Panic!!!


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En Can Farsa el golpe psicológico de los 7 puntos ha sido duro, y ya dan la Liga por perdida. Es lo único que puede deducirse de los constantes mensajes de autoafirmación que desde el sábado no dejan de salir de los dos órganos oficiales de agit-prop barceloneses: Diario Spork y Mundo Repulsivo.  Como el enfermo que no deja de repetir que se encuentra perfectamente, los dos panfletos inundan sus portadas y páginas wep de llamadas a la tranquilidad y a la hépica: Luis Mascabrón, de Spork, graba un vídeoeditorial titulado «En Spork creemos en la remontada», al final del cual le falta añadir: «¡¡Creemos, de verdad que creemos!!» No, mira, Mascabrón: la primera realidad es que tenéis la Liga más que perdida, y la segunda que dentro de nada vais a empezar a buscar culpables, igual que habéis hecho toda la vida de Dios. Como palméis en Champions, la Caza de Brujas va a ser un picnic comparada con lo que montaréis ahí.

Más de Spork: «Pep a sus jugadores: Si yo pude, vosotros podéis«. Claro, pero para ganar la Liga de chiripa como hacías tú tendríais que llegar a la última jornada a un punto, y va a ser que no. «Pep cambia de hábitos» (Inserte el chiste que prefiera). «Los motivos para confiar en este Farsa». Ah, ¿que hay que explicarlos? ¿Ser el «mejor equipo de la historia» no es suficiente? «Los árbitros chulean a Messi: sólo ha visto una tarjeta menos que Pepe en Liga». Obviamente, Pepe pintaba mucho en esa noticia, que no está redactada por una mente enferma. Casanovas: «La herida de los siete puntos no es grave ni irreversible». Ya, por eso dedicáis a comentarla medio periódico. Y por último, el diario destaca su campaña de tuíter #ConfiamosenEstaFarsa, en la cual todos los culerdos lisérgicos del orbe podrán expresar su fe de carbonero en sus opciones para la Liga. Pues como no le cambien el nombre a #ConfiamosenVillar…

En Mundo Repulsivo la cosa es muy similar: Secundan la campaña de tuíter pero la citan con las palabras separadas («#Confiamos en esta Farsa»), ignorando que eso no funciona en el invento del pajarito. En cuanto a sus titulares, vemos algunos como «Lucharán hasta el final por la Liga». Hay que ver, qué pedazo de profesionales. También repiten el rollo de Messi: «El enfado del futbolista más perseguido». Sí, a la vista está que es el jugador con menos protección arbitral y mediática de España (a Ujfalusi casi lo linchan), y los jugadores se emplean con terrible dureza con él; hay alguno que incluso lo toca. Sobre el Madrid: «No saben perder». ¡Aún con éstas! Pero no, no es que no sepamos perder, es que se nos está olvidando.

Y así casi toda la web, reflejo de lo que ocurre en el entorn y el el propio club. Pero todo aún con humildaz, mucha humildaz, y con Abidal visitando niños hospitalizados, que como a él le sacaron un tumor benigno y estuvo una semana ingresado el tío entiende el drama de la quimioterapia (lógica farsante). Lo que no sé es qué va a pasar si no ganan ningún título… porque ser un perdedor y al mismo tiempo proclamar tu humildad es un poco deprimente, ¿no? Quizá su lema para la próxima campaña será «Vamos a vengarnos… ¡¡con humildaz!!»

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¡¡Rebajas brutales!!

Sí, amigüitos, como esta página es tope original, aquí no hacemos las rebajas en Enero, sino en Febrero. Efectivamente, durante el segundo mes del año, que por cierto esta vez viene con un día extra, todas las prendas de la Tienda Fans del Madrid tendrán una rebaja de 5 euros. ¡Si estabas pensando completar tu colección o comprar 80 para tu peña local, no habrá una ocasión como ésta! Y no sólo eso: por petición popular vuelve el modelo LQDM en impresión negra, para los fans de Mou más malotes (seguro que Eladio Paramés se pide una). ¡Extiende la palabra entre tus amigotes diciéndoles que visiten www.camisetasmadridistas.com!
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No Pain

Este fin de semana nos enteramos de la versión más plausible del «Misterio Sahin»: no tiene nada que ver con que fuera un «jugador de Valdano», como afirmó alegremente el seborreico portal Madrid-Barcelona, sino que se trata de un tema físico: pese a tener el alta médica hace dos meses, el jugador siente dolor en las rodillas al golpear el balón. No soy médico, e ignoro si esto es parte de un largo proceso de cicatrización o si Sahin tendrá que acostumbrarse a jugar con dolor el resto de su carrera, pero lo cierto es que ahora no va convocado por la falta de confianza que esto le provoca.

¿Cuál es la solución para Sahin? Quizá podría jugar infiltrado, aunque puede que él no quiera, o que en su caso no sea un remedio efectivo. Por cierto, en uno de nuestros últimos partidos vi a Cristiano con un artefacto negro acoplado a la pierna, me pregunto si sería un dispensador de calmantes o algo así. En cualquier caso, he leído que muchos jugadores juegan habitualmente con mayor o menor dolor, y si Sahin aún quiere ser relevante esta temporada seguramente deba hacer un sacrificio extra. Tan sólo tiene que ver la saga Rocky para empaparse de la actitud correcta: No pain! No pain! Claro, es más fácil decirlo que hacerlo, pero en el mundo del profesionalismo nada es fácil, y menos en el Madrid, el club más glorioso de la historia. Quizá alguno de nuestros lectores más deportistas puede hablarnos de sus experiencias compitiendo con dolor.

Todo esto evidencia, en cualquier caso, que el centro del campo madridista es claramente la demarcación a reforzar. Con un Granero que, como diría Mendoza, «ha sido una castaña», un Alonso cuyo culo aumenta en progresión paralela a su ingesta de gulas y un Caótico Lass que ya ha dado una medida exacta de sus límites, nos encontramos con que el denostado Kherida es nuestro único centrocampista sano, homologable y con futuro. Objetivos claros a corto plazo: Hazard, Javi Martínez y Mario Götze (aunque éste no sé si tendrá ganas de repetir el camino Dortmund-Madrid de su ex-compañero Sahin).

Sea como sea, con un mes de Febrero francamente relajado y la inminente recuperación de Di María y Khedira, afrontamos la segunda mitad de la temporada como el equipo más en forma del mundo. Y un mensaje para los agoreros: estáis haciendo mucho el ridículo escudriñando al milímetro cada gesto, palabra o expresión de Mou. No os empeñéis, no hay forma de saber lo que tiene decidido para el futuro, y vuestras interpretaciones son absolutamente subjetivas y por lo general muy risibles. Esto aparte de varios hechos: a) Mou está creando un equipo monumental que no tendría sentido abandonar en el comienzo de su dominio. b) Probablemente le proporcione más placer ver a sus enemigos rabiar mientras él triunfa por todo lo alto que perderlos de vista. c) Tiene una pedazo de claúsula que no se la salta un gitano, mucho mayor que la del Inter, y dudo mucho que Florentino vaya a dejar marcharse al único mister que le ha llenado totalmente en diez años.

He dicho.
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¡Asietejé!

Por Kaillada, que escribe a cambio de nada

Llegaba el colista al Bernabéu, en lo que se presumía un partido plácido para los pupilos de Mourinho y para la gran masa social madridista, sobre todo después de la catarsis vivida el miércoles en Barcelona. Como de costumbre, había expectación por conocer y valorar el once blanco. En esta ocasión, Mou optó por el mantenimiento de dos de sus pilares maestros, Alonso y Cristiano, dejando las rotaciones para otros jugadores. También escogió dar continuidad a la pareja de fantasistas, Kaká y Özil, para deleite de muchos. Lo mismo sucedía con Granero, aunque para jolgorio de muchos menos. Benzema volvía a la titularidad, como Altintop, que encuentra su lugar en este equipo en la demarcación sin dueño, el lateral derecho.

El partido tiene un fácil resumen: duró 56’ y, en términos generales, fue bastante mediocre y aburrido. Los maños lo plantearon con una consigna básica: anular a Xabi Alonso. Así, salieron con dos líneas de cuatro, un jugador por delante del centro del campo que realizaba en muchos momentos un marcaje individual al 14 blanco, y Aranda en punta. El Madrid por su parte se mostraba voluntarioso en ataque, con un Cristiano participativo en los primeros minutos, sobre todo como asistente. Özil, que volvía a salir de la banda derecha, intercambiaba posiciones con Kaká, del mismo modo que CR con Benzema, en lo que se convertiría en tónica habitual durante el partido. Sin concretar el juego en ocasiones, el Madrid dominaba sin despeinarse. Sin embargo, en una de nuestras pájaras ya típicas del mes de enero, nos dejábamos marcar un gol de los que enfadan mucho a los entrenadores. En primer lugar, permitimos un saque rápido de falta en el centro del campo, sin realizar repliegue alguno. Posteriormente, ni Pepe acertó en su interpretación de la marca ni Casillas en su colocación. Aunque no sea el mayor responsable del gol, jamás entenderé cómo porteros de nivel internacional defienden estas acciones saliendo un metro por delante del primer palo y dejando la portería libre. El trabajo táctico de los guardametas es de lo más mejorable del fútbol actual.

Pese al gol zaragocista, no varió en demasía el panorama del partido. El Madrid tenía problemas en fase de creación, en primera instancia por la escasa participación de los medios centro, y en segund, por la poca aportación de Marcelo batiendo líneas con balón. La única vía que proporcionaba soluciones exitosas eran los pases entre líneas desde nuestro campo a la espalda de los centrocampistas rivales. En este contexto, Özil, tanto en posiciones centrales como laterales, empezó a erigirse como timón del barco blanco. Así, empezábamos a acumular llegadas fruto de esas combinaciones en espacios reducidos a las que ya estamos acostumbrados. No obstante, el gol llegaría en una acción menos combinativa y más directa: pase largo al espacio para Kaká, quien tras crearse el hueco sacando de zona al central lanzaba una ruptura a su espalda, recibiendo y encarando meta. Un Ricardo en forma no podía desperdiciar semejante ocasión, y con un bello pero simple golpeo de interior colocaba el balón en el segundo palo para firmar el empate.

El Madrid, de nuevo con la obligación de remar contracorriente en casa, llegaba al descanso con la tranquilidad del empate. Destacaba la confirmada resurrección de Özil, de la que quiero ensalzar un aspecto que mejora mucho el rendimiento global del equipo: su capacidad de desborde en el uno contra uno. Esto nos faltaba en las últimas semanas,y  ni siquiera Cristiano marcaba diferencias en dicha suerte. El 10 germano nos ha devuelto la magia del regate útil, el que sirve para generar superioridades por la mera calidad individual. Por lo demás, el partido resultaba algo gris, tanto individual como colectivamente.


Fuck yeah!

Tras la reanudación el Madrid salía, como en remontadas anteriores, con ganas de corregir con celeridad el mal resultado del descanso. Cuatro minutos fueron suficientes esta vez para conseguir devolver el partido a su curso natural: en una acción iniciada por Özil con un robo a Luís García en la línea de fondo propia, y tras multitud de pases en progresión, el propio Özil llegaba por carril derecho hasta el lateral de área rival para asistir magistralmente a Cristiano, quien sólo tuvo que chutar el balón. La amplitud que tanto faltaba en nuestro ataque fue clave en esta acción para generar la superioridad necesaria. Pocos minutos después, otra magnífica asociación entre los mediapuntas alemán y brasileño rendía frutos: asistencia al primer toque de Kaká a la espalda de la defensa, en dirección al desmarque de ruptura que Mesut lanzó, en esta ocasión, desde el perfil izquierdo. Encerrado en la esquina zurda, y tras un control que no parecía óptimo, el 10 resolvió la acción con un sensacional disparo al primer palo ante el que nada pudo hacer Roberto. Desde ese preciso momento, el partido murió: cualquier espectador descontextualizado podría haber confundido los minutos restantes con un partido de pretemporada o de la jornada 38 con todo ya decidido.

El choque de ayer lo vemos varias ocasiones en cada campeonato, y hay que saberlos ganar. No es día para extraer conclusiones profundas, aunque siempre hay cosas que comentar. Sobre el colectivo me quedaré con una positiva y una negativa. La buena es que somos un equipo muy competitivo que, incluso en partidos malos que se ponen en contra, demostramos siempre carácter y solvencia para ganar. La mala es que hasta el colista nos anota tantos con relativa facilidad. Concedemos demasiadas ventajasdebido a déficits de concentración, puntuales pero graves. Sobre los individuos, destaco a Özil en primer plano, y después a Kaká. De Cristiano alabo su espíritu colectivo, que me hace restar importancia a su mal momento técnico. Lo preocupante: Xabi sigue absolutamente desaparecido en el juego ofensivo y con un rendimiento físico más propio de un jugador retirado. El último apunte se centra en el mini debate del momento: Granero. Lo máximo que puede aportar al Madrid es hacer partidos correctos contra equipos de perfil bajo. Desgraciadamente, es un jugador que destaca más por sus defectos que por sus virtudes. Cuando salga de aquí, no creo que recale en ningún equipo puntero de Europa, y con suerte disputará la Europa League si no decide irse a una liga menor. Con la melancolía de Sahin por resolver, si dependemos de este tipo de jugadores lo tendremos difícil. Lo cual no nos nos impide, eso sí, volar ya a 7 puntos de distancia del segundo.

– Real Madrid: 3 (Kaká, Cristiano y Özil)
– Zaragoza: 1 (Lafita)

Incidencias: Gran inspiración poética en la grada.

Videoresumen

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Relajando tensiones

Tras ascender una cuesta de enero francamente fatigosa, el equipo sin duda agradecerá un partido de baja exigencia competitiva como el de esta noche. Mourinho, quizá también cansado, decidió ayer delegar la rueda de prensa en Karanka, y bien que lo lamento, porque nos habría hecho mucho bien aclarar el «asunto parking»: si la foto de Mundo Deportivo era autética, si habló con Teixeira Vitienes y, en caso afirmativo, qué se dijeron. Guardar silencio sólo consigue que se dé por buena la versión de la prensa, que deja horriblemente a Mourinho tanto en las cabeceras madrileñas como en las catalanas. He leído que Mou se encontraba en el aparcamiento junto al resto de la plantilla, no esperando al árbitro sino a los jugadores que pasaban control anti dopaje, y para mí tiene todo el sentido. Si se apoyó en los coches de los colegiados me parece una gran imprudencia, y si habló con ellos aún más, porque no tenía nada que ganar y mucho que perder, sabiendo en qué modo se fiscalizan todos sus movimientos. Como digo, una pena que no hablara .

El caso resalta de nuevo la política de los medios de la capital, que como señala acertadamente Walter García suelen cuidarse de molestar al Barcelona, pero al Madrid lo consideran un mercado cautivo y lo destrozan cuando les parece bien; no digamos si el entrenador es alguien totalmente ajeno a sus tráficos de favores, un Serpico de los banquillos. Si Mourinho se cruza con el árbitro en el aparcamiento y le dice «anda, que estarás contento», Mundo Repulsivo dirá que le estaba esperando con una navaja para sacarle las mantecas, pero nada sorprendente hasta ahí. Lo terriblees  que Marca tarde apenas unos minutos en reproducir la historia sin contrastarla, aunque claro, después de la portadita de la filtración, ¿qué espacio nos queda para el asombro? Colosal error el del club sentando a esta gente a la mesa todos los años, dando por bueno este trato insufrible. Don Santiago les habría arrojado un hueso a la calle, para que se se pelearan entre ellos por rebañarlo (aprovecho para recomendar esta espléndida entrevista, ya cerca del fin de su vida).

Pero bueno, el encuentro de hoy es para darse un gustazo. 37 puntos nos separan de un Zaragoza que sólo ha logrado ganar dos partidos de 19, en una de las peores campañas de su historia. Barrunto que veremos cambios en el equipo, seguramente a un Granero premiado por contibuir a la causa en Bercelona; a un Sahin que necesita minutos como el aire; a Benzema-Higuaín (delantera del Mandril) porque hoy podemos darnos «el lujo». Puede que incluso al «humillado» Albiol, por un sancionado Ramos. Aunque esto es fútbol y por lo tanto imprevisible, será muy raro que el Zaragoza no se lleve un auténtico saco a manos de un Madrid en un pico competitivo espectacular. Entrena a los maños Manolo Jiménez, una especie de sucedáneo de Juande Ramos que, si bien es un profesional competente (más que Abel Resino o D’Alessandro seguro), poco podrá hacer hoy para contrarestarnos. A poco que quiera entrar la pelotita, hoy podemos ver un resultado escandaloso.

Como viene ocurriendo últimamente, después de nuestro partido vendrá el del segundo en la clasficación, que en cada salida corre el peligro de dejarse definitivamente la Liga (el Villarreal parece haber espabilado con Molina, así que ojitow). Esto no ha impedido que alguno de sus jugadores siga en la nube, como Javier «Humildat» Hernández, a quien, tras salvar el pellejo a duras penas en la Copa, el comentario más inteligente que se le ocurrió es que el Madrit no sabía perder. Desde luego estos mesetarios cómo son, que los atracan en sus narices y protestan. Pero está de suerte Xavi: dentro de muy poco, él y todo su equipo van a poder darnos una lección de cómo perder. Sin duda sabrán estar a la altura, en ese club tan señorial y poco victimista como ha sido históricamente el Farsalona, que aún reclama el «robo» de un jugador que no quisieron pagar y denuncia la «opresión» de un dictador con el que se hincharon a ganar títulos y obtener favores institucionales.


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En suma, un fin de semana para relajarse, también en el baloncesto, donde mañana viajamos muy cerquita, a la cancha llamada como nuestro Fernando, donde deberíamos resarcirnos del tremendo meneo del Siena. Mira Laso, está muy bien lo de buscar los 90-100 puntos en cada partido, pero si no montas una defensa como es debido las consecuencias suelen ser desastrosas. El equipo es simpático, pero tienes un crédito muy escaso, así que más te vale esmerarte, que  necesitamos ser campeones en los dos deportes.

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La Polla Virtual estará abierta hasta las 20:00.
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Back to Business


Hay rueda pero no hay piernas (pinchar para ampliar).

Sí, he vuelto. Porque Shangri La estaba bien, pero el honor estaba restituido, y mi cluc y mi patria me reclamaban. Para regresar, utilicé el mismo método que en el camino de ida, rebotar sobre mis cojones a través de toda el Asia, aprovechando que los tenía tensos y duros tras el espectáculo del Nou Kampf. Agradecerle al Mastuerzo la labor realizada durante mi excedencia: ha escrito con sustancia y moderado con firmeza; de hecho, creo que copiaré una cosa o dos de su estilo. Pronto os contaré qué ha sido de este madridista abnegado.

Tras la colosal batalla de Barcelona tenemos muchos frentes abiertos, como casi siempre. Hay tanto hijo de perra que uno no sabe hacia donde repartir las hostias. Por ejemplo, Macarra, en un nuevo servicio al madridismo, se hace eco de una información de Mundo Repulsivo según la cual Mourinho se fue a esperar a Teixeira al parking de la pocilga y decirle cuatro frescas. Los juntaletras catalás incluso adjuntan una foto de Mou en el aparcamiento, que digo yo: qué curioso que sólo el cámara de este periódico (un tal Pere Punti) estuviera ahí y lograra la exclusiva mundial. No había nadie más por allí, incluyendo a las televisiones, que de haber dispuesto de las imágenes obviamente las habrían difundido por todo el mundo en cuestión de minutos.

¿Pero realmente Mourinho sería tan bestia como para hacer tal barrabasada? Yo, sinceramente, miro la imagen y me parece, vamos a decir, extraña. Por un detalle tan simple como que, detrás del parabrisas del coche en primer término, las piernas de Mou… desaparecen. Y como soy muy malpensado, se me ocurre que recortar la figura de alguien y meterla en una foto es fácil, pero crear un efecto convincente para que esa figura parezca estar detrás de un cristal combado y con reflejos no es tan sencillo. Si además nos fijamos en que el pelo de Mou parece extrañamente recortado sobre el coche que tiene detrás, la cosa empieza a apestar a montaje. Y otra cuestión importante: ¿por qué no se quedo Pere a fotografiar la trifulca con el árbitro, que era el momento de verdadera relevancia informativa? ¡¡Qué fotógrafo tan rácano, que sólo saca una foto, y además estática y un tanto rara!! Por mi parte, voy a esmerarme en encontrar la imagen original de Mou, y os pido que hagáis lo mismo. Si damos con ella será… peculiar. Y sinceramente, si esto es una manipulación no cabe más camino que la denuncia judicial. Vale ya de comer mierda.

Por lo demás, ayer vimos la bonita estampa de los jugadores felicitando por su cumpleaños al míster, con un pastel entregado por Iker y Ramos. Por supuesto, fue un acto totalmente espontáneo y nada planficado por el club, que felizmente tenía una cámara lista tras los hombros de los jugadores para captar el momento. No importa: lo mismo que en el NO-DO se insertaron salmones en su momento, ahora metemos pasteles de cumpleaños y listo, todo sea para calmar al populacho, que necesita mensajes sencillos y directos. Así a lo mejor hasta se piensan lo de pitar al mejor entrenador de la era moderna del Madrid y siguen a lo suyo, empacharse de pipas y largarse en el minuto 40.

Con todo, la épica eliminatoria copera nos ha traído una bienvenida paz para el tramo final de la temporada. El próximo partido de Liga es contra un equipo que lleva 12 puntos en Liga, y luego nos tocan Getafe, Levante y Racing. Vamos, que hay más nivel en un Ramón de Carranza, y nada debería perturbarnos hasta la eliminatoria contra el Cheska. Todo hace presagiar una larga racha de victorias, y ya sabemos que cuando este equipo coge la directa es francamente difícil detenerlo. Como siempre he sido algo maximalista, le propongo al equipo un reto descomunal: completar el año sin perder ningún partido oficial. ¿Imposible? No lo sé, pero si hay un equipo que puede lograrlo seguramente sea este nuevo Madrid de Mourinho.
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Y volvieron a ser hombres

Me dicen mis amigos taurinos (esos resistentes, en tiempos en los que tratamos a los animales como los hijos que no tenemos) que la mayoría de corridas del año son una porquería. Sólo muy raramente salta la emoción -para quien sabe ver y entender el complejo ritual de la lidia-, que se materializa en una especie de descarga por el espinazo. Como futbolero, no me siento muy alejado de sus vivencias, pues si bien el «deporte rey» es totalmente masivo -principalmente por saturación mediática-, emoción en los últimos años suele tener poca. Especialmente en la aberrante liga española, no sólo carente de competencia real, sino almibarada con una letanía de valores para  memos y pusilánimes que han acabado de desvirtuarla. A ver, partidos distraídos hay, claro; está muy bien ver cómo tu equipo se pasa por la piedra a casi cada rival que se le pone por delante, o la ocasional remontada tras empezar encajando un gol. Sin embargo, para recordar choques realmente emocionantes hay que irse a la Liga 2007-Capello o la final de Copa del año pasado (aunque en una final la emoción viene de serie).

El partido de ayer fue uno de los que sí hacen vibrar, o crean afición, como decían antes. Y podría no haberlo sido, ciertamente: se estaba vendiendo la película de un Madrid yendo al matadero, a intentar derrotar a la Brasil del 70 combinada con el Milan de Sacchi, pero con jugadores más simpáticos, más listos y, sobre todo, con valores. Muchos de los madridistas que decían en sus tuíters y féisbuks creer en la remontada matizaban que era «una locura». No entendían que el negocio del Madrid es la épica, y tampoco que las diferencias futbolísticas con la Farsa se habían enjugado hace tiempo, pero se había visto debido a factores distorsionadores en los últimos choques. Sin embargo yo, el Mastuerzo, ya lo advertía desde primera hora de la mañana: si el Madrid era el Madrid y los hombres hombres, podían pintarle la cara a la Farsa, como había pasado toda la vida de Dios.

Yendo al juego en sí: no soy Valdano ni Segurola, y no vendo burras por 300.000 euros al año; por eso no os diré que sé exactamente por qué nos comimos a la Farsa ayer, pero así fue. ¿Jugamos más juntos? ¿Pusimos más tíos sobre el farsante que llevaba la pelota? ¿Fue simplemente que nos sacudimos la tensión? Lo ignoro… la verdad es que empezar un partido teniendo «todo perdido» y además sabiendo que si te marcan un gol no pasa nada demasiado grave, puede influir mucho sobre una mentalidad. Se dio la circunstancia curiosa de que casi volvemos a marcarles en el primer minuto, pero sinceramente creo que fue mejor fallar, pues sospecho que, nuevamente, el Madrid no habría sabido gestionar esa ventaja tan inmediata. Además, esto nos dio ocasión para mostrar al mundo cómo se apabulla a la Farsa en su guarida, sin «suerte» ni circunstancias raras. El bellísimo misil de Özil al larguero fue el paradigma de nuestro agresivo dominio; esa «violencia futbolística» que pedía al Farsa cierto cretino unas horas antes. Aportó de nuevo un Kaká cuya mejoría no tiene mucho misterio: cuando está bien físicamente es un gran futbolista.

En esa primera parte falló la definición, especialmente por parte de un Higuaín que gozó de ocasiones muy claras. Son embargo, cebarse con él es injusto y necio: lo mismo que ayer falló, otras veces coló tantos casi imposibles; y además, para fallarlos hay que estar ahí. Que no defina como Van Nistelrooy de joven no significa que no sea un delantero de talla mundial, pieza fundamental del equipo. La Farsa estaba desbordada, pero también tenía sus llegadas; faltaba más, jugando en casa. Al final la balanza quiso inclinarse del lado culerdo, y Messi, llegando por la derecha, hacía llegar el balón a un Perrito desmarcado que adelantaba a su equipo muy cerca del descanso. La verdadera mala suerte, no obstante, llegó tres minutos después: falta a la izquierda del área madridista, tangana culerda marca de la casa -se exigía la expulsión de Lass, que había visto una primera tarjeta de risa- y, tras el saque, gol bello y afortunado del despreciable Alves. 2-0 al descanso y tremendo castigo para un Madrid que había dado lo mejor de sí.

Lo vivido hasta entonces había sido intenso, pero creo que lo realmente especial se vivió tras la reanudación. Al fin y al cabo, el Madrid podría haberse dejado ir ; con su enorme primera parte ya «había cumplido» y no le quedaba nada que demostrar. Pero no iba a ser el caso: tras unos diez primeros minutos titubeantes, empezó a verse que los locos blancos aún se lo creían. No sólo eso: aun con bajas cruciales, tenían fútbol para superar claramente en su casa al «mejor equipo de la historia». Pero necesitaban el gol, las chispa que les devolvería definitivamente la vida. Yo sabía que si metíamos dos goles antes del minuto 70 todo sería posible, pero el tiempo parecía volar, impasible y cruel. Sin embargo, tras un saque lateral de falta conseguimos marcar gracias un espléndido testarazo de Ramos. ¡Ya teníamos puesta la directa! Pero no: Teixeira dijo que el tanto no valía, que no existía. ¿Por qué? «No sé, he visto algo, un agarrón, una pugna, uno que se ha caído; por si acaso, no vale». El sempiterno arbitraje español: castrante como las suegras, cargándose partidos de la década por sospechas de falta.

Daba igual. Cuando un equipo tiene calidad, empuje y una misión, sigue jugando hasta marcar los goles que necesite. Özil, que ayer hizo un partido antológico, habilitó un estrecho pasillo por la derecha a CR7, que el mejor goleador del mundo aprovechó espléndidamente, corriendo hasta que todos quedaron detrás de él, incluido el portero, y empujando  -por fin- nuestro primer gol (Trató de impedirlo desde el suelo Puyol, un tipo de físico horrible, inquietante. Al verlo sin camiseta, impacta su vientre protuberante y deforme, incrustado en un tronco rígido, casi totalmente rojo. No creo que sea humano.) El Real explotó de alegría, y el Barsa sospechaba lo que se le venía encima: la sempiterna máquina blanca que tantas generaciones culerdas han sufrido. Hicieron falta sólo tres minutos más para que Benzema, nuestro delantero mágico, pusiera el empate con un gol finísimo, controlando un balón áreo y rematando después sin dejarla caer. ¡El segundo en el minuto 71!

Y de repente el tiempo ya no fue rápido, sino lento, muy lento: se convirtió en «tiempo fútbol», que sólo los buenos aficionados conocen, y en el que cada minuto parece cinco, por la emoción y el disfrute. A un solo tanto de la hazaña y perdidos todos los complejos, ya sólo quedaba el intercambio de golpes, y que ganara el que quedara en pie. Apretamos hasta el último segundo, con un esfuerzo encomiable. Hasta Alonso estuvo mejor, para mí, de lo que he leído por aquí, incrustado en la defensa y mandando buenos pases. Y Casillas, ¡¡por fin!!, comprendió que pasarla con las manos a un compañero es infinitamente más productivo que lanzar melones al infinito. Nada tengo que reprochar a ninguno de los nuestros; si acaso, a Pepe su dichoso gesto de «protegerse», que es la excusa perfecta para que medio-hombres disfrazados de futbolista se tiren al suelo con terribles gestos de dolor. Sin embargo, la jugada con Cesc (que sí, fue falta) propició uno de los momentos más gloriosos de la última década: la Farsa empezó a hacer los típicos gestitos de pararse, de bajar los brazos, como diciendo «venga, tenéis que echarla fuera», pero el Madrid… ¡¡siguió jugando!! Qué espléndida actitud: «parad vosotros si quieréis, nosotros estamos hasta los cojones de teatro». Tuvo que ser Teixeira el que detuviera el juego, de forma totalmente injustificada.

A este hombre, por cierto, lo defendí antes del partido. Huelga decir que me equivoqué. Nuestros árbitros son o muy malos, o muy cobardes o muy corruptos; pésimas opciones todas ellas. A mí me tranquilizaría creer que simplemente son malísimos, incluso estoy dispuesto a admitir que la segunda tarjeta de Ramos es sólo una interpretación muy estricta del reglamento, pero… ¿qué pensar cuando en una mitad con cinco cambios se añaden tan sólo tres minutos, cuando en esa prolongación un jugador está un minuto en el suelo obviamente simulando, y cuando, a falta de cinco segundos pitas el final sin permitir que el equipo que intenta remontar saque una falta a favor? Y aquí, seas culerdo o del equipo que sea, hace falta un mínimo de honestidad: quien haya visto tres partidos en su vida sabe que es rarísimo pitar el final siquiera un segundo antes si el resultado no está decidido, y que más bien se suele dar una jugada o dos extra (¡¡como pasó en el primer tiempo, sin ir más lejos!!). Lo siento, pero es casi imposible no ver cosas turbias.

Y con todo, nos fuimos como hombres y héroes de un Nou Kampf que estuvo acojonadito hasta el último segundo, rememorando costumbres centenarias. No estoy contento con la eliminación, ojo, soy un madridista orgulloso. Pero cualquiera pudo ver que el supuesto abismo futbolístico era pura ficción, y que en un hipotético cruce de Champions les podemos ganar con claridad. A los que dudaron, a los que no creyeron, a tantas ratas que quieren matar a un entrenador que es la carne y la sangre de este equipo, que le chupen, que la sigan chupando. Somos grandes, fuertes y esplendorosos.

Somos el Madrid.

– Farsalona: 2 (Perrito y Morro Alves)
– Real Madrid: 3 (Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo y Benzema)

Incidencias: Que pregunten a la Federación.

Videoresumen

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