Amenaza poética

Corre el inquietante rumor de que Florentino está considerando volver a contratar a… ¡Valdanágoras!, en calidad de portavoz del club. Esto me deja perplejo, pues pensaba que Floren se había había dado cuenta definitivamente de la incompetencia del argentino. ¿Cómo podemos interpretar la noticia? Quizá Floren pensara que la desgastada imagen de Valdano le perjudicaba para su reelección, pero tras el rotundo éxito electoral eche de menos alguien que reciba las tortas por él. Pero la verdad, me pregunto si no habrá alguien con una mínima facilidad verbal para no tener que recurrir al «poeta del fútbol». Ya sabemos que Butragueño no es un tipo muy elocuente, ¡pero no sé, aunque sea que pongan a Míchel, que le gusta mucho largar y también se echa mucha gomina!

A mí la figura de Valdano me parece nefasta. La mayoría de los futbolistas profesionales provienen de entornos tirando a humildes, y por lo general no es gente muy cultivada, así que cuando surge alguien como Valdanágoras que junta dos palabras medio bien parece que estamos ante un intelectual del balompié. Pero a la hora de la verdad el personaje responde al peor tópico del charlatán argentino: Su discurso está cargado de palabrería superflua y de obviedades, casi siempre buscando decir lo más políticamente correcto, en una verborrea que al final cansa más que aclara.

Como buen «Menottista», Valdano parece pensar que con tener una filosofía ofensiva y teorizar sin fin puedes olvidarte de aspectos prácticos del juego y de manejar un grupo. Para él, «buenos entrenadores» son Lillo y Queiroz, que se han empollado mucho la táctica, aunque al final siempre tienen «mala suerte». ¡Y es que se ven tan bien los toros desde la tribuna!

Es por esto que como gestor deportivo, si bien quizá conozca los aspectos técnicos del juego, su labor acaba siendo una calamidad: en el Madrid demostró una incapacidad total para manejar las altas y bajas, y como cara visible de la directiva sólo consiguió marearnos con su prosa, además de soltar una falsedad tras otra pensando que con ello protegía al club. Mire, le aseguro que es mucho mejor callarse que mentir, porque final tu palabra viene a valer tanto como la del pastor del cuento. ¿Para qué preguntar a Valdano?

Puede que en realidad Florentino no considere al argentino alguien muy válido, pero por su propio código personal se sienta en deuda con él por todos los «marrones» que tuvo que tragarse en la última legislatura. El caso es que parecen estar buscándole acomodo donde sea. Ahora que intentan crear una «Universidad del fútbol», se maneja su nombre… ¡como rector! ¡Lo que le faltaba al poeta para diaparar su ego al espacio! Ya puestos pueden colocar un busto suyo a la entrada tocado con una corona de laurel. ¡El dios del fútbol! Pero bueno, espero que finalmente todo se quede en rumor y que, si tenemos que sufrir a Valdano, al menos no sea viéndole relacionado con el Real Madrid.

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2 comentarios sobre “Amenaza poética

  1. Los comunistas millonarios no pueden ser, obviamente, gente de fiar.
    Yo lo mandaba con su SL a pasearse por la pampa y predicar su izquierdismo balompédico entre sus paisanos, que seguro lo reciben con los brazos abiertos.

    Al Madrid le sobra un tío tan empalagoso; él sí que aumenta el antimadridismo. Y no es para menos.

  2. ¡Ja ja ja ja! Buenísimo el comentario, y estoy totalmente de acuerdo. Estos izquierdosos de salón son lo peor. Aún le recuerdo paseando entre el campamento de Sintel y solidarizándose con todo quisqui, para a continuación volver a su lujosa suite del Eurobuilding. Y es verdad que sólo puede mejorar nuestra imagen entre los cursis y, si acaso, entre gente de fuera del fútbol.

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