El retrato ecuestre de Mou

Por Hughes

El pasado domingo nos dejó el triunfo en los balcones del PP, con su disco-móvil en la que los liberales se arrimaban a chavalas rubias, hartas por una noche del código penal, y el beso de Rajoy, al que sólo habiamos visto dar los besos de Breznev de la contrapropaganda maliciosa. Besó a Viri con timidez, como si la estuviera presentando en casa. Sustituir a Berlusconi por gente así es lo que se lleva. No es de extrañar que la fuerza icónica la tuviera el gesto de Mou al celebrar un gol en Mestalla, estadio que ha resistido a la demolición, que ha alargado su vida de coliseo, sólo para poder recibirle y que fuese allí donde se estrenara de blanco. Los del Valencia eso no lo saben, como no saben que una ampliación de ese estadio se pudo hacer gracias a las buenas gestiones que con un banco madrileño realizara Bernabéu, amigo del presidente ché de entonces. Sin embargo, el Valencia, cuando juega contra el Madrid, recuerda al señor Lizondo, regionalista valenciano que se plantó en las Cortes con cara de cabreo y una naranja, y Albelda -que como ha visto Ruiz Quintano es un chulángano de bou al carrer, sale a hacer sus numeritos de tosco Busquets. La gente de provincias paga con el Madrid la pequeñez personal que nos provoca a veces pasear la Gran Vía. Madrid nos hace sentir súbditos y claro, algunos no lo resisten y cuando llegan los de blanco, como Darth Vaders, les sacan el láser.

Marcó Ronaldo un gol portentoso y, doncellil, se permitió un desmayo y Mourinho, hiriente, se fue dando saltitos hasta Callejón, al que montó sin ensillarlo antes. Esto ha provocado mucho alboroto. Un entrenador puede correr la banda o rasgarse la camisa, pero lo del caballito ha sido un escarnio. En Valencia se sienten menospreciados, en Madrid los tertulianos del fútbol avivaron soplando como tuberculosos el triste ascua de la polémica y en Barcelona reprendieron a Mou, por su enésima prepotencia. Y Landero, hombre de bien, entiende que la ambición de Mou mancha la imagen del club, pero… ¿alguien le ha preguntado a Callejón? Probablemente sea Diego Torres, el extraordinario fabulador argentino, el que desvele que Mourinho se pasea por Valdebebas subido en Callejón, como un faraón déspota lanzando bebidas energéticas.

¿Hubiera aguantado Pedro León a Mourinho sobre su grupa? Difícilmente. El espíritu colectivo, según lo entiende Mou, es eso: que un jugador admita que en cualquier momento su entrenador se le pueda subir encima y sepa, obediente, aguantar el tipo. Callejón no se espera a Mourinho, lo nota encima y tras una primera vacilación, en la que a Callejón, sobre el futbolista disciplinado, le sale el hombre que no admite fácilmente que otro varón se le encarame, tras ese primer momento de natural dubitación, empieza a sonreir, asume la circunstancia, y admite el encabalgamiento. Entonces, el chico flexiona las rodillas y asume su sobrevenida condición equina con estoicismo de hombre de equipo. Callejón se hace caballito, y en su resignación pony sonríe, y si Mouriho hubiera querido, hubiera galopado con el portugués encima hasta el centro de Valencia, que está ahí al lado, para tomar las Cortes valencianas como un Espartero.

Caballos sin espuelas, eso son los chicos de Mou, y entrenar una doma. Ay, Canales, hermoso corcel que coceaba demasiado, o Pedro León, con su crin ondeada de caballo persa. El fútbol no es un tikitaka filosófico y seminarista, sino una equitación o un zafarrancho de séptimo de caballería. Diego Torres podrá decir ahora que Mou es un Atila montado en un caballo con tupé, pero Mestalla, por muchos berrinches que se coja Albelda, matón de traca, será ya siempre, en su otra alma madridista y manchega, el estadio en el que Mou dejó su retrato ecuestre: un general colérico cerrando el puño sobre un caballo obediente y canterano. Pido, como madridista valenciano, que ese retrato, en noble bronce, reciba a los madridistas en Chamartín, como el de Shankly flanquea la entrada en Anfield.

Hughes edita Los objetos impares.

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Abierta la Porra Virtual para el Madrid-Paleti.
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Ya no somos de este mundo

El partido tenía que ser una fiesta, y eso es exactamente lo que fue. Desde el primer momento había un ambiente chispeante, y la clara sensación de que veríamos de nuevo a un Madrid apabullante. Sobre el césped caras nuevas pero sobradamente preparadas, con un Varane que vuelve a recordar sus méritos, un Callejón empeñado en romper la leyenda del canterano mingafría y un Nuri Sahin que empieza a tomar posesión de sus dominios. Comenzó el juego y tan lanzados íbamos, tan fácil salía todo, que a los dos minutos ya habíamos marcado, casi sin querer. El ejecutor fue Benzema, quien sólo ha necesitado un número determinado de minutos para dejar bien claro que le importa un pimiento la lucha entre Cristiano y Messi, que quiere ser mejor que los dos y los tiene ya no muy lejos. Habrá quien se lamente de que tengamos que escoger entre él e Higuaín, pero las quejas están de más: su rivalidad, predestinada desde esa semana en la que ambos vinieron al mundo, nos dará que hablar durante toda la carrera de ambos, y aún muchos años después. A Benzema e Higuaín hay que disfrutarlos.

No está este Real para especular con los resultados: es voraz y despiadado, al estilo de los 50, y considera someter al rival a la máxima presión y golearlo la mayor prueba de respeto. Tres minutos tardó en llegar el segundo tanto, y otros dos el tercero, convertido por un inspirado Higuaín. A ese ritmo goleador, íbamos para un resultado 25-0. La interpretación más fácil era que el Zagreb se había descentrado con el primer gol, lo que unido al acojone que ya traía de inicio los convertía en un coladero. Pero no, eso es un error: la verdadera explicación es que este Madrid está ya en otro plano, el de los equipos de leyenda, que luego parecen cosa inventada pero existieron de verdad. Son escuadras sin apenas puntos débiles, y los que tengan no importan. De vez en cuando incluso pierden, pero es igual. ¿Perdió alguna vez el Madrid de Di Stéfano? Nadie lo recuerda ni siente interés por ello.

Por esto, yo veo a este Madrid, ya muy superior al de Capello y al Galáctico, con una mezcla de deleite y nostalgia. Acaban de empezar a carburar y ya los echo de menos. Voy a ver cada partido suyo como cuando me pido el barco gordo de sushi en el japonés, que es pocas veces porque soy un periodista pobre. Sajín lo más importante que hizo fue jugar los 90 minuti en el Bernabéu. Con mi pésima visión futbolística pude apreciar que en la mayoría de las jugadas buscó la opción más fácil, pasando a menudo a un compañero retrasado, pero no se privó de alguna virguería -tacones y ruletas- ni algún buen pase telescópico, como diciendo «eh, nenes, mirad lo que sé hacer». Mi impresión es que en un par de partidos va a ser da fucking master del centro del campo, y que incluso va a sentar a Alonso en más de una ocasión. Un revitalizado Özil marcó el cuarto gol, y hasta el descando el afán fue lograr el quinto, que no llegó por poco.

Llegó la segunda parte y Mou agotó los tres cambios de golpe, como en un partido de pretemporada. Los tres ingresados -Granero, Albiol y Altintop- recibían mimitos y el mensaje de que existían. Muy poco bajó la tensión competitiva del Real, que enchufaba el quinto muy pronto tras una gran asistencia de Varane y definición de Callejón. Si había un eslabón débil era el campeondelmundo Albiol, pero es absurdo preocuparse por esto: no creo que ninguna plantilla de la historia haya estado compuesta sólo por cracks, y el valenciano seguramente sólo va a ser usado en casos de emergencia (aunque nos irriten fallos como el que propició el último gol croata).

Higuaín y Benze se inventaron el sexto de la noche, en combinación primorosa culminada por el francés. Poco después, él mismo nos regaló la imagen de este partido que perdurará para siempre: esperando en el área, le llegó un mal balón raso con el que ya no había más que hacer que perderlo, pero el genio no se resignó: realizando un movimiento sutilísimo, dios sabe cómo, elevó la pelota en parábola perfecta, y en un microsegundo se suspendió él mismo en el aire y ejecutó una bellísima chilena que paralizó el planeta fútbol. La bola se estrelló en el larguero, sacudiendo todo el agua que había acumulado, pero fue mejor así; de ese modo la acción no se desvirtuará siendo repetida millones de veces, como el puto gol de Maradroga. De hecho, es inútil que busquéis el vídeo por ahí: la jugada pertenece ya al mito, y es más ficción que realidad. La foto que acompaña a esta entrada tiene una credibilidad muy dudosa, como las que enseñan de vez en cuando del monstruo del Lago Ness.

¿Metió dos goles el Zagreb? Es posible, a nadie le importa excepto quizá a los nietos de los que marcaron, que dentro de unas décadas igual ni se creen la batallita. ¿Cómo iba el abuelo Goran a meterle un gol al Real legendario, e imbatible? Hale, una sopita psicorelajante y a dormir. Faltaban unos minutos y los piperos ya se iban, totalmente inconscientes de lo que habían visto. Podrían haber presenciado el descubrimiento de América en directo y quejarse porque no salía José Coronado haciendo de Colón; no tienen remedio. Los demás sabemos que este equipo por fin nos hará sentir que las horas que invertimos en el puto fútbol valen la pena, y que jamás podremos olvidar las próximas temporadas. Al Farsa ya nos los hemos cepillado, son historia pasada. Tan sólo hay que escenificar un guión que cuya última línea escribió hace tiempo el genio de Setúbal. Y por más que algunos quieran cambiar el final, les va a ser imposible. No se puede luchar contra los Dioses.

– Real Madrid: 6 (Benzema (2), Callejón (2), Higuaín y Özil.)
– Dinamo de Zagreb: 2 (Irrelevante.)

Incidencias: La leyenda ha comenzado.

Videoresumen

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Sajín tenía un cojín


¿Qué tenía Sajón?

El partido de esta noche es para disfrutar, no hay que darle más vueltas. Con el primer puesto del grupo prácticamente en el bolsillo y la Liga como prioridad inmediata, ha llegado la hora de tirar de la famosa profundidad de plantilla, con lo que hoy veremos en el campo rostros menos habituales. Algunas ausencias serán obligadas, como las de Marcelo y Arbeloa, a quienes les ha pasado factura la intensidad de la competición, lo que probablemente mandará a Lass al lateral derecho. Esto es una buena noticia si el francés repite las prestaciones de su anterior actuación, en la que demostró ser un carrilero ágil y de largo recorrido. En el lado izquierdo saldrá con toda probabilidad Coentrao, una alternativa muy solvente a nuestro número 12.

La gran novedad del encuentro, por supuesto, es Nuri Sahin, que se ha pasado cuatro meses entre algodones, como un Felipe II gotoso con la pierna perennemente sobre el cojín. Parece que nuestros médicos -que no pueden ser tan malos como se dice- han recuperado bien al chico, no sólo curándolo de sus roturas y esguinces, sino reforzándole la musculatura de la zona para que no ande rompiéndose por tonterías, como un Guti de la vida. Los futbolistas son en cierta forma juguetes disfrutados por pequeños y mayores, y por eso siempre hay excitación cuando debuta alguno nuevo, incluso los más modestos. Claro que éste de modesto no tiene nada: quien más quien menos tiene el pálpito de que el chaval va a ser la bomba, así que la expectación es grande. Como detalle interesante, es un fino lanzador de faltas, y si tiene la suficiente personalidad para birlarle balones a Cristiano quizá se rompa la dictadura del fogoso portugués en estos lances del juego.

Pese a lo relajado de la cita, hay un dato que imbuye cierto desafío al juego: el Madrid aún no ha encajado ningún gol en lo que va de Champions League. Si lográramos mantener esta imbatibilidad en los dos partidos restantes de primera fase, sería un excelente signo de salud defensiva, y le daría al equipo un aura intimidatoria muy útil para los siguientes duelos. No han faltado quienes se han apresurado a atribuir esta solidez al buen desempeño de Ramos como central; lo que no nos han explicado es por qué han estado un lustro insistiendo en que era lateral. Lo cierto es que ésta es la primera temporada -aparte de la de su debut- que el sevillano está justificando verdaderamente el coste de su traspaso y de su salario, así como su titularidad. Tan sólo espero que ahora que está rindiendo realmente no se descuelgue con nuevas peticiones de aumento salarial (¿me lees, René?).

Poco más que añadir: el Zagreb viene rendido de admiración (como Dios manda), así que lo suyo es no defraudarles y golearlos, a ser posible con una gran actuación de nuestra nueva estrella, y sin que se manque nadie. Además, el se emite en abierto y alta definición, así que la noche se presenta redonda. Bueno, habrá que soportar a Sauca, pero ya sabéis que casi nada es perfecto en la vida.

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La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:45.

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Una nueva oportunidad

Cada vez sigo más aquel consejo del caudillo («Haga como yo, no se meta en política»), pero no puede negarse que éste es un día particular. España ha amanecido teñida de azul pepero, un color que ya impregnaba el mapa del poder autonómico y local, con lo que los chicos de Mariano cortan el bacalao en las tres administraciones, tras muchos años de relativos sinsabores (relativos porque la casta política nunca sabe lo que es vivir mal). Hay a quien le parece fatal que un solo partido tenfa una horquilla parlamentaria tan amplia, pero este aparente dominio absoluto no es tal: aún sigue habiendo 7 millones de desorientados que votan a la PSOE, y un millón y pico aún más desorientados que, en el año 2011, votan comunismo, algo tan anacrónico como meterse en la la M-30 con un coche de caballos. Esas son, para mí, la verdaderas anormalidades, no el hecho de que un partido de centro-derecha, que lleva 20 años obsesionado con alejarse de cualquier cosa percibida como extrema, sea una opción mayoritaria.

Hago un inciso para decir que uno de los grandes retos del mundo en el siglo XXI es lograr el definitivo desprestigio y marginalización de la ideología comunista. Durante el siglo pasado, siempre que esta tendencia llegó al poder, instauró dictaduras con un nivel de control del individuo, la economía y todos los aspectos de la vida completamente inconcebibles en el estado occidental moderno. El hecho de que buena parte de los burgueses europeos ignoren esto -o quieran ignorarlo-, identificando al marxismo con un vago ideario de «igualdad» y «derechos sociales» se debe no sólo a una atroz incultura política, sino a la incapacidad de otras tendencias de explicar y promocionar sus principios. Es desolador ver a miles de chavales con camisetas de Ernesto Guevara -un demente que quería hacer la guerra atómica a EEUU y sembrar Sudamérica y África de dictaduras como la que ayudó a instaurar en Cuba-, sin que nadie les explique el ridículo que están haciendo.

Volviendo a España, el predominio pepero, como comentaba antes, no es tan extraño, e incluso podría acrecentarse. No en vano, el PSOE aún tiene con España la deuda de una refundación. Mientras Fraga vio claro hace décadas que era necesario romper los vínculos -siquiera percibidos- de Alianza Popular con la etapa anterior, los socialistas jamás hicieron el menor reproche a sus mayores, ni se dieron cuenta de que unas siglas que habían tenido como líderes destacados a antidemócratas feroces como Largo Caballero o Prieto estaban heridas de muerte. Mientras no realicen este acto de contricción, jamás serán un partido sano, y su principal motor será la búsqueda del poder. En cualquier caso, creo que la tendencia natural de este siglo -lenta pero segura- será un auge de las tendencias liberales y un retroceso de todo lo relacionado con el colectivismo, si bien siempre habrá un fuerte apoyo a las tendencias socialdemócratas. Sin embargo, todos los socialismos a pelo, marxismos y demás, deberían estar dentro de unas décadas en el cajón de las ideologías fracasadas y cuasicriminales.

¿Y qué le queda ahora al gobierno de Rajoy? Una legislatura durísima pero también, por qué no decirlo, fascinante, como cuando uno compra un piso en ruina total y tiene que reformarlo y convertirlo en una casa habitable y bonita. Actualmente cada español debe 50.000 euros al exterior, y ésa es quizá la mayor dificultad que afrontamos. Obviamente, en cuatro años no vamos a enjugar esa deuda, pero hay que lograr que España tenga el suficiente potencial para que nuestros acreedores sepan que tarde o temprano cobrarán. Los recortes han de ser drásticos, pero al mismo tiempo inteligentes, porque ésta va a ser la legislatura de la agitación social, promovida soterradamente desde la oposición (y el que no vea esto, ignora por completo las dinámicas de la España actual). Por ejemplo, no hay que cerrar el Ministerio de Cultura, sino integrarlo con el de Educación. Y no hay que eliminar las ayudas al cine, sino reformarlas por completo, por ejemplo alquilando a coste cero equipos a jóvenes realizadores, pero no dando ni un euro para el gran cine comercial (¡si es comercial, que hagan películas que vea la gente!). Y así todo, calibrando en cada decisión las reacciones de una población fácilmente manipulable.

En cualquier caso, es necesario un verdadero festival de recortes. En mi loca imaginación, algunas medidas serían: Reducir el presupuesto de TVE y las autonómicas en un 85% (o cerrarlas); fusionar todos los ayuntamientos, provincias y administraciones redundantes posibles; reducir al mínimo cualquier subsidio que no estimule el tejido productivo; eliminación de las becas a todas las titulaciones improductivas (si alguien quiere un inútil título de periodismo, que se lo pague); eliminar todos los coches oficiales excepto para presidentes, vicepresidentes y ministros; introducir el copago sanitario y graduar la gratuidad de los medicamentos según la renta; cambio en los criterios de concesión de operaciones gratuitas; prohibir la multiplicidad de sueldos de los políticos; clausurar el Senado; y devolver al estado todas las competencias que se gestionen de forma más eficiente y barata de forma centralizada.

En cuanto a medidas más políticas, reformar y agilizar la justicia: no más jueces designados por políticos, y todos los funcionarios que sobran en las autonomías destinados a justicia (ningún juicio podría resolverse en más de 12 meses, y sólo habría derecho a una apelación); castigo severo de la delincuencia reincidente; devolver la competencia de Educación al estado, con un currículo nacional homologado, y posibilidad real de elección de lengua; introducción del cheque escolar; reforma de la universidad, eliminando los nombramientos de profesores a dedo; reforma de la ley electoral; reducción notable de los gastos de empleo y despido, así como del IRPF, aumentando los impuestos indirectos (IVA), de modo que no se grave la renta sino el consumo. En cuanto a los bancos y «los mercados» -ese Satán de la izquierda-, sólo hay que impedirles que destrocen la economía (por ejemplo, dando hipotecas de dudoso cobro o prestando lo que no tienen). Y bueno, con esto creo que habría suficiente para una legislatura, aunque no creo que se llegue a hacer ni el 25%. Con todo, creo que iremos a mejor (quiero creerlo), y que España aprovechará esta oportunidad. UPyD, el partido que más decididamente ha apostado por los grandes cambios, ha logrado finalmente cinco escaños. Espero que los utilice para dar voz a todos los que pensamos que las viejas recetas ya no sirven.

Ah, y ganaremos la Champions, pero no porque esté el PP, ¡¡sino porque somos la hostia!!
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Un gran día para ESPAÑA

Camaradas, seré breve: ayer vimos cómo el Real Madrid volvía a hacer de lo heroico algo cotidiano. Y es que nos tendieron una emboscada, intentaron jodernos, sí, pero al final les jodimos nosotros a ellos, con las únicas armas de un fútbol glorioso y una gallardía castellana que esas deshadadas tierras olvidaron hace ya alguna década, cuando decidieron entregarse al pancatalanismo voraz. Salió nuestro Mandril apoyando su juego en un trivote (tócame el cipote) formado por Xabi, Lass y Khedira, con resultados inesperadamente eficaces, sobre todo en lo que respecta al tunecino, quien, liberado por sus compañeros, sorprendió numerosas veces llegando al área. Lástima sus pies de madera, porque de lo contrario habría marcado algún gol. Este trío sacrificado y eficiente fue el motor del equipo todo el partido, cada uno en su función.

Se nos puso enfrente un Violencia menos gilipollesco que el año pasado, que en vez de salir a tumba abierta trató de jugar con inteligencia, ocupando bien los espacios y buscando la ocasión para mandar balones a Soldado, principal aspirante, junto con Pedrito, al premio Piñata de Oro 2011. Pese al fútbol homologable de los naranjeros, no tardó el Madrid en hacerse con los mandos, cercando cada vez más la portería de Alves. Movíamos con criterio ocupando toda la parcela rival, destacando en los últimos metros la clarividencia de Benzema. Un saque de falta inteligentísimo de Alonso desde el centro del campo habilitó en el borde del área al francés, que definió con calidad suprema. El gol sólo lo vimos en las repeticiones, porque el realizador (uno de esos videoartistas incomprendidos del siglo XXI) estaba enfocando a un jugador protestando en el suelo. Logrado lo más difícil, le quedaba al Madrid el partido de dulce, y nos marchamos al descanso con ventaja en el marcador y media misión cumplida.

Llegó la reanudación y el Violencia decidió que eso de jugar al fúpbol era muy aburrido, y que además no estaban siendo fieles a sus esencias. ¿Recuerdan aquella lejana temporada en la que, jugando contra nosotros, les pitaron un penalti extremadamente estricto sobre Raúl? Bueno, pues la jornada siguiente estuvieron todo el puto partido tirándose dentro de las áreas porque consideraban que se les debía una pena máxima. Ésa es la tradición violencionista, honrada ayer durante los 25 primeros minutos de la 2ª parte, con un único objetivo: expulsar a un jugador del Madrid. Difícil papeleta para Teixeira, árbitro malo malo malo, como decía García: una parte de su pusilánime alma le pedía hacer caso a las hordas de gañanes que colmaban las gradas, y de ahí el bombardeo de tarjetas a los madridistas (especialmente demenciales las mostradas a Özil y Cristiano). Pero por otro lado, sabía que expulsar a alguno de los merengues habría sido una cacicada absoluta, así que ahí andaba el hombre, más perdido que un culé el día del padre. Por supuesto, aderezó su actuación con las consabidas interrupciones cada minuto y medio, porque el arbitraje español es así, castrante, y permitir demasiado espectáculo como que desvirtuaría la Liga.

En esa feísima circunstancia estaba el partido cuando, en un corner, Ramos se elevó cual cabra saltando un cercado, y de excelente testarazo le quitó la tontería a los naranjeros. Conmovedor su gesto llevándose la mano a la oreja, como diciendo «¿por qué no insultáis a vuestra puta madre?». La cosa estaba como para que el Valencia se liara a patadas, pero como enseguida les regalamos un tanto, de repente recordaron que esto del fútbol consiste en intentar jugar, meter goles y esas cosas. Curiosamente, ya no caían desplomados cada vez que tenían contacto con un jugador nuestro. Nos encontramos así un partido de ida y vuelta, con el resultado en el aire, hasta que Cristiano volvió a abrir brecha con un golazo precedido de un excelente robo y un tiro casi sin ángulo. Mou se emocionaba y cabalgaba a Callejón, como un Cid que liberara tierras infieles. Pero no podía acabar el partido con tranquilidad: en un imperdonable mohín de indolencia, Marcelo regalaba el balón a un extremo violencionista y Soldado marcaba el segundo, dando nuevas esperanzas a los suyos. Tocó apretar el culo al final, pero el Madrid completó una nueva fazaña, con deflección in extremis de Higuaín incluida, que los chotos, ya totalmente histéricos, reclamaron repetidamente como penalti. Pero el Madrid Campeador se marchaba triunfante, en un presagio de la vuelta al orden natural que ya se acerca.

Y hablando de eso, hoy, 20 de Noviembre, fecha en la que recordamos al más destacado estadista español del siglo XX, llegamos al final del Paraíso ZP. Han sido 7 años plenos de progreso y prosperidad, pero yo ya he tenido bastante. Sé que algunos (Mandinga, Rosa María Mateo, Ana Belén…) querrían seguir así un par de décadas más, pero los españoles que confundimos los avances sociales con la ruina más estrepitosa pedimos humildemente un cambio. Yo por mi parte votaré a UPEIDÉ, partido en cierta forma segregado de la PSOE y con su buena cuota de trepas e impresentables (muy siniestro el asunto Fernando Buesa), pero que ha sido el único que ha pedido explícitamente cambios inaplazables, como la reforma de la ley electoral y la justicia, o la vuelta de las competencias educativas al estado. La legislatura del Pepé ha sido anodina y calculadora, y simplemente, los va a votar Rita. En todo caso, parece que hoy viviremos una jornada de lo más gratificante. Porque Dios aprieta pero no ahoga, y además es del Madrid.

– Bancaja CF: 2 (Soldadito de plomo)
– España: 3 (Benzema, Ramos y Cristiano)

Incidencias: Casi lleno en Metralla. Más paletos por metro cuadrado que en Lepe.

Videoresumen

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La conquista de Valencia

El partido de hoy es de los que se consideran decisivos en las Ligas, por aquello de que nos enfrentamos a un teórico hueso. En su cuarta temporada en el banquillo choto, Unay Emery ha logrado por fin conjuntar un equipo homologable, lo cual hace pensar que eso de la estabilidad deportiva debe ser beneficioso para los clubes. Algo que parece muy obvio, pero de lo que, no obstante, llevan varias décadas sin enterarse esos cráneos privilegiados que forman la tribu de los presidentes de fútbol (por cierto, un efecto secundario de la burbuja: ¿cuántos presidentes de primera no provienen del mundo inmobiliario?). Resulta altamente irónico, eso sí, que esta continuidad haya sido exclusivamente motivada por la quiebra económica del club, rescatado por un crédito de Bancaja imposible de devolver, y que en la en realidad ha supuesto una inyección encubierta de dinero público al club (aunque no verán a ningún partido reclamar por esto).

Sí, el Valencia actual es mejor equipo que aquel que recibió seis chicharros del Madrid hace no muchos meses, y de hecho los tenemos sólo a cuatro puntos. Esto es muy meritorio, pero conviene poner las cosas en perspectiva: el Madrid también ha dado un salto deportivo, y lo cierto es que sigue habiendo una diferencia abismal entre ambas formaciones. Más allá de cuestiones de presupuesto, si nos fijamos en la Champions, ese termómetro siempre fiel del nivel competitivo, el Valencia ha demostrado ser muy vulnerable, y si bien este año puede ser el mejor de los «no aspirantes», lo normal es que en un intercambio de golpes con cualquiera de los grandes sea vapuleado. Así pues, hoy el reto de jugadores madridistas es mental: deben salir sin complejos y sin que les atenace la responsabilidad. Puesto que estos aspectos han sido ampliamente trabajados por Mourinho, creo que lo normal es una victoria madridista sin excesivos agobios.

Viajamos a Mestalla con cuatro bajas: Kaká (alias Ironman), Carvalho (alias el deprimido), Di María y Coentrao. Este último y Kaká estaban entre los principales candidatos para suplir a Di María, así que el abanico de opciones se estrecha. Lo lógico parece alinear a Higuaín y Benzema juntos, pero como Mourinho es un tanto reacio a esta variante quizá opte por otra solución. Personalmente, creo que hoy se arriesgará y sacará a ambos. Cristiano finalmente superó sus molestias, y también viajaron con el equipo los dos turcos, Sahin y Altintop. Sabemos que Mourinho quiere dar minutos al primero, así que estaremos expectantes, y en cuanto al segundo, quizá hoy tenga su oportunidad gracias a las bajas.

Repito lo dicho: con un Madrid concentrado y a su nivel actual, no hay ninguna opción de que se escape el partido (huelga decir que se espera imparcialidad arbitral). Irse por delante en el primer tiempo sería lo ideal, pero si se resiste el gol hay que seguir apretando y dejar que el juego dicte su lógica. Disfrutaremos la ventaja de no tener al «docto» público del Bernabéu encima y sus habituales silbidos cretinescos a poco que se tuerza la cosa. Casi son preferibles 60.000 naranjeros vociferantes y agitando señeras, demostrando lo mucho que les gusta ser una colonia catalana de nuevo cuño. Para volver de esas tierras conquistadas con el botín de los tres puntos, recomiendo a los nuestros que se inspiren en uno de los héroes más legendarios de nuestra historia, EL CID, cuya campaña valenciana fue magistralmente reflejada en el no menos legendario film de Anthony Mann. Cabalguemos, cabalguemos como el Campeador, demostrando que el Bien está de nuestra parte, y que nada nos detendrá hasta alcanzar nuestra sagrada meta.

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Sigue abierta la Porra Virtual hasta las 22:00.

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La Apuesta de la Semana:

Barcelona-Zaragoza: Barcelona (hándicap -1)@1.20
Manchester Shitty-Newcastle: Shitty@1.33
Swansea-Manchester United: ManU@1.45

Cuota total: 2.31 (bwin). Cantidad apostada: 15 €. Bolsa actual: 29 €.

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