Partido trampa de manuanal en el Benito Villamarín, un estadio que Lopera quiso hacer de cinco estrellas pero que se quedó incompleto por falta de pelas (las que se gastaron en Denilson). Casi 20 años tuvieron que pasar para retomar las obras, que requirieron tirar todo el gol sur, pero desde hace año y medio los béticos tienen completo su estadio. Se les han quedao unas rajas como las que tenía el Calderón, pero menos da una piedra. El nuevo reinto tiene una capacidad de 60.000 asientos, de los cuales suelen aprovechar 45.000, pero hoy irá al fúrbol todo quisqui, porque viene el Madrid y es noche de gala. Algunos inclusos se cambiarán de calzoncillos.
El Mabrí llega más perdido que un culé el día del padre. El Lega nos hizo un montón de ocasiones, pero como al final les cascamos tres goles las aguas se calmaron momentáneamente. Lolari pone a los moñecos que nos gustan a casi todos, da cancha a los jovenasos… pero el equipo es una calamidad, y tan sólo una larga serie de actuaciones convincentes podrían salvar su tierno cuellecito. Enfrente tendrá a Setién, que fue jugador listo como es listo entrenador, y no ha ocupado el puesto de seleccionador únicamente por no ser vasco ni culerdo. No es que el Betis esté haciendo nada especial, y de hecho viene de perder con el colista, pero huelga decir que se empleará muy a fondo. Esperemos que Joaquín, a sus 37 años, no nos haga un «Cazorla».
Son baja en nuestro equipo los airomanes Kroos, Asencio, Llorente, Bale y Curtuá. Vinicius tiene gripe, así que seguramente también se quede fuera. La buena noticia es que vuelve Mariano, quien ha jugado poco y ha marcado menos, sólo un gol en toda la temporada; hoy sería un día excelente para empezar a justificar su fichaje. Tenemos al Betis dos puntos por debajo y al Alavés dos por encima… no os digo ná y os lo digo tó.