Por Kaillada
Llegó el día. EL DÍA que todos los madridistas, tanto mourinhistas – undergrounders, como piperos y escépticos, ansiábamos por encima de todas las cosas. Hace sólo escasas horas, antes del partido, en los días previos, nos planteábamos si nuestro equipo iba a estar capacitado mentalmente para afrontar este encuentro. Concluido el partido, no sólo derrotamos al “millor equip de la història” en su propio campo, no sólo conseguimos (virtualmente) nuestra trigésimo segunda liga: pusimos la primera piedra para reencontrarnos con nuestra esencia: ser los mejores del mundo. El Mastuerzo puede descansar tranquilamente allá donde se halle.
ALINEACIONES Y PLANTEAMIENTO INICIAL:
RM: 1-4-2-3-1. Equipo de gala. Con el once titular Mourinho evidenciaba que no existía el mañana, que lo único importante eran los 90’ en territorio culerdo. Su propuesta podíaparecer arriesgada teniendo en cuenta el partido vital del miércoles, pero dejaba suficientemente claro que nuestro objetivo único debe ser pelear el partido al 100% de nuestro potencial. Antes del pitido inicial, aun conociendo el equipo titular, nadie podía adivinar verdaderamente cuál iba a ser nuestro modus operandi en el campo.
FCB: 1-3-4-3. Defensa de tres. Doble medio centro con Busquets y Thiago. Xavi e Iniesta de interiores. Extremos: Alves, derecha; Tello, izquierda. Messi, falso 9. Se anticipaba fácilmente el planteamiento de Guardiola: sobredosis de posesión ante rival replegado. Intención de superioridad numérica en espacios interiores. Situación de superioridad teórica en el duelo Tello – Arbeloa por diferencia de velocidad del local.
FASES DEL PARTIDO:
INICIO: Tal y como vaticiné en el último podcast fansista, Mourinho planteó el inicio del partido con un repliegue intermedio, disponiendo a su primera línea de presión en ¾ de campo rival, juntando líneas con la intención de no conceder espacios interiores en fase de creación barcelonista, y adelantando la defensa para tal efecto hasta escasos metros de la línea de centro. En este contexto, el equipo se mostró muy organizado y agresivo, logrando repetidos robos en campo rival que ocasionaron las primeras posibilidades de contraataques significativos. El Barcelona no conseguía encontrar sus fuentes habituales de gestación ofensiva y nosotros empezábamos a sentirnos superiores desde los primeros minutos, aunque no mostráramos clarividencia en los metros finales.
GOL: Por primera vez en mucho tiempo, supimos aprovechar una acción a balón parado no ejecutada directamente por Cristiano. En un córner, tras una imperial elevación de Pepe sobre Adriano, Khedira aprovechó el rechace de Valdés para impactar el balón y conseguir el 0-1. Como se leía en twitter, momento poético: gol 108 en liga, en el Camp Nou, y obra de Khedira. Khedirismo y Mourinhismo por igual y a raudales. A partir de este momento, surgía una pregunta: ¿Sabríamos convivir con la ventaja?
POST-GOL / RESTO DE LA PRIMERA MITAD:
Contrariamente a lo sucedido en otros duelos, el gol supuso un refuerzo positivo tanto para el planteamiento del partido como para el estado anímico de nuestros futbolistas. A partir de él, concedimos más metros en nuestro repliegue sin que ello significara una disminución de nuestro rendimiento, ni en términos tácticos ni psicológicos. El gol suponía, para ellos, la necesidad de dar un paso adelante en su posicionamiento ofensivo lo que, consecuentemente, generaba más espacios en su propio campo a aprovechar en nuestras eventuales salidas al contraataque.
SEGUNDA MITAD, INICIO:
El inicio del segundo tiempo no cambió en absoluto el panorama. El Madrid disponía definitivamente un repliegue intensivo en el que sus once hombres defendían en campo propio, con una gran implicación defensiva de los cuatro atacantes. El Barcelona seguía sin encontrar fluidez en su juego ofensivo: no desbordaba individualmente ni mediante la asociación. El Madrid no conseguía mantener la posesión tras robo y las pocas contras que conseguía lanzar no acababan de culminarse por mala toma de decisiones en el último pase.
GOLES:
Nada más salir Alexis al campo consiguió el gol del empate en una acción de rebotes y desgracias en el área de Casillas. Cuando todo parecía indicar la llegada de la lógica avalancha culé para aprovechar la inercia del gol, surgió la figura del jugador más determinante de la Liga, para devolver al partido a su estado justo. La jugada se originó en una anticipación de Arbeloa, pasando el balón a Di María y de él a Özil, quien, desde la banda derecha, sirvió una asistencia colosal a la espalda de la defensa blaugrana, que Cristiano, saliendo hacia fuera, aprovechó para superar a Valdés y celebrar su gol 42 en el campeonato como lo que es: un ser superior. Reacción inmejorable ante el gol rival. Lo que nos hubiera hundido meses atrás, ayer nos encumbró.
FINAL DEL PARTIDO:
Tras el golazo de Cristiano, el equipo que más cerca estuvo de conseguir un nuevo gol fue el propio Madrid. El Barça intentó presionar sin quebrar sus propias leyes estéticas, lo que perpetuó la comodidad blanca en defensa. Ante su necesidad de encontrar el gol, el Madrid dispuso de más espacios para sus contras pero volvió a errar en las decisiones finales, lo que hizo que el marcador no fuera más abultado.
DETALLES TÁCTICOS RELEVANTES:
MADRID / MOURINHO:
– Planteamiento inicial con el objetivo de conseguir adelantarse en el marcador: presión en ¾ con la premisa de robar y contraatacar rápido. En los 15 primeros minutos, lo conseguimos en varias ocasiones pero no logramos concretar.
– Defensa adelantada, reducción de espacios entre líneas, negación de espacios interiores entre nuestro centro del campo y nuestra defensa.
– Espectacular reducción del rendimiento de Messi. Medios centros muy atentos a su participación partiendo de falso 9 y recibiendo entre líneas. Centrales espectaculares: sólo perdían su posición para impedir que, tras recibir el balón, pudiera jugar de cara a portería. En ninguna otra situación de juego salían de zona para presionar a otros rivales. Casi nunca permitimos a Messi recibir entre líneas de cara a portería y conducir con espacios, lo que significa reducir el potencial ofensivo barcelonista drásticamente.
– Estelar partido de Arbeloa en su duelo con Tello: la consigna de Mourinho era que el extremo no controlara con espacio para poder encarar. El salmantino lo ejecutó a la perfección y estuvo impecable en los 1×1. El inconveniente de defender tan encima a Tello era que el intervalo defensivo entre Arbeloa y Pepe se incrementaba, generando un gran carril que Iniesta podía aprovechar con rupturas. A este respecto, Khedira ofreció un recital táctico defensivo como pocas veces hemos podido observar: excelente en las coberturas al lateral para impedir superioridades azulgranas y en la interpretación de los momentos de presión al balón o temporización para contener posibles rupturas al espacio libre.
– Colosal Coentrao en todos los aspectos: no fue superado ni una sola vez por su carril en ninguna situación de juego. Alves no lo superó en ningún 1×1. Recital competitivo del portugués.
– Rendimiento imperial de los centrales: Pepe, de 10, de nuevo. Ramos, salvo el error que ocasiona la ocasión de gol de Xavi tras pase de Messi en la primera mitad (única ocasión clara culé en el primer tiempo), al salir de zona a presionar al 10 argentino que ya tenía a dos compañeros encima, cuaja un partido prácticamente perfecto.
– Los interiores del Madrid, con la misión de no desestructurar la organización de los 4 defensas + los 2 medios centros, seguían los desmarques de ruptura de los interiores rivales hasta que su acción perdía peligrosidad. Esto era especialmente observable con Di María ante Iniesta, ya que Xavi no genera tanta profundidad en su juego. De esta manera, se abortaba una de las principales vías de acceso rival al área sin la necesidad de realizar complejos ajustes defensivos que pudieran ocasionar nuevos espacios.
– Permitimos conducciones que batían la primera línea de presión de jugadores poco significativos en ese contexto: Xavi, Busquets, Thiago. A Messi se las negamos, como a Iniesta. Confirmamos la premisa táctica de que lo importante en la defensa es la zona, el espacio, mucho más que el balón y el jugador rival.
– En líneas generales, conseguimos superioridades numéricas defensivas en todas las parcelas del campo. Especial mención al trabajo de los dos medios centro. Ayer, Alonso, brutal en su trabajo táctico defensivo. Siguiendo con este apunte, no hubo ninguna zona del ataque rival en que nos viéramos superados.
– Excelente aportación de Granero. Su demostración de carácter tanto en posesión del balón como en la recuperación son dignas de elogio. Di María, excelente en defensa, horrible en su toma de decisiones con balón en ataque. Con mayor claridad en los metros finales, hubiéramos podido golear.
BARÇA / GUARDIOLA:
– Demostración absoluta de que tener un 70% de posesión no significa tener el control del partido.
– El fútbol del Barça murió en sus extremos. Ante la negación de espacios interiores para la búsqueda de la finalización, su juego acababa siempre en Tello o Alves, ambos incapaces de desbordar. Asimismo, el excelente trabajo táctico blanco,imposibilitó las rupturas a espaldas de laterales o centrales cuando el balón estaba en una de las banda azulgranas, uno de sus grandes caudales de ataque.
– Messi inoperante. ¿Cuántos equipos han conseguido en cuatro años que Messi no chute a puerta en el Camp Nou? Guardiola podía haberlo cambiado de posición, colocarlo en banda y buscar 1×1 en aclarados para generar superioridades por puro talento, pero se encabezonó en su idea previa.
– Al Barça le faltaba profundidad en el juego. No batía líneas ni tenía alternativas significativas ante la defensa blanca. Xavi, en claro bajón de juego, hizo un partido nefasto. Iniesta, genialmente defendido, tampoco aportaba en exceso. Echaban de menos a Cesc y Alexis, más dinámicos y profundos.
– Con el cambio de Alexis, Guardiola intentó fijar a los centrales para dar mayor libertad a Messi, pero no surtió efecto. Además, seguía sin desbordar en 1×1 en ninguna zona del campo. El técnico interpretó tarde y mal el partido y la gestión de su equipo, viéndose claramente superado por el planteamiento de Mourinho.
REPERCUSIONES
El partido de hoy nos debe servir como trampolín, no solo hacia la Décima, sino hacia varios años de hegemonía mundial. En lo psicológico, salimos claramente reforzados para los dos partidos que nos quedan, de verdad, de aquí a final de temporada: la vuelta de semifinales y la final de Champions. Ya tenemos la Liga, sólo queda rematar la faena en Europa.
– Imperio del Mal: 1 (Alexis)
– Glorioso Campeón de Liga: 2 (Khedira y Crisitiano Diosnaldo)
Incidencias: El planeta Tierra se rindió a los Emperadores del Fútbol.
Videoresumen
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