguazo tuvo a bien presentarme a unos parientes que me contaron cosas muy interesantes sobre el país, uno de ellos un primo barcelonista, pero «sólo por el fútbol». Por la cordialidad del ambiente, desistí de explicarle el daño que tan avieso club le ha hecho a España.

Unos tres meses después viajé a la costa caribe, situada al Norte del país. Mi primera parada fue Santa Marta, en el departamento de Magdalena; el desplazamiento fue obligatoriamente en avión, pues Colombia carece de vías férreas. Algo realmente llamativo de esta ciudad es que te encuentras una playa a apenas 50 metros del aeropuerto, y bastante bonita por cierto: larga, limpia y nada masificada, gracias a la ausencia de hoteles y la distancia hasta el núcleo urbano (unos 15 kms). Así, es posible dándose un chapuzón 10 minutos escasos después del aterrizaje. En el taxi, de camino a la ciudad, me sorprendí admirando la puesta de sol marítima, prcatándome de que no había visto algo parecido durante cuatro meses, debido a las montañas que rodean por completo Medellín; es el precio que paga la ciudad por su benigno clima.

Aunque la Colombia caribeña, como el resto del país, tiene una gran mezcla de razas, es una zona predominantemente negra y mulata. Las mujeres no desmerecen su fama, y muchas de ellas son bellísimas, generalmente desde una temprana edad. El acento local es el compartido por todo el Caribe, mucho más parecido al cubano que al de las regiones más sureñas del país, aunque no todo el mundo lo tiene. Aun con las particularidades propias de la zona, Santa Marta recuerda a cualquier localidad playera del mundo, con su paseo marítimo, sus hoteles y sus turistas. Sin duda la peor costumbre del caribeño es utilización compulsiva del claxon por parte de los conductores de coche y moto; son escasísimos los que conducen más de 200 metros sin pitar, con la excusa de que «así no atropellan a nadie» y la consiguiente contaminación acústica. Es algo a lo que hay que acostumbrarse en esos lares.

rodadero

La primera noche la pasé en un hostal llamado La Brisa Loca, y aunque no me atraen mucho este tipo de establecimientos, la verdad es que fue una experiencia la mar de interesante, gracias al bonito estilo colonial del edificio y a su desenfadada atmósfera; incluso los gringos y argentinos que mayoritariamente lo poblaban eran bastante tolerables. Más tarde me pasé al Emerald Hostel (en la puerta de al lado), donde puede confirmar esa misteriosa invasión argentina del Caribe. Santa Marta es sin duda una ciudad agradable, pero su mayor gracia es usarla como base para visitar otros lugares, como Tayrona, un pueblecito pesquero bastante popular. Su población es extremadamente humilde, y a excepción de la línea de playa -con sus chiringuitos y hostales- tiene enormes carencias urbanísticas, y muchas calles son de tierra y piedra. Es una lástima que no se beneficie más del abundante turismo.

Sin duda la gran atracción de la zona es el parque natural Tayrona, uno de los rincones más espectaculares de Colombia. Esta enorme reserva alberga arquetípicas playas del Caribe, acompañadas de grandes porciones de exuberante selva. Es mejor tomarse un tiempo para visitarla (al menos un par de días), aprovechando los varios cámpings de su interior. Las playas están separadas por senderos selváticos de longitud variable, que se recorren a pie o a caballo. En ellos es posible encontrar pequeños grupos de indios Tayronas, la etnia local, que se caracteriza por sus vestimentas blancas y al parecer se mueve libremente por el parque. La foto que encabeza la entrada corresponde a esta espectacular reserva.

Después de cuatro días en Santa Marta llegó el momento de conocer Cartagena de Indias, la mítica perla del Caribe. El trayecto entre ambas ciudades es realmente interesante, con paisajes realmente singulares y escenas humanas muy llamativas. Se trata de una zona de naturaleza muy rica, y en un momento dado la carretera tiene un largo acuífero a la izquierda y el mar a la derecha, así que los véhículos avanzan por una estrecha lengua de tierra. Esta zona es probablemente la más pobre de Colombia, y se divisan poblados polvorientos y paupérrimos, cuyos habitantes menudo carece incluso de zapatos y camisas. Al igual que en Taganga, estas poblaciones suelen vivir de la pesca, «atrapando de día lo que comen por la noche», y hay quien apunta que ese modo de vida es simplmente su idiosincrasia. En bastantes casas se ve pintado el escudo del equipo de fútbol más popular del Norte, el Atlético Junior.

cartagena

Mi primer contacto con Cartagena fue en el barrio de Torices, donde se encontraba mi alojamiento. Se trata de una de las muchas «cocinas del infierno» que existen en todo el país (incluso más pobre que San Javier), y desde luego no es el mejor sitio para llevarse una buena primera impresión de la ciudad. Desde allí, tras una caminata de 20 minutos, se llega al actual centro de la ciudad, que no resulta desgradable pero tampoco tiene nada de especial. Sin embargo, todo cambia cuando se penetra en el centro histórico o «ciudad amurallada» a través de la Puerta del Reloj, accediendo a un micromundo mágico directamente entroncado con la gloria del antiguo imperio español.

Las calles de la ciudad amurallada son bellísimas y están magníficamente conservadas, siendo singularmente bonitas de noche, gracias a un acertado sistema de iluminación. Enseguida resulta obvio por qué la ciudad es llamada la Perla del Caribe, destacando rincones como la plaza de la catedral, que puede rivalizar con las de Venecia o cualquier otra de similar celebridad. Es posible recorrer este casco antiguo en coche de caballos, que a pesar de ser un obvio gancho para turistas contribuyen positivamente a la atmósfera. Las calles están cuajadas de establecimientos hosteleros y comerciales muy agradables y bien cuidados, lográndose conjuntar perfectamente la añeja armonía arquitectónica con las amenidades del consumo moderno.

Por supuesto, es recomendable transitar por el perímetro de la muralla, donde aún podemos ver muchos cañones apuntando hacia el mar, como cuando guarecían esa joya de la corona de los invasores ingleses. Por esta zona encontramos una sorpresa singular: una fuente análoga a la de Canaletas, fabricada en Barcelona, para más señas. ¡Quién sabe qué hisrotia tendrá detrás! La otra gran construcción defensiva de la ciudad -fuera del recinto amurallado- es el Castillo de San Felipe, una colosal fortaleza conservada casi a la perfección y que precisa más de dos horas para ser recorrida por completo. Desde sus alturas hay unas excelentes vistas de la ciudad, y a sus pies se encuentra el monumento al muy singular héroe Blas de Lezo, el hombre manco, tuerto y cojo que, en absoluta inferioridad, logró defender Cartagena ante la apabullante flota de Albión, logrando que siguiera siendo española durante varias décadas más. En el pedestal de la estatuas se reproducen las monedas que los ingleses acuñaron para conmemorar una victoria que daban por segura (esos tíos parecían culerdos).

El barrio más interesante de Cartagena, después del centro histórico, es Getsemaní, un encantador conjunto de pequeñas calles con todo el colorido y bullicio propios del Caribe. Es aquí donde se concentran casi todos los hostales de la ciudad, por lo que la atmósfera es decididamente joven e internacional. Aunque la arquitectura no es tan rica como en el centro, resulta también francamente bonita, gracias entre otras cosas a los atractivos colores de sus fachadas. En esta zona se encuentran algunos teatros de gran antiguedad y valor estético. Hay otras partes de la ciudad muy extensas, que albergan básicamente hoteles y suntuosas villas de extranjeros. Por esa zona podemos darnos un chapuzón en la enorme playa de Bocagrande, cuyas ocuras y bravas aguas permiten actividades como el surf y su variedad con cometa.

Sin embargo, el gran tesoro costero de Cartagena está a unos 40 kilómetros del corazón urbano, en la península de Barú, donde aguarda la portentosa Playa Blanca, muy adecuadamente bautizada. Existe una forma fácil de llegar (tomando el ferry en el puerto), y una complicada y poco glamurosa, pero muy barata: el primer paso es tomar una buseta en el multitudinario mercado de Basurto, una apoteosis de negritud (que diría Ansón), bullicio, calles de tierra y olores penetrantes. La buseta deja en algo menos de una hora en un pueblecito llamado Pasacaballos, y allí los motoratones se pelean (casi literalmente) por llevarte a Playa Blanca; si tienes suerte hasta te dejarán un casco no muy tercermundista. El viaje cuesta unos 17.000 pesos entre motoratones y buseta, frente a los aproximadamente 50.000 del ferry. Una vez más, toda la zona es paupérrima, un enorme contraste con lo que uno encuentra al llegar a Playa Blanca, básicamente la playa perfecta. Ciertamente no es solitaria -la visitan numerosos turistas de muchas nacionalidades-, pero lo compensa con su longitud, belleza, entorno y sobre todo sus limpísimas y cálidas aguas, de un tono azul turquesa, que dan la sensación de estar bañándose entre zafiros. Un lugar ideal para olvidarse de todo y disfrutar, con la posibilidad de alquilar una bonita cabaña y pasar allí varios días. Pocas horas después de visitarla, tomaba el avión de vuelta a Medellín.

Tres semanas después, durante las que viví en el barrio de Villahermosa, llegó el momento de volver a la patria, tras casi 5 meses en Colombia. Imposible no sentir una intensa melancolía cuando llega hora de abandonar un lugar que ha sido tu casa durante un tiempo prolongado. Un país al que llegué con miedo por la delincuencia y que fue, sin duda, el más hospitalario y acogedor que he conocido y que seguramente conozca; no hubo familia que conociera que no me abriera las puertas de su casa y me pusiera un plato sobre la mesa. Los colombianos son gente maravillosa, en varios aspectos mejores que los españoles, y se merecen que su país emerja y aproveche su enorme potencial; ojalá lo logren, así les lleve décadas, y espero que sus hermanos españoles juguemos un papel en ello. Durante mi estancia viví emociones muy intensas, algunas profundamente tristes y otras intensamente alegres; por supuesto me quedo con las últimas, que son las que tendrán alguna trascendencia en mi vida posterior. Amigos colombianos, amados paisas, guardadme un rincón para cuando vuelva a necesitar el calor que tan generosamente brota tanto de vuestras almas como de vuestro cielo. Me siento afortunado de tener dos países.

En el último capítulo del Fans del Madrid World Tour: El Regreso.

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We Are Mandrils!

madrid

No sé si habéis visto una peli de McG llamada «We are Marshall»; si no es así, da igual, es bastante mala -pura manipulación emocional-, pero refleja con acierto cómo una comunidad se une en torno a un equipo de fúrbol americano después de que casi todos sus componentes se maten en un accidente aéreo (papelón de Robert Patrick durante 10 minutos). Una de las escenas «cunvre» es cuando medio pueblo se reúne bajo la ventana del rector de la universidaZ para reclamar que rearme al equipo, gritando repetidamente, puño en alto, «We are Marshall» (que es el nombre de la institución).

Y así debería sentirse el mandrilismo hoy, abrazado a los equipos de fútbol y basket, que se han plantado en las semis de los campeonatos europeos, algo rarísimo de por sí y que hemos logrado dos años consecutivos. El año pasado alcanzamos las dos finales y ganamos la de fúrbol, pero ahora queremos los dos títulos. En baloncesto, se solventó muy bien con Efes, y ahora nos queda ganar dos partidos en casa para lograr la gloria «acsoluta», con la satisfacción añadida de que la Far$a no mancillará el Palacio. El primer escollo será Fenerbahce, es decir Obradovic, que tiene él solito las mismas Copas Duropa que el Madrid (8), pero prevaleceremos, es nuestro deber. Luego casi seguro el Cheska de Iván Drago-Kirikenko, un partido que todo el mundo dice que es casi imposible de ganar, ¡¡pero es mentira!! Hasta el Novgorod les ha ganado en su Liga, y nosotros debemos encontrar LA MANERA. Es sólo un partido, y en casa.

madrid 2

Las semis del fúrbol nos emparejaron con la Shuve, eliminatoria «trampa» a fuer de sencilla (comparada con las otras dos posibles, se entiende). El cruce se resume de forma muy fácil: con ambos equipos a su mejor nivel (descontando a los jugadores no disponibles), el Madrid debería pasar 6 de cada 7 veces. Otra cosa es dar con ese equilibrio que sólo ha aparecido esporádicamente este año, además del hándicap en la portería, que es simplemente innegable. En todo caso, hay que felicitarse del éxito institucional, y hacer la siguiente reflexión: si tenemos así a los dos equipos pese a meter la pata tan a menudo, ¿cómo será cuando de una vez por todas los gestionemos con criterios totalmente profesionales y, en el caso del basket, dedicando los recursos adecuados?

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El espíritu de Chicharito

Bungle

Muy grande Simeone quitando a su mejor jugador del terreno de juego. Y luego gastando su último cambio dejando a Manchuki cojeando y con uno menos. A la altura de lo de sacar a Diego Costra lesionado en una final de Champions untándole la rodilla con placenta de camella. El cornudo, ese “gran entrenador y motivador”, confirmó ayer que es un tonto muy tonto de la peor especie: aquella de los que además de tontos se creen muy listos, y encima tienen un público que les ríe las gracias.

Y qué decir del Chicha. Cacharrito es un paquete, pero un paquete cargado de ganas, pundonor y huevos. Es el reverso de Benzemá. Ayer hizo un grandísimo partido higuainesco, pero con final feliz. Con esas lágrimas en el banquillo cuando lo cambiaron, después de recibir la ovación del público, lágrimas de alegría, de desahogo de toda la tensión y de emoción al darse cuenta de lo que había conseguido… con esas lágrimas a mí me ha ganado para siempre.
A principio de temporada decíamos que tenía un perfil tipo Manolito Adebayor: simpático, con ganas de trabajar pero sin poner malas caras ni enmierdar por ser suplente, y que a poco que hiciese en el año que estuviese con nosotros, le acabariamos recordando con cariño. Lo ha conseguido, sólo que también los costrosos se acordarán mucho de él.

El Curioso

La vida sigue igual, y lo sabes. De nada sirvieron los antecedentes de esta temporada frente al costroso team. En aquellos partidos, nuestras divas jugaron con bastante poca intención, pecado mortal frente a un grupo de guerrilleros con amplia experiencia de supervivencia y matonismo en patios de correccional, aleccionados por un señor de la guerra de idéntico pelaje [grasiento].

Con nuestros 10 jugadores concentrados (ola topo, ¿k ase?) y esforzándose a un nivel profesional, pocas opciones tenían los del río de pasar la eliminatoria, y si alguna esperanza albergaban en sus delirantes cabezas, ésta se derrumbó cuando su talibán evocó su Istambul querido sacando la plancha a relucir, aunque esta vez fuera para dañar a un merengue en lugar de tostar el pan del kebab de cordero con queso del señor Ben Ali.

A toro pasado parece que fue un buen planteamiento táctico el de Ancelotti adelantar a nuestro ariete al centro del campo y alejarlo de la zona dónde nos había buscado la ruina frente a los costrosos en la copalrey con sus elegantes pérdidas de balón. Me quedo sobre todo con la valentía de intentarlo con el enorme riesgo de recibir la mayor tormenta de mierda en caso de haber perdido: “el Madrid renuncia a su estilo”, “el fantasma de Mourinho regresa a Chamartín”, etc, etc, etc.

¡Hala Madrid hijosdeputa, y viva México cabrones!

El Socio

Del mismo modo que el Madrid produce un profundo hartazgo (es incalificable que el Paleti tuviera ayer un portero tres veces mejor, comprado por cuatro duros), no deja de producir material para la épica: jugar ocho partidos contra el Atleti y ganarle sólo el último, el que cuenta de verdad, es algo propio de un equipo que de algún modo emerge casi siempre en las grandes ocasiones; además, con un gol marcado -una vez más- por un jugador casi desahuciado. En el horizonte, el reto descomunal de las dos Champions seguidas. Lamento que Ancholoto sólo haya introducido variantes tácticas cuando se ha visto absolutamente acorralado por las lesiones; si fuera algo menos conservador probablemente tendría más títulos (principalmente Ligas). Por cierto, he notado un cambio psicológico curioso en la hinchada india: en sus foros no dudan en calificarnos de «equipazo» e incluso de «los mejores del mundo». Parece claro que Lisboa restableció la relación de pleitesía que se había asentado los últimos lustros.

No creo que se vaya a tirar la Liga: al contrario, en mi opinión las victorias siempre producen buenas inercias; lástima que dependamos de otro equipo. En semis, el cruce de menos desgaste sería contra la Juve, pero igualmente los tres equipos que quedan son potentísimos y todos serán partidos dignos de ver.

– Real Madriz: 1 (Cacharrito)
– Paleti: 0

Incidencias: La capital pertenece al Real. Increíblemente, se ganó aunque el bus no siguió el recorrido «tradicional».

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Uroliga, cuartos de final. 4º partido: Andasulí Efes-Real Mandrid Teka. 19:00 (Streaming)

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Que bote, que bote, que bote mi cipote

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Si hemos logrado que todos digan una frase en español, también podemos ganar al puto Paleti.

Bastante hasta los cojones de esta eliminatoria, y deseando que pase ya. Y sobre todo, hasta los huevos de los mermados que se acobardan como viejas en la guerra ante esa cuadrilla de destripaterrones comandada por el aceitoso y muy hostiable Cholo Simeone. Lo normal es que pasemos, y con cierta holgura, a menos que protagonicemos un verdadero esperpento futbolístico, o que el alopécico de la portería tenga una de sus «noches míticas».

Ha habido cierta polémica por el recorrido del autobús hasta llegar al estadio, que será algo diferente a otras ocasiones. Si ya lo de recibir a un autobús es una cosa bastante retrógrada y paleta, montar un pollo por si van por aquí o por acá ya me parece el colmo del garrulismo tribal; a alguna gente le sobra demasiado tiempo. Yo por mi parte seguiré el ejemplo del general Custer, y veré el partido en batín (bueno, en albornoz porque soy pobre), y lo sintonizaré sólo un minuto antes; paso de previas, de dimes y de diretes. Bastante tengo con dedicar dos horas enteritas al magno evento.

Sobre la alineación, ya lo dije todo ayer: creo que hasta el peor equipo que pueda alinear el Madrid debería ser capaz de hacerle un puto 1-0 al Paleti. Incluso iría tan lejos como para decir que podemos contrarrestar al nefasto y llorón Illarra. Aquí lo único que hace falta es algo cada vez más escaso en España: seriedad. Que el equipo haga su puñetero trabajo y se imponga a un equipo al que, en condiciones normales, hay que ganar 8 de cada 10 veces. La grada que se ponga las pilas también, y que sea «factor», como en el puñetero Calderón. Eso es todo lo que necesitamos: dar el callo y un mínimo de empuje del público. Luego tendremos nada menos que un día de paz, hasta el sorteo de semifinales; bueno, no, que el jueves tenemos el cuarto partido de Euroliga.

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¡¡A por la Fainal Ford!!

https://youtu.be/Df_kolhHT1k

El equipo de basket ya está en Constantinopla, dispuesto a rematar la eliminatoria de cuartos que da acceso a la madre de todas las batallas, la Fainal Ford (sí, Ford) de Madrid. Hay que decir que los dos primeros partidos no se nos han dado nada mal: el primero lo ganamos con solvencia y en el segundo logramos una remontada extraordinaria, que según dicen algunos se debió -ni más ni menos- que a la sapiencia técnica de Laso. ¡¡Vivir para ver!!

A decir verdad, el Efes es menos equipo de lo que le corresponde por calidad de plantilla, y quizá despierten el año que viene, pero ésta no ha sido su temporada. En lo que siempre ganan de calle, eso sí, es en el nivel de sus cheerleaders, que hacen anuncios tan bonitos como el que encabeza la entrada. En cualquier caso, sólo nos falta un partido para rematar la faena, y la gran pregunta es: ¿hasta qué punto nos complicaremos la vida? Ganar hoy sería perfecto, perder un partido sería comprensible y devolver la eliminatoria a Madrid sería… muy lasiano, y por tanto no podemos descartarlo.

De todos modos, creo que nunca se ha remontado un 2-0 con ventaja de campo, por lo que podemos ir pensando en la F4, donde ya nos espera rival: el Fenerbhace. Fenerbahce es dos cosas: Obradovic y dinero, un equipo diseñado para ganar, con un único hándicap: éste es su primer año en la élite, y creo que jugar en el Palacio contra todo un Real Madrid les pesará. Zeljko nos dio nuestra última Euroliga, y ahora será llave para la Novena, todo encaja. En la final, casi seguro, nos encontraremos con el que nadie quere: el CSKA, en lo que será el partido más emocionante de la historia del baloncesto. Pero ésa es otra historia.

Uroliga, cuartos de final, tercer partido: Andasulí Efes – Real Mandril. 20:45 (Streaming)

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Júrgol: Bienvenidas sean las bajas

Lo de Modric es una putada, qué duda cabe; lo de Bale, no tanto; y lo del autista Benzema directamente es buena noticia. Lo mejor de estas lesiones es que Carlo va a tener que inventar por una vez en su puta vida, y cambiar ese esquema inamovible (¿os acordáis del «estilo irrenunciapla del Far$a»?) que se ha estrellado repetidamente esta temporada; la puta BBC, vaya. ¿Quién va a jugar y cómo? No tengo ni zorra, ni voy a aportar una nueva alineación pajillera a las miles que inundan la red, pero lo que sé es que el equipo estaba anquilosado, y que las nuevas circunstancias van a obligar a innovar, a pensar y a salir con dos puntos extra de atención. La gente está cagada, pero tengo pocas dudas de que vayamos a pasar. Lo chungo vendrá en semifinales, donde por supuesto inauguraremos otro ciclo de histeria.

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