Saldremos líderes

Por Civ.

I) Saldremos líderes. Vencimos tres a uno al cadáver futbolístico gijonés y aseguramos el deseado margen de cuatro puntos que nos permitirá salir con el liderato indemne de la más que probable encerrona en campo de los farsantes, algo así como una póliza antirrobo. La victoria, importantísima, se logró de una forma más sufrida de lo esperado, tras tener que remontar un 0-1 y no logrando sentenciar hasta bien entrada la segunda parte. Como efeméride, los tres goles logrados significan igualar el mítico record del Madrid de Toshack en 1989/90, 107 tantos, una nueva frontera alcanzada por Don José.

II) Reservas a medias. Durante estos días se debatió si Ronaldo (4 amarillas) debía reservarse para que no peligrara su concurso en el Camp Nou, pero ya dejó claro Karanka en vísperas que no iba a ser así. Aunque al final la jugada saliese bien (de hecho el portugués fue decisivo en el triunfo) quizá fue un riesgo excesivo corrido por los técnicos. Otro jugador a una tarjeta de la suspensión, Di María, entró sólo en el segundo tiempo. En cuanto al resto del equipo, las grandes novedades estuvieron en la presencia de Sahin como sustituto de Xabi, Callejón en la banda derecha y Gonzalo en punta, en detrimento de Benzema. No salió bien, admitámoslo: jugadores demasiado directos en ataque para jugar ante un equipo encerrado es algo contraproducente: hacía falta generar espacios, no explotarlos.

III) Mala actitud. El Madrid salió a jugar andando, en la acepción literal del término. Esperaba ver el arreón ofensivo acostumbrado en los inicios de los partidos pero no fue así. El equipo, con la mente en la autovía Munich-Barcelona, desvalorizó a su rival, con el riesgo que eso siempre conlleva. El Sporting, bien parado atrás, se defendía por acumulación, dejando a los de Mou todo el balón y tres cuartos del campo para hacer con él lo que mejor supieran. Al contrario que en otras ocasiones, la defensa de cinco se nos atragantó y fue incluso el equipo rival quien tuvo la mejor ocasión en este tramo, propiciada por un error increíble de Arbeloa (una «sobrada» al estilo Ramos) que Casillas salvó bien. Pero se veía venir que el Madrid sufriría si no ponía una velocidad más. Al final ocurrió lo que tenía que ocurrir, y tras un penalti por mano de Ramos, llegaba el 0-1 y la cuesta arriba. Mucho se había hablado sobre el hecho de que no nos pitaran penaltis en esta Liga, y ya tardaba un colegiado valiente, el Sr. Pérez Montero, en abrir la veda en cuanto tuviese la más mínima ocasión. Empatamos relativamente pronto, minimizando la dureza del golpe, con un alonsesco pase de Ramos y cabezazo de Higuaín. Tanto importante psicológicamente, como se suele decir, ya que irse a la caseta perdiendo habría acrecentado el histerismo de más de uno.

IV) Cambios. Como casi siempre últimamente, el fracaso del once inicial hubo de ser rápidamente corregido. Hay que reconocerle a Mourinho esta facultad, saber detectar y corregir los fallos de forma inmediata. Y creativa, añadiríamos. La solución para el segundo tiempo fue dejar un solo mediocentro. Sahin, que envió el balón al larguero en una falta que Ronaldo le cedió, fue el sacrificado. Se podía temer la circunstancia de que Khedira no estuviera acostumbrado a jugar solo en la parcela ancha, pero al final salió bien el experimento. Con Di María en lugar de Callejón, y Benzema e Higuaín juntos, el Madrid volvía al módulo de las remontadas, el de dos nueves, dos hombres en banda y un mediapunta. Dichos cambios y la improbabilidad de que un equipo atrincherado lograra resistir 45 minutos daban esperanzas de victoria.

V) Ronaldo again. Tuvo que ser Cristiano, en el avanzadísimo minuto 74, quien resolviera la papeleta. Antes, la entrada de Benzema y Di María no se había traducido en un incremento, cuantitativo o cualitativo, de jugadas de ataque. Lo que sí mejoró incuestionablemente fue la actitud mostrada por los jugadores con respecto a la primera mitad, ejerciendo una generosa presión cuando no se tenía la pelota. De hecho, gracias a ello llegaron los dos goles del segundo tiempo, dos acciones de presión bien efectuadas, ambas curiosamente con los mismos protagonistas, Khedira y Trejo, que culminaron en dos recuperaciones en terreno rival. La primera de ellas propició el centro de Di María y el comentado gol de CR7, con un cabezazo que entró lentamente tras pegar en el poste derecho de Juan Pablo. De esta manera el luso igualaba su marca particular de 41 tantos, la cual será seguramente sobrepasada en los 5 partidos que quedan. La segunda jugada fue otro robo de Khedira, seguido de pase de Özil y gol de Karim, 3-1 y se acabó. Antes entró Granero para refrescar un centro del campo donde Sami había tenido una actuación avasalladora.

VI) Semana fantástica. Se aproxima una semana decisiva para nuestras aspiraciones de campeonar en las dos competiciones en las que seguimos vivos. Bayern y Barcelona serán dos tests esclarecedores para medir nuestro potencial y posibilidades. Aunque, para bien o para mal, no se podrá hablar de nada definitivo, quedando el partido de vuelta en un caso y cuatro choques ligueros en otro. Como he comentado en anteriores párrafos, la perspectiva de estos dos encuentros de magnitud histórica puede haber distraído al equipo, que estuvo flojo pese a (o más bien a causa de) tener mucha posesión de balón. Bien es cierto que llevamos tres partidos por debajo de nuestro nivel habitual, pero haber solventado con solidez el tramo infernal que nos esperaba tras el pinchazo con el Valencia (que ya parece hace un siglo) me hace confiar plenamente en este equipo. Y es que si no confiasemos en unos tipos que han batido un record con 22 años de duración, estaríamos un poco mal.

Civ. edita El cuarto tiempo, un blog de esos raros pa gente que se toma en serio el fúpbol.

– Real Madrid: 3 (Higuaín, Cristiano y Benzema)
– Sporking de Gijón: 1 (?)

Incidencias: Minuto de silencio por todos los jugadores muertos debido a la inexistente política antidopaje de la FIFA.

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Ser digno es la principal virtud y obligación, cojones

Por Don Floro


– Hummm… Cojones rima con limones…

Como en cierta ocasión hice saber a un seguidor furibundo del Barcelona Sporting Club de Guayaquil, que criticaba con poco tino y menos educación mi desempeño al frente de la plantilla de tan glorioso club ecuatoriano, considero que ser digno es la principal virtud y obligación de una persona. El tontolbolo al que hice esta gran enseñanza no debió sacar gran provecho de ella, como supe posteriormente, pero voy a hacer un esfuerzo, honrando mi pasado madridista, para que ustedes la entiendan. Lo que pretendo es que abandonen toda duda o vacilación que pueda anidar en sus interiores madridistas, más aún si ésta no puede ser sustentada ni justificada por el método científico.

Los más avisados sabrán que fui parido en Gijón, para gran regocijo de mi padre y con gran dolor materno, pues el tamaño de mi encéfalo ya anunciaba el sesudo futuro que me aguardaba. En la escuela me llamaban cabezón, y en esos años fue cuando crecieron en mí los deseos de desasnar al personal haciéndome maestro. Sin embargo, al final me decidí por el mundo del fútbol, donde cada vez que surge una estrella nacen miles de imbéciles. Llevar la pedagogía al fútbol me pareció un hermoso reto. La pedagogía y los cojones, por supuesto.

Este Sporting que visita la casa blanca no es más que un equipo gangrenado que apesta a Segunda, tanto como su entrenador a cadáver futbolístico, ambos desde hace más de una, dos y cinco temporadas. Más que obligaciones, tiene unas urgencias tan grandes que las pocas virtudes que pueda mostrar en el estadio Don Santiago Bernabéu no deberían inquietar una falange del dedo de cualquier madridista de bien. Entiendan que hago estas afirmaciones no sin experimentar cierto dolor interno, así como agujas que se clavaran en mi huevada asturiana. Al sentir este mal me siento, cierro los ojos, pelo un limón imaginario, y el camino del hombre recto vuelve a aparecer ante mí en toda su gloriosa magnitud.


… y con jamones.

El momento de Cristiano Ronaldo, jugador que se ha blindado deportiva y psicológicamente desde dentro hacia fuera, y no a la inversa como otros grandes jugadores actuales, que han sido blindados desde fuera hacia adentro… el momento de Cristiano Ronaldo, digo, es el momento del Real Madrid. A veces hay que aplastar ejércitos. A veces hay que aplastar cucarachas norteñas. El jugador madridista sólo debe tener claro lo que es común en ambos casos: hay que aplastar. Aplastar y ganar. Sólo se ganan títulos aplastando y ganando. El resto son sonrisas y palmaditas que están a otros intereses y menesteres. Pero para aplastar y ganar, hay que hacerse digno de ello y, como se dijeran los nobles, hay que obligarse.

En resumen, puedo trazar la hoja de ruta madridista relatando una bonita anécdota que me sucedió hará unos años. Tenía yo un deseo quedo, pero incontenible, de ser abuelo. Y frecuentemente hablaba con mi yerno, buen zagal, pero zote cual Sancho Panza, sobre el asunto, pues me quedaban dudas de que el muchacho tuviera las luces apropiadas para manejarse en la oscuridad, como hacíamos en nuestros tiempos. Cierto día, desesperado, me lo llevé al bar de siempre, después del almuerzo familiar, para asestarle el golpe definitivo a su inseguro intelecto. Sacado el tema, y ante sus sempiternas dudas,  después de sorber el primer sabor del café, que me estofó el labio superior de pura tensión, le dije marcialmente: “¡Pues con el pito, cojones! ¡Con el pito te la tienes que follar, alma de cántaro!”

Unos meses después, fui abuelo. Ahora veo que lo de mi yerno fue más por obligación que por virtud, pues sigo teniendo un solo nieto. Pero este Real Madrid es digno, tiene la virtud y tiene la obligación. Ahora sólo falta que el madridismo también lo sea. Y que, todos juntos, mostremos nuestros dignos cojones.

Agradecimientos a Rappol por ponernos en contacto con Don Floro.

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La Porra Virtual estará abierta hasta las 20:00.

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El desafío de Cristiano

Por Custer

El Partido, ¿no? Llega El Partido. Los niños decían «no hablemos del Partido”, y sin embargo muy cerca ya lo tenemos: el Examen Final. Veremos si nuestros chicos y nuestro nuevo técnico, José Karankiño, han hecho los deberes ¿Se sabrán la lección? Ésa es la Gran Pregunta. Ni siquiera Di Stéfano lo tuvo tan difícil como Cristiano. A fin de cuentas a él lo acompañaban Rial, Gento o Puskas, tipos duros; a nuestro Martillo sin embargo sólo lo secunda su muslamen y sus cojones.

Detrás de él está el Infierno. Tiene que resultar desesperante mirar a la derecha y ver la diagonal fofa de Benzema, en su nueva advocación de Empané, o el caracoleo fútil del Padre Pitillo, la histeria de Di María, el culogordo de Culogordo o, sencillamente, la atrofia mental de Khedira. Sí, tiene que ser muy duro. Una defensa blanda y chiflada, un centrolcampo sacado del Circo Price, un técnico oculto y consciente ¡al fin! de sus limitaciones… Pero ahí lo tienen ustedes: ganando una Liga él solo.

Incluso Aquiles tenía una tropa en quien confiar, los Mirmidones. Héctor tenía una muralla, joder… ¿Y Cristiano? ¿Qué tiene Cristiano? El hijoputa no tiene nada. Messi en el Barça es feliz. Todos juegan para él y, aún en el supuesto de que fallara, todavía les quedaría La Pauta, El Juego, el Aburrido Juego que cansa, marea y golea. Algo es algo. A Cristiano le han negado hasta eso. Sabe que esta Liga y la Champions se van a ganar por sus Santos Cojones. Luego vendrá Karankiño a anotársela, la hará suya, saldrá en su palmarés y muchos vocearán un ¡ZAS! en toda la boca para los Antikarankistas… Qué ilusos. Mientras felan de nuevo al Dios, el semidiós se estará echando Reflex en los músculos. Triste ¿no? Pero ése y no otro es el sino de los Héroes.

Seamos sinceros, lo que intenta hacer Cristiano es monstruoso, constituye un atentando contra la Naturaleza y el Sentido Común. Ganar ¡él solo! los campeonatos. Ganarlo TODO, y si se pierde… PERDERLO TODO. En efecto, no habrá término medio. Se lo ha negado a sí mismo. El día en que no aparezca Cristiano el Madrid se derrumbará …luego él será el máximo responsable. Ésa ha sido la Gran Genialidad de Karankiño, su máxima aportación al Madrid: reventar a un Caballo de Batalla. Pero no siento desprecio. Ya no. Sólo admiración por lo que pretende hacer El Martillo. Únicamente tengo ojos ya para El Martillo. No nos queda otra cosa que el puñetero Martillo. Y eso que nos queda, por fin, es Hermoso.

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Top 3 último partido:

Cristiano (246 votos)
Coentrao (67 votos)
Callejón (63 votos)
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Los fantasmas ganan de nuevo

Por Kaillada

Hoy no se puede empezar a escribir de otra manera: Cristiano Ronaldo. CR40. Gracias. Gracias, y perdóname por la pocas veces que, en mi debilidad, dudé de ti, como aquel día que, tras la derrota ante el Barcelona en la ida liguera, creí que tu falta de control emocional minaba tu capacidad competitiva. Mil gracias, Cristiano, ya no sólo porque ayer nos brindaste media Liga, sino porque, definitivamente, te encumbraste como el referente absoluto que todo equipo necesita para llegar a lo más alto. Hace poco, comentábamos tu autoupgrade, tu versión 2.0, o 2.1; qué más da. Hoy sabemos que has llegado al 3.0, que es la evolución suficiente para resolver partidos críticos individualmente. Descansa, Cris, y recarga tu pierna derecha, que aún quedan magnos rivales a quienes mostrar el músculo con que dinamitas sus esperanzas.

A pesar de que algo me dice que la crónica debería haber acabado aqu mismoí, intentaré analizar lo sucedido en territorio indio. En primer lugar, la alineación. Mourinho dejaba fuera del once a tres titulares del partido anterior: Higuaín, Özil y Marcelo (con molestias, fuera de la convocatoria), trío destacado por su mal rendimiento de hace tres días. De sus respectivos sustitutos, únicamente me escamaba la presencia de Kaká, al que sigo viendo totalmente obsoleto para partidos de nivel medio-alto. La participación de Coentrao me resultaba saludable para el rendimiento colectivo, sobre todo viendo que Marcelo no acaba de demostrar regularidad en su juego desde el parón navideño. Como ilusionante definiría la apuesta por Di María en el once; sin duda, un jugador que necesitamos para llegar a nuestro tope competitivo.

El inicio del partido, a mi entender, se jugó como lo planteó Simeone: muy intenso, muy físico y muy impreciso en lo técnico, es decir, favorable al conjunto más débil y… al más intenso, y ése no éramos nosotros. Fue nuevamente un encuentro de poca pausa, en el que no supimos dominar ni la posesión ni la posición. En los primeros minutos, Diego nos hacía daño moviéndose entre líneas, buscando espacios entre nuestros mediocentros. Facilitaba su labor la escasa presión de nuestra primera línea, que permitía a los atléticos salir fácilmente de las proximidades de su área tras recuperación, sorteando así demasiados jugadores blancos con poco esfuerzo. Nuestras tres líneas estaban muy separadas, y concedíamos demasiadas acciones a balón parado en zonas de riesgo. En fase ofensiva tampoco mostramos demasiados alardes: dificultades en la creación, con Alonso, de nuevo, poco participativo; precipitación y mala toma de decisiones en tres cuartos (en especial, Di María) y, en líneas generales, sensación de poca fluidez, tanto en las transiciones como en el ataque posicional.

Con estas premisas, el partido se mostraba abierto, disputado, sin un claro dominador, y eso nunca es bueno para la escuadra superior. Nos hacía falta algo que decantara la balanza, y entonces apareció por primera vez el crack de Madeira. El metafutbolista del siglo XXI, largamente acusado de no convertir libres directos en esta campaña, lanzó a 35 metros del arco rival, para impactar el balón como solo él sabe y conseguir un gol en que la trayectoria del esférico combinó caos y belleza por igual. Con un tanto que nadie más puede lograr, Cristiano nos desempantanó y nos hizo llegar al descanso con ventaja. En la pausa, Mourinho relevó al inoperante Kaká por Özil, en lo que parecía una inteligente decisión en pos de aportar más inteligencia al ataque estático, mejor gestión de los tiempos ofensivos y mejores decisiones en los contraataques.

El descanso sirvió para lograr más solidez posicional y tranquilidad en la posesión del balón, pero poco a poco los síntomas de la primera parte volvían a emerger. Adrián hacía crecer a su equipo con su inteligente movilidad entre líneas y su calidad en cada acción. De nuevo, la sensación de que el pico de intensidad atlético nos superaba era patente, pero esto no se materializó en peligro para Casillas, hasta que, en su primera ocasión clara de la segunda mitad llegó el gol de Falcao. En mi opinión, la acción completa es reprochable a todos los madridistas envueltos en ella: mala presión al jugador con balón de Alonso, Khedira y, sobre todo,  Arbeloa, que no acosa a Adrián en su centro; posteriormente, fallan Ramos y principalmente Coentrao, que realiza una pésima marca al rematador rival. Minuto 55, empate y sensaciones no del todo positivas. ¿Ansiedad?. Lo único cierto es que si un momento del partido podía generar verdaderas dudas sobre el equipo era éste, perdiendo la ventaja en ambiente hostil, contra un rival embravecido y con la sombra del segundo clasificado más cercana que un minuto antes.

El equipo reaccionó positivamente y decidió ir a por el partido, como era necesario. Y nuevamente surgió la estrella que logró hacer innecesarios los esfuerzos de sus compañeros. Tras una gran acción de pressing colectiva, Coentrao robó en anticipación en campo rival y conectó con Alonso, que cedió a Cristiano. Escorado a la izquierda y 25 metros de meta, el pichichi sólo necesitó orientar su control hacia el centro para disparar un obús al fondo de la red de Courtois y celebrarlo como sólo hacen los privilegiados tras conseguir un golazo: andar como si nada, como hacía el magnánimo y sempiterno Ronaldo Nazario. Pocos minutos después, Higuaín, que había sustituído al Benzema más gris que recordamos en este curso, provocaba un claro penalti que CR anotaba para poner el 1-3, su gol número 40 en esta Liga. Parecía imposible igualarlo pero, realmente, lo único imposible es anticipar dónde detendrá su nueva marca en esta temporada. Con el encuentro sentenciado, aún dispuso de un uno contra uno con el meta rojiblanco para perforar el arco rival por cuarta ocasión. Pese a fallar, poco después lo compensó con una asistencia al recién incorporado Callejón, quien recuperando su mejor versión marcó el 1-4 y enseñó al mundo el escudo del equipo que ganará esta competición.

En resumen, importantísima y contundente victoria, en un partido clave tanto en lo pragmático como en lo psicológico. Como conclusiones principales, me quedo, en primer lugar, con el pico de forma de Cristiano: estamos posiblemente ante la mejor versión de toda su carrera y eso puede conducirnos directamente a levantar títulos. En segundo lugar, y mucho me temo que igual o más trascendente que la anterior, volví a ver un equipo con dificultades para gestionar los tiempos y las emociones del partido. Noté demasiados nervios y precipitación, sobre todo en los momentos decisivos del ataque, y falta de intensidad en fase defensiva, incluso en zonas de alto riesgo. Sea como sea, cuatro puntos de ventaja siempre darán mayor tranquilidad para trabajar los puntos débiles y reforzar al equipo de cara a los próximos compromisos.

– Cristiano Ronaldo: 4 (Él (3, uno de pen.) y Callejón)
– Atlético Aviación: 1 (Falcao)

Incidencias: lanzamiento de múltiples objetos tras el segundo gol por parte de la ejemplar afición atlética.

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Ahora y siempre y nunca


«Florentino, fíchame».

Por Rado

Buenos días fansista. Como cada anio acudo a sita derby capitalino con corasón dividido entre dos. Momento es espesialmente delicado para equipos ambos, aunque motivos para ello son diferentes. Atleti contempla cómo globo inflado por Simeone, Sereso y Gilmarín se desinfla como vejiga de cabra montenegrina. Falcao parese insufisiente para sostener equipo cuyo mediocampo sigue penando por otro anio más en mitad de tabla. Imposible (r)ecordar cabesa pensante colchonera en sentrocampo que no sea Doctor Cabesa, ilustre atlético de consulta para enfermedad transimisión sesual. Defensa tampoco tira cohetes, pero portería es sona mejor cubierta por emergente Curtuá. (R)esto de equipo presenta habitual exotismo atlético, con i(r)egulares jugadores nasional y estranjero con, io creo, (r)endimiento más intermitente que cartel en puticlub ca(r)etera Dubrovnik-Split. Desde banquillio dirige Cholo Simeone, con dudoso consepto amistad y efecto testicular ya diluído tras sumo de Mansano.

Hombres de Mou atraviesan parte fundamental de temporada blanca con bastantes dudas dentro de cabesa de algunos jugadores. (R)amos vuelve a sona de pasto que pertenese por derecho propio a comer yerba. Pepe no deja espasio a temor en interior de cráneo, pero io creo que es candidato número uno a juego susio por parte de jugador Atlético en busca de cable que cruse en su interior y que (r)esulte en espulsión o lesión de jugador propio o contrario, por chispaso cerebral involuntario. Gran fichaje para Tigres de Arkan sería Pepe sininguna duda.


Agua p’al Mansanares.

Apuesta de Mou en mediocampo es incógnita para mí, Sosio. Con Alonso fijo en abu(r)imiento, turco garantista Khedira, Sahin que no iega y Esteban Granero que nunca va a iegar,  (r)esto despasio que queda cubre Marlboro Man Ösil , Beato Kaká y muy probable vuelta a titularidad de Ángel Di María. Apuesta de Mou en sona sentral de campo será importante para desa(r)ollio de juego, porque io creo que Pantic no puede ir convocado en esta ocasión.

Esperansa eléctrica de juego ataque blanco pasa por papel de Fideo y (r)enovasión de idilio amoroso con gol de Cristiano y Bensemá, jugador ideal para blanda defensa atlética que presenta baja contínuamente. Io creo que astro portugués es jugador con nivel competitivo más alto en este momento en equipo de Mou. Juego balón parado (r)esulta peligro para  portería merengue, con portero Casillas que no pasa por mejor momento ni para haser declaración a prensa amiga. Falcao supera gripe y parese única amenasa con (r)emate cada balón bombeado que iegue área madridista.

En (r)esumen, io creo que equipo Mansanares presentará habitual batalla en momento importante para equipo merengue, que nesesitará victoria para mantener distansia con Barselona que pisa talones pero no ve tarjeta (r)oja. Atlético buscará portunidad de ahora, oportunidad de siempre, que suele acabar en nunca, io creo, Sosio.

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La Po(r)a Virtual estará abierta hasta las 22:00.
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Sois todos unas putitas de mierda

Por El Mastuerzo

Cómo dejé de preocuparme y aprendí a amar la bomba.

Qué pasa, mariconas. Me comentó el Socio que andaba la moral de la tropa algo baja tras el fiasco contra los chotos, y me pidió salir de mi retiro para arengar a la tropa. No he leído ninguno de vuestros jodidos comentarios, ni necesito  hacerlo, sé perfectamente lo que hay: derrotismo, histerismo y más homosexualidad que en la despedida de soltero de Zerolo. Francamente, me resulta patético ver el grado de degeneración que ha alcanzado el hombre occidental y, más concretamente, el madridista. No me extraña que la natalidad haya bajado en picado, con tipillos que más que semen producen un aguachirli incapaz de impregnar a hembra alguna (claro, que como para preñar a las «mujeres de carrera» actuales). No, hoy día los únicos varones fértiles que quedan son los moros y los negros, medio animales pero que precisamente por ello rebosan de la vitalidad que hace mucho perdió el españolito medio. Pero no os engañéis, todos ellos son de la Far$a, la máquina perfecta de odio y propaganda.

El madridista tiene miedo. Miedo a que le remonten en la Liga, a que le follen en la Champions. Y uno puede pensar que la explicación está en un Farsa muy ganador, que nos ha hostiado múltiples veces en los últimos años. Pero no, no es eso: a los madridistas antiguos, fetén (que existieron, no son un mito), eso les habría hecho reir a carcajadas. Fue una generación que creció en medio de la miseria casi total, con escasez de cultura y tiempo libre, pero con cojones como rocas. Vivían gobernados por un caudillo con voz aflautada y beatón, pero con un plan en la cabeza y lo bastante inteligente para delegar. Y esos españolitos, a base de sudar la gota gorda, se fueron haciendo un patrimonio, comprando casita y coche al tiempo que mantenían a cuatro o cinco churumbeles, con un simple sueldo y sin que su mujer necesitara un puto trabajo de consultora o jefa de RRHH. En realidad conoces a ese tipo de español y madridista: es tu abuelo, incluso tu padre, si tienes suficiente edad. ¿Créeis que a ellos les habría acojonado la perspectiva perder contra una banda de catalufos? ¡¡Imposible!! Tenían orgullo y fe en ese símbolo de las virtudes patrias llamado Real Madrid.

La generación actual, el madridismo actual… bueno, es el resultado de todo lo que ha venido desde Mendoza. Éste era un bala perdida, y ninguno de los posteriores ha enderezado el rumbo: Sanz, un puto paleto; Florentino, un marica acomplejado, y Calderón un pobre imbécil. 30 años largos de blandura moral y compadreo con la prensa parasitaria han carcomido mortalmente el espíritu colectivo de la afición y los jugadores vikingos. Por cada entrenador con sangre en las venas (del rabo), hemos tenido cinco vergonzantes. En realidad, cuando nos entrenó López Caro era para haber cerrado el chiringuito. Este Madrid julandrón, el de los Ramos y Casillas, y antes que ellos Baúl, Puti, Morientes, Sanchís, Míchel… es el verdadero motivo del miedo actual, no un Farsa que ciertamente da asco, pero que no debería provocar nada más.

Yo no voy a negar que joda que te ganen, y que muchas veces lo hagan en mala lid. Pero lo que la mayoría parece haber olvidado es que, llegados a este punto, no es una cuestión de ganar o perder, sino de cómo lo haces. No, no me refiero a «jugar bien», eso se nos supone, sino a morder en todo momento, dar la cara aunque sea para que te la partan; la puta mirada del tigre, la que sólo tenía Hugo Sánchez aquel nefasto día contra el Milan. Por supuesto que la final de Munich es una puletera trampa, un aquelarre pensado para humillar al Madrid frente a todo el planeta. Pero no importa: hay que salir ahí con una fe en la victoria digna de un talibán. La única forma de imponerse en esa jaula de barrotes electrificados es la furia del fuego divino. Que ningún puto arbitrucho tenga huevos de ponerse en el camino de una fuerza de la naturaleza. Y si aun así nos roban, da igual: saliendo como tenemos que salir haremos historia. No les pido ganar, sólo causar daños físicos irreversibles a los del Barsa: una doble triada para Cesc, amputación de pierna para Messíndrome, apertura de cráneo con pérdida de masa encefálica para Piqué (no lo notará), fractura de cuello con resultado de muerte para Xavi. Con eso no cuentan, creen que pueden hacer el atraquito habitual e irse con la Copa a casa y tan felices. Pero no, hay que hacer que la final pase a la historia como la de Heysel, pero con los fiambres en el campo en vez de en la grada.

Y sé que puede parecer imposible imbuir de carácter a los medio-niños que forman nuestra plantilla, pero no lo es. Porque sin duda, la mayor virtud de ese portugués que tenemos de entrenador es que es un auténtico mastuerzo como yo. Poco tiene que hablar de tácticas con ellos, eso está ya requetevisto. Lo que realmente lo distingue es cómo logra ejercer de figura paterna, en el mejor sentido: haciéndote sufrir, sacrificarte y maldecir, sacando de ti lo que tú nunca podrías por tus propias fuerzas, porque llevas años cumpliendo el expediente con el esfuerzo justo. Puede no gustarnos reconocerlo, pero para obtener lo mejor de la gente hay que ser bastante hijoputa: la tensión, el meter miedo, la exigencia, son excelentes estímulos para criaturas de natural perezosas como los humanos. Y por eso podemos confiar en este grupo: mientras esté Mauriño para tensar el muelle, todo irá bien. Ganarán o perderán, pero lo harán cumpliendo con su deber. Dejad ya de ver los partidos con miedo, porque se ha hecho todo el trabajo necesario, y a veces, simplemente, la puta pelotita no quiere entrar. Además, el mundo se irá a tomar por culo el 19 de Mayo, el día de esa maldita final: si perdemos (después de cargarnos a varios de sus jugadores) es mejor reventar para no tener que soportar a las hordas nauseabundas; y si ganamos, porque después de la Décima, ¿qué coño queda? Ya lo he arreglado todo para que ese día se activen al mismo tiempo todos los arsenales nucleares del mundo. Será un espectáculo jodidamente bonito de luz y color.

Así que no tengáis miedo, mandriles, porque estamos todos condenados, y disfrutad de El Gran Final.
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