Por Rappol
Volvió el Real Madrid a la senda de las primeras partes horrorosas, con la novedad de añadir más horror durante la segunda. Flick se plantó en Al Jawhara (¿La Joya del Nilo?) con el mismo ataúd táctico que trajo al Bernabéu, y Carlo se metió de nuevo encantado en él. No hace falta ser adivino: si no expulsan a Marlboro Man (justamente), la cosa hubiera acabado 1 a un montón (¿8, 9?) casi con total seguridad. FlickMou ha convertido al Barfelona en la horma perfecta para que a Carlo le salgan callos hasta en el gaznate. Menos vino y más trabajar.
El magnífico primer gol de Siquesá fue un espejismo. Los culerdos se centraron en su plan y barrieron a los blancos del campo haciendo una primera parte como la segunda del Bernabéu. Puedes tener un mal día, vale. Puedes tener dos malos días, de acuerdo. Pero me apuesto una Coca-Cola a que, si Carlo no hace los deberes tácticos y alineativos, no le ganamos esta temporada un sólo partido al Barfelona y que, además, los perdemos todos por goleada.
En el apartado de abuelas que si tuvieran dos ruedas serían bicicletas, cabe señalar que el partido quizá hubiera sido otro si Ascensio hubiera jugado en lugar de Chochomenor, Ceballos en lugar de Brucevinga, y éste en lugar de Meriendy. Y un poquito de querer estar las líneas más juntitas en los retornos. Pero qué va: el equipo este año gripa mentalmente contra el Barfelona, le entra una nublaera Covid-19 que pierde el olfato, el gusto y cualquier atisbo de sentido de ninguna clase. Esos espasmos que le dan a Eduardo Piernasdekungfuvinga, ¿a dónde coño iba ahí con el retrasado mental de Gavi, que casi me da más asco que Perroxanxe? Rúgider que nunca estaba en su sitio y vagaba por el campo como un homeless al que hubieran acabado de coger de la calle y vestido de corto. Valverde con el culo petado de palominos, haciendo tackles como un chiflado, Vázquez como Camilo José Cela recién levantado de su siesta con pijama y orinal. ¡Si hasta Bellolingam parecía un segunda división!
El tridente, por su parte, pareció de chicle. Es justo decir que Siquesá y El Cyd dejaron sus cositas, aparte de dos bonitos goles L´Oréal. Porque de Vinicius, ¿qué se puede decir en positivo? Que tiene partidos por delante para tratar de volver a optar al Balón de Oro o salvar al mundo del racismo, pero ahora mismo está en la inopia. Y eso se nota sobre todo en los partidos exigentes como el de hoy.
Porque no se puede volver a dar esta imagen. No se puede, Florentino. Se puede perder. Siempre se puede perder. Pero de esta manera no se puede perder. Con la plantilla que tiene el Madrid, no se puede perder de esta manera. No te puedes meter dos veces en el mismo ataúd haciendo exactamente los mismos movimientos, Florentino. Regalar trofeos no puede formar parte de ningún plan. Y anoche el Real Madrid regaló un trofeo a cambio de un corte de manga, Florentino.
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– Real Madrid: 2
– Negreirona: 5 (Hinco)