Rappol
Defraudó el Viktoria Plum que, de haberlo deseado con la suficiente intensidad, se hubiera llevado de vuelta a Pilsen la cabeza temblorosa de Lptg. Si ayer viste el partido y no sentiste una pena sincera al verlo aspaventear en la banda como si fuera Oskar Schindler desesperado por salvar un judío más, es que tampoco te lo imaginaste con un hitleriano bigote al borde de la apoplejía en el tramo final, cuando Marcelo decidió que ya no podía más. Afortunadamente, el ejército rojo eligió quedarse en Moscú, con Vinicius.
La primera parte se puede resumir en dos palabras: marcó Benze. Tomaos un agua con gas de un buche y tratad de visualizar el resto. El Chopped parriba y pabajo por la banda, saludando a la Mortadela cuando encartaba, y los alegres charcuteros del Pilsen demostrando que jamás catan el alcohol, ni cuando libran porque en su liga se han portado fetén. Con todo, el nervio del nuestros muchachos destacó la sobriedad de los visitantes, que se plantaron frente a Keylor cuando quisieron, aunque afortunadamente sólo para comprarle rosarios de la Aurora, prima segunda de Ramos por parte de Marcelo. Negocio redondo.
Llegada la hora de la verdad, el partido se instaló en el tiquimierdeo habitual, con el regalo divino de que marcara Marcelo el gol de la tranquilidad, con la temporadita que está dando (el Dios del fúmbol, por si no le conocéis, es el mismo que te da la Morning Glory, que es lo que debería ser el himno del Liverpool si algún día vuelve Karius. Marcelo marca y luego de lesionarse será el próximo menú estrella del Burger King). Y sin embargo, a partir de ahí, todo se desempalmó.
Lptg empezó a hacer cambios que los entendidos verán como pistas de cara al derby. Valverde, el culerdo, debe estar rezando a algún santo podemita para que Marcelo no tenga nada, porque hasta el controlador aéreo más estúpido sería capaz de desviar todo el tráfico del Prat para que aterrizara en la banda de nuestro peludo héroe, que incluso en jornadas claras como la de ayer, debería organizar carreras de coches con fulanitas. Fue cabecear de poco ortodoxa manera Lucas un centro de Gasensio, marcar a la revuelta el Viktorio, y que le entrara el tabardillo a toda la familia blanca, amarilla, negra y rosa.
Entonces, Marcelo, nuestro hombre más clarividente, decidió empezar a perder tiempo. Y cuando no quiso hacerse notar mucho por ello, el más aguerrido tronchababas del Pilsen le ayudó, tras formidable tarascada, a abandonar el campo. Gran madridista, el cafre. Si lo cogen los CDR hacen una casita de muñecas con sus huevos.
Terminó el partido y bueno fue. Lptg, en su semana de la muelte (o la remuelte), puede dormir satisfecho habiendo hecho la mitad del trabajo que se le encomendó. Ahora a Catalonia a terminarlo. No sé cómo ni de qué manera. Pero a terminarlo. Seguro. En este orden de cosas, que lo que menos tengamos que echar en falta sea a Marcelo, porque para lo bueno y para lo malo, parece que es el único que está.
https://youtu.be/f-Z2tO1dLWM
El Socio
Yo creo que el payo Lope ya da más penilla que otra cosa. Si a estas alturas sigue calentando el banquillo madridista realmente debe haberse producido esa llamada de «los jugadores» al presidente; que está muy bien que la plantilla defienda al entrenador y Marcelo largue contra la kanallewska, pero cuando acabas pidiendo la hora contra el Victoria’s Secret, ¿qué excusas te quedan? Obviamente el equipo sufre algún tipo de bloqueo, pero cuesta mucho imaginárselos rompiendo a jugar y ganando a todo quisqui en el futuro; superar algo tan sencillo como el autobús no debería necesitar meses de trabajo, sino ser bastante simple para cualquier equipo de élite mínimamente armado y con las ideas claras.
Si Lol llega al domingo tendrá oportunidad de redimirse parcialmente, y a mí me parece bien, pero el problema no es ganar un partido en el que siempre sales ultramotivado, sino hacerlo la jornada siguiente contra ese equipo de mitad de tabla sin ningún glamour. Seguro que hay mucha gente deseando defender al hombre de mimbre, pero para ello tendría que dar algún argumento, y ahora mismo en el campo sólo se ven pollos sin cabeza, leeeentos e incapaces de devolver una pelota al primer toque, sin nadie que los dirija o enderece. No sé, yo creo que el bueno de Gotepeli está deseando irse a su casa.
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– Mándril: 2 (Benzemalo y Marcelo)
– Victoria Pilsen: 1 (?)