Las aventuras del Mastuerzo presidente. Parte 2

Esplendor en la mierda

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El Mastuerzo, estupendo en su septuagésimo año de presidencia.

Después de fumigar a los primeros elementos indeseables, tocaría hacer otra importante llamada:

– Aerolíneas Emirates, ¿dígame?

– Hola zorrita, soy el Mastuerzo, me pase con el presidente.

– Ugh… un momento. [PIII] ¡Señor Mastuerzo! ¿A qué debo el honor?

– Hola, moromierda.

– ¡¿C-cómo dice?!

– Lo que oyes, follacabras. Oye, ¿te acuerdas del contrato ese que firmaste con Floper para patrocinar nuestra gloriosa camiseta? Está cancelado. Mientras yo viva y sea presidente, no seremos putos hombres-anuncio nunca más, y mucho menos para llevar la marca de unos putos terroristas de Al Qaeda.

– ¡¿Pero qué dice?! ¡¡Infiel!! ¡¡Demente!! ¡Le pondré una montaña de denuncias, nos indemnizará!

– Ya les hemos ingresado lo que ponía en la cláusula de compensación. Haga el favor de no llamar ni venir nunca más por aquí, nos dan mucho asquete los moros y sus chilabas. Por cierto, hablando de «Fly Emirates», hay un regalito mío volando hacia allá ahora mismo, creo que les llegará en unos minutos. ¡¡Reza al puto Alá, hijo de cerda!! (¡CLICK!).

Siguiente tema a resolver: la prensa. Para ello llamaría a mi fiel secretario Nicolás Pertusato.

– Nicolasito, avisa a los medios para que acudan a una gran comilona dentro de dos días, pero ojo, sólo a los de la mitad de esta lista.

– A mandar.

Dos días después se reunirían los medios convocados en un amplio salón situado dentro del estadio, con unas viandas de imponente aspecto. Aunque habría cierto desconcierto por las omisiones en la lista de invitados, los escogidos sin duda se sentirían privilegiados, partícipes de una nueva relación entre prensa y club.

– Estimados amigos, gracias por venir, como siempre que el Madrid os ha convocado para comer de gañote. Os exhorto sin más a que llenéis bien el buche de comida y bebida. No hace falta que uséis vasos ni cubiertos, que eso son cosas  para finolis. Yo sólo tomaré esta ensaladita, que estoy algo indispuesto. ¡¡Adelante!!

Comenzaría entonces un dantesco espectáculo de gorrinos devorando toda la materia orgánica  situada delante de sus apestosos hocicos (y parte de la inorgánica). Roncero apenas se pararía a respirar entre bocado y bocado. La Colino, haciendo caso de mis palabras, ni siquiera se molestaría en usar las manos, y comería directamente con la boca, reservando las extremidades superiores para agarrar una barra de pan y una botella de vino. Se oiría el diálogo entre Relaño y San Martín, satisfechos.

– ¡¡Caray, este Mastuerzo sí que tiene talante!!

– ¡Se habrá cargado a Casillas y Ramos, pero al menos sabe cómo tratar a la prensa!

– ¡Por eso mañana publicaremos una portada cagándonos en sus putos muertos!

– ¡¡Jo jo jo jo!!

Pero pronto se detendrían las risas: tras tomar sus pieles un creciente tono azulado, los comensales comenzarían a hacer muecas grotescas, a emitir agudos alaridos y por último a vomitar sangre, agonizando entre horribles convulsiones, quedando por fin inmóviles e inertes.

– ¡¡Dios, esto es horrible!!  ¡Todo perdido de sangre y vómitos! A ver si les va a haber sentado mal esa mezcla de cianuro y aceite de colza. En fin, menudos blandengues. (Piiiiii) ¿Es la policía? Vengan al Bernabéu, por favor, habido un lamentable accidente…

Tras pagar los sobornos pertinentes, el asunto se cerraría oficialmente como una intoxicación por bogavantes. En medio del desconcierto de la opinión pública, haría una llamada general a la calma y convocaría de nuevo a Pertusato.

– Nicolasito, me avisas a la otra mitad de la prensa, y les dices que mañana vamos a presentar un fichaje de la hostia y carísimo, el más importante de la historia.

Profundamente desconfiados tras la muerte de su colegas, los periodistas serían reacios a acudir, hasta saber que les dábamos bocatas de tortilla y coñac gratis, momento en que saldrían escopetados al estadio, concentrándose en las gradas bajas, a la espera de que apareciese el prometido fichaje. Estarían allí los Lama, Paquito Implantes, Ortego, Palomar…

– ¡Muchísimas gracias por su asistencia! ¡En 5 minutos presentaremos el fichaje que tanto anhelan ver! ¡Sean pacientes, por favor!

En ese momento abandonaría el estadio y, tras alejarme a unos 700 metros de distancia, apretaría el botón de un mando que llevaría conmigo. Éste iniciaría una deslumbrante serie de explosiones que acabarían demoliendo el Bernabéu hasta los cimientos, con toda la canallesca superviviente dentro. Al día siguiente, de riguroso luto, haría mi declaración institucional:

– Condenamos con toda vehemencia este inaceptable atentado contra nuestro estadio, probablemente una represalia por el misil atómico que explotó en los Emiratos Árabes hace unos días, y con el cual nuestro club no tiene ninguna relación. Lamentar también profundamente la muerte de los 65 profesionales de la información que se encontraban en el recinto, tragedia es aún mayor porque coincide con el fallecimiento de nuestro ex-jugador Baúl González, cuyo avión privado, en el que viajaba con su representante Ginés Carvajal, se desplomó ayer sobre los Monegros cuando volvía de Qatar, quedando reducido un amasijo de metal.

No obstante, los tiempos de crisis también son tiempos de oportunidad, y la junta directiva (compuesta por mí, mi polla y mis huevos) ha aprobado en reunión de urgencia un plan para la construcción en Valdebebas de un nuevo estadio de 300.000 localidades, que estará terminado en dos años. Mientras tanto, el club disputará sus partidos en la Peineta. Ahora, si me disculpan me voy, que he quedado para un almuerzo.

El siguiente tema a resolver sería el de la representación institucional. Escogidos Nicolasito y Eladio Paramés como portavoces del club, ya sólo faltaría dar relevo como acompañante en los actos oficiales al muy cascado Di Stéfano. Sé que hace poco le han ofrecido a Floper un proceso de criogenización que permitiría tener al viejo congelado entre acto y acto para que dure al menos 20 años más, pero bajo mi mandato eso no se haría. En cambio, me acercaría a los campos de entrenamientos y hablaría con los entrenadores de cadetes:

– A ver, traedme al jugador más cabrón y rebelde que tengáis.

– Mmm… a ver si le vale Ayuso, que es un verdadero quinqui. Es huérfano y muy problemático, lo han echado ya de cuatro reformatorios.

– Bueno, no será para tanto. Que venga el tal Ayuso.

– Aquí lo tiene.

– Hostia, qué cara de hijoputa. Dame la mano, chav… ¡¡hostias, me ha mordido!!

– ¿Cuándo me váis a pagar, viejo?

– Los cadetes no cobran, bastardillo, da gracias todos los días de poder taparte con nuestra gloriosa zamarra. ¿Y decís que éste niñato es bueno?

– Muy bueno, mete dos o tres goles por partido, pero casi siempre lesiona algún rival.

– Ajá, bien, es justo lo que me interesa. Mira nene, tengo aquí una foto de Messi, ¿qué opinas? ¡Eh, espera! Hostia, la ha desintegrado a mordiscos. Decidido: este cabronazo será quien me acompañe en los actos institucionales, y además le haremos un seguimiento deportivo especial hasta que llegue al primer equipo.

– Muy bien, señor. ¿Y Di Stéfano?

– Mmm, déjame pensar. Mira, le vais a dar una lista de «hechos madridistas históricos» y se los preguntará todos los días a un grupo de canteranos distinto. A los que fallen alguna pregunta, les dará un buen bastonazo en los cojones, veréis qué bien se lo pasa. Por cierto, ¿habéis distribuido a los chavales el nuevo régimen interno?

– Sí, señor. No pendientes, no tatuajes, no joyas, no móviles, todos con el pelo rapado al uno.

– Excelente. Quizá logremos hacer hombres de un pequeño porcentaje de ellos. ¿Y cómo van los fichajes que os encargué?

– Bien, señor. Desde ahora al menos el 50% de la cantera estará formada por jugadores africanos, sudamericanos, asiáticos, de Europa del Este…

– Estupendo, que sientan la presión estos niñatos madrileños. Ah, y recordad, las pruebas para cualquier jugador que sea hijo de futbolista, periodista y empleado deben ser el triple de exigentes.

– Así se hará, señor.

La última tarea de mis primeros días de presidencia sería dirigir una carta a los socios mayores de 50 años:

«Queridos viejos de mierda: Tras llevar décadas mascando pipas en la grada del Bernabéu, siguiendo el dictado la innombrable canallesca y siendo un absoluto lastre para el club, mi primer impulso era echaros a todos; pero soy un Dios Generoso. En lugar de eso, seréis reubicados en el esplendoroso Nuevo Bernabéu, concretamente en el último anillo, lejos, muy lejos del césped, donde podréis seguir rumiando pipas hasta que os muráis. Las localidades bajas estarán ocupadas por jóvenes talibanes madridistas de todas las clases sociales, que pagarán 10 € por entrada. Esperando que estiréis la pata pronto, atentamente, vuestro Presidente».

Después de sentar todas estas bases, huelga decir que el equipo se convertiría en una máquina infernal de triunfo, ganando el triplete cuatro años seguidos. En el último año de mi mandato anunciaría la derogación del obsoleto sistema de elecciones y exigiría mi aclamación como dictador absoluto y vitalicio del Madrid, la cual por supuesto se produciría entre vítores de la masa merengue enfervorecida. En ese momento comenzaría un Imperio Madridista de éxitos ilimitados, atento siempre a los nuevos desafíos e invariablemente victorioso. Una era inigualable, cuyo final sería francamente difícil de vislumbrar por su vocación de eternidad.

¡¡HALA MADRID!! ¡MORRI CRISTMA!!

Euroliga, Top 16: Alba de Berlín-Real Mandril. 19:00, Marca TV
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Mensaje de Navidad del Mastuerzo

MANDRILISTAS:

Habéis de perdonarme si irrumpo en vuestros hogares para haceros partícipes de las inquietudes que afectan a nuestro club. Pero sin ello, no cabría la compenetración y la solidaridad de los que navegamos en la misma nave. ¿Qué importa que esta sea resistente si el temporal aumenta? Toda navegación requiere la solidaridad y la disciplina de los embarcados, bajo la sabia dirección de su capitán. Difícil fue la navegación que el club emprendió, y los días de bonanza son siempre seguidos de los correspondientes de borrascas.

La distancia entre el punto de partida y el de destino era tan grande y los obstáculos tales que sólo con la fe puesta en la razón de nuestra causa y la confianza en la superioridad mandrilista pudo nuestro entrenador, Mauriño, aceptar tan alta y grave  responsabilidad. A ella consagró toda su voluntad, sus pensamientos y sus energías. Quien recibe el honor y acepta el peso del caudillaje, en ningún momento puede legítimamente acogerse al  relevo ni al descanso. Ha de consumir su existencia en la vanguardia de la empresa fundacional para la que fue llamado por la voz y la adhesión de los socios y seguidores, enraizando y perfeccionando todo el sistema levantado.

No se trataba solamente de tender un puente sobre la riada de una crisis histórica que arrastraba hasta los últimos restos de un equipo y un club, sino de instaurar un sistema, de crear un nuevo modelo, fiel a la tradición viva y operante y a las exigencias actuales de nuestro destino, que quedará garantizado para el futuro en la medida que sirvamos al presente con lealtad y eficacia. Lo que una gran mayoría de los madridistas no han conocido y las generaciones nuevas ignoran era el verdadero estado del Real Madrid al cabo de décadas de desgobierno en sus aspectos espiritual y social. Los vaivenes y la disgregación que los constantes cambios en el banquillo engendraban, unidos al piperismo -muy especialmente encarnado en el raulismo-, los complejos y la sumisión a la prensa, limitaban el horizonte blanco mientras el club, degradado y empobrecido, se precipitaba por la pendiente de la desintegración.

El mal, como véis, es principalmente interno, aunque la amenaza de la prensa lo haya agravado y convertido en un imperativo insoslayable de nuestro tiempo. Para luchar victoriosamente con él, lo primero es el reconocimiento sincero de la raíz de nuestro mal; si así no se hace y seguimos encubriéndolo con los tópicos manidos de la conjura exterior, no nos hagamos ilusiones: seremos nosotros mismos quienes acabemos derribando nuestra centenaria estructura y cediendo la supremacía al FC Farsalona.

Frente a este ya arraigado complejo del madridista, ¿qué es lo que el adversario representa realmente?  No hemos de caer en el tópico de que es malo y nefasto todo lo que el farsalonismo representa. Algo tendrá cuando atrae, arrastra y cautiva. No se trata de una entelequia, sino de una viva realidad con un inmenso poder de captación. No son, desde luego, ni su materialismo histórico, ni su cinismo desenfrenado, ni su nítida alianza con el secesionismo desenfrenado, ni su dogmatismo, crueldad y mentiras lo que atraen y cautivan. Son su resolución, su acción subversiva de cambiar un orden que no gusta; la bandera eminentemente social que engañosamente enarbola; son las pasiones que alienta y explota; la eficacia con que se presenta; el deslumbramiento de su fortaleza y de sus realizaciones. Todo lo otro, la negación de las libertades, la esclavitud, las fábricas de enanitos clónicos, queda sepultado bajo la máscara de las propagandas.

LA PUTA PRENSA

Por otro lado, los medios llamados a la noble función de difundir la verdad del madrilismo han vuelto la espalda a la única tarea que precisamente justificaba su preeminencia; débiles morales, prefirieron navegar a favor de la corriente antes que asumir las responsabilidades del siempre duro, arriesgado y difícil ejercicio del auténtico periodismo. Ejercer esta labor con calidad pide y exige una sincronización perfecta con los latidos más profundos y legítimos de la hora en que se vive, mirada penetrante en el futuro, y, al mismo tiempo, serenidad y firmeza en las circunstancias adversas, fidelidad a los principios y voluntad insobornable de servicio.

Ante la ausencia de reglas morales, permanentes y estables desde la presidencia de Mendoza, el madrilismo clásico cedió la supremacía de los fichajes por los fichajes, del amiguismo, de los caciques, de los mesones. La obsesión por el triunfo dejó paso a los falsos valores, y nuestro sentido providencialista de la Historia fue sustituido por el piperismo. Cerdaño falseó y redujo a teoría pseudocientífica la realidad de aquel Madrid glorioso, y la agitó como bandera de combate. Así se puso en marcha el proceso de sumisión y caída del mandrilismo a escala universal.

Sin el triunfo de la Cruzada mauriñista el año pasado, ¿qué hubiera sido de un Madrid indeciso y vacilante, que tolera constantemente que las vanguardias del adversario acampen con armas y bagajes en sus núcleos de resistencia más decisivos¿ ¿Cómo habría sido posible la defensa de la victoria como valor supremo, del fútbol directo y noble, sin teatros, frente al enemigo más numeroso, compacto y mejor dotado que se enfrenta con la civilización mandril? Si aquí en Fans del Madrid (que ya está al borde de los 13 millones de visitas) tuvimos la suerte y la clara visión de enfrentarnos a esta situación con ocho años de  adelanto, no podemos, sin embargo, recluirnos en un torpe egoísmo que acabaría arruinándonos, y por eso nos embarcamos en inciativas como Primavera Blanca, que esperemos sepan dar buena batalla.

Es preciso proclamarlo sin rodeos: la relación con la prensa es la guerra. Los hechos no admiten otra interpretación. El concepto de colaboración armoniosa, tal y como lo entienden los que lo acuñaron, carece ya de sentido, porque es algo bien distinto lo que está en franco desarrollo. La prensa ha desencadenado la «guerra revolucionaria». Por lo tanto, para ellos la paz—bueno, esto que llamamos paz— no es sino la guerra con otros medios y por otros procedimientos. Estos no tienen más limitación que la que en cada momento impone y exige la utilidad de los propios fines de sus promotores. El madridista que en sus juicios o planteamientos no cuente antes de pronunciarse con este fenómeno, es práctica y socialmente un hijo de puta. Si por las razones que fuere prescinde de ese dato esencial y determinante,  es de hecho es un colaborador, inconsciente, puede ser, pero muy eficaz, del piperismo y el farsalonismo. Por ello es tan crucial limpiar a cualquier elemento de este tipo que todavía trabaje en el club.

A este respecto, las nuevas técnicas de comunicación han conseguido tal perfección, tanta potencia, y tan útiles mecanismos y procedimientos de penetración y captación, que permiten a esa universal acción subversiva llegar hasta las zonas de población más independientes, mejor defendidas y tuteladas, hasta alcanzar el área de la intimidad familiar y personal. Todo es utilizado como punto de partida, de apoyo, de vehículo o de instrumento para la lucha. Nunca se dio un empleo masivo de fuerzas de todo orden como el que hoy registramos. Innegablemente se trata de una guerra por definición totalitaria. Ellos actúan desde unas bases y detrás de un telón de acero, frente al cual las invitaciones a comidas, junto con la cesión de nuestra marca para relizar múltiples promociones, resulta no ya ineficaz, como la experiencia viene confirmando, sino a todas luces contraproducente. El Mandril, que conoció y venció al Farsalonismo, única derrota concluyente que éste ha sufrido hasta la fecha, sigue excitando su afán de revancha. Pero frente a ello debemos mantener nuestro triunfo, traduciendo a realidades nuestros postulados, no bajando la guardia, atentos siempre a sus maniobras.

LA LUCHA DEL MANDRILISMO UNDERGROUND

En la actualidad el madridismo alternativo o underground se ha convertido en un hecho trascendente, que si un día por mala información pudo despertar las críticas,  hoy ha conquistado la admiración y el respeto de los más. De esta admiración y respeto es buena prueba el apoyo explícito de varias figuras importantes de los medios y el crecimiento imparable en las redes sociales, consecuencia clara de nuestra solvencia en todos los órdenes. Hoy ser mandrilista underground, y no digamos ya fansista, es un título importante.

He aquí una de las enseñanzas y de las aportaciones más trascendentales de nuestro Movimiento: el haber servido a esta concepción del madridismo crítico, el haber situado en el primer plano de las preocupaciones del mandrilista de bien y en los cimientos de todas sus actividades la elaboración y conservación de una doctrina ya patrimonio común del pueblo merengue, argumento de su validez objetiva e histórica. Hoy reitero lo que siempre os he dicho: Nuestra página, por su insobornable fidelidad a la verdad y su lúcida comprensión del mandrilismo más genuino, tiene la responsabilidad histórica de constituir el centinela avanzado de la afición. Podéis tener la seguridad de que en esta centinela jamás arriaremos la bandera.

Uno de los campos de maniobra preferidos  por la  maquinación  farsalonista es Hispanoamérica.  Sus  gigantescos recursos potenciales  y  su  población  de  cuatrocientos millones de habitantes están en su punto de mira. Para esos cuatros millones de iberoamericanos que   pueblan las veinte naciones del Nuevo Mundo, en las que vive y  se prolonga  España  con   la  autoridad moral que nos concede el ser y sentirnos hermanos,   el   tener  una   misma  lengua, una misma sangre, una misma fe y una misma  historia, vaya  nuestro saludo y la firme exhortación de renegar del satán farsalonista, irremediablemente encerrado en su provincianismo, siempre despectivo con los seguidores de fuera de su terruñio y con todo lo relacionado con España.

Al igual que en Europa, funcionan en América varias centrales o centros de abastecimiento de propaganda, activistas y gentes especiales, prontos a desplazarse donde su presencia se considere más necesaria. Semanalmente, las emisoras transmiten más de cien horas consagradas al Farsalonismo, y los periódicos y revistas órganos con colaboradores infiltrados de la Farsa rebasan la cifra de ciento cuarenta. Las Embajadas catalanas son, de hecho, verdaderos cuarteles generales con cientos de agentes consagrados a la propaganda. El ritmo de penetración es hoy mucho más veloz que antes, y los hechos que conocemos son el reflejo exacto de este ritmo progresivo y ascendente. La concesión de premios como el Balón de Oro tiene muchísimo que ver con este fenómeno. Aunque deseamos ayudar a estas naciones a ver la verdad, la solución ha de partir de los mismos pueblos hispanoamericanos; es necesaria la voluntad de salvarse. Si no estamos  dispuestos a sacrificarnos por un ideal, importa poco que otros nos ayuden.

El papel que ha correspondido al mandrilismo underground estamos cubriéndolo con el mejor espíritu y con la mejor voluntad. Esperemos que en este próximo año de 2013 podamos seguir conservar la unidad y para servir de la mejor manera al cluc y a sus éxitos. Permanezcamos incondicionalmente leales a estas permanentes consignas: mauriñismo, antipiperismo, antiraulismo y guerra mortal contra la prensa canallesca, bases de nuestra grandeza y de nuestra libertad.

¡¡HALA MADRID!!
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Las aventuras del Mastuerzo Presidente. Parte I

El Arte de la Perra

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Asesoras presidenciales.

Hola amiguitos, en esta entrada voy a contaros el método que yo seguiría para ser presidente del Real Madrid, y lo que haría una vez llegado a tan alta instancia. Lo primero, obviamente, sería reunir los fondos para pagar el salvaje aval que se exige acutualmente para optar a la presidencia del club. Afortunadamente eso no me supondría problema, gracias a la gran fortuna que he amasado en los últimos años traficando con armas, siempre, eso sí, siguiendo un estricto código moral: sólo vendo a países subdesarrollados y con algún conflicto en marcha, no hay nada más triste que un AK-47 o un bazooka pudriéndose en algún almacén. Actualmente estoy trabajando en desarrollar un proyectil atómico de bajo coste, equipado con un temporizador que lo hace explotar a los seis meses, por lo cual debe ser usado antes. Tengo varias ofertas por él, aunque un saudí que dice estar «tó loco» parece una de los mejores compradores potenciales.

Mi otra fuente de ingresos es la ONG «Mándame tu dinero, gilipollas», dedicada a timar progres de todo el mundo. Su principal actividad es la venta de merchandising, con camisetas como ésta y ésta, que a los dos lavados muestran dibujos como éste y éste. Cuando nos hacen la reclamación, nos disculpamos, les pedimos que nos envíen las camisetas para cambiárselas y nos las quedamos para volverlas a usar, es la risa. Las fabricamos en una fábrica indonesia donde sólo admitimos menores de 14 años, y todos los beneficios van destinados a comprar más armas. También aceptamos donativos para comprar alimentos (caviar, jamón, champagne…) y mandar personal sobre el terreno, básicamente amiguetes que se pegan unas vacaciones pagadas de la hostia (copiando el estilo de otras ONGs). Resuelto el problema del aval, llegar a la presidencia será fácil: sólo hay que ofrecer más chuches a los piperos que Floren. Llamaría a Mendes para arreglar lo de Falcao en 10 minutos, con otra llamada cerraría a Hummels y ficharía a Neymar por 50 kilos, añadiendo 10 para el golfo de su presidente. Para rematar, Isco, Llorente y Silva, porque yo lo valgo. El pobre Floper tardaría demasiado en reaccionar, y Cazorla y Tévez no lograrían emocionar a nadie.

Una vez dada la patada en el culo a Florentino, por cobarde, blando y traidor, lo primero sería cerrar un contrato de una década con Mauriño con poder absoluto, y luego pasaría a resolver otro temas urgentes, concertando diversas citas en mi despacho, que limpiaría con Zotal, como hizo el cabrón de Sanz cuando le birló la poltrona a Mendoza. Primera cita, Fríker Caquillas. El diálogo iría más o menos así.

– Coño Fríker, qué pasa.

– Hola presi, aquí me tiene para lo que haga falta. El Madrid es lo primero y…

– Sí, sí, sí. Tengo una noticia para ti: el año que viene no sigues.

– ¡¿Cómo?! ¡¡Pe-pe-pero si soy el mejorporterolahistoria, el Capitán de la Coja!! ¡¡Y soy el tío más humilde del mundo!! ¡¡Esa portería es mía!! ¡¡Mía!! ¡¡Esto es un ultraje!! No voy a negociar con ningún equipo.

– Por mí como si te retiras, chaval. ¿Ves ese maletín de ahí? Ábrelo.

– ¿Qué es toda esta pasta, me soborna?

– Qué va, hombre, es tu finiquito, 30 millonacos de euros. Paso de amargarme la vida buscando algún panoli que quiera pagar tu ficha sideral, prefiero darte lo que se te debe y quedarme más a gusto que Dios.

– ¡¡Pe-pero esto no tiene sentido!! ¡¡Está loco!! ¡¡La afición lo va a ahorcar!!

– He mandado bajar los abonos un 50% y quitar las cuotas de socio tres años. La afición va a comerme la polla, y en dos años sólo se va a acordar de ti la Carbonero. Por cierto, he terminado de hablar hace 10 minutos con el agente de Neuer. Pasa reconocimiento mañana y lo presentamos pasado. ¡¡Y ahora coge tu sucio dinero y quítate de mi vista!!

Siguiente cita, René Ramos.

– ¡Ozú, prezidente, cómoh et-tamoh!

– Bien, bien. Mira René, me gustaría hablar del contrato de tu hermano. Cuéntame esas ofertas mareantes que siempre tenéis sobre la mesa.

– Huy prezi, pueh tenemoh una der Cherzi por 40 minolleh de euro.

– ¡¡Coño!! ¿40? Espera, que marco el número de Abramovich.

– ¡¡Je je!! ¡Ezpere, prezi! Que confirmá, confirmá no et-tá la oferta. Zon cozah que ze han hablao sin llegar a concretar…

– Am, ya. Vamos, que es una puta trola. Bueno, ¿alguna más?

– Poz zí, hay una del Parí San Yermán de… ¡¡35 minolleh!!

– Ajá. ¿Y le igualan el sueldo a Sergio?

– ¡Ze lo zuben!

– Coño, pues ganamos todos, voy a llamar.

– ¡Eh-pere, prezi, que eza tampoco está concretá del tó! Han zido contat-to, conversasioneh, uhté ya zabe.

– Ya, sobre todos tuyas con la prensa. Mira René, no tengo mucho tiempo: ¿qué ofertas reales hay por el cateto de tu hermano?

– Poh realeh, realeh, lo que se dise realeh, sólo una del Milan de 20 minolleh, cobrando argo menoh. (Y un par de milonsejo pa mí.)

– Jojojo, id haciendo el equipaje.

– ¡Pero prezi, zi tenemoh contrato en vigó!

– Os damos la mitad de los 20 millones, y si no te gusta el trato, llama a Casillas y pregúntale por un maletín que se ha llevado hace un rato. Y ahora aire, que me queda mucho por hacer.

Ese primer día tan productivo terminaría con una llamada muy importante, a una de las instancias máximas de nuestro fútbol:

– ¡Ángel Mari! ¿Qué tal, hombre? ¿Jodido? Eso es que te ha llegado el dossier de nuestro detective, ¿no? ¿Cómo dices, juego sucio? Náaaa, hombre, la información es poder, ya sabes. Además, yo soy caballero y madridista, así que estoy lleno de va-lo-res. Descuida, que ese asuntillo de las cuentas en Suiza no va a ver la luz. ¿Eh? No, eso otro tampoco lo contamos, tranquilo. Las grabaciones se quedarán bien guardaditas, pero entenderás que de seguir en el cargo nada. Tómate con calma la dimisión, tienes una semana, je je. Y Victoriano a la puta calle también, por supuesto. ¿Cómo, que quiero poner a gente de mi cuerda? Podría, pero mira, ni me hace falta: voy a mover la cosa para que de una puta vez tengamos árbitros competentes, imparciales y bien formados, con eso nos va a bastar para ganar con la punta casi todos los años. La verdad es que no es mi estilo, pero soy así de chulo. En fin, no te preocupes, Ángel, que es todo por el bien del «fúrbol». ¡Saludos a Sandruscu!

Y tras todo ese trabajo bien hecho, volvería a casa a para cerrar unos acuerdos con mercenarios somalís, descansar y preparar los siguientes días en la presidencia, en los que tomaría medidas no menos trascendentes que os relataré en la siguiente entrada.

Por cierto, ¡¡felices fiestas!!
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El futuro está abonado con cabezas cercenadas

UENO HAYASHI OKAGAMI OI YOSHITAKE

Por El Mastuerzo

1. El problema

¿No queríais Mastuerzo? Pues aquí tenéis Mastuerzo. Cuando el Socio me mencionó alguna vez que habíais pedido mi retorno, me descojoné en su cara: me hallo desde hace tiempo en un placentero retiro en el que he reducido al mínimo el consumo tanto de televisión como de internet, los mayores comecocos de la historia, y me dedico a leer las grandes obras de la filosofía universal. Claro que, para mi gran desgracia, aún no soy inmune a las peripecias de esos putos paletos vestidos de blanco, quienes, tropezón tras tropezón, me han ido hinchando los cojones, hasta que me he visto obligado a venir a esta web, auténtico punto focal del madridismo planetario, a dejar absolutamente claros algunos conceptos.

Para analizar este penoso momento del Madrid, no se puede ser tan bruto, tan animal, tan ignorante de pensar que estamos ante un problema futbolístico. Hablamos de tíos que están, casi sin excepción, entre los mejores del mundo en sus puestos, con un entrenador de superélite y en su tercer años juntos. Estos tíos saben jugar del derecho y del revés, durmiendo y haciéndose pajas. ¡¡Por favor!! A ver si vosotros, queridos ecobaloneros, apreciados cuartotiempistas, estimados custeres, putos frikis de mierda del fútbol, os dais cuenta de que este deporte no se ejecuta con robotitos japoneses, sino que hay que coordinar en pos de una meta común a once tarugos bajo una exposición medática bestial. España es uno de los países más paletos del mundo, donde el fútbol es no una religión (eso en Inglaterra o Brasil), sino una droga, y estos pavos son los grandes camellos nacionales, con todo lo que ello implica. O partimos de esta premisa o no entenderemos una mierda.

Mourinho, un señor salido de un pueblucho portugués y hecho a sí mismo, demostró ser el mejor del mundo en la labor que he descrito, llevando a la gloria máxima a plantillas de tíos más mastuerzos que yo, primero en Oporto y luego en Milán. Pero eso fue fácil, realmente: no eran más que futbolistas, y además bastante malos e intrascendentes. ¿A quién coño le importan en Portugal las cuítas de los jugadores del Porto? ¿Alguien perdió el sueño en Italia cuando Mou sentó al simio Balotelli o con lo que hacían fuera del campo Milito, Zanetti o Cambiasso? Pero el Madrid es el puto drama nacional, un manicomio, donde es necesario ser un 30% entrenador y un 70% psicólogo. La mayoría de técnicos merengues han optado por ser unos putos calzonazos (Molowny, Del Bosque), aunque algunos decidieron charle huevos a la cosa, como Capello y ahora Mourinho, camino largo y extremadamente ingrato.

Sé que los cretinines futboleros que están leyendo esto no me creerán, así que les pondré un ejercicio mental: que se imaginen estar en un equipo de aficionados donde no conocen a nadie, o donde se llevan como el culo con los demás jugadores. Si esto se refleja en el campo (y el 99% de las veces lo hará) no le llegarán balones, estará incómodo y cabreado todo el tiempo y en definitiva parecerá el jugador más paquete del mundo. Si trasplantas a ese mismo tipo a un equipo con 10 amigotes de toda la vida, con los que va luego a tomarse unas cañas, su rendimiento (y el de los demás) crecerá exponencialmente, porque hay una complicidad, una armonía y una jodida sinergia en el campo. En suma, en el fútbol el total es mucho más que la suma de las partes. Por eso once bestiajos disciplinados pueden ganar a otros once que son, uno a uno, mejores jugadores.

En el Mandril, el nivel actual de sinergia es casi cero, probablemente debido un nivel de inmadurez bestial en la plantilla. Parémonos a repasar qué jugadores son capaces de decir diez palabras interesantes seguidas. ¿Ramos? ¿Khedira? ¿Marcelo, Özil, Benzema? Nada, niños grandes. De los que pueden tener más personalidad, Pepe está medio loco, Di María es un mercenario e Higuaín tiene padre. Alonso es un cabronazo, mourinhista en privado pero que nunca dará un paso al frente, por esa mentalidad acobardada tan propia del vasco del último cuarto de siglo. Te quedan como homologables Arbeloa y Cristiano Ronaldo, demasiado poco. El material humano es pésimo, y más con el enorme lastre que representa el rey de los babosos, Caquillas. No puedo insistir lo bastante en este punto: si alguien cree que se pierde en el campo de un recién ascendido como el Celta o se empata en casa con un no-equipo como el Español por cuestiones «futbolísticas» es que no tiene ni repajolera idea de esto. Llámenlo hacer la cama, tocarse los cojones o desmoralización, pero está todo en la peñetera cabeza.

2. La Solución.

Bien, ahora que hemos establecido el problema, hay que ver cómo coño se arregla. Y se hace permitiendo a Mourinho rearmar moralmente a este grupo, lo que sólo puede hacerse de forma traumática. Precisamente la que detesta Florentino Pérez, el hombre culpable del pecado que yo más desprecio: no saber ejercer un poder casi absoluto. He oído todo tipo de teorías para explicarlo, a cual más ridícula y homosexual: que si los March, que si la prensa podría tirarlo, bla bla bla. Gilipolleces: una mierda de Florentino taparía al Grupo Prisa y a Unidad Editorial enteros si él se lo propusiera. Pero claro, no se lo proponme. Odia a muerte a Deportes Cuatro, ¿ha hecho algo por quitarlos del mapa? Ná, para qué, no sea que se manche. Únicamente se cargó al Butano, poco después de convertise en presidente porque lo veía como una amenaza para su superviviencia (no la del Madrid, ojo). Pese a todo, Floper aún se puede redimir. Pero para ello necesitará que te broten de nuevo los cojones, y que sea gordos como huevos de Pascua.

Obviamente, estoy hablando de una purga: de cortar las partes gangrenadas de la plantilla y sustituir por otras sanas y fuertes. Esto se puede hacer de dos formas: o aguantas lo que queda de temporada como puedes, ganas las elecciones y luego haces la noche de cuchillos largos, o empiezas a dar hostias desde ya. Tras una intensa reflexión, llegué a la conclusión de que lo correcto era lo segundo. Porque Floper ha tenido cuatro putos años para sacar la mierda, y no lo ha hecho. Es más, el primero se trajo de vuelta al peor antimadridista del mundo, Jorge Valdano, al que tuvo que fumigar heroicamente Mourinho. Por ello, Florentino no se ha ganado los siete u ocho meses que tendríamos que esperar para ver esa limpia; y además, cualquier hombre de bien sabe que cada día que se pierde en empezar a hacer lo correcto es una tragedia.

Pero no basta con soltar lastre este verano: la «receta Mastuerzo» para la regeneración incuye fichar en invierno al menos dos tíos, uno de los cuales sería indefectiblemente un portero para sentar al rey de los babosos. La idea es dejar meridianemente claro a todos que se acabó el mamoneo y jugárselo todo a conseguir la Champions, el Santo Grial blanco. «Buscar sin cesar o perecer». Por supuesto, si se fracasara en este objetivo, Floper quedaría expuesto al peligro (más bien pequeño) de perder las elecciones frente a una candidatura ultra-pipera, pero es el puto precio que ha de pagar por sus muchas faltas: poner en riesgo, aunque sea mínimamente, su adorada poltrona.

Y por supuesto, el rey de los babosos tiene que salir a final de temporada, sí o sí. No vale con que se quede calentando el banquillo mientras juega uno más joven y mejor. Ha de irse aunque sea pagándole el resto de su contrato, los 35 kilos que costaría aproximadamente su ficha hasta 2014. Dárselos en un maletín, billete sobre billete, diciéndole «adiós muy buenas», y que la prensa se enterara. Creo que sería el mayor trauma futbolístico de la historia de España, y uno de los días más gloriosos y brillantes en la historia del Real Madrid. Otros tendrían que salir por la misma puerta: Ramos, básicamente por toooonto, atributo inaceptable en el Madrid; probablemente Pepe, demasiado quemado en todos los aspectos; Alonso, por lento y cagón; Higuaín, por malo y golfo. A final de temporada, el vestuario debería tener este aspecto. Por supuesto, para completar el proceso haría falta un fichaje imperialista en verano, que sería Falcao, y dos o tres más de campanillas: ese central tan bueno del Dortmund, Isco y qué sé yo. A pesar de todo, podría acabar siendo un gran verano para el presi.

Reitero que la solución será traumática o no será. En el fondo sospecho que a Mourinho le encantaría quedarse diez años para ver cómo mueren de asco todas las ratas que lo acosan, pero él debe saber que en las actuales circunstancias no se dan las condiciones para ganar una mierda, y es tontería quedarse para que te rechinen los dientes. Si llega a ese punto de hartazgo, reconecerá su fracaso con cierta vergüenza (que le duraría un par de horas) y se irá a otra parte a volver a ganar Copas de Europa con jugadores no muy dotados ,pero absolutamente entregados a la causa (probablemente eliminando al Madrid en algún cruce). Florentino tiene la opción de evitar tan patética situación siendo, de una puñetera vez, el presidente que necesita el Madrid. Uno con los huevos para ordenar que el final de temporada se convierta en una misión kamizaze. La cuestión es: ¿tiene pelotas para ello?

P.D. Me voy a quedar una temporadita por aquí conviviendo con el Socio. Dado que también tengo súper-poderes de Administrador, os aseguro que lo pasaremos muy bien. Váis a mear sangre.
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Sois todos unas putitas de mierda

Por El Mastuerzo

Cómo dejé de preocuparme y aprendí a amar la bomba.

Qué pasa, mariconas. Me comentó el Socio que andaba la moral de la tropa algo baja tras el fiasco contra los chotos, y me pidió salir de mi retiro para arengar a la tropa. No he leído ninguno de vuestros jodidos comentarios, ni necesito  hacerlo, sé perfectamente lo que hay: derrotismo, histerismo y más homosexualidad que en la despedida de soltero de Zerolo. Francamente, me resulta patético ver el grado de degeneración que ha alcanzado el hombre occidental y, más concretamente, el madridista. No me extraña que la natalidad haya bajado en picado, con tipillos que más que semen producen un aguachirli incapaz de impregnar a hembra alguna (claro, que como para preñar a las «mujeres de carrera» actuales). No, hoy día los únicos varones fértiles que quedan son los moros y los negros, medio animales pero que precisamente por ello rebosan de la vitalidad que hace mucho perdió el españolito medio. Pero no os engañéis, todos ellos son de la Far$a, la máquina perfecta de odio y propaganda.

El madridista tiene miedo. Miedo a que le remonten en la Liga, a que le follen en la Champions. Y uno puede pensar que la explicación está en un Farsa muy ganador, que nos ha hostiado múltiples veces en los últimos años. Pero no, no es eso: a los madridistas antiguos, fetén (que existieron, no son un mito), eso les habría hecho reir a carcajadas. Fue una generación que creció en medio de la miseria casi total, con escasez de cultura y tiempo libre, pero con cojones como rocas. Vivían gobernados por un caudillo con voz aflautada y beatón, pero con un plan en la cabeza y lo bastante inteligente para delegar. Y esos españolitos, a base de sudar la gota gorda, se fueron haciendo un patrimonio, comprando casita y coche al tiempo que mantenían a cuatro o cinco churumbeles, con un simple sueldo y sin que su mujer necesitara un puto trabajo de consultora o jefa de RRHH. En realidad conoces a ese tipo de español y madridista: es tu abuelo, incluso tu padre, si tienes suficiente edad. ¿Créeis que a ellos les habría acojonado la perspectiva perder contra una banda de catalufos? ¡¡Imposible!! Tenían orgullo y fe en ese símbolo de las virtudes patrias llamado Real Madrid.

La generación actual, el madridismo actual… bueno, es el resultado de todo lo que ha venido desde Mendoza. Éste era un bala perdida, y ninguno de los posteriores ha enderezado el rumbo: Sanz, un puto paleto; Florentino, un marica acomplejado, y Calderón un pobre imbécil. 30 años largos de blandura moral y compadreo con la prensa parasitaria han carcomido mortalmente el espíritu colectivo de la afición y los jugadores vikingos. Por cada entrenador con sangre en las venas (del rabo), hemos tenido cinco vergonzantes. En realidad, cuando nos entrenó López Caro era para haber cerrado el chiringuito. Este Madrid julandrón, el de los Ramos y Casillas, y antes que ellos Baúl, Puti, Morientes, Sanchís, Míchel… es el verdadero motivo del miedo actual, no un Farsa que ciertamente da asco, pero que no debería provocar nada más.

Yo no voy a negar que joda que te ganen, y que muchas veces lo hagan en mala lid. Pero lo que la mayoría parece haber olvidado es que, llegados a este punto, no es una cuestión de ganar o perder, sino de cómo lo haces. No, no me refiero a «jugar bien», eso se nos supone, sino a morder en todo momento, dar la cara aunque sea para que te la partan; la puta mirada del tigre, la que sólo tenía Hugo Sánchez aquel nefasto día contra el Milan. Por supuesto que la final de Munich es una puletera trampa, un aquelarre pensado para humillar al Madrid frente a todo el planeta. Pero no importa: hay que salir ahí con una fe en la victoria digna de un talibán. La única forma de imponerse en esa jaula de barrotes electrificados es la furia del fuego divino. Que ningún puto arbitrucho tenga huevos de ponerse en el camino de una fuerza de la naturaleza. Y si aun así nos roban, da igual: saliendo como tenemos que salir haremos historia. No les pido ganar, sólo causar daños físicos irreversibles a los del Barsa: una doble triada para Cesc, amputación de pierna para Messíndrome, apertura de cráneo con pérdida de masa encefálica para Piqué (no lo notará), fractura de cuello con resultado de muerte para Xavi. Con eso no cuentan, creen que pueden hacer el atraquito habitual e irse con la Copa a casa y tan felices. Pero no, hay que hacer que la final pase a la historia como la de Heysel, pero con los fiambres en el campo en vez de en la grada.

Y sé que puede parecer imposible imbuir de carácter a los medio-niños que forman nuestra plantilla, pero no lo es. Porque sin duda, la mayor virtud de ese portugués que tenemos de entrenador es que es un auténtico mastuerzo como yo. Poco tiene que hablar de tácticas con ellos, eso está ya requetevisto. Lo que realmente lo distingue es cómo logra ejercer de figura paterna, en el mejor sentido: haciéndote sufrir, sacrificarte y maldecir, sacando de ti lo que tú nunca podrías por tus propias fuerzas, porque llevas años cumpliendo el expediente con el esfuerzo justo. Puede no gustarnos reconocerlo, pero para obtener lo mejor de la gente hay que ser bastante hijoputa: la tensión, el meter miedo, la exigencia, son excelentes estímulos para criaturas de natural perezosas como los humanos. Y por eso podemos confiar en este grupo: mientras esté Mauriño para tensar el muelle, todo irá bien. Ganarán o perderán, pero lo harán cumpliendo con su deber. Dejad ya de ver los partidos con miedo, porque se ha hecho todo el trabajo necesario, y a veces, simplemente, la puta pelotita no quiere entrar. Además, el mundo se irá a tomar por culo el 19 de Mayo, el día de esa maldita final: si perdemos (después de cargarnos a varios de sus jugadores) es mejor reventar para no tener que soportar a las hordas nauseabundas; y si ganamos, porque después de la Décima, ¿qué coño queda? Ya lo he arreglado todo para que ese día se activen al mismo tiempo todos los arsenales nucleares del mundo. Será un espectáculo jodidamente bonito de luz y color.

Así que no tengáis miedo, mandriles, porque estamos todos condenados, y disfrutad de El Gran Final.
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Y volvieron a ser hombres

Me dicen mis amigos taurinos (esos resistentes, en tiempos en los que tratamos a los animales como los hijos que no tenemos) que la mayoría de corridas del año son una porquería. Sólo muy raramente salta la emoción -para quien sabe ver y entender el complejo ritual de la lidia-, que se materializa en una especie de descarga por el espinazo. Como futbolero, no me siento muy alejado de sus vivencias, pues si bien el «deporte rey» es totalmente masivo -principalmente por saturación mediática-, emoción en los últimos años suele tener poca. Especialmente en la aberrante liga española, no sólo carente de competencia real, sino almibarada con una letanía de valores para  memos y pusilánimes que han acabado de desvirtuarla. A ver, partidos distraídos hay, claro; está muy bien ver cómo tu equipo se pasa por la piedra a casi cada rival que se le pone por delante, o la ocasional remontada tras empezar encajando un gol. Sin embargo, para recordar choques realmente emocionantes hay que irse a la Liga 2007-Capello o la final de Copa del año pasado (aunque en una final la emoción viene de serie).

El partido de ayer fue uno de los que sí hacen vibrar, o crean afición, como decían antes. Y podría no haberlo sido, ciertamente: se estaba vendiendo la película de un Madrid yendo al matadero, a intentar derrotar a la Brasil del 70 combinada con el Milan de Sacchi, pero con jugadores más simpáticos, más listos y, sobre todo, con valores. Muchos de los madridistas que decían en sus tuíters y féisbuks creer en la remontada matizaban que era «una locura». No entendían que el negocio del Madrid es la épica, y tampoco que las diferencias futbolísticas con la Farsa se habían enjugado hace tiempo, pero se había visto debido a factores distorsionadores en los últimos choques. Sin embargo yo, el Mastuerzo, ya lo advertía desde primera hora de la mañana: si el Madrid era el Madrid y los hombres hombres, podían pintarle la cara a la Farsa, como había pasado toda la vida de Dios.

Yendo al juego en sí: no soy Valdano ni Segurola, y no vendo burras por 300.000 euros al año; por eso no os diré que sé exactamente por qué nos comimos a la Farsa ayer, pero así fue. ¿Jugamos más juntos? ¿Pusimos más tíos sobre el farsante que llevaba la pelota? ¿Fue simplemente que nos sacudimos la tensión? Lo ignoro… la verdad es que empezar un partido teniendo «todo perdido» y además sabiendo que si te marcan un gol no pasa nada demasiado grave, puede influir mucho sobre una mentalidad. Se dio la circunstancia curiosa de que casi volvemos a marcarles en el primer minuto, pero sinceramente creo que fue mejor fallar, pues sospecho que, nuevamente, el Madrid no habría sabido gestionar esa ventaja tan inmediata. Además, esto nos dio ocasión para mostrar al mundo cómo se apabulla a la Farsa en su guarida, sin «suerte» ni circunstancias raras. El bellísimo misil de Özil al larguero fue el paradigma de nuestro agresivo dominio; esa «violencia futbolística» que pedía al Farsa cierto cretino unas horas antes. Aportó de nuevo un Kaká cuya mejoría no tiene mucho misterio: cuando está bien físicamente es un gran futbolista.

En esa primera parte falló la definición, especialmente por parte de un Higuaín que gozó de ocasiones muy claras. Son embargo, cebarse con él es injusto y necio: lo mismo que ayer falló, otras veces coló tantos casi imposibles; y además, para fallarlos hay que estar ahí. Que no defina como Van Nistelrooy de joven no significa que no sea un delantero de talla mundial, pieza fundamental del equipo. La Farsa estaba desbordada, pero también tenía sus llegadas; faltaba más, jugando en casa. Al final la balanza quiso inclinarse del lado culerdo, y Messi, llegando por la derecha, hacía llegar el balón a un Perrito desmarcado que adelantaba a su equipo muy cerca del descanso. La verdadera mala suerte, no obstante, llegó tres minutos después: falta a la izquierda del área madridista, tangana culerda marca de la casa -se exigía la expulsión de Lass, que había visto una primera tarjeta de risa- y, tras el saque, gol bello y afortunado del despreciable Alves. 2-0 al descanso y tremendo castigo para un Madrid que había dado lo mejor de sí.

Lo vivido hasta entonces había sido intenso, pero creo que lo realmente especial se vivió tras la reanudación. Al fin y al cabo, el Madrid podría haberse dejado ir ; con su enorme primera parte ya «había cumplido» y no le quedaba nada que demostrar. Pero no iba a ser el caso: tras unos diez primeros minutos titubeantes, empezó a verse que los locos blancos aún se lo creían. No sólo eso: aun con bajas cruciales, tenían fútbol para superar claramente en su casa al «mejor equipo de la historia». Pero necesitaban el gol, las chispa que les devolvería definitivamente la vida. Yo sabía que si metíamos dos goles antes del minuto 70 todo sería posible, pero el tiempo parecía volar, impasible y cruel. Sin embargo, tras un saque lateral de falta conseguimos marcar gracias un espléndido testarazo de Ramos. ¡Ya teníamos puesta la directa! Pero no: Teixeira dijo que el tanto no valía, que no existía. ¿Por qué? «No sé, he visto algo, un agarrón, una pugna, uno que se ha caído; por si acaso, no vale». El sempiterno arbitraje español: castrante como las suegras, cargándose partidos de la década por sospechas de falta.

Daba igual. Cuando un equipo tiene calidad, empuje y una misión, sigue jugando hasta marcar los goles que necesite. Özil, que ayer hizo un partido antológico, habilitó un estrecho pasillo por la derecha a CR7, que el mejor goleador del mundo aprovechó espléndidamente, corriendo hasta que todos quedaron detrás de él, incluido el portero, y empujando  -por fin- nuestro primer gol (Trató de impedirlo desde el suelo Puyol, un tipo de físico horrible, inquietante. Al verlo sin camiseta, impacta su vientre protuberante y deforme, incrustado en un tronco rígido, casi totalmente rojo. No creo que sea humano.) El Real explotó de alegría, y el Barsa sospechaba lo que se le venía encima: la sempiterna máquina blanca que tantas generaciones culerdas han sufrido. Hicieron falta sólo tres minutos más para que Benzema, nuestro delantero mágico, pusiera el empate con un gol finísimo, controlando un balón áreo y rematando después sin dejarla caer. ¡El segundo en el minuto 71!

Y de repente el tiempo ya no fue rápido, sino lento, muy lento: se convirtió en «tiempo fútbol», que sólo los buenos aficionados conocen, y en el que cada minuto parece cinco, por la emoción y el disfrute. A un solo tanto de la hazaña y perdidos todos los complejos, ya sólo quedaba el intercambio de golpes, y que ganara el que quedara en pie. Apretamos hasta el último segundo, con un esfuerzo encomiable. Hasta Alonso estuvo mejor, para mí, de lo que he leído por aquí, incrustado en la defensa y mandando buenos pases. Y Casillas, ¡¡por fin!!, comprendió que pasarla con las manos a un compañero es infinitamente más productivo que lanzar melones al infinito. Nada tengo que reprochar a ninguno de los nuestros; si acaso, a Pepe su dichoso gesto de «protegerse», que es la excusa perfecta para que medio-hombres disfrazados de futbolista se tiren al suelo con terribles gestos de dolor. Sin embargo, la jugada con Cesc (que sí, fue falta) propició uno de los momentos más gloriosos de la última década: la Farsa empezó a hacer los típicos gestitos de pararse, de bajar los brazos, como diciendo «venga, tenéis que echarla fuera», pero el Madrid… ¡¡siguió jugando!! Qué espléndida actitud: «parad vosotros si quieréis, nosotros estamos hasta los cojones de teatro». Tuvo que ser Teixeira el que detuviera el juego, de forma totalmente injustificada.

A este hombre, por cierto, lo defendí antes del partido. Huelga decir que me equivoqué. Nuestros árbitros son o muy malos, o muy cobardes o muy corruptos; pésimas opciones todas ellas. A mí me tranquilizaría creer que simplemente son malísimos, incluso estoy dispuesto a admitir que la segunda tarjeta de Ramos es sólo una interpretación muy estricta del reglamento, pero… ¿qué pensar cuando en una mitad con cinco cambios se añaden tan sólo tres minutos, cuando en esa prolongación un jugador está un minuto en el suelo obviamente simulando, y cuando, a falta de cinco segundos pitas el final sin permitir que el equipo que intenta remontar saque una falta a favor? Y aquí, seas culerdo o del equipo que sea, hace falta un mínimo de honestidad: quien haya visto tres partidos en su vida sabe que es rarísimo pitar el final siquiera un segundo antes si el resultado no está decidido, y que más bien se suele dar una jugada o dos extra (¡¡como pasó en el primer tiempo, sin ir más lejos!!). Lo siento, pero es casi imposible no ver cosas turbias.

Y con todo, nos fuimos como hombres y héroes de un Nou Kampf que estuvo acojonadito hasta el último segundo, rememorando costumbres centenarias. No estoy contento con la eliminación, ojo, soy un madridista orgulloso. Pero cualquiera pudo ver que el supuesto abismo futbolístico era pura ficción, y que en un hipotético cruce de Champions les podemos ganar con claridad. A los que dudaron, a los que no creyeron, a tantas ratas que quieren matar a un entrenador que es la carne y la sangre de este equipo, que le chupen, que la sigan chupando. Somos grandes, fuertes y esplendorosos.

Somos el Madrid.

– Farsalona: 2 (Perrito y Morro Alves)
– Real Madrid: 3 (Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo y Benzema)

Incidencias: Que pregunten a la Federación.

Videoresumen

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