MadridSXXI
La Roma es un equipo con un juego bastante sólido atrás, y con dos jugadores muy rápidos a la contra, Perotti por la izquierda y sobre todo Salah por la derecha. Este morito es un puto cohete, aunque también es cierto que no tiene mucha calidad en la definición. El partido de los romanos pues lo jugaron a defender ordenado si se puede en campo contrario, presión de dos o tres sobre Modric y esperar una contra. Tan sencillo como eso. Con este planteamiento anularon a Lukita, que no olió el balón, obligaron a Kroos a ponerse la careta de Xabi Alonso, metiéndose entre los centrales para sacar la pelota y dedicándose a labores defensivas, y nos dejaron la bola para no saber qué hacer con ella. Resultado: un tiro a puerta en toda la primera parte y algún susto a la contra de los romanos que no pasaron de ahí porque tampoco son un prodigio de calidad. Exito total de Spalletti. Isco isqueaba tocando y tocando para intentar subir la bola, y James demostraba que ante rivales fuertes defensivamente no tiene la forma física requerida.
En la segunda parte los italianos fueron a por el partido. El calvo de ellos pensó que podía dar un paso más y que no se conformaba con lo del primer tiempo, y en los primeros minutos perdimos el control de balón. Como siempre que un equipo contrario nos ataca, sufrimos lo que no está escrito y comprobamos que nuestros mediocentros no son defensivos y nuestros laterales son ofensivos. Ramos y Varane no estuvieron mal el general, y más con los dos extremos con los que les tocó lidiar. Pero en el caso de Ramos, sus dos cagadas épicas por partido ya se descuentan. Una cuerpeando y olvidándose de la bola en el lateral, dejando al contrario seguir la jugada, y la otra con un despeje a la frontal donde estaba un contrario que por suerte tampoco era Van Basten. Y como si no gol, no cagada, seguimos felices y contentos.
Y aquí vino la clave del encuentro bajo mi punto de vista. Al adelantarse la Roma, dejó unos espacios necesarios para que los nuestros pudiesen crear peligro. En una contra vino el gol de Cipriano, y en otra el del rapero majadero. Spalletti la cagó por ser demasiado ambicioso. Si hubiese mantenido la posición como en la primera parte, ahora estaríamos hablando de un empate a cero como mucho. Pero se siente, y a mamar, spaguettini.
Los cambios fueron acertados, sobre todo con Kovacic, que rompía una y otra vez la presión Romana con sus salidas de balón. Este chico está para ser titular YA. Y finalmente, ¿no tendremos que empezar a pensar que Zizou tiene FLOR? Sí, no nos comamos las pollas todavía, pero viendo nuestro nivel de juego y los resultados, la flor en el culo no es una posiblidad del todo descartable. Ahí lo dejo.
Custer
Se puede tener tirria a jugadores. Yo por ejemplo se la tengo a Modric. Con la diferenta de que Modric es un jugador sobrevalorado y Ramos desestimadísimo. Que se contabilicen “los fallos” de Ramos (ayer impecable) y no se cuantifiquen las continuas pérdidas de balón y pases patrás de La Vieja es Ramismo en estado puro. Y el Ramismo, no lo olvidemos, es una forma boba de madridismo. Modric y Kroos no sostienen al equipo desde la medular. Más bien lo abandonan a su suerte. El Madrid lleva años funcionando a base de fogonazos. Si aparecen sus delanteros gana los partidos, si flaquean los empata o pierde. No hay Sala de Máquinas. Modric y Kroos van bien para quedar terceros en Liga y malvivir en Champion hasta que te toque un Top. Pero poco más se puede esperar de ellos. De Isco y James (con mejor prensa que Ramos) tampoco hay mucho más que añadir. Muy limitaditos. Y son los encargados de enlazar el mediocampo con la delantera. Isco no tiene gol y James anda escaso. Estos son los mimbres. Ahora vienen dos partidos de Liga que medirán la auténtica realidad del equipo. Primero en Málaga y después contra el Aleti en el Bernabéu. Y a primeros de marzo…MATADERO 5…Una visita al Nou Camp que puede ser el final de esta comedia. Si bien para algunos la Historia ya está escrita: la culpa de todo será de La Defensa.
El Socio
Hemos llegado al punto que le pedía al equipo: No hacer ni el huevo pero ganar. El partido del Madrid fue malo, malo, malo hasta que Ranaldo abrió la latita. Es destacable su gol porque el muchacho está adaptando su juego a sus nuevas condiciones (es decir la pérdida de velocidad), y en vez de desbordar por fuera se ha sacado de la manga un recortito hacia dentro que lo deja por un instante en disposición de rematar con la derecha. En teoría es un movimiento muy previsible (y quizá lo sea, de hecho), pero parece que si se ejecuta rápido resulta eficaz. Esto es bueno porque muchos estábamos ya con la mosca detrás de la oreja ante la difícil justificación de los minutos (todos) que disputa nuestro jugador franquicia. Destacable también el gol de Jesé, que debía pagarse como 20 a 1.
El mayor problema del equipo es la circulación del balón: nadie parece poseer la calidad, visión e iniciativa para iniciar las jugadas, exceptuando a Marcelo (que debería se run recurso ocasional) y a Modric (que suele hacerlo internándose entre rivales como si tuviera el físico de un Touré). Cierto que no alineamos o no tenemos a los aadecuados (uno que oxigene y otro que distribuya), pero es irritante ver cómo tras marcar un gol de repente los nuestros se acuerdan de que sobando la pelota con indiferencia no se logra nada, y se ponen a desmarcarse y a jugar al primer toque; se hace así desde el primer minuto o nos comen la tostada, señores. En todo caso, la eliminatoria está resuelta (a no ser que tal), y yo ya sólo pido seguir pasando rondas: no quiero demostrar nada, sólo tirar p’alante aunque sea a base de pura potra. ¿A quién no le apetece volver a Lisboa?
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– Troma: 0
– Madripf: 2 (Ranaldo y Jay M)
Incidencias: 1000 y pico hinchas madridistas desplazados, acompañados de un puñado de simios con cazadoras negras.