De cómo el Madrid ganó la Decimocuarta gracias a la psicomagia de Von Rothbart

París

Querido Mono Amedio, la ternura que inspiras cuando te sientas en mis rodillas y escrutas la piel aterciopelada de mis huevos pelones empolvados en talco, fagocita hasta el último atisbo de precipitación acelerada que albergaran mis cojones. Oh, quiero follarte. Por favor, no arañes. Todavía quedan rincones adecuados para el romanticismo en este mundo criminal. ¿Lo sabías? En cada una de tus renuncias, debería escuchar una señal, un mensaje. Y sobre todo, una advertencia: se ha abierto un cráter sobre las cabezas herejes de tus amos, y lo hemos abierto entre todos los maricones fansistas representados por este que te penetra salvajemente para poder escupirle a Ceferino y a su absurda cohorte de dijinns del desierto cubiertos de oro y petróleo. Gime conmigo, Mono Amedio, gime de placer y grita de dolor hasta reventar mientras penetro tu culo en este sucio colchón forrado de billetes. Sayonara, baby, y disfruta de la caída desde lo alto de este amasijo de hierros que tiene por nombre Eiffel.

Londres

Marchemos, marchemos todos, una banda me acompañará, una banda de hijoputas madridistas. Bien por todos nosotros, a por Paris y ahora por Londres. Que nos vistan de vacilantes visitantes, que nos vapuleen que ya nos vengaremos. Desvergonzados viperinos vergonzosos, recordad que la vida es vileza y vislumbre. Ventosead, ventosead, hijos de putas vestidos de lino blanco. Raspad las asperezas del odio de nuestros enemigos que roen su casposa miseria y su mugrienta envidia con peines de adobo sediento y el sinfín de las porquediezmilmierdasyexcusas.

A eso se reduce todo, a eso se reduce lo irreductible. Lo escatológico no quita lo valiente. Por esto continuo con esta bonita tradición psicomágica y recurro a la cocaína y la vaselina. Me inyecto una dosis letal de la primera en mi hermoso nabo y me lo embadurno con la segunda, pues deseo un polvo violento y ensimismado en este barrio de pijos de Londres. Me voy al zoo a robar una mona, no solo voy a violar a ejemplares de sexo masculino, soy un demócrata y creo en la igualdad de género. Le depilo el cuerpo, le pinto los labios, un poco de rímel y unas gafas de sol, un vistoso y caro traje color azul eléctrico comprado en una tienda de moda del barrio pijo de Chelsea, la hago pasar por mi novia deforme en escapada romántica.

No resulta difícil acceder a montarnos en ese engendro llamado la noria del milenio. Una vez en las alturas junto mi boca a la de la mona Chita, no sin antes trabajarle los bajos hasta conseguir esa sensación de hocico y lengua de caballo en mis manos. Entrelazábamos nuestras lenguas e intercambiábamos saliva en un delirio de espasmos amorosos. Os quiero a todas, de verdad. Os quiero, mis monas, mis gorilas, mis orangutanas. Os falta el raciocinio suficiente para sentiros madridistas y también los cojones, una pena, solo podéis aspirar a comer plátanos y rascaros el culo. Pero reivindiquemos de una vez por todas nuestro derecho al amor entre los hombres y los simios. En la capital de la pérfida Albión se oye el ulular del viento invernal, polar y blanco del mandrilismo en los árboles, el canto de la mona en celo, la lluvia de flujo, semen y mierda en el pavimento de adoquines de la capital de la pérfida Albión.

City

¿Escucháis esa trompeta? Seguidme, queridos madridistas, vamos a saciarnos del árbol defoliado de la falsa sabiduría y la más falsa humildad. Ya sabéis de quien estoy hablando. Depilo mi cuerpo y lo cubro de los más caros perfumes, inhalo la metanfetamina y el Popper. Chemsex. Fiesta de maricones, no me toques por favor. Una vez inmersos en la sala oscura, si lo deseáis y no os sentís asqueados por el olor nauseabundo a mierda, sudor y semen, o por todo a la vez, podréis regresar a vuestras casas, o a donde os apetezca, o a donde os dejen, si es que merece la pena regresar a algún lado o simplemente regresar. Vamos a transformar esta extraña sala de rosas apestosas en Gloria Madridista. Que sople el viento purificador y destructivo, que cabalgue sobre el zipote duro y la sangre erecta, pero que nadie sienta desolación, ese viento no os trae la catástrofe: sólo la Dicha Verdadera. Me llamo Nicolás, hijo de Custer, Divino de los Huevos Pelones, y estas maricas malas que aúllan de placer en medio de la oscuridad de esta inmunda sala son los hijos putativos de Guartrolas, clones de esa marica de campanarios, de eructos y salivazos, de jersey de cuello de cisne y calva encerada, que escupe, escupe y escupe semen madridista en los partidos y que tanto asco provoca entre los señoritos Ivanes. Estoy aquí, hijos de puta, os abro vuestros pestilentes anos y me corro en vuestros cuerpos y vuestras bocas. Tomad y probad, todos de él, mi Sagrado Nabo Madridista, porque aquí lo que está en juego no es una orgía más en el Paraíso (wink, wink), sino una conciencia perdida: la fuerza, la bestia, la falsa virgen, la Gran Puta, arrodillada ante la Bestia que tiene cuernos y viste de blanco inmaculado.

París II

¿Escucháis de nuevo la trompeta? Marchemos de nuevo a Paris, así comenzó y así terminará esta nueva cruzada psicomágica encabezada por vuestro amado y bienhallado Divino en busca del Santo Grial en forma de Orejona.
Esta vez nos enfrentamos, queridos niños, a un enemigo poderoso: la Puta Luciferina. Necesito un ejército de homúnculos, así que seguiré las instrucciones de fabricación del gran mago Paracelsus, que a continuación os expongo por si alguno os interesa para complacer a vuestras zorritas y zorritos. Para crear un homúnculo es necesario recolectar el esperma putrefacto de un hombre. Esta muestra debe inseminarse en un huevo, dejado a la sombra, en un sitio cálido, hasta que alcance el nivel óptimo de putrefacción. Después de cuarenta días de incubación el homúnculo es capaz de moverse por sí mismo, lo cual es fácilmente observable. En esta etapa el huevo no debe ser abierto. El homúnculo ya posee algunas características humanoides pero no está completamente formado. Sólo cuando la cáscara del huevo se vuelva traslúcida es posible sacar al homúnculo. Se lo debe alimentar sabiamente con sangre humana, nutrición que debe prolongarse durante cuarenta días más.

Repito el proceso 14 veces, número que representa el infinito y al mismo tiempo simbolizaría la decimocuarta, y obtengo 14 homúnculos albinos y de pelo rubio y rizado, cual angelitos listos para emprender la cruzada. Realizamos el camino a pie porque es necesario el sufrimiento y la penitencia en toda gran gesta. Caminamos durante la noche y dormimos durante el día. Vestimos túnicas blancas. Evitamos a los humanos. Viajamos al modo homérico, conscientes de que cada hallazgo es más una advertencia que una revelación. Después de cuarenta días llegamos a los arrabales de París. Busco la puta más gorda y sucia y no tardo en encontrarla. Tras un breve acuerdo económico, procedemos al ritual en los Campos Elíseos. Le afeito la cabeza en honor al Gran Mamón y cubro todo su orondo y celulítico cuerpo con pintura roja en honor al LoserKlopp. Te llamaré Ceferina. Uno por uno, los homúnculos empalmados hacen su aparición. Ella los observa como lo que son: una legión de hombres vírgenes de piel nívea y con aspecto de retrasados.

Comienza el fornicio. Los homúnculos entran y salen sin dificultad, lubricados, húmedos, cubriendo el pestilente coño por turnos; el ardor del que hacen gala es tan fervoroso que se producen un apelotonamiento en la hinchada y lubricada vulva. El polvo psicomágico se demora, no tardo en sacar el látigo e imponer orden y disciplina madridista. Olisquean su sexo, aprisionan y muerden sus pechos, se restriegan entre los pliegues celulíticos. La puta sabe a cera, gelatina y mucílago. Ella ríe, le hace gracia la marcialidad con que se entregan al alegre mete y saca. Ceferina empieza a gemir de verdad, sin fingimiento, olvidando el personaje que representa y la siniestra simbología. Uno a uno, los homúnculos que huelen a orina, amoniaco y arenques en salazón, entre tanta fricción, van desapareciendo por turnos dentro de su vagina. Catorce desapariciones y el vientre de la puta se hincha hasta casi reventar, momento que aprovecho para darle la vuelta y endiñársela por el culo. Un geiser blanco compuesto de semen y los cuerpos fundidos de los homúnculos sale disparado del coño de la puta Ceferina inundando los Campos Elíseos. El squirting orgasmocósmico ilumina el cielo de París. La puta queda jodida después de la jodienda y El Madrid gana la decimocuarta jodiendo como nunca.

Y ahora, responde Ceferina, puta satisfecha.
¿Existe una Voluntad Ignota?
¿Existe un Proverbio definitivo?
¿Existe una Finalidad, una causalidad, una intención, una forma?
Responde Ceferina, ¿existirán la Piedra y el Elixir?
¿Existe la Dama de Blanco que aguarda bajo la sombra de un bosque de cedros?
¿Existe el Poder, el Poder, el Poder?
No es necesario que respondas. Ya sabes la respuesta.
HALA MADRID.

(Escrito de su puño y polla por Nicholas Von Rothbart Pertusatus)

Entender vs Sentir

Marc Genou

Si el socio decía hace escasos días que Florentino estaba más que amortizado y que sus ridiculos, a pesar de escasos, le condenaban a retirarse, ayer la Uefa nos demostró que todos ellos pueden acompañarlo. Y no sólo la Uefa, sino Macron, la policía francesa, la organización y todos los responsables del espantoso espectáculo vivido ayer a varios niveles. Si algo tenia San Petersburgo es que está a tomar por culo y que policía rusa no iba a permitir semejantes gilipolleces.

A pesar de su evidente declive, comida por las codicias de sus propios mandatarios, esto sigue siendo la Copa de Europa, y la Copa de Europa es el Real Madrid. Una temporada que era a todas luces para conformarse con brotes verdes se ha saldado con los dos títulos más importantes de la temporada. Algo realmente inaudito en la que ha sido sin lugar a dudas la edición más difícil que ha ganado cualquier equipo. Las continuas zancadillas de todos los organismos, nacionales e internacionales, que sufre esta institución todos los días con aparente estoicidad bien merecen un estudio. Y es que esa estoicidad y esa segunda mejilla sin levantar la voz son el digno reflejo de la sociedad de este país. Un país ya perdido, sin remedio y destrozado, en el que algunos subsisten y luchan contra la marea de obediencia ignorante de una mayoría completamente anestesiada. El Madrid es esa gente que mantiene el barco a flote, que da esperanza y que no necesita ser una víctima para hacerse notar. Se nutre del talento, del trabajo, y del positivismo y sin levantar la voz caminando paso a paso y llegando siempre hasta el final del camino, lleve a donde lleve.

El partido fue el típico de una final, el típico que gana el Madrid. Ambos equipos con miedo a cometer errores que ha atenazado a ambos. El retraso tampoco ayudó y por cómo se desinfló el Liverpool a la media hora, parece que el Madrid gestionó mucho mejor la ansiedad. Estar por encima de las expectativas y que todos pensáramos que nos iban a penetrar jugó a favor de los nuestros con una solidez en la línea trasera realmente reseñable.

Y en esa tesitura, la copa vendrá para rellenar unas vitrinas que pronto conformarán uno de los edificios más icónicos del mundo y que hará relumbrar a una ciudad y una región que por mucho odio que reciba, sigue acogiendo a todos, una mezcla de lo mejor de todos, y siendo la locomotora de un país que ojalá empiece a vislumbrar una lejana luz en un futuro a medio plazo.

Rappol

Sí. Es sólo fútbol. ¿Pero quién más es capaz de hacer esto que hace el Real Madrid? ¿Quién más es capaz de ganar otra Champions más de la manera en que lo ha hecho este Madrid, que lleva cambiando de ciclo desde que en 2018 encadenara tres-gloriosas-tres orejonas consecutivamente? ¿Qué tienen estos toreros, sobre los que se dice por ahí que no juegan a nada, tienen suerte, o los tobillos subnormales, o que se dopan… o qué mierda más les quieren echar encima? El toro del Liverpool salió bravete pero se fue como se van todos los toros y toretes que le echan a esta mezcla de jóvenes y viejóvenes vestidos de blanco: arrastrados por las mulas y a otra cosa.

Me tengo que poner ahora un poquito autorreferencial. Al hijodeputa de Ceferino le encantará. Después de que nos cambiaran el sorteo de manera incomprensible (aunque ciertamente era un regalo el Benfica, nada más que por la maldición de Bela Guttman), el primer rival serio que tuvimos en cruces fue el Chelsea. Ya no recuerdo si fue antes o después del primer partido de la eliminatoria que dije que si eliminábamos a estos tipos presuntamente londinenses, nos íbamos a volver a llevar la copa esta que palidece ante los cerocuatros y los trofeos quién-manda-en-la-capital.

[Pero… ¿no vas a hablar del PSG? No. No hablo de equipos a los que se folla cualquiera en Europa].

Entonces, cogida la senda inglesa —y después de darnos el gusto de eliminar a nuestros últimos verdugos—, el Real Madrid siguió cobrando deudas, aquilatando el arcano Real Madrid: aquí se viene a ganar, cagando sangre si hace falta, pero siempre con elegancia y sin cutrerío. Y eso es lo que más le jode a toda esa purria antimadridista. ¿Qué te pasa con esta idea, antimadridista? ¿Que no te gusta? ¿Que a ti no te funciona? Pues déjame que te diga que igual no te funciona porque tienes una manera de entender el fútbol y la vida que no se corresponde con la realidad, con la naturaleza y con el azar. Porque esto es sólo fútbol, sí. Pero nadie enseña a ganar como el Madrid. Y esto no lo tiene NADIE a nivel de clubs de fútbol en el mundo. Y no parece, por otra parte, que vaya a tenerlo jamás. Y no te sé decir, antimadridista, qué es. No sé si es evolutivo, si es una pócima, si es el agua de Madrid, las fases lunares, un eco cuántico del Big Bang… No lo sé, maldito bastardo. Pero sí sé que me siento a ver un partido como el de hoy, y tengo la certeza de que el equipo al que sigo en esto del fútbol, va a ganar, contra todo y contra todos (igual que sé cuándo va a perder). Porque la tengo desde que nos ventilamos al Chelsea (y mucho antes, es un trabajo que hay que realizar a lo largo de años)… ¡Si no estás tan lejos, taradito! ¡Si cuando dejas de venderte tus mierdas autocompasivas también eres capaz de verlo tú! ¿Por qué sufres, cuando el ser humano ha venido al mundo a disfrutar? ¿Por qué beber de otra sopa primigenia?

Atendiendo a la final, lo de Courtois fue algo legendario. Es sin lugar a dudas el mejor portero que ha tenido este club en la edad contemporánea. Lo he contado alguna vez. Le puse el mote de Pijamita porque cuando salía con la equipación anaranjada o amarilla —no recuerdo ya bien—, casi siempre nos hacían la caidita sesuarl. Tremendo ejemplar de vividor-follador europeo, pero trrrrrrremendo portero en su madurez. Ya lo han visto ustedes durante el torneo, y durante toda esta temporada; pero en el torneo, de manera fastuosa.

Se impuso el Madrid nada más que por su fe, con todos sus defectos y con todas sus virtudes, viejas y nuevas. El pelotazo de Valverde acabó en gol, y todo lo demás acabó en el limbo. ¿Qué querían ustedes que pasara? Lo que pasó. ¿No querían que pasara? ¿No sabían que iba a pasar? ¿Temían pasarse de chulapez? No había nada de eso. Había la inercia natural del Madrid. Y ni el PSOE, ni Salah, ni Ceferin, ni el hijodeputa que nos pitó anoche, ni el deseo reconcentrado de toooooodo el antimadridismo del mundo podía cambiar el destino. El Real Madrid ganó la 14, sobre todo, porque es el Real Madrid. Y porque todos ustedes, cobardones del mundo, sabían que así iba a suceder. Porque en el centro del universo del fútbol, hay un agujero negro que viste de blanco y que, un día, se lo tragará todo. Mientras tanto, va recolectando trofeos y, particularmente, orejonas.

Hala Madrid. Y nada más.

https://www.youtube.com/watch?v=NbULM5EQPvs

El Socio

A raíz de mi escrito de ayer, se me acusó de afrontar con miedo la final contra el Liverpool. ¡Qué inyustishia! Bueno, quizá estaba ligeramente acojonadillo, pero logré cumplir mi objetivo de ver el encuentro con bastante tranquilidad. No solté casi exabruptos, y aunque en un momento dado le saqué el dedo medio a un panchi que reclamaba «penal» a mis espaldas en el restaurante donde emitían el evento (por suerte no se produjo un altercado), fue la final que con más calma he seguido. Eso sí, no pude evitar indignarme al ver que los rojos persisten en el ridículo y fútil gesto de arrodillarse antes del partido, en protesta por un fabulado racismo que ayer sólo sufrieron los aficionados tanto a la entrada como a la salida del estadio, acosados y robados por manadas de negros, que diría Verstrynge. Al verlos, sólo pude pensar: estos hijos de puta se están arrodillando ante el rey, pero aún no lo saben. ¡Qué necesaria, pero qué complicada, era la victoria!

Debo confesar que no entendí nada de lo ocurrido en el partido. Hemos tenido finales más fáciles y más difíciles, pero no recuerdo ninguna en la que nos pasaran la polla por la cara durante una hora con tanta claridad. La primera parte fue un festival de scat similar incluso al 2-8 del Farsa-Gayern, con la diferencia de que la ausencia de goles impedía que se culminara la dominación. Lo que yo no compendía era cómo nos estaban bailando de ese modo, pero sobre todo cómo no iba cayendo un gol tras otro en el casillero rojo. Cierto que nuestra defensa estuvo a un nivel muy alto, y que Courtois se había propuesto ganar «por sus muertos», pero aparte de eso no había explicación. Remates francos, córnels, palos, lo que te rondaré morena… y la pelotita no entraba. Llegar a cero al descanso parecía un auténtico ejercicio de supervivencia, hasta que llegó «la jugada», en la cual el equipo VAR prevaricó desvergonzadamente ante los ojos de todo el planeta: la pelota llega a Benzema desde la rodilla de Fabinho, y no hay otra interpretación que gol legal; verdadero crimen robarle a Benzema su merecidísimo tanto en la final. Revivíamos lo ocurrido con Cuadra Fernández, pero en un evento de muchísima más repercusión; tristemente se constata que el VAR se ha convertido en otro elemento de manipulación de resultados a merced de los prebostes futboleros. El árbitro parecía hasta resignado, y ni siquiera se molestó en consultar el monitor. Total, era una jugada sin importancia, ¿no? Durante el resto del partido, su pantalón deportivo pesó 300 gramos más.

En fin, tocaba intentar ganarlo en la segunda parte, ante la atenta mirada de Zipayo, Makelelé y el que se comió dos veces a Ronaldo. Desde luego, no se puede decir que domináramos el juego, pero sí que fuimos entrando en la «zona Real Madrid» y asomando la patita por los lejanos dominios de Allison. Íbamos a tener muy pocas, en contra de la tormenta de granizo del Liverpool, pero ya se sabe que calidad gana a cantidad, y la espectacular jugada de Fede Valverde (un jugador que no costó exactamente 150 millones) es ya parte de nuestra leyenda; por la espectacular conducción en banda pero sobre todo por el centro chut que se limpió a tres defensas como un rayo láser; por ahí aparecieron unos tobillos subnormales, y el resto es yshtoria.

Desde ese momento el Liverpool habría sacrificado su alma y a todos los zopencos que pueblan The Kop por tener en sus manos el Libro de las Remontadas, pero ese está guardado bajo siete llaves, y una de las condiciones del hechizo es vestir una camiseta blanca. Una y otra vez lo intentaron, y otras tantas se lo negaron Militón, Vitoria y el interminable Courtois. Los últimos 15 minutos los merengues ya entraron en ese modo en el que parece que están haciendo rondos en Valdebebas y, pese a la normal tensión del aficionado, seguramente ellos ya sabían que lo tenían hecho. Llegó el final, y veteranos con los cojones curtidos se pusieron a llorar como niños, mientras nuestros niños también lloraban como lo que son. Se produjo una general sensación de que por una vez había ganado lo bueno y lo justo, en pleno corazón del mal y con el mezquino Ceferin sonriendo por un colmillo. Zipayo también sonreía pero sanamente, al estilo Hannibal Smith. Yo seguía sin entender nada, pero no era necesario, bastaba con sentir; sólo fútbol, pero qué emocionante. ¿La mejor Copa de Europa de la historia? Sí, la verdad. ¿Cuál otra podría acercársele?

·····

– Loserpool: 0
– Real Madrid: 2 (Benzema y Tobillos Sunormales)

REAL MADRID
.
14 VECES CAMPEÓN DEL MUNDO

Es sólo fúrbol

Hoy el Madrid juega una final de Champions, y creo que es buena idea dejar de vivir estas cosas como una cuestión de vida o muerte, aunque sea paradójico decirlo en una página futbolera. No me parece mal eso del burbujeo pelotil, pero los nervios exacerbados y la incapacidad de ver los partidos sin una abundante ingesta alcohólica no me parecen algo sano. Yo mismo me encontré unos días atrás soñando con el partido, lo cual es un indicador inequívoco de ansiedad. Al despertarme pensé: «¿qué coño?», y me prometí relativizar totalmente ese evento deportivo; puede decir que desde entonces he estado muy tranquilo.

Con esto no niego que sería muy bonito alzar la 14, ni el valor simbólico que tiene el fúrbol, especialmente para un país donde quedan tan pocas cosas que alcancen la excelencia. La trayectoria del Madrid en esta Champions ha sido ejemplar (si bien caótica), y hemos tenido la satisfacción de eliminar a los que quizá son los tres clubes más antipáticos de la actualidad. Ganar hoy sería la culminación de la hazaña, pero no podemos engañarnos: al día siguiente esos clubes seguirán ahí, mangoneando lo que un día fue un deporte bastante noble y viril, y lo que es peor, los regímenes que los sustentan también seguirán en el mismo sitio, promoviendo unos valores casi totalmente opuestos a los occidentales, pero con la perruna colaboración del propio occidente; vease si no el servil recibimiento que dispensó recientemente España al emir de Qatar, por lo visto un gran aliado y estadista, a diferencia del psicópata Putin.

Por supuesto, nada de lo anterior significa que no debamos disfrutar de este gran espectáculo futbolístico. Se enfrentan dos excelentes equipos, de estilos muy distintos, y a poco que despliguen su juego veremos un choque muy entretenido y emocionante. Es además de un enfrentamiento sano: por mucha rivalidad que exista entre ambos clubes, el Loserpool no es la sucursal de un petroestado, como los tres rivales que el Madrid ha dejado por el camino. Veo a los rojos como favoritos, no por talento sino por una mayor disciplina táctica y un entrenador que toma decisiones menos políticas; pese al éxito ¡entre el público de los chascarrillos de Ancelotti, estos no pueden enmascarar que es un técnico con miedo a sentar a ciertos jugadores. Y a diferencia de otros aficionados, pienso que empezar con un equipo peor e intentar ganar en los últimos 30 minutos es una pésima idea.

En fin, qué puedo decir. La mayoría de fansistas caminamos firmemente hacia los cincuenta (madrilismo boomer), y realmente debería haber en nuestras vidas penas y alegrías mayores que las derivadas de un show donde no tenemos la menor influencia. Si ganamos será una pasada, pero tampoco ocurrirá nada grave si perdemos, o si nos meten cinco, o si un día el equipo baja a Segunda. Mi consejo (y es un buen consejo) es que dejéis de preocuparos, paséis una noche muy entretenida y luego cenéis con alguien a quien queráis mucho, para celebrar bien la victoria, bien ese afecto. ¿Unos traguitos? Sí, gracias, pero sin llegar al punto de narcotizarnos, que no somos moros, pero tampoco borrachos.

Disfrutadlo con salud y Hala Madrid.

¿Está acabado Flópor?

Sí, bueno, ¿no? Hubo un tiempo en que teníamos un Florentino chuleta, pujante, imparable. Primero te traía a Figo y luego iba completando la colección de estrellas mundiales como un niño con el álbum Panini, hasta el punto de que se fichó a Béckams sin necesitarlo porque era lo único con nombre que quedaba en el mercado. Quizá esa iteración floperiana se habría traído a la dupla Meforré-Jólan, y Al Khelaifi para vender kebaps en el Bernabéu, pero ha pasado mucho tiempo desde entonces, y ahora los podres fácticos del fúrbol europeo le pasan la polla por la cara a nuestro simpático abuelete con inquietante regularidad. Primero fue el asunto de la Superliga, presentada de forma ultracasposa en Chez Farlopol y abortada a las escasas horas, y luego el asunto Meforré, dramón de año y medio al final del cual hemos fichado las mismas figuras mundiales que el Rayo Majadahonda.

¿A qué se deben tan lamentables sucesos? ¿Está Florentaino I más acabado que Kamela, o simplemente vivimos en un entorno nuevo, que utiliza todas sus armas legítimas e ilegítimas para acabar con la hegemonía madridista? Probablemente una mezcla de ambas: desde luego Flo no está a tope de valor y facultades, pero todavía aguanta 20 minutos seguidos sin ir al baño, y en un entorno más favorable seguramente se habría traído a algún crack consolidado el último par de años. El problema es que los nuevos poderes (Premier y dinero árabe, principalmente) lo han identificado como su principal enemigo, y están multiplicando la dificultad de operaciones que antes se solucionaban con un par de sentadas, un apretón de manos y un cheque gordo. Eso sí, lo de la Superliga fue una chapuza floperiana 100%, que sólo pudo salir de la mente de alguien sin nadie cerca que sepa decirle «no».

¿Quiere esto decir que el tío Flo debería agotar su mandato, subirse al Pitina II y navegar hacia el horizonte? Posiblemente, pero en la realidad no veremos nada por el estilo. Estoy convencido de que Flo no tiene la menor intención de retirarse, ni ahora ni nunca: si la construcción es su trabajo y su condumio, el Madrid es su pasión, la cual seguramente le consume poca energía mental, y dudo que vea motivos para no seguir hasta que el cuerpo aguante. Al fin y al cabo, el Madrid casi nunca fue democrático, y ya le fue bien así. Probablemente Flo quiera emular a los dos grandes caudillos españoles que lo precedieron, Franco y Bernabéu, compartiendo con ambos la poca preocupación por la cuestión sucesoria. «Yo aquí hasta que me muera… y el que llegue que arree». Esperemos que al menos tenga la lucidez necesaria para dejar implantado el modelo alemán de propiedad poco antes de cascar el poleo.

¿Qué podemos esperar, pues, del florentinismo crepuscular? En principio yo diría que calma chicha, con el faraón tirándose pedos en su asiento del Papel Albal y ganando lo que buenamente se pueda, que no tiene por qué ser poco. A ese respecto, la austeridad forzada quizá sea la mejor noticia, obligando a formar a los talentos localmente antes que dejarse verdaderas morteradas en fichajes a cara o cruz. ¿Hay 300 millones disponibles por cierta operación fallida? Quizá sea mejor meterlos en la megaobra… La gran cuestión, claro, es si Flops volverá a intentar arrancar la Superliga, al estilo Carlos Sáinz. Al fin y al cabo, el nuevo modelo de Champions para la 24-24 no parece especialmente atractivo, y podría ser la excusa perfecta para tratar de romper amarras nuevamente. Ciertamente sería un fin de dinastía espectacular, pero a juzgar por el actual estado de forma del presi no puede descartarse que el segundo intento se produzca en el programa de Juanma Castaño, con Andy y Lucas poniendo el acompañamiento musical.

Los perros de la histeria acosan al madrilismo

Palabra de negro.

Sí, bueno, ¿no? Vísperas de mucho… ¡día de patada en la boca! En Belgrado se perdió por un puntejo, derrota muy al estilo Lolaso, que recuerda las Final Ford de 2013 y 2014, en las cual ganamos al Barcas en las semis para luego palmar en ambas finales. En fin, son cosas del deporte, más en un año en el que la expulsión de los rusos bajó un tanto el listón de acceso; fácil viene, fácil se va. Queda para los más entendidos del basket valorar la labor de un Laso que ha alcanzado 5 finales de Euroliga y ha perdido 3.

En el mismo día recibíamos la noticia de que, contra todo pronóstico, Pesetas renovaba con el PSG, el club del cual parecía que quería escapar a toda costa. La historia es francamente rara, y tardaremos tiempo en hacernos una idea fiel de lo ocurrido. Una cosa es clara, y es que el jugador tenía en los últimos meses algún tipo de cobertura contractual pese a no haber renovado con los parisinos; lo lógico es pensar en un precontrato con el Madrid que incluyera una fuerte clausula de penalización en caso de ruptura, pero necesitaríamos saber de qué cantidad hablamos, para poder valorar hasta dónde han llegado los qataríes en su afán obsesivo por no soltar el juguetito. Eso, o Fofó abogados realmente dejaron una vía de escape muy sencilla al jugador.

Se ha hablado de que el nuevo sueldo de Pesetas será de 100 millones netos anuales, pero en realidad van a ser brutos, más al parecer 100 limpios como prima de fichaje. Con es tipo de cifras, no sería raro que la morisma hubiera soltado otra morterada por la «liberación». La verdad es difícil entender cómo ese sueldo pueden encajar en cualquier esquema de «Fair Play Financiero», más en un club que ya maneja unos salarios hinchadísimos. Nos faltan piezas para componer el relato, y existe el problema de las posibles cláusulas de confidencialidad, pero con suerte todo irá saliendo.

La conclusión de la historia ha dejado a buena parte del madrilismo de bajón, especialmente a aquellos que son casi más fans de los fichajes que del equipo en sí; la generación FIFEra y yutubera, más flipada que todas las anteriores. Aunque obviamente la desilusión existe, la historia del club nos indica que no hay que precuparse en exceso: en todo tipo de contextos de mercado hemos logrado mantenernos con el mejor palmarés del mundo y rabiosamente competitivos, como ilustra perfectamente la Champions de este año. A Pesetas le ha quedado grande el Madrid, como a muchos otros jugadores en el pasado, quienes al final de su carrera comprueban que el saldo de su cuenta bancaria (algo que puede aumentarse de muchas formas) no acaba de ser tan satisfactorio como la gloria de los títulos (algo que sólo puede conseguirse en preciosas ventanas de tiempo). Si al acabar su extensión de tres años ha ganado una o dos Champions me quitará la razón, pero es algo harto dudoso.

Con todo, no puede negarse que esta es la segunda vez en poco tiempo en que Flópor queda como un verdadero tolili: os patinazos consecutivos de la Superliga y Pesetas nos hablan de un directivo demasiado ingenuo en medio de un mar de verdaderos tiburones, y no siempre habrá grandes éxitos deportivos para mitigar el deterioro de imagen ante el mundo. Qué decir también de los youtubers que han querido erigirse en periodismo deportivo alternativo, a razón de 60 vídeos mensuales: cientos y cientos de pajas para que al final todo quede en humo de ídem y sus insaideos pasen a la posteridad como simple ruido de fondo. ¿Y yo? ¿Debo meterme también en esa categoría? Pienso que no, puesto que el espacio que dedico a la salsa fichajera es muy limitado, y mis pronósticos no se basan en ninguna supuesta información privilegiada, sino en la inferencia y la lógica. Son quienes están viviendo de ir de enteraos quienes deben rendir cuentas.

En fin, como siempre será la pelotita quien determine si este ha sido un curso bueno e ilusionante o una decepción. Si salimos ganadores el 28, todo será euforia y optimismo; si no, los perros de la histeria que ya campan a su anchas teminarán de darse un festín con la aterrada masa merengue.

Qué momento más solemne

De todas las definiciones que pueden darse del Real Madrid, quizá la más certera sea: un club que juega (y gana) muchas finales de Copa de Europa (con un escudo redondito, que decía el recordado Dick). Es gracioso, porque existen múltiples clubes polideportivos en Europa y en el mundo (PSG, Bayern, Boca Shuniors, Milan, Farsa, CSKA…), pero realmente nadie sabe a qué juegan, ni les importa una mierda, más allá del reducidísimo nicho de los asiduos a los polideportivos. Por ejemplo, el CSKA tiene secciones de waterpolo, atletismo, balomnano y hasta una cosa llamada https://youtu.be/8PocwjKcP3o, un hockey jugado en campo inmenso. ¿Aguna vez habéis oído hablar de ellas? Pero sin embargo, todo el mundo sabe quién es el CSKA de basket: el equipo de mostrencos rusos especialista en cagarla en las Final Four (o en ser eliminado por una invasioncita de nada).

En fin, el Madrid sólo tiene dos secciones, las dos que importan (aunque haya añadido eso de los coños que no interesa a nadie). En fútbol, 13 finales ganadas de 15 jugadas, y en baloncesto 11 ganadas de 19. Porque sí, los patilargos que en su día timoneara Raimundo Saporta se han dado el lujo de perder ocho títulos en el último partido, cosa que curiosamente parece darse en años consecutivos (62 y 63, 75 y 76, 13 y 14). Así pues, es nuestra decimonovena final canastera, que de ganarse pondría el número de victorias confortablemente en el lado positivo. Por cierto, único euipo en la historia que ha logrado colocar al fútbol y al basket simultáneamente en la final europea, no una sino cinco veces contando esta.

La semifinal fue bastante loca, como no podía ser de otro modo con el loco Llull en la cancha. Es inútil intentar meterse en su mente, porque es un tipo que opera a otro nivel y no tiene miedo al fallo. Eso es algo importante en los momentos en que no importa tanto tomar la decisión acertada como no cagarse: si aciertas, eres un genio; si fallas, un hijodeperra. Como Llull hace con mayor frecuencia lo primero, su reputacion es más de genio. Rudy y Causseur completan el núcleo duro de los que sabes que jamás se van a borrar, un grupo hasta hace poco también integrado por el retirado Carroll, que ahora anda vendiendo biblias por Oklahoma o así.

¿Qué decir de esta final? Primero, que irá después del partido por el tercer y cuarto puesto (risas) y segundo, que está bastante igualada. El Efes se ha encontrado con su segunda opción a campeonar un poco de rebote, pero obviamente es un grupo potente, con jugadores muy estimables como Micic, Beaubois y Larkin, destacando su tiro exterior. Aunque lo darán todo en la cancha, no puede obviarse el factor intimidante de un Madrid que también ha llegado desde atrás y, como explico arriba, es la puta leyenda de este deporte. Fundamental mejorar los bajísimos porcentajes de acierto del otro día, y no irse en ningún momento del encuentro al estilo lolasiano; mientras estemos en la horquilla de los 8-10 puntos habrá partido. Ojalá un arbitraje menos criminoso que el otro día. Con todo, ha sido una temporada de sufrimiento y emociones que puede terminar por todo lo alto.

Stream de la Final (se actualizará en caso necesario, paciencia.)

Maricón quien se lo pierda. ¡¡He dicho maricón quien se lo pierda!!

P.D. De lo del mulato no digo nada, porque… en fin. Los de la histeria son aún más mariconas que quienes no vean este partido.