La Coja es imparable

Por Panke Mao, enviado especianal

De forma poco ceremoniosa arrasaron los pupilos del señor calvo español a los primos de Edward Shevardnadze, prócer georgiano. El sabor de moda en la «piel de toro» es Nico Williams, un señor con pinta y apellido de vasco de toda la vida, a quien el Barcelona ficharía muy gustosamente si le quedara algo más que vender. Andan preocupados mis colegas españoles porque el muy probable triunfo español en esta Euro consolidará la dictadura pedrosanchesca, pero quiero tranquilizarlos: en China, una vez entendimos que la «dictadura del proletariado» duraría 200 años tirando por lo bajo, todo el mundo renunció a cualquier fútil rebelión y gracias a ello se implantó el capitalismo más cafre, gracias al cual podemos mirar por encima del hombro a los europeos y americanos, a pesar de nuestro micropene.

Como mencionó mi colega P.O. John, el éxito de una selección no tiene mucho que ver con su nivel de juego, sino que se trata de dinámicas (en buena parte mentales) que llevan a ganar muchas cosas seguidas. Es por ello que esta Coja tiene algo de inexorable, como Thanos, y los pobres alemanos no tendrán nada que hacer contra ese colección de morinegros. Quedará así validado no sólo el sanchismo, sino las acciones de la RFEF tras el caso Jenny Hermoso, por lo que también ganará el feminismo ultramontano español.

¿Es todo esto malo? No lo sé, pero es inevitable, como el Madrid cuando juega la Champions. Y ese es el consuelo que le quedará a los aficionados españoles no cojistas: que tienen un equipo igual de capaz de dar la matraca. ¿Qué pasaría si esos dos se enfrentaran entre sí? Quizá alguien debería organizarlo…

Que alguien detenga a la Coja maléfica

https://youtu.be/sv-u20RZeMs?si=0sKCk4H5TfgFzTnV

Por P.O. John, enviado especial

Según nos han confiado fuentes del entorno de la selección, el equipo dirigido por el calvo Luis de la Fuente ha realizado varias ceremonias satánicas para intentar alcanzar el éxito en esta Euro 2024. Saben que renuncian a su alma inmortal, pero no les importa a cambio de la gloria terrenal; es algo que produce no poco miedo a este redactor, pero tales son los tiempos. Si bien hasta ahora era altamente escéptico con estos asuntos de la magia negra, mis fuentes me aseguran que los mencionados rituales han demostrado su eficacia repetidas veces y que se han realizado con la mediación de masones reconocidos como José Bono. Esto habría facilitado que este grupo de verdaderos tuercebotas esté avanzando en la competición con aparente poco esfuerzo.

Como ya se comentó en esta página, una victoria de la «Coja» en la Euro podría ser el catalizador final que convirtiera a la nación española, antiguamente colosal e imparable, en un páramo de abulia, vicio y decadencia. Muchos han puesto sus esperanzas en la selección alemana, pero los teutones son desde hace tiempo una caricatura futbolística, más preocupados de las reivindicaciones de maricones y bolleras que de hacer algo coherente con un balón de fútbol. El plúmbeo ritmo que Toni Kroos imprime al juego puede hacer que los españoles, quién sabe si también impulsados por fórmulas druidicas, pasen al lado de los germanos como auténticos aviones. Cierto que los delanteros ibéricos son singularmente malos, pero a base de machacar la puerta contratria alguna entrará.

Si se supera el obstáculo del anfitrión, ¿quién quedará para detener a la «Coja»? ¿Inglaterra? Son perdedores históricos. ¿Francia? Mbappé se ha convertido en un apestado oficial del sistema, probablemente no vuelva a ganar nada con su selección. El futuro de España, y puede que de Europa, pende de un hilo, y quizá haya que fiarlo todo a la propia falta de calidad del combinado hispano. Si el campeonato se resuelve por un penalti decisivo, que lo tire Morata.

La Coja de Sánchez nos hundirá en la mierda


¿Cuándo se jodió todo?
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Sí, bueno, ¿no? La Coja (antigua Selección Española) tuvo la ocurrencia de ganar su primer Mundial durante la era Zapatero, los verdaderos años de plomo (bueno, más concretamente esquirlas de acero), convenciendo a la masa borreguil de que por fin la democracia plena y la modernidazzzz habían llegado a nuestro secularmente atrasado país. Si bien es cierto que por primera vez en décadas proliferaron las banderas rojigualdas en los balcones, al mismo tiempo el número de mongolos nacionales (ya de por sí numeroso) aumentó espectacularmente. ¡Qué frase tan errada aquella de «no cabe un tonto más»!

Sí, recuerdo aquellos días. La Gran Vía absolutamente atestada de gente, pero no porque hubiera resucitado el Caudillo Generalísimo Franco, sino porque unos mastuerzos habían ganado a unos maricones en Sudáfrica. Triste, muy triste. Aquella selección ganó más cosas y luego se agotó, pero ahora parece revitalizada, pese a su limitado talento, y la NeoCoja le gana a selecciones finalistas o campeonas del mundo como Croacia e Italia. ¿Estamos a un nuevo ciclo ganador (o victorioso) de esta sucursal culerda? ¿Qué consecuencias podría tener una victoria en la Euro sobre la ya arrasada moral nacional?

Imaginemos esta espantosa escena: Pedro Sánchez dando un discursito en la institución de turno, mirando amorosamente a los pateabalones y empezando una frase por «Vuestros principios/valores», continuándola con «nos guían/nos dan ejemplo», lo que sea, y rematándola con un vínculo a los mantras sociatas de turno: «Por eso chupar pollas y hormonar a los niños es muy bueno». Y la puta de la Montero (no Irene, sino la otra puta, Marichús), aplaudiendo con su palmear de foca, secundada por millones de Charos enfervorecidas. Mientras tanto, Alpiste tuitearía «no se apropie de este éxito que es de todos». De película de terror, oiga.

Lo que necesita este país es recuperar su tejido educativo, laboral y empresarial, y que la ciudadanía pueda disfrutar el fruto de su trabajo, en lugar de tributar unos impuestos que sonrojarían al mismísimo sheriff de Nottingham (Forest). Lo que no necesita es otro título para anestesiar a la masa, ganado por unos mamones dirigidos por un calvo hijo de puta. El último Mundial que ganamos fue el de bolleras y pasó lo que pasó; ganar el de maromos podría ser descabello… Claro que, dos años de que Argentina ganara el Mundial comprado de Qatar, se produjo el advenimiento de Milei. ¿Es eso lo que necesitamos, un último fiestón antes de que regresen la austeridad y los valores carpetovetónicos? No sé, la verdad es que no quiero comprobarlo. Que eliminen ya a esos basurientos.

En la Euro voy con Japón

Sí, bueno, ¿no? Soy de la opinión de que no existen los trabajos fáciles, ni siquiera ser funcionario del Reino de España. Todo lo que implique levantarse de la cama, vestirse y hacer algo distinto a lo que nos dé la real gana, sobre todo de cara al público, acaba consumiendo gran parte de nuestra energía. Esto «aplica» también a los futbolistas, cuyo trabajo parece todo «juegos y diversión», pero implica rendir a un pico físico máximo, y encima juzgados por todo el planeta. Además, tienen muy pocas vacaciones, sobre todo en los años en que les meten estos torneos de naciones que no son sino verdaderos sacacuartos para engordar aún más a los ya muy cebados prebostes futboleros.

En fin, ahí tenemos a los esforzados jornaleros del balón explotados sin miramientos en la Urocopa y en la Copa Menepérica, machacando sus cuerpos y acortando sus carreras ante la mirada de la masa embrutecida. Así el caso de Mbappé, reciente fichaje madridista que se acaba de reventar la tocha, quedando todo feo. Al margen de que esto vaya a afectar a sus aptitudes futbolísticas (bastante improbable), es preocupante que nos puedan haber desfigurado a la estrellota, ahora que tiene que producir megamillones con las bondades de su jerol; recuerden las felices que se las prometía Mark Hamill hasta que se salió de la carretera con su descapotable y le quedó la cara hecha puré. En fin, es duro, muy duro todo esto.

¿Y la Coja? ¿Qué queréis que os diga, después de 20 años? Como si refundan la ETA y revientan el autobús, hasta ahí llega mi desapego. Bueno, quizá me he pasao un poco… pero yo qué sé. Es la Coja, ¿no? Me emociona tanto como cuando juega el Sabadell. En realidad me da pereza buscar simpatías hacia cualquiera de los equipos que disputan la verbena, sobre todo sin Rusia presente (aunque sí están los Zielinsky Boys). No sé, tendría gracia que ganara Portugal por la tontería esa del GOAT, pero hay que ser bastante mónguer para preocuparse por esas cosas, sobre todo cuando los jugadores implicados ya van directos hacia la cuarentena (no la de Illa, sino la cuarta década).

La verdad, es una lástima que no se haya implementado ya lo de las naciones invitadas, como en Eurovisión. Sería bonito tener por ahí a Japón, un país que era de lo más decente hasta que también los convencieron de que eso de tener hijos era un atraso. Claro que es un país que parece aguantarlo todo: terremotos, la crisis problacional, los chinos, la caída de calidad del maga y el anime… Yo solía pensar que jamás ganarían nada en fútbol por alfeñiques, pero de un tiempo a esta parte han espabilado y llevan una racha espectacular (curiosamente, los últimos contra quienes perdieron fueron los mataos de Colombia). Sería muy bonito verlos pasarse por la piedra a los arrogantes europeos, pero habrá que conformarse con lo que ofrece el mercado continental. Quien quiera perder su precioso y ya escaso tiempo en ver aún más júrgol, claro.