El partido más fácil de la década

En el fútbol las tradiciones e inercias tienen una gran peso, y a los equipos les resulta difícil sustraerse de ellas: el Negreirona roba, el Madrid se relaja, y el Paleti… pierde. Los indios son integrantes del no muy prestigioso club que acoge a esos equipos semigrandes que tienen exactamente cero Copas de Europa, compartiendo este dudoso honor con clubes como el Arsenal y el PSG. Es fácil imaginar la angustia que, para alguien que viva mucho el fútbol, debe tener estar por debajo en el palmarés de clubes como el Celtic de Glasgow, el Aston Villa, el Estrella Roja de Belgrado, el Hamburgo o el Steaua de Bucarest. Claro que lo del Paleti es especial: han convertido el perder en un sutil arte sadomasoquista, en el cual inventan formas cada vez más rocambolescas, ridículas y crueles de palmar, casi siempre contra el gran protagonista de sus pesadillas: el Real «de Madrid».

Es imposible empezar mejor un partido de vuelta: gol en el tiempo en que te lleva subir el balón hasta la portería contraria. Uno de esos tantos tan tempraneros (y trempaneros) que llevan a las teles y radios a buscar estadísticas chorras: si ha sido el más madrugador en un derbi, o en eliminatorias de Champions, etc. Debió además disfrutar el aficionado colcholerdo de los primeros 60 o 70 minutos, con el muro simionesco frustrando una y otra vez las intentonas de un Madrid en una de sus noches impotentes, frustrantes, al ralentí; una obra maestra mierdera de Angeloti, tanto más olorosa comparada con el espectáculo que ofrecieron Loserpool y PSGay el día anterior. «Este año sí», decía una pancarta que desplegaron los del Aleti al principio, y probablemente la grada lo creía; un gol del Madrid parecía tan imposible como Pdr diciendo una verdad, algo inconcebible.

Los aficionados blancos, por su parte, no tenían otra que mirar el partido; una eliminatoria Champions contra el puto Atleti, era impepinable verla, pero vaya experiencia: bajón desde el minuto uno, frustración, aburrimiento… Caras lechuguinas en todos los jugadores, nadie sabía qué coño hacer; Ancholoto mirando la tablet como si estuviera ahí la ecuación de la victoria. Una retorcedura de huevos, vaya. En la mejor tradición anchelotiana, ni un cambio al descanso, y uno pensaba que, si el Madrit iba a palmar, era una forma bastante jodida de hacerlo, sin goles, sin ocasiones, sin oasis de esperanza. Eso cambió, claro, con el panal a Mbappé, tras un raro chispazo que le permitió colarse con peligro en el área. Claro que la atmósfera era tan plomiza que el fallo flotaba en el aire, como en aquel penalti de Figo contra la Juve hace ya la tira de años. Vini fue con cara de fallarlo, y lo falló en la más rancia tradición ramesca; no había manera de sacudir la nube ominosa.

Cierto que con Cachominga al Madrid se le vio algo más de presencia y llegada, pero tiros, lo que se dice tiros no había. A esto se unía la fatiga cada vez más visible, con las inevitables bajas de jugadores completamente follados. Jugársela a los penaltis podía parecer un mal menor después del gol precocísimo, pero también era una forma especialmente mierdera y agónica de perder; ni el alivio de una muerte rápida se nos concedía. Cuando se confirmó la tanda, Lucas escogió que el Madrid tirara el primero, al contrario que Modric al principio, quien renunció a la primera posesión, con consecuencias desastrosas. Dejar que los penaltis se tiraran en la portería del Frente Homicida era un riesgo, pero creo que Lucas quería sacudirse esa losa de ir por debajo todo el partido; además, ya se sabe que si marcas primero le pasas la responsabilidad al otro equipo. Sin embargo, nada de eso facilitaba especialmente una victoria del Madrid.

Hasta que entramos en la «zona Paleti», claro, en la que sólo cabe la derrota humillante y dolorosa. Lo de Álvarez fue… singular. Hemos visto fallar penaltis de todas las maneras imaginables, desde poner el balón en órbita a levantar un terrón de medio kilo de césped o tirar un Panenka a las manos del portero. Lo que nunca había visto ni creo que volveré a ver es que se dé un penalti por bueno y luego se anule retroactivamente, sobre todo por un motivo esotérico como un doble toque imposible de apreciar en el plano lejano de la tele. Fueron necesarias las reclamaciones blancas y el uso de la manoseada tecnología VAR para revisarlo. El desconcierto y las dudas de los aficionados se mantuvieron durante horas, hasta que vimos el plano bueno, el frontal, donde se aprecia que el balón «rueda» sobre el pie de apoyo tras el remate; supimos también que el balón Champions lleva sensores que detectan el más mínimo toque; su función principal es asistir en las decisiones de fuera de juego, pero también resultan útiles en casos como este: sin duda la gráfica del invento registró los dos (o incluso tres) toques de Álvarez, de ahí que se tomara una decisión de forma tan relativamente rápida.

Por si no fuera lo bastante rara la situación tras este lance, con la mitad del estadio preguntándose por qué coño el Paleti tenía un penalti fallado en el marcador, el héroe Lucas dio otra vuelta de tuerca fallando su lanzamiento; ¿el Madrid tenía buena suerte, mala? ¿Estaba nadando tanto para morir en la orilla colcholerda? Tuvo que ser Llorente quien volviera a desequilibrar la balanza emocional, como si ello estuviera sólo destinado a quien hubiera vestido alguna vez la blanca; trallazo al poste y penalti potencialmente ganador para el loco de la colina, Antonio Rudiger, que sabíamos que podía meterlo o fallarlo, pero que lo haría sin arrepentimientos. Y el bueno del alemán negro firmó el final que merecía todo aquel dislate, tirando una mierda de penalti cuántico, que estaba fuera y dentro a la vez; pero al final volvimos a la física Newtoniana, donde sólo hay dos tipos de penaltis: los que entran y los que no. Este fue de los que entran, y el Madrid ganaba.

Una victoria de este tipo libera muchísima tensión, y los jugadores recorrieron el campo de un extremo a otro berreando como bestias, ante una hinchada colcholerda que se pellizcaba; el gol del segundo 30 parecía marcado décadas atrás. Por supuesto, la alegría y la satisfacción no borran las verdades tácticas del partido: Angeloti es un hijo de puta y el Madrid carece de recursos para contrarrestar un cerrojazo. No obstante, hay algunas buenas noticias: su fondo de armario aún es lo bastante amplio como para poder meter jugadores que en su mejor versión decantan partidos, como Brahim y Caraminga; Mbappé definitivamente es un jugador de raza (negra) y nunca bajó los brazos pese a su mal estado físico, como demuestra ese barrido en las postrimerías del partido; y el cambio de un Vinicius ido demostró que Angeloti está gagá pero aún no ha fallecido; siempre mejor un vivo acartonado en el banquillo que un fin de semana con Bernie. Y por Dios, que le pongan un psicólogo o un etólogo al Malcolm X de Hacendado.

El post fue muy divertido, claro: mientras los jugadores del Madrid celebraban eufóricos, el inimitable Simio One alzaba los brazos para animar a una afición que no tenía el coño para faroles; el argentino no se había enterado aún de que todo había acabado. Luego, en rueda de prensa, el míster del club que se tomó la molestia de redactar una cartita para apoyar a los HDPs de los árbitros españoles, de repente creía en una gran conspiración en su contra: ante una sala vacía, clamaba: «¡quien haya visto el doble toque que levante la mano!» Quizá los cuatro monos que quedaban (cinco con él) no lo vieran, pero las cámaras y los sensores del balón sí. ¿Le sirve la excusa a él y a su tribu? Por supuesto: el Madrit para ellos no es el equipo que mejor compite del mundo, sino que sólo se dedica a robar, aunque al parecer no de forma tan sutil como otros que llevan décadas pagando a los del pito.

El cruce de cuartos es muy bueno; no visualizo de ningún modo al Arsenal, equipo blando y cagón donde los haya, eliminando al Madrid, así que el hueso nos lo encontraremos en las semis, PSGay con toda probabilidad (aunque quién sabe: ¡está ahí el Aston Villa buscando la Segunda!). Serán días para volver a cagarnos en Ancholoto, pero al menos no tendremos que volver a pasar por el dolor de huevos colcholerdo.

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– Patético de Madrid: 1 (Rory Gallagher)
– Real Madrid: 0 (Angeloti)

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Donaciones Champions – Una excelente oportunidad de ayudar a un amigo, ¡o de cumplir con el ritual europeo de victoria si se cree en eso!

La Edad de Hierro, 8 de Marzo 2023

Introducción

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Bloque 1, Política – Conversaciones de paz. ¿Por qué la gente creía que Ucrania podía ganar?

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Bloque 2, Más política: Expolio del erario público español por parte de los mediocres y caraduras. ¿Quién es David Azagra?

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Bloque 3, Literatura y cómic: Terminando de leer «Los Miserables». Libros de LF Baum. Cibercafé a la deriva

Bloque 4, Cine. Críticas de Love Actually, Los Intocables, Mufasa y La Sustancia.

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Mensaje sobre donaciones.

Noche de chirlazos

Por Rappol

[Cuando el Madrid se parte, todos sus chirlos son como los mirlos blancos. Se pasa del lada a lada al plasta a plasta. Se le hace una bola de Mentos a Carlo en la boca. Todo lo blanco se detiene, como semen hacia atrás; y se echa de menos siempre a alguien, quizá a un amante, a un camello, a una madre…Siquesá.]

El partido fue bastante nefasto, esta es la verdad. Pero si el Arleti no es capaz de ganar a un Madrid con un cojo de lateral, sin mediocentro creativo durante media parte, sin delantero centro, sin lógica; jugando a arreones —no se llegó al típico “trance de Champions” que de tantos abismos ha sacado a este equipo—, perdiendo ocho millones de balones, saliendo peor que Pablo Iglesias del baño después de refrescarse, oliendo a sobaco de Pepe Duval…Si con todo eso, el Arleti no es capaz de ganar…

Fue una batalla a la que parece que sólo fueron los enanitos. La comenzó El Cyd, que lleva unas cuantas semanas haciendo buenos partidos (es probable, por tanto, que se lesione pronto), haciendo su típico uno-dos en diagonal para perforar la portería colcholerda a los cuatro minutos de juego. Iba yo conduciendo y pensé: “Mal. Demasiado pronto”.

Luego ya sentado con mi amigo Tor, contemplé el despropósito blanco, y cómo los arléticos iban creciendo a base de triangular, moverse y estar en todas partes un segundín antes que los locales. Entonces, apareció el enanito del Arleti, la arañita, la chinche de los cojones. Demasiado relax en esa jugada, sin quitar mérito al tirazo que se cascó el argentinito. Mucho se flipa la gente con ese. No le llega ni a la suela a enanos tipo Aimar. Pero empate y tembleque… Es que no, ni tembleque. Es empate y apoplejía. Le da el parraquito a Carlo en la banda, se pone a morro con los Chimos, y los blancos se mueven como los enemigos medio tontos del Double Dragon. Cuando todo está a punto de desquiciarse, descanso, afortunadamente.

En el segundo periodo, se mantuvo la tónica, en principio. El cambio lógico (y obligado, y obstinado, también), Modric por LeeEnChanclas y a ver si poníamos la bola en alguna dirección y sentido inteligibles. También se asomó más Meriendy por su banda, a poner unos sandwiches de mortadela y mantequilla, y unas limonadas, que teníamos hasta a Chochomenor sudando, que no sudaba desde que vivía con la prima de su madre en un sótano del Pigalle y fumaba cachimba con el negro ese que quería Zizou, que no recuerdo cómo se llama. Una coooosa…

En esto, el tercer enanito, el malagueño-marroquín, que trabajó como una mula durante todo el partido, se cascó el chirlo de la noche (con gravesinha incluida), subiendo el nivel ascendente de los tantos de la noche. Bárbaro gol. Barbarísimo. Pocholo ahí tomó su camino funcionarial y decidió que no quería arriesgarse a que su equipo recibiera más goles de enanos, aunque Carlo metió a Endricki demasiado tarde, y Navajas Correa es enano pero ya está bastante acabadete. Sólo temí a Sorloth, pero El Socio invocó a Gordi, me descojoné un rato, y el árbitro (bastante caserillo) no tenía ganas tampoco de correr más.

Después de tanto enano, lo que nos falta saber para la vuelta es si El Bello será Blancanieves o Lobo de Wall Street. Porque el resto casi podemos imaginarnos cómo va a ser.

[Un par de espasmos más: Ajenjio bastante bastante bastante bien; y a Siquesá todavia no le ha vuelto a su ser el fistro de atrás después del incidente con el percutor anal. Veremos en el Metropoliuretano. Invocaremos a Leopoldo María, lo menos]

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– Real Madrid: 2 (Apu e Ibrahim)
– España Fea: 1

Cuando el hálpitro no es la excusa

Euler
No hay que darle más vueltas al partido. Que parece que nos estuviéramos jugando algo.

Con siete puntos de ventaja, estos son los partidos que pierdes cuando tienes que medir energía mental y física ante una eliminatoria de Champions, y el rival paleto va descansado y jugándose el partido de la temporada.

Visto lo visto en los mangazos sufridos y ayudas a la Farsa, hay que tomárselo como lo que es. Entrenamiento, y clasificación para la Champions.

Hoy no han necesitado hacernos un mangazo. Pero me juego la polla a qué si es Cubarsí el que hace el penalti al Betis, aquí no ha pasado nada. Tal cual.

Jugar contra eso, contra un CTA en plena forma, es un desgaste absurdo, teniendo el objetivo Champions.

Hasta RMTV está ya tranquila y relajada en esta liga mugrienta.

Redeus
Adquirieron 7 puntos de ventaja para esto, y se los quitaron de aquella manera. Ahora, sin Ceballos, Bellingham, Valverde y Asencio es más difícil.

Vinicius está mejorando en varios aspectos del juego, pero empeorando más deprisa en velocidad. Lo que le pasa es que no corre tan rápido, ya lo apunté aquí. Y no es algo coyuntural.

Me bajo de Arda, no se qué le pasa a este chico. Es un replicante de sí mismo, pero en la versión menos actualizada. Tarda una eternidad en tomar una simple decisión de pasar un balón poco comprometido. No digamos ya el resto de acciones más complejas como dribblings o conducciones. Hasta para sacar un corner se reconfigura demasiado, si fuera tenis le indicarían un warning.

A Mbappe le sacan una muela y se le viene el mundo abajo. Todo le afecta en su estado de forma y lo que ha ganado lo pierde a saco y vuelta a empezar..

Liga perdida. Está justificado, no nos vamos a engañar por todo lo que ha pasado.Pero la estadística es lo único que les jode el relato a los culés y en eso están.

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– Blasinfantianos: 2
– Real Madrid: 1 (Ibrahim)

Concha de Oro 2025: «Los paletos»

Por Rappol

Moncho Armendáriz lleva mucho tiempo sin dirigir películas. Y es una lástima, porque ahora tendría bastante material para hacer algo intimista, reivindicativo y norteño con sólo darse un paseo por Donostia, por ejemplo. Porque es tiempo de cambio, y es necesario que alguien lo cuente. ETA ya no mata, Ramón Trecet ya no habla sólo de música soporífera; juegan negros en el Bilbao y la Real, y las aficiones futbolísticas vascas dan ejemplo cotidiano de apertura, inclusividad y savoir-faire un día sí y otro también. Es una injusticia que esta bonita realidad no esté siendo contada. Es hasta triste, si uno lo piensa un poco…

Ahí va una pequeña idea, Moncho, que el que sabes eres tú:

Take es un niño japonés migrante que juega muy bien al fútbol y viene a España a tratar de jugar en un club de segunda fila de la capital. En la secuencia de apertura vemos a Take llegando en patera a Peñíscola, culminando su viaje desde Tokyo, y metiéndose en los bajos de un camión que lleva Aquarius a Valdebebas.

En Madrid le dan la bola justa. Sin embargo, como el chaval es cabezón como él solo, se propone triunfar en un club verdaderamente importante, y coge un tren de los que echan humo todavía, que son los trenes en los que se viaja hacia el norte en España. En su camino —es una historia de superación personal e inclusión—, conocerá a Imanol El Alguacilillo en una estación de trenes que echan humo. Imanol es un banderillero en horas bajas cuyo matrimonio hace aguas y se encariña con el chaval. Juntos, acuden un día a Asnoeta a que el chaval pruebe. La cosa sale tan bien que no sólo la Real ficha a Take, sino que pone a Imanol a dirigir el equipo después de conocerse que tiene alma culerda desde ketxetito.

[Carlo se levantó por la mañana con ganas de dar de mamar. Como no había leche para el desayuno, se puso una copa de Marqués de Sus Cojones y arrancó una hoja del bloc de la Chachapancha para hacer la alineación del partido de ida de las semis de La Copita Preparada 2025. En el intervalo, le llamaron de Sanitas porque a alguien había que sacarle una muela, y a alguien más un Anal Intruder XXL al que, afortunadamente, se le había agotado ya la batería a las 8:30 de la mañana del miércoles. Carlo pensó un poco y decidió que era buen momento para dar franca bola a la segunda unidad y volver a probar suerte con Ansenzio en el lateral derecho. «Chachapancha, ¿qué le parese?» «Ay, signore. A mí tanto muchachito me pone bien chingona»]

Salió la Real en modo acelerado —las imágenes de la afición en la previa daban un poco de miedito—, pero Lunin llevaba su camiseta talismán del Rayo Ucraniano y en cuanto se empezó a pasar el efecto del chacolí rectificado, Endricki (ánimo muchacho, pronto quisiera volver a llamarte James Brown) bajó orientadamente, esto es, controló prolongando un excelente lanzamiento al espacio de Bello Hooligan, y definió con el exterior perpendicularmente, sorprendiendo a un Requetemiro que, seguramente, esperaba un tiro cruzado.

Berreó lo suyo el irrespetable, pero el partido se atemperó al ritmo naranjita y empezaron a aparecer cosas interesantes, desde la hoja de la libreta de la Chachapancha, a saber:

-Afensio no estaba cómodo en el lateral. No hace falta que tenga que enfrentarse a nadie muy especial para pasarla chunga. Es cuestión de que no se orienta bien defensivamente en el lateral, no domina el espacio, no anticipa, no resuelve bien los envites un poco diagonales. Conserva, eso sí, su excelente desplazamiento de balón en largo, pero es frágil como el culo de Siquesá en una bacanal larga.

-Camalee está cambiando a nivel actitudinal. En la base de la jugada y con un temple inusitado, creo que se tiró todo el partido sin cometer una sola falta y, pasado el arreón norteño inicial, diferenció bien los momentos para tocar o salir rompiendo líneas, ajustando las tarascadas, los barridos y dominando la proyección de su cuerpo en todo lance.

-Chochomenor estuvo también muy centro-centrado, sudando poco y pareciendo más listo de lo habitual tanto en sus lecturas del juego como en la anticipación defensiva. Vamos, que se movió con normalidad la mayor parte del tiempo y se incorporó bien al ataque cuando lo hizo.

-Vinicius se pasó un buen rato de la primera parte ayudando a defender al imprevisible Bomberillo García. También en la segunda hizo de Modric un rato. Pero sin duda lo mejor fue que mostró una versión Mandela 2.0 que desquició tanto a los jugadores locales como a la grada y al Monosabio. En un partido tan de olor a gasolina, el chico consiguió sus oportunidades (no llegó a marcar, todo no iba a salir perfecto) y se marchó a casa sin amarilla, que es noticia en un partidito de estas características.

-Bello Hooligan hizo lo que le salió de los cojones. Debe andarse con cuidado, porque ahora el target del retraso mental masivo es él. No es tonto y lo sabe, pero conviene que no se le olvide.

La mala noticia fue la lesión de Cebollas. La jugada es rara por la postura, pero el golpe en la rodilla pareció muy claro en la repetición, aunque el soplapollas de Follarzábal no lo viera y lloriqueara como si fuera Jorge Javier Vázquez cuando le dejó su último novio.

Sin demasiados esfuerzos y dando descanso a piezas clave, el Real Madrid dejó lista la cosa para que Siquesá destroce —más que presumiblemente— a las medianías del Alguacilillo en Madrid en el partido de vuelta. Porque es increíble que toda esta colección de medianías goce de tanta bola mediática, sea internacional con el Levantapesas Católico y luego se deshaga nada màs que en exabruptos y chorrimierdeces cuando le ponen a un equipo de verdad delante. Lo otro, esto es, que Armendáriz no haya hecho todavía una película sobre ello es, como digo al principio, una pena: es una Concha de Oro de manual. La concha de la ama de media grada concretamente. Cariñoso saludo para toda ella.

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– Real Paletos: 0
– Real Madrid: 1 (Luis Endricke)

Mejillones mancunianos

Por Rappol

El fútbol es bien sencillo. En dos dimensiones, requiere de simetría y equilibrio. El dibujo de un equipo sobre el terreno de juego tiene que parecerse siempre a alguna clase de escalera (carretera, camino, sendero, tablero de Risk, porque el imperio ya cobra, ¿verdad Monera?) que va de una portería a la otra. En tres dimensiones—y nos dejamos ya de culeradas—, debe parecerse a una polla que trepana múltiples agujeros dispuestos en un plano conveniente a los esfuerzos y el placer prioritario del que da, independientemente de su opción sexual. En fútbol se trata de dar, de empotrar, de darle a lo que está en frente por todos los agujeros e, incluso, abrirle agujeros nuevos. Durante lustros, la abundancia de mercachifles ha decidido que había que complicar las cosas, contando historietas, pseudofilosofando; que sí, están muy bien algunas veces, son disfrutables (si te gusta que te den por el culo, para poder irte a casa con una sonrisa, pensando en que te has tirado a un tío cojonudo)… No. Con buena polla, bien se folla. Y las mejores pollas del mundo las tiene ahora mismo el Real Madrid, hijos.

Siendo justos, Monera LinkedIn le hizo un buen favor a Carlo el fin de semana pasado. El Bello habló anoche en la lengua de la serpiente. El otro favor a Carlo se lo hizo Sanitas; y el resto lo hizo el azar (que me niego a pensar que sea el biorritmo de Mina Bonino). Se juntaron muchos elementos, esta es la verdad. Pero sobre todo se encontraron dos equipos en momentos muy distintos: el Mejillones Mancunianos FC y el Sperma Spritzen de Madrid CF. O sea, se encontraron un racimo de pollas (algunas muy en forma, como las de Siquesá AKA Polla Bondy y El Cyd Colocador), con una colección de agujeritos de diámetros iniciales diversos; capitaneados por Pep Cenote y Juanma… ¿cuál es la historia verdadera de este señor inútil, palafrenero culerdo, o suerte de Iván Ferreiro de los banquillos, y por qué nadie quiere contarla? Si Guardiola es BEP, ¿quién es Gvardiol? Joder, Perarnau: cuéntanoslo alguna vez, coño. Saca un puto libro más, haz una serie, llama a Macri, alquila un palco y un sofá, qué sé yo…¡Que el que sabes eres tú!

Un Real Madrid equilibrado y con puentes entre líneas, ya tuvieran forma humana o esférica —que es la del balón que a veces recorre con precisión muchos metros en tres dimensiones, ignorando las polladas espaciales de Open Arms, y las injusticias que dan perras—… un Madrid acordeón, vibráfono, trompeta de Miles Davis, saxo de John Coltrane, batería de Roy Haynes… no le metió catorce por todos los agujeros al Mejillones City porque «el señorío». Y sí, que Carlo pudo decir que no sé qué, pero el que arrancaba por la derecha como Eric Dolphy era Rodrygo. El que estaba en plan (hola hijo) Ron Carter, era Valverde. El que (fuck off, man) hacía de Evans era el expulsado de Pamplona… Nadie daba una nota fuera de sitio, nadie la dio… Si hasta Vini se recreó sin marcar… El Madrid te meó lo justo en la boca, Pep. No lo olvides nunca. El Madrid está por encima de eso, niño calvo. Jamás podrás con eso. Jamás podréis con eso. Jamás podrán con eso.

¿Y que luego ganan? Claro. Porque el mejillón eres tú. Los mejillones sois vosotros. En Manchester, en Barcelona, en Sevilla, en Madrid (o sea, en la parte de Madrid en donde no está Siquesá haciendo molinetes con la verga aceitada).

En resumen. De cara al próximo territorio Champions a conquistar, dijo Ajenjio que le daba igual el rival, tirando del consabido «somos el Madrí». Mientras Siquesá apuntó que, «bueno, mejor el Arleti porque así me quedan los travelos más a mano porque no hay que viajar». Te falta, francesito. Te falta todavía, hijo. Esa es la verdad.

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– Real Madrid: 3 (Negro Rabo)
– Manchester Cheatty: 1

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