Flópor está muy, muy cabreado. Incluso comentan que el otro día estuvo dos minutos seguidos sin respirar, y que tan sólo la decidida intervención de Butragueño haciéndole una maniobra Heimlich impdió que nos fuéramos a elecciones anticipadas (¡en Abril!). Pero el presi clama venganza, y al parecer está pergeñando un plan supremo para librarnos del yugo de organizaciones tan perversas como la ACB, la RFEF y la UEFA. ¿Pero cuán factible es esto? Analicémoslo:
ACB: Esto es sin duda lo más fácil, irse de una Liga cuyos derechos televisivos tienen un valor cercano a cero y cuya dirigencia no ha sido tradicionalmente muy acomodaticia con el Madrid. Hoy parece mentira, pero a principios de los 90 el basket español era realmente popular y se seguía mucho por televisión, incluso se empezaba a hablar de que rivalizaría con el fútbol. Entonces llegó Prisa, lo condenó a la cárcel de pago de Canal + y… el resto es yshtoria. ¿Se atreverá ahora el Madrid de saltar del barco? No no sé, francamente; desde luego el movimiento no le granjearía muchas simpatías. Los mismos equipos que lo atacan y desprecian pasarían inmediatamente a acusarlo de matar el baloncesto español.
Una opción sería tener dos plantillas, dejando a la cantera disputar la ACB mientras los mayores disputan Euroliga. Consideremos que permitir que la liga muriera sin más, o que se convirtiera en una competición mucho más débil, podría tener malas consecuencias deportivas; al fin y al cabo, muchos de nuestros fichajes provienen de la ACB, y también mandamos a jugadores nuestros a formarse ahí. Ahora bien, si el club decide marcharse como medida de fuerza yo lo apoyaré, aunque sea por las risas y por ver cómo los prebostes del fútbol empiezan a acojonarse seriamente.
¿NBA? Seamos realistas, formar una franquicia americana del Madrid ni es viable ni tiene sentido. Primero habría que convencer a la liga de la expansión y de darnos una licencia, o bien comprar una franquicia existente. En ambos casos, la minuta no bajaría de los 700-1000 millones, y eso antes de invertir un solo dólar en fichas o recinto (aunque si compráramos una franquicia imagino que vendría con pabellón y jugadores). En todo caso, ¿qué tendría ese equipo de Real Madrid, aparte del escudo? Absolutamente nada; no jugaría en Madrid y no contaría apenas con jugadores españoles, sino un montón de negros hipermusculados provenientes de los cuatro rincones de los USA. Simplemente no habría ninguna diferencia con ver cualquier otra franquicia (de las malas) ya existentes. Otra cosa ya es potenciar la Euroliga, que es por lo que se apostará, hasta que un día sea lo bastante atractiva para, si no integrarla en la NBA como tal, al menos para plantear un desafío serio entre ambas ligas. Personalmente, me resulta mucho más interesante el modelo europeo, con equipos de identidades bien marcadas, rica tradición y diferentes estilos baloncestísticos, sin renunciar a los toques nigga useños; seré raro.
Liga de fúrbol: Aquí la cosa es mucho más delicada, porque además de ser una competición que sí da dinero, jugarla es condición sine qua non para jugar la Champions League; de ninguna de las maneras la UEFA nos permitiría disputarla tras semejante afrenta a una de sus filiales. Así pues, tengamos claro que salir de la Liga significaría indefectiblemente embarcarse en una Superliga europea, movimiento irreversible y arriesgado.
¿Está maduro el continente para una Superliga europea? A día de hoy la respuesta es no. Aunque los grandes equipos de Italia, Francia y Alemania quizá se unirían a ella, los de la Premier no están nada convencidos, básicamente porque tienen la Liga más antigua del mundo, que además es un producto televisivo potentísimo. ¿Por qué iban a cargarse su juguete favorito, para que Flópor pudiera hacerse pajillas viendo un Madrid-Juve de liga regular? Incluso aunque quisieran jugar la Superliga, ya han dicho que nunca lo harían en fin de semana, condición indispensable para lograr las audiencias deseadas. Lo mismo pasa en menor medida con los alemanes, que tienen una liga de enorme tradición, con grandes desplazamientos de aficionados y que funciona como un reloj pese a la falta de competitividad. Cabe la posibilidad de iniciar la Superliga sin ingleses y luego invitarlos, pero eso haría que arrancara devaluada, claro.
¿Entonces qué pasará? Me parece plausible que veamos esa salida de la ACB, la cual Flópor usaría como experimento para ver si podemos volar solos en cualquier deporte. Pero no olvidemos que en el fondo el presi es un gran abrazador, y que en realidad siempre ha preferido un mal acuerdo a una buena pelea. Por ahora se ha amagado mucho sin dar, y hasta que no vea pasos concretos hacia una ruptura de cualquier tipo no me creeré nada.