Funding Fortnight!

taberna

Sí, amigos, hemos llegado al final de otra temporada llena de éxi… bueno, al final de otra temporada. En fúrbol no nos comimos un cagao, pero hay que congratularse por el excelente ambiente que se vivió en e la plantilla y por la consecución de ese trofeo de repercusión huniversal, el Mundialito (Yeeeeaaaah!!). Además, en blásket nos llevamos la mayor alegría de los últimos lustros, con la consecución de la ansiadísima Novena, y vamos camino del triplete (¡al loro, que no estamos tan mal!). Ya sé que a algunos os sabe a poco, que querríais llevaros un título gordo de fúrbol todos los años y poder simpatizar con los jugadores de la plantilla, e incluso admirarlos; tener once modrics o tonikrosses. Pero desengañaos: nos hacemos más viejos y más cínicos, y según pase el tiempo los jugadores nos parecerán cada vez más malcriados y cabezahuecas, y en general los odiaremos más que los amaremos. ¿Títulos? Hombre, seguirán cayendo por goteo como hasta ahora, pero no contengáis la respiración esperando dobletes y tripletes; más bien hemos adquirido cierta maestría en la consecución de nadapletes.

Sin embargo, aquí en Franks del Mandril tenéis vuestra fiel taberna donde compartir inquietudes y penas con vuestros semejantes, cagaros en toda la plantilla uno por uno, comentar lo mal que va el país y reafirmaros en que son todas unas putas (¡brindo por eso, hermano!). También podéis pelearos con el pesado o con el loco del bar, porque al fin y al cabo somos onvres y llevarse todos bien es de maricones. No os preocupéis por la hora, siempre andará por aquí el Socio vigilando el local, Erik libando segoviano o Lucas contando las perras de sus negocios.

Es un establecimiento de 24 horas y gratuito, pero con un bote de propinas que se abre dos veces al año, y al que quitamos la tapa para esta «Funding Fortnight» de Junio. Si no os suena el palabro, «fortnight» significa quincena, que será el tiempo durante el que la página reducirá un poco su actividad y se recogerán vuestros generosos óbolos. Cada uno en la medida de sus posibilidades, claro: si tienes 1000 lauros que te sobran por ahí, ¡mándalos a Franks! Si lo que te sobran son 5 lauros, pues manda eso. Todos ellos serán gastados con justicia y prudencia, y compensarán la ingente cantidad de horas que le come al autor esta péich que está a la esquina de su 11º aniversario. Si tenéis algún negocio y preferís donar en especie (jamón, vino, libros, putes…) podéis escribirme a correo@fansdelmadrid.com y os diré dónde mandarlos. Como siempre, podéis usar Peipal o transferencia (consultar cuenta en el mismo correo). Así que nada, a cargar las pilas, que la temporada que viene sin duda estará cargada de… emociones. Sí, eso; emociones.
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Para que el mal triunfe…

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La cita de Edmund Burke sigue siendo igual de cierta 250 años después. Y el principal motivo para que el mal ondeara ayer sus estandartes en el estadio olímpico de Berlín ha sido la desidia y el agotamiento del jefe de las fuerzas aliadas, el sr. Flóper. Mientras la tropa oscura aprovechaba la fuerza que sólo concede la total falta de escrúpulos, don Flóper andaba discurriendo cómo echar al cáncer calvo del Madrid asumiendo un coste personal y económico cero, es decir hacer la tortilla sin romper los huevos; será que se han acabado los huevos en Chamartín. Quiso ser estricto y a la vez dulce como la sra. Darling, y ha acabado teniendo una autoridad que se basa únicamente en la ausencia de alternativas y la costumbre del poder. Mal, Floper, muy mal.

Pero aunque el presente sea lúgubre, el presidente podría hacer muchas cosas desde hoy mismo: para empezar, promover de una vez unos protocolos antidopaje propios de un continente y unas competiciones profesionales que se respeten a sí mismos. Ya no le pido ni cortar la vía intravenosa con UEFA y FIFA – esas organizaciones mafiosas- sino que, mientras estemos dentro, exista alguna semblanza de competencia limpia, donde no ganen los mejores especialistas en «medicina deportiva» ni los que tengan los mejores «dietistas» en pueblos perdidos de Italia. Esto lo digo tanto los años que perdemos, como éste, como aquellos en que ganamos.

Pero sobre todo, Floper debería ir preparando un delfín, uno que sea bueno bueno, tipo Flipper, aunque no es que debamos albergar muchas esperanzas a este respecto: se habla de Fernández de Blas, que al menos es uno de los junteros menores de 70 años (risas), pero si Floper se ha pasado 15 años pensando «qué haría Bernabéu» (convirtiéndose por ello en una triste copia), De Blas seguramente haría lo propio con Floper. ¿No tendrá esta gente algún sobrino joven, listo y descarado al que el florentinismo -no digamos ya el piperismo- le huela a naftalina? Pero ná, los jóvenes brillantes españoles están interesados en cosas distintas que un club que ha vinculado su futuro -como dijo explícitamente el presidente- a la endogamia; un completo sinsentido. Para eso es mejor irnos a la S.A.

Lo más curioso de esta historia es cómo el Barsa ha cambiado el paradigma sobre cómo ganar títulos: se lleva Ligas, Champions y hasta tripletes como si no costara, con presidentes delincuentes y poniendo como entrenadores a bultos sospechosos como Rijkaard, un tipo con cero partidos en Primera como Guardi -cuya aura queda ahora fuertemente en entredicho-, gente con graves problemas de salud y triatletas a los que echaron  de ligas menores por inútiles. Los únicos patrones reconocibles son gastos descomunales en jugadores (aunque sea estafando a sus dueños), una ascendencia institucional más que notable y dietistas, muchos dietistas; la importancia de las dietas en el fútbol. Yo no pido al Madrid que emule ese modelo de mierda, sólo ser la mejor versión de sí mismo posible; y hoy día está demasiado lejos de ello.

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No llores, coño

Pues nada, se consumó el tema Benítez, y… no tengo mucho que decir, la verdad. Apenas he visto unos segundos del magno espectáculo, porque no sé qué podría aportar ahora mismo a mi vida, especialmente las palabras Floper, cuyas intervenciones parecen un copia/pega desde el año 2000. Cada vez que presenta a un entrenador, dice «Tenemos el convencimiento de que…», pero ná, no es verdad, Floper: no tienes el convencimiento de nada, porque sabes que acabarás echando al nuevo entrenador a la papelera, como hacía Jesús Gil en los sketches de Arús. Ha aseverado también «se conoce a Benítez por el brillante planteamiento de sus partidos»; joder, entonces cómo planteará los partidos la pléyade de entrenadores que llevan ganándole durante los últimos años. Así vamos, de lugar común en lugar común hasta el bostez final.

¿Del entrenador qué decir? Que está muy gordo y que tiene una cara muy cómica, la que él mismo se ha labrado a base de mucha comida, poco ejercicio y una perilla que ya estaba anticuada en tiempos de Quevedo. A mí no me parece mal que un técnico se emocione al ser presentado, ¿pero hasta el punto de que se te salten las lágrimas y no puedas hablar? Dan ganas de hacer un «doblaje» de los de Kojiro en twitter, y poner en su boca «Hostia, hostia, ¿de verdad puedo entrenar aquí?» Benítez recordaba sobre todo a un Carpanta (bueno, más bien un Protasio) que no acababa de creerse que, por fin, iba a mover el bigote. Lo veo en una posición de gran debilidad psicológica y no parece que pueda servir ni de aperitivo para los exquisitos antropófagos del vestuario.

Por supuesto, siempre quedará un sector de «madridismo japi», al que por ahora no hay especial motivo para contradecir. El inapelable tiempo acabará diciéndonos si esta etapa benitesca tiene algo de aprovechable o si se convierte la enésima celebración del caos. De momento, RB ha dicho que quiere a Bale jugando en su sitio y que le gusta Keylor Navas, dos cosas que si llega a plasmar en el campo ya serían una mejora notable sobre el agotado Carlo, quien ya está tomándose su segundo año sabático consecutivo. Pero estamos al principio de todo, y antes de tácticas y similares nos queda pasar por las impepinables semanas de calciomercato.

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¿Benítez el ejecutor?

benitez

Esta noche, tras ver una peli cojonuda, tuve una especie de epifanía sobre todo el «affaire» Benítez. Fue concretamente al observar la portada de Macarra de hoy, en la que se anuncia «Oferta millonaria del Besiktas a Casillas»; un titular raro, pues las portada de este tipo suelen ser del estilo «Equipo de élite ofrece pastizal indecente a jugador acabado por el privilegio de verlo con su camiseta» (ejemplo claro aquí). Quizá me estoy engañando, pero al ver una portada donde dicen «el Besiktas [es el único que] quiere a Casillas», el mensaje que me llega es que el Madrid quiere largar a este tío.

Pero en la práctica esto es algo muy difícil: Florentino, que es ante todo un presidente cobarde y populista -como casi todos los que hemos tenido, en realidad- no está dispuesto a asumir el precio político de dar la patada en el culo al insufrible ex-portero de Móstoles. Su esperanza la temporada pasada era que Ancelotti hiciera este trabajo sucio, pero no fue así: seguramente molesto porque no se fichara al portero alto que reclamaba, Carlo pensó que, siendo Casillas y Navas de características similares, no le compensaba la impopularidad que le habría supuesto poner de titular al desdichado costarricense. Era un círculo vicioso: Ancelotti pensaba: «Si quieres que siente al topo, dile que está fuera», y Florentino pensaba a su vez «si quieres que lo eche, siéntalo». Entre todos, la casa sin barrer.

La cosa acabó como tenía que acabar: con la despedida de un Carlo al que todos los jugadores quieren, pero no lo bastante como para dejarse los huevos por él. Florentino se encuentró entonces con que necesitaba un entrenador, pero sobre todo resolver el problema que tiene en el vestuario, y muy principalmente la cuestión Topo. ¿Pero quién querría torear ese bicho? ¿Un Zidane bisoño que además jugó con el mostoleño? ¿Un Klopp que sólo sabe decir «servesa»? ¿Un Emery que aún no ha entrenado a un grande? Parece injusto cargarle a un entrenador esa resposabilidad -más bien institucional-, y Mourinhos no hay muchos.

Aquí es donde entra Benítez, que ha fracasado sin paliativos el Nápoles (en Liga, 3º a 26 puntos del líder en su 1ª temporada, y 5º a 24 puntos en la 2ª; en Champions, dos eliminaciones muy prematuras). En ninguna cabeza normal entra que sus menguadas capacidades como técnico sean las adecuadas para reflotar al equipo. ¿Pero y si fuera ésa la ventaja? Benítez llega sin nada que perder, y todo el desgaste que pueda sufrir por sentar al Topo, cambiar de posición a Ronaldo o disciplinar a Ramos no perjudicará su ya mermado prestigio ni lo amargará especialmente; al fin y al cabo, la alternativa es el West Ham. ¿El juego? Bueno, seguramente Floper piensa que con que jueguen once futbolistas aptos ya estaremos mejorando; este año fuimos una casa de putas y tuvimos opciones en Liga y Champions. Para mí esto tiene una pinta enorme de proyecto a un año, con la consigna principal -muy limitada, ciertamente- de reinstaurar un cierto orden en el vestidor, y que quien llegue después se encuentre un ambiente saneado. Si cuando arranque la Liga tenemos en la portería a un tío sin injertos, significará que he dado en el clavo.

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Algo maravilloso…

Floper: Qué pacha, tú.

Socio del Madrid: ¡¡Adiós la hostia!! ¿Quién o qué eres?

F: Floper el floperiano.

S: Ah, coño, es verdad, tienes tan mala pinta que no te había reconocido. ¿Has venido a hablar del Mandril?

F: Sí.

S: Pues cuéntame, por tu padre, que llevo dos semanas sin cagar blando.

F: Algo va a pasar.

S: ¿Qué? ¿Qué va a pasar? No será Benítez, ¿verdad?

F: Algo maravilloso.

S: Me cago en mi puta vida, ¿el gordo maravilloso?

F: Entiendo cómo te sientes… yo también flipaba cuando me lo dijo JAS. Pero ahora lo veo todo claro… Es maravilloso.

S: Te estás quedando conmigo, ¿no? ¡¡Hosssstias, te has convertido en un bebé espacial todo chungo!!

F: Siquepacha.

S: Has implosionao, cabrón, y nos vas a llevar a todos por delante.

F: Tengo que irme.

S: Llévate mi carnet, que este año me lo gasto en putas.

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La reina chocha, el núcleo y el gordo cabrón

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Por Nicolasito Pertusato

Reina Chocha mamona, mala, mala, mala… tiene el juguete más bonito del mundo mundial y no quiere compartirlo con los demás niños… al final, de tanto montarlo y desmontarlo, se lo cargará y tan sólo nos dejara para que juguemos un juguete roto… mamona mala, Reina Chocha. Después de ver su comparecencia, me gustaría decir que nunca la he visto tan cansada, tan decepcionada y tan asqueada. Creo que ha acabado hasta la polla del Comando Gandul. Se entiende cada vez más el prescindir de la Tita Angelota, que se convirtió en uno más del Comando, y buscar al Gordo Cabrón.

En todos los equipos existe un núcleo duro de jugadores. Es inevitable. Al final, mandan tanto o más que el propio entrenador. Gran parte del éxito del Farsa frente al Mandril, en los ultimos años, ha sido por culpa de sus nucleos respectivos. Mientras el núcleo farsante ha estado formado por tipos con bastante cerebro, cojones y hambre, el núcleo del madrid ha pecado de justo todo lo contrario, escasas neuronas, huevos minúsculos en las grandes ocasiones y una indolencia atroz.

Cuando el Farsa ha visto que este núcleo corría el riesgo de enquistarse no le ha temblado el pulso a la hora de extirparlo. En el Madrid, por el contrario, a ese núcleo se le ha tolerado, consentido y premiado, por ejemplo con cabezas de entrenadores en bandeja y renovaciones de contrato absurdas, inmerecidas y peligrosas. De esos barros, vienen estos lodos. ¿Habrá aprendido algo la Reina Chocha? Supongo que no.

No obstante, confío en el gordo cabrón, a quien es fácil imaginarse al con la túnica de Aleister Crowley cual Demis Russo mesetario. Según cuenta la leyenda, emplea el Método Ludovico con los jugadores: les pone una camisa de fuerza y despues de mantenerles los párpados abiertos con unos alambres para que no pestañeen, les proyecta imágenes de las jugadas de los equipos rivales en un bucle contínuo para que las asimilen de memoria y obtener una respuesta automática en el campo frente a desmarques y jugadas a balón parado. Es un puto genio, y espero que aparezca en Valdebebas con la cabeza rapada y una túnica naranja.

Gordo Cabrón en túnica naranja: «A ver, Cateto, que sonido hace una mano al aplaudir?»
Cateto: «¿Mande?»
Gordo Cabrón en túnica Naranja: “Chupa banquillo, joputa”.

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